ENRIQUE DUSSEL
México, 19 de Marzo de 1992.
Desearía elaborar mejor
el tema que he sugerido en 1982 cuando escribía,
referiendome a Wittgenstein,
que "ese escepticismo se vuelve éticamente
cinico... "(1). Al mismo
tiempo se trata de proseguir el dialogo Norte-Sur
iniciado en Freiburgo (Noviembre de
1989)(2), continuado en México (febrero y
marzo de 1991)(3), pero ahora intentando mostrar
que el punto de partida de la
"Ética del Discurso" es
quizá un momento segundo de la "Filosofía
de la
Liberación", filosofía que reflexiona
desde la Periferia del capitalismo que se
presenta hoy cínicamente como sin alternativas").
Nuestra estrategia argumentativa en esta
ponencia será sumamente simple: la
"Ética del Discurso"
de Apel intenta una "fundamentación última
(letzte
Gegründung)" ante un
oponente, el escéptico, al que puede mostrarse que si
quiere ser radicalmente
escéptico cae necesariamente en una "contradicción
performativa (Performative Widerspruch)".
La "Filosofía de la Liberación", en
cambio, parte de otro
oponente. Su posición ordinaria se constituye en el
enfrentamiento con el cínico
que funda: "moral" del sistema vigente sobre la
fuerza irracional del Poder de
la "Voluntad-de-Poder" diríamos con Nietszche,
que administra la Totalidad
con la razón estratégica. Ambos
discursos
filosoficos, tanto en sus estrategias como
en su estructura arquitectónica, son
a causa de ello, distintos.
Con razón escribía Levinas:
"La lucidité-ouverture sur le vraie-ne consiste-t-elle
pas a
entrevoir la possibilité permanente de la guerre. Lètat de
guerre
suspend la morale; il depuille
les instituitions et les
obligations eternelles de leur eternité
et, des lors annule,
dans le provisoire, les inconditionnels imperatifs"(5).
En nuestra Philosophie der Befreiung,
hemos escrito en sus primeras lineas:
"Seit Heraklit bis zu Klausewitz und Kissinger gilt derKrieg
als
Ursprung aller Dinge, wenn unter dem Begriff alles
die Ürdnung
oder das System verstanden wird, mittels derer der Herscher
die
Weltdurch Macht und Militar Kontrolliert. Wir
finden uns in
krieg"(6).
Ambos textos tratan de
la Totalidad del sistema, ya dominado o controlado
por la "razón estratégica",
por lo que ahora denominaremos, con
mayor
precisión, razón cínica.
1. El escéptico y la "fundamentación última" de la Ética del discurso
La "arquitectónica" de la
"Ética del Discurso culmina (y es
el punto de
partida de la Anwendung en la "fundamentación
última", gracias al recurso de la
"contradicción performativa"
en la que inevitablemente cae el escéptico.
Pareciera que, `fuera del escéptico'
en sus mas variadas formas (a las que Apel
ha atacando en cada caso), ya nadie mas puede
oponerse a la aceptación racional
de los momentos ya siempre a priori presupuestos
en toda argumentación. De esta
manera, al destruir los pseudo- argumentos
del escéptico, la Ética del Discurso
habría alcanzado una fundamentación
última, que es lo Aristóteles llamaba una
refutación dialéctica.
Apel desde sus primeros
trabajos sobre el tema (8), se enfrenta
a la
posiciones como la de Hans Albert(9),
o la del divisionista Karl Popper. Para
este último, no se puede dar
razón alguna en favor de "optar por la razón": el
racionalismo crítico termina
por caer en un irracionalismo, ya que la decisión
primera en favor de la razón es solo
moral, pero no racional (10). Apel comienza
la replica mostrando que
no debe pensarse en una mera idea logicista de la
fundamentación(11), y toma
con seriedad lo que Aristóteles escribía:
"Es efectivamente imposible
que haya para todo una demostración,
pues entonces seria
necesario avanzar hacia el infinito de manera
tal que por esta vía no se llegaría
tampoco a ninguna demostración"(12).
El punto de partida para la argumentación
apeliana es el siguiente:
"Wer argumentiert der anerkennt implizit alle
möglichen Ansprüche
aller Mitglieder der
Kommunikationsgemeischaft, die durch
vernünftige Argumente gerechtfertigt
werden können"(13).
