Historias de los autócratas |
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Lunes 26 de abril de 1937, bombardeo
de Guernica. Siglo XVIII, Juan
Jacobo Rousseau: "Guernica es el
pueblo más feliz del mundo. Sus asuntos los gobierna una
junta de campesinos que se reúne bajo un roble, y
siempre toman las decisiones más justas".
Casi dos siglos después, octubre de 1936, la Asamblea de
los Procuradores Vascos se reunió en la Casa de Juntas.
Eligieron como "Lendakari"
a José Antonio de Aguirre y Lecube, ministro de Defensa
de la Segunda República española. Este fue su
juramento: |
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sobre la tierra vasca en pie, y bajo el roble de Vizcaya, en el recuerdo de mis antepasados, juro cumplir mi mandato con entera
fidelidad. |
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El Gabinete de
Aguirre estuvo formado por hombres del nacionalismo vasco
y la izquierda democrática.
Todos ellos, republicanos pacíficos, sensatos y
moderados. |
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El Caudillo de España, "por la gracia de Dios", visitando el cuartel general en Vitoria de la Legión Cóndor. | ||||
En marzo de 1937, a los cinco meses del juramento, el Gobierno Nazi alemán envió a Franco 5000 hombres. La temible y diligente Legión Cóndor. Su espantoso poder de fuego era superior al conjunto de todas las fuerzas aéreas que operaron en la Primera Guerra Mundial. Se encargó de transportar, en secreto, las fuerzas moras del "invicto" golpista a la Península. Y se ocupó de bombardear incesantemente Madrid: sus barrios humildes, sus museos, sus avenidas y palacios, sus hasta devastarla, destruirla, asolarla... |
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Teniente coronel Wolfram, "Freiherr" von Richthofen, jefe de Estado Mayor de la Legón Cóndor. Durante su estancia en nuestras tierras, se alojó en una "suite" del piso superior del "Hotel Frontón" de Vitoria. Allí, en la mesilla de noche, guardó una buena edición de "Dominio del aire", de Giulio Douhet, en cuyas páginas podía leerse: el mejor modo de romper la resistencia del enemigo es lanzar ataques aéreos muy detrás de la línea del frente, incluso contra la propia población civil. Como todo buen alumno, Richthofen redactó sin dudarlo un siniestro memorándum recordando a los jefes de escuadrillas inculcar a los pilotos la llamada regla de oro del bombardeo: si no podía atacarse el blanco original, las bombas debían ser arrojadas a ciegas en cualquier punto del territorio enemigo. Bombardear, "sin tener en cuenta a la población civil". El día 30 de ese mes, el General Emilio Mola, jefe del Ejército del Norte, dio un ultimátum al legítimo Gobierno de la República: "He decidido terminar rápidamente la guerra en el Norte si la rendición no es inmediata, arrasaré toda Vizcaya". A las 24 horas, Mola lanzó su ofensiva con 50000 hombres bien pertrechados, incluyendo las fuerzas moras, y con el apoyo aéreo de la Legión Cóndor. Frente a él, el Ejército Republicano del Norte: 45000 hombres mal equipados, debilitados, y prácticamente sin aviación a causa del Pacto de no Intervención. Durante el primer día de la ofensiva, la Legión Cóndor arrojó 70 toneladas de bombas y efectuó 35350 disparos. Guernica se convirtió en el punto de convergencia de miles de refugiados civiles. De gentes huidas de unos bombardeos aéreos que el mundo no había conocido hasta entonces. |
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José Labauría, alcalde de Guernica y antes capitán de un barco pesquero, examinó sus papeles. Reflejaban como pronto escasearía la gasolina y, si no se reducía sustancialmente la población refugiada, como habría un hambre generalizada. En todo punto de la ciudad ardía una hoguera o un brasero, vivía un refugiado. A las 13.30 horas del domingo 25 de abril de 1937, en la carretera hacia el hospital del convento de las Carmelitas, rodearon a un grupo de soldados republicanos. Eran chiquillos. "Un pan, un pan. Un poco de pan, camaradas", gritaban. Los soldados no tenían comida. Uno distribuyó varios cigarrillos entre los muchachos. Lo único que tenía. Siete meses después, el 4 de noviembre, el alcalde de la ya desaparecida Guernica habló para radio Bilbao: "Resulta imposible dar una imagen aproximada de esta indescriptible tragedia". 25 de abril de 1937, a las 7.30 horas a.m. despegó el avión de reconocimiento "Heinkel - 45" de la Legión Cóndor. En sus fotografías no apareció ningún arma antiaérea, ninguna artillería pesada. |
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Unica resistencia frente a los aviones que atacarían Guernica: Faustino Pastor y sus jóvenes patriotas vascos. Agazapado con su ametralladora sobre una ladera, cerca del monasterio de los Padres Agustinos, disparó incesantemente contra la aviación nazi. No logró derribar ningún aparato. |
