LOS SUELDOS
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(Nota importante: Este texto fue escrito en los años 1990. Hoy 2001,
año de cesantía, carece de base. ˇComo cambian las cosas!)

Hoy, sin saber específicamente porqué estoy inspirado al tema de los sueldos. Como verán, tema tensional y conflictivo, por el bando que se le mire. Cada cual toma la posición que le acomoda, y aquí algo importante, en ese momento. Me refiero al momento de discutir o de resolver una pregunta o petición sobre el tema. Viene un conflicto de intereses y de posiciones tontas. Si el consultado es un jefe de mando medio, tendrá que cuidar su posición personal respecto a su jefe y a la vez compatibilizar su posición ante el subalterno que lo consulta. ˇQue porquería de respuesta es contestar por la boca y cabeza del otro!

Adentrémonos en el tema, y en ámbito chileno y posiblemente latino; debemos establecer campos distintos.

Definiré como campos a los sectores público y privado. Dos mundos aparte, totalmente aparte, que para el mismo tema se rigen por criterios absolutamente distintos y dispares que se esmeran por no guardar relación con el profesionalismo, capacidad, idoneidad, entrega y dedicación que el sujeto merezca recibir.

El público, su análisis parte desde como consiguió la "pega". No se aquel que la detente porque simplemente contestó un concurso público y listo, quedó contratado por sus méritos o de aquel que alguna vez se haya parado en una oficina pública consultando por el Jefe de Personal para entregar su Curriculum o solicitud y al poco tiempo fue llamado a una entrevista, de la que "salió bien" y lo contrataron. No se si ustedes conocen un caso, yo no.

Lo conocido si que se que se baraja a dos niveles: los de abajo y los de arriba. Quienes son cada uno de estos.

Los de abajo son los que postulan u ostentan a cargos de baja remuneración, que no siempre se dan por la prudencia y el buen tacto del postulante. No faltan los patudos, sin preparación básica, pero con buen bla bla y patas que postulan de inmediato a jefe intermedio, vistiendo un terno azul marino cruzado, camisa blanca, corbata oscura con nudo apretado y zapatos café y hablando fuerte, y que se mueven como culebras con los "contactos", quienes los acogen, pues son los tontos útiles de su quehaceres serviles.

Explico lo expuesto, pues los conceptos se confunden. Está el caso de la hija del Presidente de la Junta de Vecinos del barrio Los Pollitos. Son 300 personas, y los adultos se reducen a cincuenta o sesenta personas, perdón, error, votos. El hombre, el Presidente de esta Junta es hombre de trabajo, de su casa, tiene ascendiente en la "comuniá". Vale. Que puede hacer con su hija de 20 años, que le salió gorda , flojona y fea... y pesá. Y él es padre y como todo padre siente el deber de darle un lugar en el espacio de la sociedad a su hija, porque el que se case y la mantengan se ve no claro. Habla con "su amigo", el Alcalde, para que le de una "pega" en la Muni. Favor con favor se paga, de elección en elección. Ambos se necesitan. Y así tenemos a la funcionaria no idónea que encontramos cuando vamos a hacer un trámite municipal, con su chaleco artesanal y bufanda del mismo estilo, más blue jeans desteñidos y zapatos con "plataforma" y es la que pregunta todo a la vieja colega del lado, porque ella no tiene idea de como repetir un trámite recién hecho, porque ya se le olvidó. Luego si, aprenderá con destreza que la cosa se mejora con los "trienos" o sea, los aumentos de sueldos, no de escala, para eso no es capaz habitualmente, y por lo tanto irá entendiendo que la cosa es permanecer, no faltar, no llegar atrasada, "lista 1", y comprenderá en carne propia, tanto así que lo aplicará, eso de aquello que el que nada hace, nada teme. Máxima consiga del empleado público.

Había dejado atrás al otro, habitualmente hombre, ˇdios me libre si es mujer!, que por azar del destino, alguien le dijo que era "mejor" y aspira a más. Aquí el hombre se mueve, definitivamente. Es "amigo", y entiéndanme el uso frecuente de comillas para algunos términos, pero se da el caso que se lo merecen para individualizar las características propias del caso, del alcalde, concejal, se dice ahora, diputado, senador, marca mayor, a quien conoció en un asado interesado de barrio y recibió los palmetazos de este porque lo vio vivaracho y potencialmente útil a sus personales fines eleccionarios. Tengamos en cuenta que la génesis del tema la da el personaje político de buen nivel que profita del sistema, pero que para mantenerse necesita conservar activo su patrimonio eleccionario y requiere de quienes estén dispuesto a cooperar con él en "la campaña". Cada uno vive de lo suyo.

Así se gesta la laya de traficantes de pegas públicas y si queremos ser honestos, hasta justificable: entre dos postulantes, con iguales requisitos cumplidos, pero uno desconocido y el otro conocidísimo, él no, "sus cuñas", ża quien se elige?. La respuesta está dada. También en jerga más vulgar se le llama compadre o pituto.

Pero en lo anteriormente expuesto, falta indicar la marcación final: el partido. Las agrupaciones y repartijas se rigen por este gran señor que es la política, con y sin mayúsculas.

Al segundo pie, que se refiere al área de la empresa privada. Aquí el análisis también merece ciertas precisiones, porque depende de que empresa se trate. La más folclórica es la pequeña y mediana empresa, que podemos tratar en conjunto.

El patrón, porque esta si tiene patrón, se hace llamar habitualmente empresario, suena bien, o gerente general que le da un aire más impersonal y mejor para el manejo de la situación. Ideal cuando hay un directorio, impersonal, lejano, inaccesible, para echarle la culpa de los males, de "fuerza mayor".

Hay una regla de oro que rige la materia: el empresario chileno capitaliza las ganancias y socializa las pérdidas.

Cuando la cosa va bien, calla. Ante el mínimo quebranto, de cualquier índole, particular o pública, crisis en cualquier lugar, discursos de presidentes, senadores, diputados o personero de nombre, se declara en crisis fatal, llama al personal a la cordura y a la lucha por la sobrevivencia de la empresa, al cuidado de la fuente laboral, olvidando todo lo ganado.

Los reajustes de sueldo se manejan de forma curiosa. Según convenga se aplica el argumento del IPC, como también se niega y se comenta bastante con buen bombo, sobre todo cuando con inflaciones bajas, los montos resultan irrelevantes para la gestión de la empresa… y también para el trabajador. No se si $5.000.- mensuales le cambian la vida a una familia. El empresario plantea que si.

La historia comienza en la contratación clásica en que al postulante, sin pega, se le plantea una contratación "a prueba y ahí vemos". Cayó al juego del que le va costar salir, porque esa prueba a lo sumo se transformará en contrato indefinido y unos veremos porque resulta que la producción… , la regulación con otros y ya está incluido en el sistema.

Si se ve bien en su labor y pide aumento, se le ponen nuevas metas o se le cambia de cargo con lo que de nuevo entra a las pruebas … y a la espera. Dilatada la situación, al concluir esta parte del juego, se le puede dar un aumento, que no tendrá relación con IPC. La política del trabajador debería ser de acomodarse a su nivel desde el principio; después será difícil.