DEL ESCÉPTICO AL CÍNICO
           
              (Del oponente de la "Ética del Discurso"  al de la "Filosofía de la Liberación")


                                                    ENRIQUE DUSSEL
                                                    México, 19 de Marzo de 1992.

          Desearía  elaborar  mejor  el  tema  que  he sugerido en 1982 cuando escribía,
          referiendome  a  Wittgenstein,  que  "ese  escepticismo  se  vuelve éticamente
          cinico... "(1).  Al  mismo  tiempo  se trata de proseguir el dialogo Norte-Sur
          iniciado  en Freiburgo (Noviembre de 1989)(2), continuado en México (febrero y
          marzo de 1991)(3), pero ahora intentando mostrar que el punto de partida de la
          "Ética del  Discurso"  es  quizá  un  momento  segundo  de la "Filosofía de la
          Liberación", filosofía que reflexiona desde la Periferia del capitalismo que se
          presenta hoy cínicamente como sin alternativas").

          Nuestra estrategia argumentativa en esta  ponencia  será  sumamente simple: la
          "Ética  del  Discurso"  de  Apel  intenta  una  "fundamentación última (letzte
          Gegründung)"  ante  un  oponente,  el escéptico, al que puede mostrarse que si
          quiere  ser  radicalmente  escéptico  cae necesariamente en una "contradicción
          performativa  (Performative Widerspruch)". La "Filosofía de la Liberación", en
          cambio,  parte  de  otro  oponente.  Su posición ordinaria se constituye en el
          enfrentamiento  con  el cínico que funda: "moral" del sistema vigente sobre la
          fuerza  irracional  del Poder de la "Voluntad-de-Poder" diríamos con Nietszche,
          que  administra  la  Totalidad  con  la  razón  estratégica.  Ambos  discursos
          filosoficos, tanto en sus estrategias como en su estructura arquitectónica, son
          a  causa  de  ello,  distintos.

          Con razón escribía Levinas:
                  "La lucidité-ouverture sur le  vraie-ne  consiste-t-elle   pas  a
                  entrevoir la possibilité permanente de la guerre. Lètat de guerre
                  suspend   la   morale;  il  depuille  les  instituitions  et  les
                  obligations  eternelles   de  leur eternité et, des lors  annule,
                  dans le provisoire, les inconditionnels imperatifs"(5).

           En nuestra Philosophie der Befreiung, hemos escrito en sus primeras lineas:
                  "Seit Heraklit bis zu Klausewitz und Kissinger  gilt  derKrieg  als
                   Ursprung aller Dinge, wenn  unter  dem  Begriff  alles die Ürdnung
                   oder das System verstanden wird, mittels  derer  der  Herscher die
                   Weltdurch Macht  und  Militar  Kontrolliert.  Wir  finden  uns  in
                   krieg"(6).

          Ambos  textos  tratan  de  la  Totalidad  del sistema, ya dominado o controlado
          por  la  "razón  estratégica",  por  lo  que  ahora  denominaremos,  con  mayor
          precisión, razón cínica.

           1. El escéptico y la "fundamentación última" de la Ética del discurso

          La "arquitectónica"  de  la  "Ética  del  Discurso  culmina  (y  es el punto de
          partida de la Anwendung en la "fundamentación última", gracias al recurso de la
          "contradicción  performativa"  en  la  que  inevitablemente  cae  el  escéptico.
          Pareciera que, `fuera del escéptico' en sus mas variadas formas (a las que Apel
          ha atacando en cada caso), ya nadie mas puede oponerse a la aceptación racional
          de los momentos ya siempre a priori presupuestos en toda argumentación.  De esta
          manera, al destruir los pseudo- argumentos del escéptico, la Ética del Discurso
          habría alcanzado una  fundamentación última, que es lo Aristóteles  llamaba una
          refutación dialéctica.

          Apel  desde  sus  primeros  trabajos  sobre  el  tema (8),  se  enfrenta  a  la
          posiciones  como la de Hans Albert(9), o la del divisionista Karl Popper.  Para
          este  último, no se puede dar razón alguna en favor de "optar por la razón": el
          racionalismo  crítico termina por caer en un irracionalismo, ya que la decisión
          primera en favor de la razón es solo moral, pero no racional (10). Apel comienza
          la replica  mostrando  que  no  debe  pensarse en una mera idea logicista de la
          fundamentación(11),  y  toma  con  seriedad  lo  que  Aristóteles  escribía:
          "Es  efectivamente  imposible  que  haya  para  todo  una   demostración,
            pues  entonces  seria  necesario  avanzar  hacia  el infinito  de manera
            tal que por esta vía no se llegaría tampoco a ninguna demostración"(12).