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Hans Henning, Freiherr von Beust, jefe de escuadrilla en la operación aérea de bombardeo sobre Guernica: "La primera escuadrilla lanzó sus bombas, las vi; pero cuando estaba sobre el objetivo, la población quedó oscurecida por el polvo y el humo, de modo que tuvimos que arrojar nuestras bombas como pudimos Nos era imposible saber sobre dónde caían". |
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En el Ayuntamiento existía un refugio con cabida para 400 personas. El edificio del Consistorio fue arrasado. |
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Padre Eusebio Orronategui, párroco de la iglesia de San Juan. El 6 agosto de 1936, los obispos de Vitoria y Pamplona emitieron una carta pastoral: para "condenar rotundamente la adhesión de los católicos vascos a la causa republicana. Teológicamente no es lícito, non licet, que los católicos vascos hagan causa común con los republicanos". El vicario general de Bilbao la rechazó. Muchos sacerdotes vascos apoyaron a la República. Eusebio, desde su púlpito, defendió la legítima causa republicana. Sermón del domingo 25 de abril de 1937: |
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Iglesias de San Juan antes del bombardeo | ||||
"Hoy hay aquí algunos de vosotros que ahora no debería hallarse en este lugar. Tendríais que estar en las trincheras, en los montes, en todas partes en donde se encuentra el enemigo, al fin de frenar su avance y proteger a vuestras familias, vuestra tierra ¡Jóvenes, id en defensa de todo lo que es precioso para vosotros, para todos nosotros!. Dios no os juzgará culpables porque, a sus ojos, no podéis ser condenados por defender lo vuestro". |
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Fotografía del Informe Herrán | ||||
Así quedó la iglesia de San Juan después del ataque aéreo. Un destrozado interior para un párroco republicano. Su congregación la componía los trabajadores que vivían en la parte más pobre de Guernica. |
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Iglesia de Santa María rodeada de llamas | ||||
En la calle de Santa María, una estrecha vía que conducía desde el centro de la villa hasta la iglesia, pasando por el Ayuntamiento, se construyó un refugio sobre el suelo con vigas de madera. Tras el bombardeo, la madera destrozada tardó en cesar de arder. La sangre ardió con ella. |
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Al norte de Durango tres carreteras principales conducían a Bilbao. Convergían en un punto: el puente de Rentería en Guernica. El primer objetivo militar. Su destrucción detendría la retirada republicana y miles de soldados caerían prisioneros. No fue bombardeado. |
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Fábrica de armas "Astra Unceta". El 23 de abril de 1937 había producido 11658 pistolas y ametralladoras. Era el segundo objetivo militar. |
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Rufino Unceta, propietario de la fábrica, adoptó una doble vida desde que estalló la guerra. En la Guernica republicana era la persona que más deseaba la llegada de las tropas franquistas. Creía que el Generalísimo salvaría a España de la Izquierda y que el País Vasco no precisaba autonomía. Antes del 21 de abril de 1937 se enteró de cómo su fábrica sería trasladada a Bilbao por orden de la República. Empezó a urdir planes para impedirlo. La mañana del martes 27 de abril, un día después del bombardeo, llegarían los expertos para supervisar el desmantelamiento. |
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José Rodríguez, director gerente, contribuyó en los planes de dificultar el traslado. Debía mantener la integridad de la fábrica de modo que pudiera pasar a manos de Franco cuando entrara en Guernica. A las 13.20 horas del domingo 25 de abril de 1937 dijo a Rufino Unceta: "Los jefes nacionales conocen la situación de la fábrica. Ya saben que les somos leales. Y, lo más importante, necesitan nuestras armas para terminar la guerra. No tenemos nada que temer de los nacionales". La fábrica no fue bombardeada. Tras la destrucción, el 4 de mayo de 1937 Joachim von Ribbentrop, embajador en Londres de la Alemania nazi, dijo al ministro de Asuntos Exteriores en Berlín: "Por favor, convenzan a Franco de que formule una enérgica y tajante negativa acerca de que aviadores alemanes hayan atacado Guernica". Al día siguiente, el Cuartel General de Franco emitió un Comunicado de Prensa: "Guernica no fue bombardeada por mis fuerzas aéreas fue incendiada con gasolina por los propios vascos". Diez días después, Adolf Hitler indicó a Von Ribbentrop lo siguiente: "No debe ser admitida, en ninguna circunstancia, una investigación internacional acerca de Guernica". Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en marzo de 1946, Herman Goering habló ante el Tribunal de Crímenes de Guerra de Nuremberg: "España [la republicana] me brindó una oportunidad para poner a prueba mi joven Fuerza Aérea así como para que mis hombres adquirieran experiencia". |