Estas "pretensiones de validez
(geltung Ansprügen)" de toda comunicación no
pueden ser negadas sin
contradicción ni demostrarse sin
petición de
principio. No se trata,
sin embargo, de una mera contradicción
lógica
tradicional, sino que, a partir de los
"actos de habla" de Austin o Searle, se
define la "auto-contradicción
performativa (performative Selbstwidersprüch)"
como el nuevo modo de la
contradicción dialéctica. El "trilema de Munchausen"
(un regreso al infinito, un circulo
lógico vicioso interrupción del proceso en
un punto determinado) solo muestra la imposibilidad
de deducir proposiciones a
partir de proposiciones.
Por el contrario, en la pragmática entran en juego,
además, las "pretensiones
de validez" que toda comunicación siempre a priori
presupone, de manera que
se alcanza un nuevo ámbito de
fundamentación
argumentativa (14).
Todo la estrategia argumentativa
del pragmático transcendental se enfrenta
siempre a un escéptico. Si el
escéptico "entra" en la argumentación (es decir,
si "participa" en la
comunidad de comunicación disponiéndose a argumentar
efectivamente), caerá necesariamente
en una "auto-contradicción performativa",
al intentar, por ejemplo,
enunciar que "todo principio es falseable" o " yo
miento siempre". Nunca el
escéptico podrá poner en duda
o negar las
pretensiones de validez
en el momento mismo de agumentar (aún pretendiendo
argumentar contra toda argumentación
posible).
Jürgen Habermas, por
su parte, intenta buscar argumentos en contra
de la
posición de Apel (15).
Indica que toda la argumentación apeliana depende de la
posición del escéptico,
y causa su argumentación algún efecto sobre el oponente
si este "entra" en
la argumentación. pero si el oponente se decidiera a
no
entrar en la discusión,
quedaría anulado el efecto posible de la argumentación
apeliana. sin embargo, por la
definición misma de "escéptico" y esto pareciera
que no lo advierte
Habermas-, este no puede retirarse de la discusión, bajo
pena de no ser más
"escéptico".
En efecto, el "escéptico"
es la figura retórica de un
oponente en la
discusión que tiene
una "posición racional" de negación o duda sobre
alguno
momento del ejercicio del
mismo acto racional, pero que no incluye en su
definición al Otro
de la discusión, como afirmación
(de la persona del
dogmático o racionalista
ingenuo, para el escéptico) de lo que se niega (algún
momento del acto racional).
Es decir, supone el "encuentro" con el Otro
argumentante, pero niega la validez
de algunos de los momentos racionales. por
ello se contradice "en
su propia definición" si pretende asumir una posición
radical: usa ante el Otro
(posición pragmática) una razón que intenta negarse.
Ademas de los ya nombrados,
el caso de los Post-modenos, y en especial de
Ricardo Rorty, se atienen
frecuentemente a la definición del escéptico. Rorty
"entra" en la discusión,
en el "encuentro" con el otro, pero se niega sea un
"encuentro racional" "argumentativo"
"entra" sólo para entablar
una
"conversación (conversation)"
(16). No pueden sino caer en una "auto-contradicción
performativa", en la terminología
apeliana. Si no entra , igualmente se
contradice se efectúa
alguna otra acción (racional o practica), porque para
efectuarla debería tener
alguna "razón", y, por definición, afirma no querer
argumentar o dar alguna razón (Grund,
ratio ).
¿Pero éste no
entrar en la discusión es
necesariamente siempre una
contradicción? ¿No
habría otra figura retórica que permita
perfectamente no
entrar en la discusión,
y, sin embargo, no caer en ninguna contradicción (ni
lógica ni pragmática)?
Creo que esa figura existe, y esto
aclararía la
intención, no lograda
si sólo se toma la figura del escéptico,
del camino
emprendido por Habermas
cuando advierte que el oponente pude decidirse a "no
entrar" o quiere prescindir
de participar en la comunidad, en la discusión o
en la argumentación.
Si hubiera un oponente virtual o real que pudiera
no
entrar en la discusión,
y, sin embargo, no realizara
por ello una
contradicción, el argumento
de la fundamentación última apeliana perdería
su
eficacia lógica, pero
también social, historica-perdida que muchos juzgan ser
el problema practico de
la fundamentación última de Apel, ya que
no tiene
efectividad real-. (17).