          El punto de partida para la argumentación apeliana es el siguiente:
          "Wer argumentiert der anerkennt implizit alle  möglichen  Ansprüche
           aller  Mitglieder   der   Kommunikationsgemeischaft,   die   durch
           vernünftige Argumente gerechtfertigt werden können"(13).

          Estas  "pretensiones  de  validez  (geltung Ansprügen)" de toda comunicación no
          pueden  ser  negadas  sin  contradicción  ni  demostrarse    sin  petición  de
          principio.  No  se  trata,  sin  embargo,  de  una  mera  contradicción  lógica
          tradicional,  sino que, a partir de los "actos de habla" de Austin o Searle, se
          define  la  "auto-contradicción  performativa  (performative Selbstwidersprüch)"
          como  el  nuevo  modo de la contradicción dialéctica. El "trilema de Munchausen"
          (un  regreso al infinito, un circulo lógico vicioso interrupción del proceso en
          un punto determinado) solo muestra la imposibilidad de deducir proposiciones a
          partir  de  proposiciones.  Por el contrario, en la pragmática entran en juego,
          además,  las  "pretensiones  de  validez" que toda comunicación siempre a priori
          presupone,  de  manera  que  se  alcanza  un  nuevo  ámbito  de  fundamentación
          argumentativa (14).

          Todo  la  estrategia  argumentativa  del  pragmático transcendental se enfrenta
          siempre  a un escéptico. Si el escéptico "entra" en la argumentación (es decir,
          si  "participa"  en  la  comunidad  de  comunicación disponiéndose a argumentar
          efectivamente),  caerá  necesariamente en una "auto-contradicción performativa",
          al  intentar,  por  ejemplo,  enunciar que "todo principio es falseable" o " yo
          miento  siempre".  Nunca  el  escéptico   podrá  poner  en  duda  o  negar  las
          pretensiones  de  validez  en  el  momento mismo de agumentar (aún pretendiendo
          argumentar  contra  toda  argumentación  posible).

          Jürgen  Habermas,  por  su  parte,  intenta  buscar  argumentos  en contra de la
          posición  de  Apel (15).  Indica que toda la argumentación apeliana depende de la
          posición  del escéptico, y causa su argumentación algún efecto sobre el oponente
          si  este  "entra"  en  la  argumentación. pero si el oponente se  decidiera a no
          entrar  en  la discusión, quedaría anulado el efecto posible de la argumentación
          apeliana.  sin  embargo, por la definición misma de "escéptico" y esto pareciera
          que  no  lo  advierte  Habermas-,  este no puede retirarse de la discusión, bajo
          pena  de  no  ser  más  "escéptico".

          En  efecto,  el  "escéptico"  es  la  figura  retórica  de  un  oponente  en  la
          discusión  que  tiene  una  "posición  racional" de negación o duda sobre alguno
          momento  del  ejercicio  del  mismo  acto  racional,  pero que no incluye  en su
          definición  al  Otro  de  la  discusión,  como  afirmación  (de  la  persona del
          dogmático  o  racionalista ingenuo, para el escéptico) de lo que se niega (algún
          momento  del  acto  racional).  Es  decir,  supone  el  "encuentro"  con el Otro
          argumentante,  pero  niega la validez de algunos de los momentos racionales. por
          ello  se  contradice  "en  su propia definición" si pretende asumir una posición
          radical:  usa  ante  el Otro (posición pragmática) una razón que intenta negarse.
          Ademas  de  los  ya  nombrados,  el  caso  de los Post-modenos, y en especial de
          Ricardo  Rorty,  se  atienen frecuentemente a la definición del escéptico. Rorty
          "entra"  en  la  discusión,  en el "encuentro" con el otro, pero se niega sea un
          "encuentro  racional"   "argumentativo"   "entra"  sólo   para   entablar    una
          "conversación  (conversation)" (16). No pueden sino caer en una "auto-contradicción
          performativa",  en  la  terminología  apeliana.  Si  no  entra  ,  igualmente se
          contradice  se  efectúa  alguna  otra  acción (racional o practica), porque para
          efectuarla  debería  tener  alguna  "razón", y, por definición, afirma no querer
          argumentar o dar alguna razón (Grund, ratio ).

          ¿Pero  éste  no  entrar  en  la  discusión   es   necesariamente   siempre   una
          contradicción?  ¿No  habría  otra  figura retórica  que permita perfectamente no
          entrar  en  la  discusión,  y, sin embargo, no caer en ninguna contradicción (ni
          lógica  ni  pragmática)?  Creo  que  esa  figura  existe,  y  esto aclararía la
          intención,  no  lograda  si  sólo  se  toma  la figura del escéptico, del camino
          emprendido  por  Habermas  cuando  advierte que el oponente pude decidirse a "no
          entrar"  o  quiere  prescindir de participar en la comunidad, en la discusión o
          en  la  argumentación.  Si  hubiera  un  oponente  virtual o real que pudiera no
          entrar  en  la  discusión,  y,  sin  embargo,  no   realizara   por   ello   una
          contradicción,  el  argumento  de  la fundamentación última apeliana perdería su
          eficacia  lógica,  pero  también social, historica-perdida que muchos juzgan ser
          el  problema  practico  de  la  fundamentación  última  de Apel, ya que no tiene
          efectividad real-. (17).

