Que pase por la mina, punto |
Querido lector, a estas alturas se preguntará: ¿el AVE no puede pasar por otro lado?. Yo, a diferencia de Villar Mir, no soy ingeniero de caminos, pero tengo algo más de dos neuronas, y mi familia vive en la zona desde antes del siglo XX. Por ello le aseguro que el dichoso tren sí puede pasar por otro lado. Y le aseguro, además, que muchos argumentos tendrían que darme para convencerme de lo contrario. Usted mismo, si vive cerca, puede comprobarlo. Suba a lo alto del monte "O Castro", ubicado enfrente a la mina y en el municipio de A Estrada. Mire para el Pico Sacro. Verá entonces a su derecha una zona forestal enorme. Se sitúa unos pocos kilómetros al nordeste de la Sierra en cuya cima está Serrabal. Va desde el Ulla hasta casi Santiago. Sin viviendas. Sin profundas gargantas que, como la de "San Xoán da Coba", atravesar por medio de elevados viaductos. Cuando vea ese inmenso bosque pensará: ¿cómo es posible que el Gobierno Aznar lo ignorase y dirigiera el AVE hacia Serrabal?. Alguien podría responderle: el AVE no puede tener curvas pronunciadas. Cierto. Pero también lo es que, en dichas líneas de alta velocidad, como en otras vías, la recta es sólo una utopía. Para no serlo deberíamos "comernos" toda una Sierra. |
Aparte de lo expuesto, hay otro aspecto no menos importante: cuales son los daños reales si pasa por el yacimiento. Sólo tres posibles trazados puede seguir el AVE en la mina: o discurre por la cima de la Sierra o por la mitad inferior de las laderas nordeste o sudoeste. No hay más. Si el AVE discurre por la cima o la mitad superior de las montañas, Serrabal desaparece. Es ahí donde están las cuadrículas mineras explotadas actualmente. No obstante, este trazado es el más absurdo de todos. Habría que hacer subir el tren de 175 a 350 metros, y ello en menos de un kilómetro, para después hacerlo bajar entre 150 a 300 y alcanzar Santiago. Un trayecto tan disparatado que, a buen seguro, el popular Alvarez Cascos no lo habrá aprobado. |
Otro posible trazado sería a través de la mitad inferior de la ladera nordeste (línea azul). Está ocupada por escombreras (40) y terrenos ya explotados o sin interés minero. Los cercanos a las cuadrículas en explotación (este) fueron objeto de implantación de microalgas, líquenes y cianobacterias para su recuperación medioambiental (37). El 3 de agosto de 2004, RAMSA anunció que contaba para ello con fondos públicos de la Consejería de Innovación de la "Xunta" y del "Plan Galego de Investigación, Desenvolvemento e Innovación Tecnolóxica". Los alejados (oeste) sostienen eucaliptos de más de 15 metros de altura. Por esta ladera nordeste, el AVE ni dañaría el yacimiento ni la actual explotación. El último trazado posible discurriría por la mitad inferior de la ladera sudoeste (línea roja). Varios hechos sugieren que ahí la explotación del mineral puede no ser rentable:
Así pues, con este trazado, el
AVE tampoco
dañaría la zona explotada actualmente por RAMSA. Se limitaría a ocupar cuadrículas del yacimiento cubiertas de bosque, sin explotar y sin
perspectivas claras de que algún día lo sean. Señores
de RAMSA: ¿dónde están los daños que justifican una
indemnización de 895 millones de euros?. |