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28 de marzo de 2005. Domingo Trigueros, Alcalde por el PP de Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real): "ser europeo es no enfadarte si tu mujer se acuesta con otro", "me gustan las mujeres, pero siempre vuelvo a montar la jaca en mi casa" (4). D. Domingo, por favor, nunca olvide estas tres cositas: que el mejor antídoto contra el machismo es un libro, que éstos ni se venden por kilos ni por colores, y que a las jacas las montan los caballos no los burros. Lalín, 14 de abril de 2005. Al mediodía retiraron la placa de la calle General Franco. Un Policía Local intentó impedirlo. Con un trozo de mármol, 31 personas fueron al Juzgado y se autoinculparon. La titular abrió diligencias previas. Cinco días después, a las 21.30 horas, un pequeño grupo acudió al lugar donde estaba la placa y repartieron este panfleto: |
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¡Menos mal que estamos en Europa!. El 20 de abril, el Indalecio, amante de la Dominga, publicó su respuesta (60): "Sr. Xuíz: levo varios días oíndo os jravísimos delitos dos que acusan a un montón de xente boa e a miña conciencia xa non pode máis; quero confesar e confeso: eu fun o que saquei a placa. Paso a expoñerlle sucintamente os feitos: Levaba unha tempada atopándome mal, polo que o día de autos fun pola mañá ó médico, por certo por primeira vez na miña vida, para que me consultase. (¡Se partira unha perna ese día!). Lojo de mirarme de arriba a abaixo, díxome que podía ser aljo moi serio, e que antes de nada tiña que sacar unha placa. Como eu non entendo nada deso perjunteille que clas de placa era e que tiña que facer con ela; o médico díxome que sacara unha placa general, e que lla levara o antes posible ó ambulatorio ou aínda mellor á súa consulta privada na rúa da ponte, no sejundo piso, onde estaba todos os días despois das 12. Lojo de dar unhas cantas voltas por Lalín adiante cavilando onde podería sacar unha placa, a eso das 12 do mediodía, chejei ó fondo da praza da ijrexa, vin un jrupo de xente e eu, que aínda que non son nada averijuado, jústame saber o que pasa, prejuntei que estaban facendo; cando me dixeron que estaban esperando para sacar unha placa, o meu corazón doume un brinco. Quieto Indalecio, dixen, ó mellor a placa non é das que tes que sacar ti, asejurate primeiro. Efeutivamente, prejunteille a un barbudo dos que estaban alí que placa ían sacar, e díxome moi polo baixiño: a do general. ¡Carallo!, con perdón, dixen para min, esa é a miña, e faime máis falta a min que a todos estes, novos e con saúde. Esperei a que puxeran a escada, e aproveitando que a xente empezou a discutir non sei de que cun juardia municipal, ajarrei o martelo e o cincel que alí tiñan en un virar de las manos pasou todo: arranquei a placa, aquela xente arrancou a aplaudir e eu, que non as tiña todas conmijo, arranquei cara a consulta do médico como un fojete. Nun intre en que volvo a cabeza, vexo que aquela xente ven toda tras miña e collín tal medo que no primeiro portal da rúa da ponte que vin aberto subín polas escaleiras e ó chejar ó sejundo piso entrei e deixeina alí dentro no chau sen que me vise ninjén. Cando quixen sair e mirar se era a consulta do médico, vexo de novo aquela xente subindo polas escaleiras, polo que escondinme no último piso, e alí estiven dúas horas ata que pasou todo e puiden marchar para a miña casiña, non sen decatarme antes de que aquel edificio non era o da consulta do médico, senón o do xuljado. E así foi e así llo conto para que vexa que non se trata de ninjún delito nin foi unha rapazada, que un xa é vello e ajora enfermo e non está para esas cousas. E xa bastante castijo teño pois o pior ajora é onde atopo outra placa para levarlle ó médico sen volver a meterme en ninjún lío". 