          2.  El  cínico  y  el Poder de la razón estratégica criticados por la "Filosofía
          de la Liberación".

          El "escéptico" afirma al  otro,  entra  en  la  argumentación  (y  de  no entrar
          deja  de  ser escéptico porque deja simplemente de ser argumentante, y  entrando
          se  contradice  (porque  no  puede  pragmáticamente  usar  la razón radicalmente
          contra  ella  misma).  El "cínico" (18), por el contrario, niega al Otro desde el
          inicio.  Es  una  posición práctica que ha decidido (implícita o explícitamente)
          negar  al  otro  (y  con  ello  niega  toda prioridad a la razón discursiva); es
          decir, supone  la  negación  de todo "encuentro" argumentativo. El "cara-a-cara"
          es  la  posición  ética  del  momento  ilocucionario  del acto de habla, momento
          primero  de la comunidad de comunicación como "encuentro" entre personas, ya que
          es  el  "entrar"  mismo  (cara-a-cara)  en  la argumentación. Ese cara-a-cara es
          negado  por  el "cínico": ya que el Otro, para el cínico", es en la realidad una
          mediación  de  su  proyecto  (un  medio  para  su  interés "sistémico", es decir
          político,  económico,  educativo,  militar, etcétera), una "cosa" como mediación
          con  respecto  a  los  fines  que  maneja  su  razón  estratégica.    La  "razón
          estratégica",  por  su  parte,  es  también una mediación (como en la actitud de
          "desengaño" de Max  Weber,  o  del  Popper de la "Sociedad abierta" antiutópica)
          del  Poder.  El  Poder  aquí  no  es  afirmación de la dignidad de la persona en
          comunidad,  como  en el caso de la razón discursiva, sino mera voluntad de auto-
          referente, auto-poietica,  totalización totalitaria de la Totalidad (19). El Poder
          (lease  Nietszche,  Michel  Foucault,  pero  ahora interpretados en su desnudado
          cinismo,  y  no  como simple realidad real, sino como realidad de una "totalidad
          cerrada",  diría  Levinas) es el fundamento de la razón cínica (y no viceversa),
          una  razón  del  terror-contra la que se levantan los Post-modernos sin advertir
          que  es  solo  una  modalidad  de  la  razón  y  no  la  razón  misma-.

          Ante el cínico nada  puede argumentar la  Ética  del  Discurso con su pretensión
          de fundamentación  última, porque  sin contradicción  (ni lógica ni pragmática),
          el  cínico  no  entrará  jamas  en argumentación  ética  alguna.     Su  "razón
          estratégica" solo le interesa entrar en una argumentación, negociación  de Poder
          a  poder, de fuerza, de eficacia. Es una razón poiética (autopoiética). Desde el
          Popper  se  establece,  por  medio  de la razón estratégica como instrumento, la
          "moral"   del   sistema   (autoreferente,  autopoiético,  sin  sujeto) (20),  la
          "unidimensionalidad"  mostrada  por  H.  Marcuse  (21).

