Las promesas del PP |
"Fraga
ha tenido la ocurrencia de convertir la empanada y
sobretodo la habilidad para repartirla en trozosen
un método seguro para medir el grado de adhesión
política. Se discutía en una rueda de prensa sobre el
número exacto de asistentes al
mitin de Silleda,
cuando el presidente de la Xunta
lo rebajó a
23000, en virtud de los trozos de ese manjar que fueron
servidos a los allí congregados
Nada nos indica
que 23000 trozos de empanada equivalga
a la misma
cifra de comensales, porque no es improbable por
ejemploque 11500 campesinos con buen apetito
pudieran haberse zampado tranquilamente hasta dos
raciones o más por cabeza. Y tampoco podemos
tomar como artículo de fe que 23000 hambrientos
partidarios del señor Fraga se hayan conformado con
masticar un solitario trozo de empanada sin protestar por
la cicatería de la propuesta gastronómica. Prometer
abundancia y prosperidad sin cuento en un mitin y luego
servir un escaso trocito de empanada en un plato de
cartón, puede inducir a la desconfianza del electorado.
Hasta del más acérrimo
La teoría de Fraga nos
parece un hallazgo sensacional. Sólo a una persona de su
larga trayectoria pública
podría habérsele
ocurrido poner a la empanada en el centro del debate
electoral". (94). "La campaña electoral del PP, si es que así puede denominarse, se parece más a la que realizaría el ejército de Pancho Villa que a la que se espera de un partido que aspira a revalidar la mayoría después de años de ejercicio ininterrumpido del poder. ¿Qué tiene que ver el candoroso discurso que intenta esbozar Núñez Feijoo con las sandeces que dice Baltar o con los exabruptos de un Manuel Fraga que, desinhibido por la edad, parece retornar a sus orígenes políticos?" (85). Y como remate de la misma, los populares lanzan a la ciudadanía un listado de promesas: |
Preferible es que le llamen a
uno desconfiado y no ingenuo. Ahora, cuando ven peligrar
su cómodo asiento, están dispuestos a certificarnos que
mañana, si les votamos, nos entregarán a todos el
paraíso. Hoy
te digo, amado elector, que mañana haré lo que antes
pude y no quise hacer,
gritan a las cuatro esquinas de Galicia. Lo siento señores del
PP, mi fe en ustedes ha muerto. |
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