16 de abril de 2005. Santiago Carrillo sufrió un intento de agresión en la librería "Crisol" de Madrid, durante la presentación del libro "Historia de las dos Españas" escrito por el historiador Santos Julia. De las diversas pruebas y testimonios policiales se deduce como pudo ser una acción "perfectamente organizada" y preparada con varios días de antelación. Fernando Cantalapiedra, jefe nacional de la Falange, rehusó condenar la agresión y aseguró que "es una respuesta lógica" a provocaciones como los homenajes al antiguo líder de la izquierda (29). "Los agresores escuchan cada día los mensajes apocalípticos de predicadores airados que incitan desde las ondas y otros medios al odio y la revancha, difundiendo teorías maniqueas y descabelladas sobre la historia reciente, y que dicen entender la actitud de los ultras que se manifiestan a gritos y brazo en alto Un efecto del que esos predicadores se lavan las manos es la vuelta a los ataques fascistas contra librerías" (61). 26 de mayo de 2005. Fraga encargó a los servicios jurídicos de la "Xunta" estudiar el contenido de los 24 cortometrajes críticos con su gestión titulados "Hai que botalos". "A cualquiera que vea eso le va a dar asco", dijo. Respecto a los autores, un colectivo creado a raíz de la catástrofe del Prestige que reúne a actores, escritores y otros profesionales gallegos, afirmó que pertenecían al "mundo de la incultura Me refiero a toda la morralla, a toda la porquería que está saliendo". Ese mismo día arremetió contra Touriño por su visita a un gimnasio: "¿Vostede viuno facendo o payaso o outro día nun ximnasio?. Pois ese é o persolleiro. Sí, o payaso. Se ve que nunca vio un aparato deses". (81) 3 de junio de 2005. En el iluminado arranque de la campaña electoral del PP en Ourense, proliferaron gritos como: |
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"Si no eres del PP, jódete, jódete" |
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O como aquél otro que dejó el listón bien alto, pero muy que muy alto, y que dice (84): |
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"Te la has pillao con el carrito del helao". |
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Contra estos profundos razonamientos, me limitaré a desarrollar la línea esbozada por Zapatero en Vigo el domingo 5 de junio: |
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"Si no tienes beca y no eres del PP: jódete, jódete. Si el sueldo no te llega y no eres del PP: jódete, jódete. Si estás en el paro y no eres del PP: jódete, jódete. Si la hipoteca te consume y no eres del PP: jódete, jódete. Si el negocio no va bien y no eres del PP: jódete, jódete. Si no terminan de operarte y no eres del PP: jódete, jódete. Si la licencia necesitas y no eres del PP: jódete, jódete. Si las vacas no dan mucho y no eres del PP: jódete, jódete. Si los campos no producen y no eres del PP: jódete, jódete. Si la pensión es bien precaria y no eres del PP: jódete, jódete. Si jódete, jódete." |
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Si esto es todo lo que pueden generar los cerebros del PP gallego, ante semejante derroche de inteligencia y cultura, ante la posibilidad de que encima nos gobiernen, pido públicamente que, por favor, Swazilandia nos transforme en colonia. |
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Lejos de atenuar las patochadas de sus huestes, el hombre fuerte del PP en esa provincia, José Luis Baltar, dijo a los suyos que se las apañaran como fuese, incluso "robándolos", para no recolectar ni un voto menos que en el 2001. Entregó una cartulina a cada alcalde indicándoles el número mínimo de votos a cosechar, y les avisó de cómo no valen excusas demográficas para incumplirlo. No se les aceptaría el pretexto de moda: "Yo no he perdido votos, es que se me han ido muriendo". "¡Nada de disculpiñas!", les dijo Baltar. ¿A ver quién tiene agallas de morirse en Ourense antes de ir a votar el 19 de junio?. En Viviero y probablemente aturdido por la vergüenza, Fraga aseguró que lo de "robar los votos" era sólo una forma de hablar y pidió, a cambio, "buscarlos debajo de las piedras" (84). Ese mismo y pródigo día, Senén Pousa Soto, alcalde por el PP de Beade, Ourense, amenazó duramente a los vecinos que llevan seis meses reclamando agua potable en el servicio de la traída municipal. Los altos índices de manganeso e hierro detectados impiden su consumo y uso doméstico. "Vou reunir a miña xente para dar leña. Estamos dispostos a pelear, e xa está Vai haber mais que palabras", dijo. Los vecinos fueron advertidos por la Guardia Civil de la intención del regidor local en caso de nuevas actuaciones reivindicativas. "Só queremos auga potable dunha vez", aclararon los afectados. El popular Pousa siente gran admiración por la figura y trayectoria política de Francisco Franco. Su despacho en el Ayuntamiento recuerda al dictador de forma permanente en imágenes. Desde la muerte del tirano, cada 20 de noviembre, el municipio le ofrece un homenaje con misa incluida, y es su intención continuarlo en años venideros y extenderlo a las figuras de Primo de Rivera y a los Caídos por España. (83) |
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