          La  filosofía  de  la  Liberación  se  enfrenta desde el inicio "dentro" de una
          Totalidad (sistema o mundo),  a  la dominación de la razón cínica (por ejemplo,
          al político maquiavélico que organiza  una campaña para su reelección, a la del
          empresario transnacional que deja sin trabajo a sus obreros, la del general del
          ejercito (22)  que  debe  ganar  una  guerra, la del director de un servicio de
          inteligencia  que  debe  programar  un  atentado  contra  un  enemigo,  la  del
          torturador  ante  el  torturado, etcétera).  La  Filosofía  de  la Liberación se
          enfrenta  a  las  "artimañas"  de  una  tal  razón  estratégica  fundada  en el
          Poder (23). Esto determina la "arquitectónica" de la Filosofía de la Liberación.
          En  primer lugar, necesita describir lo que se negara en primer lugar  la razón
          cínica: al Otro (la cuestión de la "proximidad") 24); en segundo lugar, describe
          las  categorías  necesarias (25)  para poder situar el proceso de "totalización"
          que  ahora  describimos  como bajo la dominación de la razón cínica (26): 2.5.2.
          "Der  Andere als Feind": 2.5.3. "Die Vernichtung der Dis-tinktion": 2.5.4. "Die
          Totalisation  der  Exteriorität":  2.5.5.  "die  Entfrendung"((27).        Esta
          "arquitectónica"  del  discurso  es  radicalmente necesaria como el  a priori de
          toda  otra  reflexión  filosófica  posterior.  Ni  siquiera  el  discurso de la
          fundamentación  última  ante  el  escéptico  es  anterior, porque - y esto pasa
          desapercibido  a  Apel-  cuando  el filosofo de la pragmática transcendental se
          pone  efectivamente  a  argumentar  ante  el  escéptico,  se encuentra (no sólo
          "empírica" sino "realmente") ya en  un sistema donde impera la razón cínica. La
          acción  argumentativa  de la Ética del Discurso cumple una "función" interna en
          el  sistema,  ya  que  en  realidad  sólo  enfrenta  al  escéptico,  académico,
          científico  (que  puede  ser  un  "funcionario"  de  la  razón cínica), pero no
          descubre su más  profundo y real oponente: la "razón cínica" misma que domina o
          controla  el sistema como Totalidad. Emmanuel Levinas comienza todo su discurso
          teniendo  como  oponente  a  dicha  Totalidad.  Marx tiene conciencia de que el
          capital  (como  sistema autoreferente y autopoiético) niega la persona del Otro
          (el  "lebendige  Arbeit")  al transformarla en una Vermittlung de la Verwertung
          des  Werts  (el  Sein des Kapitals) (28); es la inversión en la que consiste el
          fetichismo: para la razón cínica la persona del otro devienne una cosa(Ding), y
          la  cosa  (el  Sistema  como Totalidad) deviene como una subjetividad autónoma,
          como  una  Persona  (el  Poder  desde  donde  actúa  la  razón  estratégica).
           

                    OPONENTES DE LOS DIVERSOS DISCURSOS FILOSÓFICOS
          +-------------------------------------------------------------+
          |  Filosofía de        versus                                                    |
          |  la Liberación ------------------- Razón cínica (Totalidad)  |
          |                                                                                            |
          |                 +---------------------------------------+                      |
          |                 |    Ética            versus            |                           |
          |                 |   del Discurso  ------------ Escéptico                  |
          |                 +---------------------------------------+                       |
          +-------------------------------------------------------------+

          Es por ello que el proceso  de  liberación (29)  solo  se  inicia  cuando  en el
          interior del Sistema, dominado por la razón  cínica, se manifiesta el Otro,  el
          rostro  del  Otro  como  alguien.  Llamamos  "consciencia etica" (30) la "acción
          práctica"  que  restablece  una  relación  de  comunicación  (es  una  autentica
          Kommunikative Handeln con el otro. Sólo desde la manifestación, como revelación
          (Offenbarung,  en  el  sentido  schellingiano) del  otro,  se  recibe sin previa
          decisión,  la  responsabilidad  (Verantwortung)  sobre  el destino del oprimido
          negado  al origen del movimiento de totalización de la razón cínica como cínica
          (como  no-etica  por excelencia). Esto constituye la "responsabilidad a priori",
          anterior de toda argumentación discursiva, a toda argumentación ultima y a toda
          posible  Anwendung,  que  inicia  el  camino  de la weberiana (o de Hans Jonas)
          "responsabilidad  a  posteriori  ,  como  responsabilidad política o práctica de
          actuar empíricamente  para  organizar instituciones, efectuar acciones, efectos
          públicos, etcétera-.

          En este caso,  para  actuar institucional y racionalmente, el  Filosofo  de  la
          Liberación podría ahora,  solo ahora,  echar  mano de la pragmática universal o
          transcendental e intentar una fundamentación  última  contra  el escéptico (del
          sistema), y en función de una crítica indirecta a la razón cínica.  y  esto  no
          pudo efectuar-se antes, porque en el enfrentarse a la razón cínica la Filosofía
          de la Liberación no comienza con argumentos (porque, por definición,  el cínico
          no "entra" o no le interesa argumentación alguna, ya  que  no  le  importa  los
          resultados de una razón discursiva ética. La Filosofía de la Liberación, por el
          contrario de la Ética Discursiva, debe articularse a  la  acción,  a la praxis,
          para desafiar al Poder. En este caso la Filosofía es un momento de  la "toma de
          consciencia" (la concientización" de Paulo Freire) del oprimido,  de  y  en  su
          praxis, que describe, y con ello critica los "mecanismos"  de  la  racionalidad
          cínica (31). Ahora la fundamentación última  puede  asegurar  el uso de la razón
          discursiva, la  valides  de  las  normas  éticas  (necesarias para luchar en el
          proceso de la  praxis  de liberación y su "aplicación (Anwendung)" posterior en
          el proceso de la liberación mismo.

