17 Diciembre 2001 Los señores Políticos Recién termina una jornada más de política chilena. Ayer hubo elecciones parlamentarias. El resultado era conocido: todos ganaron. Felicito a estos personajes de nuestra vida institucional por su habilidad para argumentar. Esta astucia me enseña que no hay cosas ni personas buenas o malas: todo es como se quiera ver, todo es relativo. Todos ganaron, un absurdo al razocinio humano, pero ellos lo afirman que así es. Dicen y lo lamento, que la actividad política es necesaria para la vida democrática. ¿Es buena la vida democrática? Opino que la democracia es mala como sistema de dirección de los pueblos, pero una vez discutido esto, me preguntaron si conocía un sistema mejor. En verdad no tengo alternativa mejor que ofrecer, por lo tanto debemos aceptar el mal, estas democracias, en que el voto y voz de una persona preparada, educada, con conocimientos, vale igual que el voto y voz de un pinganilla semi analfabeto. Igual que el tango. Y bajo ese alero aparecen estos señores políticos, que gracias a su elocuencia, su prestancia se van imponiendo "con sus ideas" ante nosotros. Quienes son, sino que parlanchines de la palabrería que trabajan, dicen, desinteresadamente por el bien del país, con espíritu de servicio público por nosotros. Pero este favor es caro, y lo hacen pagar. Nuestro país terminó un periodo de dictadura, proceso sobre el cual hay que reconocer ciertos aspectos que forman nuestra historia de país. De ella debemos reconocer dos aspectos. El primero, que puso orden, disciplina y trabajo generando prosperidad hasta estos días donde se reconoce internacionalmente a Chile como un país progresista, uno de los buenos o mejores del cono americano. Lo segundo, es que esto tuvo un costo en vidas de quienes optaron por rechazar este plan y asumieron la oposición que fue duramente rebatida por el poder militar. Al presente, esta acción es criticada por todo el mundo, visto como un hecho aislado, donde aparecen como víctimas sin expresión de causa, quienes rechazaron el proceso. Los señores políticos se han manejado bien en el tema. Los que apoyaron el régimen militar, hoy ya se han olvidado de ello pues están muy ocupados en el manejo de sus negocios. Los que no lo apoyaron, se entretienen descalificándolo, pero apoyados en todo la infraestructura que heredaron del mismo régimen. Son bien curiosos y olvidadizos, particularidad que es útil en política, ya que nosotros, los electores tenemos muy mala memoria y debemos reconocer que nos envuelven en palabrería... y nos encanta. Los partidos políticos son como clubes deportivos y es fuente de posiciones de personajes. Imaginen que todos los partidos se resumieran a dos, ya que se habla de oficialismo y oposición. Imposible. Pensemos que al igual que el cuento, todos quieren ser reyes. No importa de que, pero reyecito en último caso. ¡Que harían estos pobres sin la política! Piensen que son mayores, casados, hijos, acostumbrados a la buena vida, que harían sin esa pega? Ni los profesionales titulados. ¿Se dejaría operar por el doctor Guido Girardi, o por el doctor Alex Figueroa? No queda otra que seguir en los partidos, ojalá obtener la venia para postular a diputado o senador, sueldo vitalicio, óptimo, mejor que ministro o funcionario de confianza, embajador, cónsul o agregado cultural ya que estos duran máximo seis años. Y atentos a una oportunidad comercial. Ultimamente hay conflictos indígenas en el sur de Chile. A modo de protesta queman casas de propietarios de la zona. ¿Se han fijado que pertenecen a ex o actuales ministros o personajes de la política. ¿Cómo fue que se les ocurrió comprar un terrenito en esos lugares? ¿Cómo supieron el dato? Han visto a la laya de sujetos tras el presidente o ministro dando una entrevista a la televisión, a modo de guardaespaldas, que nada dicen y si se preocupan de que la cámara los muestre. Toda esta casta de personajes vive de la política, en algo que se le asemeje, aunque sea por seis años, después vemos, porque al quinto año van viendo donde calentará el sol y se van cambiando. Obsérvese la curiosidad que se dio en esta campaña. Los candidatos no tenían partido político, no lo mencionan, lo ocultaban, eran candidatos sin ideas, amorfos. Todos proclamaban ser muy conocidos en su zona e independientes. ¿Para que gastaban en propaganda entonces? Todos estaban dispuestos a solucionar la cesantía, la delincuencia. Ninguno dijo como. Y lo iban a hacer solos. Tremendos tipos. Y la cantinela seguirá repitiéndose y la ciudadanía votará sin saber porque ni por quien, en muchas más elecciones y lo triste es que no nos damos cuenta como pasamos a ser títeres útiles ocasionales de ellos. Después de la votación ya no es razonable hacer discursos ni visitar poblaciones casa a casa por candidatos, dirigentes políticos ni autoridades de gobierno, que dicen andar trabajando... con vehículos fiscales, justo semanas antes de la elección. Después no se les ve más. Problemas como cesantía y delincuencia no son hoy en nuestra sociedad manejables por una persona, por capaz que se sienta. Es aceptable decirlo, es estúpido aceptarlo. Son problemas de mayor envergadura de la sociedad mundial. Todos cooperamos a que se produzca. Todos tratamos de comprar barato y el comerciante lo sabe y hacia allá apunta su acción, reducir costos. Cesantía y delincuencia y falta de educación o preparación son los ejes del tema. |