Dentro de los sistemas tradicionales
podemos encontrar que el desarrollo de los impermeabilizantes no se da sino
hasta la época de los 60´s cuando la carrera espacial motiva la investigación de
nuevos productos.
Por lo menos en la republica mexicana y
algunos países donde la corona española asentó sus reales se tienen registros
vivos en los edificios del siglo XVI donde la forma de proteger las azoteas
consistía en los terrados y los recubrimientos de barro natural.
Estos terrados consistían en techos de viga de
madera de pino, una capa de cuarterón de barro hecho a mano cuatrapeado, una
capa de tierra limpia y un acabado de ladrillo en forma de petatillo que en
ocasiones era cubierto por una mezcla de agua, jabón y granos de sal llamado
“alumbre” y que hacía la función de sellar la porosidad del barro y lograr una
superficie impermeable.
Generalmente se trataba de lograr
pendientes muy pronunciadas para desaguar la lluvia de forma rápida y a través
de gárgolas que por lo regular se descargaban sobre los patios o solares
traseros de las casas buscando el cause de un arroyo o simplemente buscando la
caída y salida natural del agua hacia el campo.
Este tipo de protección fue muy
utilizada durante casi 300 años hasta la aparición del hormigón armado, lo que
permitió junto con la aparición del chapopote, lograr una capa de impregnación
del material sobre la superficie del hormigón previamente pulido para sellar el
poro, logrando una membrana de protección para recibir el relleno en la azotea
con tezontle y un firme de concreto que generalmente servía de base para
recibir el enladrillado, el cual era sellado con alumbre.
Una variante de este tipo de
impermeabilización se lograba con el cartón asfáltico como membrana de refuerzo
entre la losa de concreto, el enladrillado y una lechada de cemento gris o
blanco dependiendo de la zona, ya que la superficie blanca ayudaba a no
almacenar calor sobre los ladrillos, además era muy utilizado para cubrir
cimentaciones, cadenas de desplante y zapatas expuestas a terrenos con un alto
contenido de sales o humedad.
Para los años setentas y con el
descubrimiento y aplicación de la fibra de vidrio se logra suplir el cartón
asfáltico por la membrana de refuerzo de fibra de vidrio y emulsiones mas
sofisticadas hechas con asfaltos, aceites plastificantes y cargas minerales que
lograron darle a la emulsión propiedades que el chapopote no tenía.