          Pero,  en  este  momento,  el  de  la  "aplicación",  puede  ahora  tenerse  un
          criterio  fundamental  de  diferencia:  entre  a) la "aplicación"  de  acciones
          encaminadas a cumplir los fines de la razón estratégica, como  momento  fundado
          en la  razón  cínica  del  sistema  (lo  que es una contradicción) (32), y b) la
          "aplicación  de  dicha  normatividad  a  acciones encaminadas a cumplir con un
          proyecto de liberación (parcial) reformista a más radical, según los casos ) de
          una razón estratégica éticamente justificada. Esta problemática es la que en la
          Philosophie  der  Befreiung  hemos  encuadrado  bajo  el  título  :  "Die
          Befreiung'(33).  Pero  es  justamente    por  lo prudencialmente complejo de la
          acción  novedosa  o  creadora  de la Liberación, que el reformador, innovador o
          liberador tiene  dificultad  en  justificar  como válido éticamente lo que está
          realizando  en  su  praxis.  De  allí la necesidad de una Filosofía que intente
          probar la justicia  de  la  aparente  "Íllegalität  der Güte"(34). Es necesario
          probar que la  praxis  de  liberación  de  los oprimidos, contra el cinismo, es
          legítima desde el  fundamento  de la norma ética suprema. No es poca tarea para
          la Filosofía de  la  Liberación, entonces, intentar probar la dignidad ética de
          la  acción  de  los  héroes  (desde  Juana  de Arco o Washington,  hasta Carlos
          Fonseca  o Jean Bertrand Aristide), que se levanta contra la legalidad (y hasta
          la  moralidad)  vigente.

          3. El  escéptico  como  "funcionario"  de  la  razón  cínica.

          He  dicho repetidamente  que  la  propuesta  filosófica  de Apel es "saludable"
          para América Latina (y para África o Asia), porque muestra la contradicción del
          escéptico  académico,  del racionalismo crítico popperiano, del filósofo de la
          linguitis turn que  sólo usa las artimañas de la sofistica para confundir a los
          no "iniciados". Estos escépticos pretenden destruir los fundamentos de la Ética
          y  permiten  a  la  razón cínica  dominar sin escrúpulos. Así como Apel teme un
          retorno  del  nazismo  y descubre las vinculaciones con él por parte de algunos
          escépticos, de la misma  manera  nosotros  hemos  vivido  en  América latina la
          "funcionalidad" de muchos escépticos con  los regímenes militares de "Seguridad
          Nacional". Guarda el escepticismo entonces un  grado de "funcionalidad" (35) con
          el sistema bajo el control de la razón cínica. Max Weber puede ser usado en ese
          sentido,  lo  mismo  John  Rawls(36)  o  Richard  Rorty(37).

          Para   la   Etica  del  Discurso  de  Apel, la Filosofía de la Liberación quizá
          pueda ser  vista como un horizonte completamentario en el orden empírico (nivel
          B de la Filosofía de Apel). La Filosofía de la Liberación no puede aceptar esta
          "clasificación" sin discutirla. ¿ Y si fuera, al contrario ?  ¿No Podría ser la
          Ética del Discurso un momento complementario de la Filosofía de la Liberación,
          ya  que ocupa un lugar bien preciso en el orden del discurso, bajo la exigencia
          del imperativo de la razón ética-liberadora, que toma en  cuenta  otro punto de
          partida real e histórico  del  discurso?  la  Ética  del Discurso dirá que nada
          puede  ser anterior  a  la fundamentación última. ¿Y si dicha fundamentación se
          efectúa ante un escéptico  que está ya determinado por momentos anteriores, tal
          como ser parte  de  una  totalidad  bajo  el imperio de la razón cínica, que no
          entra, ni entrará nunca en  la  discusión  con  el filósofo pragmático? De otra
          manera: ¿Y si la misma discusión contra el escéptico es permitida y sirve a los
          intereses de la razón estratégica del cínico?     En este  caso  la  Ética  del
          Discurso atacaría  un  momento  secundario  u  con  medios  no  proporcionados:
          primero,  atacaría  al escéptico y no al cínico (ocultando, justificando en
          su olvido); segundo, argumentaría ante un  Poder  que  no  da  importancia,  ni
          espacio,  ni  eficacia  a  dicha acción teórica (seria, entonces, una actividad
          ingenua, sin efectividad pública). ¿ Y si, por el contrario, la Filosofía de la
          Liberación atacara al oponente principal (a la  razón cínica en el Poder) y con
          medios apropiados? Cuando nos referimos a medios apropiados queremos indicar el
          ejercicio de otro tipo de Filosofía como  servicio o acción  teórica  solidaria
          (¿el "intelectual orgánico" de  Gramsci?)  de  la  razón  crítica-discursiva en
          función de la organización de un Contra-poder actual o futuro, como fruto de la
          praxis de un pueblo, de los oprimidos (mujeres en los sistemas machistas, razas
          discriminadas, miserables urbanos marginales,  asalariados  explotados,  etnias
          indígenas, intereses  nacionales, países capitalistas periféricos o socialistas
          pobres,   generaciones   futuras  inmoladas  de  antemano  por  la  destrucción
          ecológica, etecetera),  en  vista  de  llegar  un  día a ejercer el poder en la
          justicia,  en  el  nuevo  orden institucional que habrá que reformar, innovar o
          fundar, por la praxis legítima y válidamente justificada por una Filosofía de la
          Liberación.
           
           

          NOTAS

          1) En articulo  "Ética de la liberación", en Iglesia viva,102(1988),p.599.

          2) Véase K.-O Apel, E. Dussel, Ethik  und  Befreiung,  Augustinus-Buchhandlung,
          Aachen,1990, Idem,  Fundamentación  de  la  etica de la liberación, Siglo XXI,
          México, 1992.

          3)R, Fornet B., Diskursethik  oder  Befreiungsethik,  Augustinus-Buchhandlung,
          Aachen,1992, con proximas ediciones en castellano y inglés.

          4) Vease  Francis  Fukuyama,  The  End  of History and the last Man, The Free
          Press,   York,1992..

          5) Totalité et Infinit. Essai sur l`exteriorité, Nijhoff, LaHave,1968, preface,
           p.ix.

          6) Argument,  Hamburg,1989,p.15;  Filosofia  de la liberación, Edicol, México,
            1977, p.11.

          7) Habría aquí que tener conciencia de la evolución de esta posición filosófica,
           ya   que  naciendo  entre  los  griegos,  sufre  una  mutación  importante  en
           la modernidad  (con Descartes o Montaigne) y  posteriormente  con  Hegel,  por
          ejemplo  (Véase  mi  obra  Método  para  una  filosofía  de  la  liberación.
          Sigueme, Salamanca,1974, donde indico como Aristóteles, Descartes  o  Kant saben
          enfrentarse al escéptico).

          8) Véase  "Das  Apriori der  kommunicationsgemeinchaft  und  die Grundlagen der
          Ethik.  Zum  Problem  einer  rationalen  Begründung der Ethik im Zeitalter der
          Wissenschaft",  en  Transformation  der Philosophie, Suhrkamp, Frankfurt,1973,
          t.II,  p.358  ss.(ed.  cast.  Taurus,  Madrid,  1985,  t.  II,  p.341ss.).

          9) Ibid.,p.362.  Véase  "Ethik  und  Metaethik",  en  Archi  für  Philosophie
          II(1961).  pp.28-63,  y  posteriormente  Traktakt  über  kritische  Vernunft,
          Tübingen,1968.

          10) De  la misma manera termina en decisionismo Paul Lorenzen, Normative Logic
          and  Ethics.  Mannhein,  1969,  de  la  escuela  de  Erlangen.

          11) Véase    "Notwendigkeit,    Schwierrigkeit    und    Möglichkeit    einer
          philosophischen  Begründung  der Ethik im Zeitalter der Wissenschaft", Atenas,
          1980    (trad.  cast.  en  Estudios  Eticos, Editoriaal Alfa, Barcelona, 1986,
          pp.105ss.).

          12) Metafísica  4,  1006  a (citado por Apel). En nuestra obra  Método para una
          filosofía  de  la  liberación, Sigueme, Salamanca, 1974, pp. 20ss., utilizamos
          textos  de  Aristóteles  de los  Tópicos,  Refutaciones sofísticas, Analíticos
          primeros, para mostrar  la  "indemostrabilidad"  de los "primeros principios",
          salvo por la contradicción, método denominado por Aristóteles "dialéctica", mas
          que  la  mera  "epísteme", que  no  puede  "mostrar"  sus  principios  mismos.

          13) "Das  Apriori  der  kommunikationsgemeinschaft",  p.424-425(ed.  cast.
          II,p.403).

          14) Véase  "Das  problem der philosophischen  Letzbegründung  im  Lichte  einer
          tranzendentalen    Sprachprgamatik".    en    Sprache    und   Erkenntnis,  in
          Festisch.G.Frey, Insbruck, 1976, pp.55ss.; y en "Fallibilismus, Konsenstheorie
          der  Warheit  und  Letzbegründung"',  en Philosophie und Begründung, Suhrkamp,
          Frankfurt,1987, puntos V y VI.

          15) Por  ejemplo    en   Moralbewusstein  und  kommunikatives  Handeln,Suhrkamp,
          Frankfurt,  1983,  en  el  capítulo  III:  "Diskursethik".

          16) Véase  K.-O.  Apel  en  "Züruck  zur  Normalität?  Oder  Könnten wir aus der
          nationalen  Katrastrophe  etwas  Besonderes  gelernt  haben/",  en  Diskurs und
          Verantwortung, Suhrkamp, Frankfurt, 1988, p.394ss. Véase mi obra Apel, Ricoeur,
          Rorty y la Filosofia de la Liberación, en próxima publicación.

          17) Es como en la  demostración  medieval  de  la existencia de Dios, que nunca
          movió  efectivamente  a  nadie  a  una aceptación subjetiva de dicha existencia.
          Ningún ateo dejó de serlo  por  ellas,  porque  su  ateísmo  era  fruto  de una
          posición  práctica  que  se  negaba  a "entrar" en la discusión de las pruebas.

          18) Daremos al  concepto  "cínico"  un sentido radical. Peter Sloterdijk, Kritik
          der  zynischen  Vernunft,  Suhrkamp, Frankfurt, vol.1-2, 1988, le da un sentido
          individualista,  óntico,  cuando lo define: Zinismus ist das aufoekärte falsche
          Bewusstsein"(Ibid.,I,  p.87).  Aunque  en  algun  momento  toca  un sentido más
          radical ("Die zinismus-analyse hingegen beschreibt die Interaktionen von nicht-
          entspannbaren  Subjektivismen,   hochgerunsteten  Zentren  der  privatvernunft,
          waffenstarrenden  Machtkonglomerationen und wissenchaftsgestützten Systemen der
          Hyperproduktion.  Sie  alle  denken   nicht  im  Traum  daran, sich unter ein e
          kommunikative Vernunft zu beugen..."; II,p.947). Por nuestra parte, el "cinismo
          es  la afirmación del Poder Sistema como fundamento de una razón estrategica de
          su  propia  realización  (como Poder absoluto). Tiene un sentido ontológico (el
          Ser  como  Voluntad-de-poder).  Cínico  no  es el militar cuando se propone una
          razón para añadir la muerte en un acto  de cobardía (Ibid., II, p.403ss.), sino
          cuando,  en cuanto militar como valentía,  define  al  Enemigo como " la cosa a
          ser  vencida",  y  ante el cual no cabe ejercicio ninguno de razón discursiva o
          ética.  Sloterdijk  se  mantiene dentro del sentido "inocente" de cinismo, y no
          descubre el sentido de la "razón cínica" como Terror, como la auto-posición del
          Sistema en cuanto tal (sentido que  para Levinas es la "Verdad" de la Totalidad
          como negación del otro).

          19) nuestra Para  una  ética  de  la  liberación  latinoamericana (siglo  XXI,
          Buenos  Aires,  1973,  t.  II)  dedicamos  a  este  tema  el §21:"El mal ético-
          ontológico como totalización totalitaria de la Totalidad" (pp.13ss.). Escribimos
          allí  hace  veinte  años:  "Hemos  así  recorrido rápidamente la tradición de la
          ontología  de  la  totalidad, dentro de la cual es posible la sociedad cerrada
          [que no  tiene  alteridad],  en   donde  los  miembros  conviven  entre  ellos,
          indiferentes  a) resto  de  los  hombres,  siempre  alertas  para  atacar o para
          defenderse,  reducidos  sólo  a  una actitud de combate (Henri Berson,  Le deux
          sources  de  la  morale et de la religión, PUF, Paris, 1969, p.283; tal como la
          "sociedad  abierta  [leese  cerrada]  de  Popper).  El  héroe  dominador  es el
          encargado  practico  de luchar por el Todo contra lo otro diferente que intenta
          ser dis-tincto; el sabio [¿Max Weber?] es el que teóricamente ha descubierto al
          otro  como la maldad natural de lo di-ferente como pluralidad. La perfección se
          obtiene alcanzando  el  honor  al   matar  al  que  se  opone:  aniquilando  la
          pluralidad,  la Alteridad, desconociendo la Totalidad (lo Mismo) como el origen
          del  idéntico  de  la  di-ferençia. El  Todo,  como  fundamento, no es ético: es
          "simplemente  verdadero" (pp21-23). la afirmación del Todo, sin Alteridad, es el
          momento primero de la "razón cínica".

          20) La definición de  "sistema"  en  Niklas  Luhmann, Soziale Systeme, Suhrkamp,
          Frankfurt,  1988,  corresponde  exactamente  a  una  "totalidad  cínica":  "Das
          selbstreferentielle Subjekt und das selbstreferentielle Objekt, werden isomorph
          gedacht"(p.595).

          21) Véase Douglas  Kellner,  Herbert  Marcuse  and  the  crisis  of  Marxism,
          Macmillan,  London,  1984,  cap.8:  "Marcuse`s  theory  of  Advanced
          Industrial  Society:  One-dimensional  Man"(pp.229ss.).  Marcuse  tiene  clara
          conciencia que la "sociedad abierta" del capital tardío (Spätkapitalismus)" es
          un sistema cínico, aunque no usara la palabra.

          22) Hoy,  en  1992,  la hegemonía norteamericana deja en esta "responsabilidad"
          a los  generales  del  Pentágono, por ejemplo. Responsabilidad inevitable, se
          dirá, pero no por ello  menos  ambigua,  cuando  se  observa  el  sufrimiento
          desproporcionado  y  cruel  del  pueblo  (no  de  Hussein)  en  Irak.

          23) En  efecto,  la  razón  estratégica  actúa con medios hacia fines. La razón
          cínica  funda  la razón estratégica en el Poder  del sistema que niega al Otro:
          es  una  razón  estratégica  autoreferente  y  autopoiética.

          24) Philosophie  der.  vermitlung,  2.1:  "Die  Proximität"(pp.29ss.).

          25) "Totalität,  Vermitlung,  Exteriorität"(2.2-2.4,  pp.35ss.).

          26) "die  Enfrendung"  (2.54; pp.64ss.). Todo esto ha sido largamente analizado
          y construido en los cinco volúmenes de mi obra Para una ética de la Liberación
          latinoamericana (1973-1980).

          27) Ibid.,pp.64-68.

          28)  Véase  mi  obra  El  último  Marx  (1863-1882)  y  la  liberación
          latinoamericana.  Siglo XXI, México, 1990, cap.8-10. allí exponemos que,  desde
          Schelling,  Marx afirma al "trabajo vivo" como "fuente criadora (schöpfer4ische
          Duelle) del valor (ser) desde la nada" del capital; el plusvalía. las categorías
          de Marx resisten a  la  critica  actual  y  se  mostrará  como el único crítico
          fundamental del capital,  hoy  pretendidamente  triunfante.

          29) Philosophie  der  efreiung,  2.6:  "Die  Befreiung"  (pp.73ss.).

          30) "Das  etische  Gewissen"(2.6.2.  pp.74ss).

          31) Todo  lo  indicado  en  categorías  tales  como  Proximidad  (la positividad
          después negada), la Totalidad (y sus Mediaciones) y la Exterioridad negada como
          alienación,  como  subfunción  en  el  Sistema    de  dominación, permiten esa
          descripción crítica.

          32) La  "Anwendun  g"  de  la norma ética (del nivel A) en una totalidad bajo el
          imperio,  de  la  razón  cínica  (nivel B) es éticamente contradictoria pero la
          hética  del  discurso no tiene recurso para observar dicha contradicción porque
          toma  la  "sociedad  abierta" popperiana o a del "Spätkapitalismus" de Habermas
          como  una  sociedad  sin  más,  ambigua  pero  no  intrínsecamente  cínica.

          33) 2.6.  pp.73ss.  Con  los  siguientes   momentos   posibles:   2.6.3   "die
          Vertantwortung  für  den  Anderen"; 2.6.4 " Die Zerstörung der Ordnung"  (dicho
          Zerstörung  es  proprocional  a  las necesidades prácticas concretas desde  una
          reforma  institucional  insignificante  hasta  un  proceso  de cambio  radical:
          a priori  no  puede  prezjuzgarse   sobre  la  viabilidad  de cad caso);  2.6.5 "
          Befreiung  oder  Anarchie"  (novedad   proporcional  al  grado   de  la  acción
          emprendida,  sea  de  pequeña  reforma  o  profundo  cambio);  etcétera.

          34) Ibid.,  2.6.9  pp81ss.  "Illegalität  ante  la ley establecida, promulgada,
          vigente,  del  acto  "bueno"  que  innova  y  que  exige  "nuevas  leves.

          35) Ésto  es  lo mostrado de manera clara por Noam Chomski para el caso de los
          Estado  Unidos,  donde  los  grandes  investigadores  de los mas importantes
          universidades  colaboran  con  la  CIA  y  otros instrumentos de poder (Véase
          American Power and the new Mandarins, Vintage, new York, 1967, en especial el
          capítulo  sobre  "The  responsability  of  Intellectuals",  pp.323ss.).

          36) En  este  caso  porque  eleva  como  natural  la  posición  liberal  del
          individualismo  liberal norteamericano sobre todo en la desigualdad económica
          entre  (ricos  y  pobres)  del  "Principio  de  la  Diferencia".

          37) En  su  estadía  en México, Rorty critico como "Gran Lenguaje" ya  superado
          el  sistema categorial de Marx, recomendándonos no usarlo más, usando  él, sin
          embargo,  el  "Gran  Lenguaje" del mercado competitivo liberal sin  conciencia
          critica. Es un escepticismo orientado implícitamente por una razón cínica  del
          sistema americano: "We liberal american".