2. El cínico y
el Poder de la razón estratégica criticados por la "Filosofía
de la Liberación".
El "escéptico" afirma al otro,
entra en la argumentación (y de
no entrar
deja de ser escéptico porque
deja simplemente de ser argumentante, y entrando
se contradice (porque no
puede pragmáticamente usar la razón radicalmente
contra ella misma). El "cínico"
(18), por el contrario, niega al Otro desde el
inicio. Es una posición
práctica que ha decidido (implícita o explícitamente)
negar al otro (y con
ello niega toda prioridad a la razón discursiva); es
decir, supone la negación
de todo "encuentro" argumentativo. El "cara-a-cara"
es la posición ética
del momento ilocucionario del acto de habla, momento
primero de la comunidad de comunicación
como "encuentro" entre personas, ya que
es el "entrar" mismo
(cara-a-cara) en la argumentación. Ese cara-a-cara es
negado por el "cínico":
ya que el Otro, para el cínico", es en la realidad una
mediación de su proyecto
(un medio para su interés "sistémico",
es decir
político, económico,
educativo, militar, etcétera), una "cosa" como mediación
con respecto a los
fines que maneja su razón estratégica.
La "razón
estratégica", por su
parte, es también una mediación (como en la actitud
de
"desengaño" de Max Weber,
o del Popper de la "Sociedad abierta" antiutópica)
del Poder. El Poder
aquí no es afirmación de la dignidad de
la persona en
comunidad, como en el caso de
la razón discursiva, sino mera voluntad de auto-
referente, auto-poietica, totalización
totalitaria de la Totalidad (19). El Poder
(lease Nietszche, Michel
Foucault, pero ahora interpretados en su desnudado
cinismo, y no como simple
realidad real, sino como realidad de una "totalidad
cerrada", diría Levinas)
es el fundamento de la razón cínica (y no viceversa),
una razón del terror-contra
la que se levantan los Post-modernos sin advertir
que es solo una modalidad
de la razón y no la razón
misma-.
Ante el cínico nada puede argumentar
la Ética del Discurso con su pretensión
de fundamentación última,
porque sin contradicción (ni lógica ni pragmática),
el cínico no entrará
jamas en argumentación ética alguna.
Su "razón
estratégica" solo le interesa entrar
en una argumentación, negociación de Poder
a poder, de fuerza, de eficacia. Es
una razón poiética (autopoiética). Desde el
Popper se establece, por
medio de la razón estratégica como instrumento, la
"moral" del sistema
(autoreferente, autopoiético, sin sujeto) (20),
la
"unidimensionalidad" mostrada
por H. Marcuse (21).
La filosofía de la
Liberación se enfrenta desde el inicio "dentro" de una
Totalidad (sistema o mundo), a
la dominación de la razón cínica (por ejemplo,
al político maquiavélico que
organiza una campaña para su reelección, a la del
empresario transnacional que deja sin trabajo
a sus obreros, la del general del
ejercito (22) que debe ganar
una guerra, la del director de un servicio de
inteligencia que debe programar
un atentado contra un enemigo, la del
torturador ante el torturado,
etcétera). La Filosofía de la Liberación
se
enfrenta a las "artimañas"
de una tal razón estratégica
fundada en el
Poder (23). Esto determina la "arquitectónica"
de la Filosofía de la Liberación.
En primer lugar, necesita describir
lo que se negara en primer lugar la razón
cínica: al Otro (la cuestión
de la "proximidad") 24); en segundo lugar, describe
las categorías necesarias
(25) para poder situar el proceso de "totalización"
que ahora describimos como
bajo la dominación de la razón cínica (26): 2.5.2.
"Der Andere als Feind": 2.5.3. "Die
Vernichtung der Dis-tinktion": 2.5.4. "Die
Totalisation der Exteriorität":
2.5.5. "die Entfrendung"((27).
Esta
"arquitectónica" del discurso
es radicalmente necesaria como el a priori de
toda otra reflexión
filosófica posterior. Ni siquiera el
discurso de la
fundamentación última
ante el escéptico es anterior, porque -
y esto pasa
desapercibido a Apel- cuando
el filosofo de la pragmática transcendental se
pone efectivamente a argumentar
ante el escéptico, se encuentra (no sólo
"empírica" sino "realmente") ya en
un sistema donde impera la razón cínica. La
acción argumentativa de
la Ética del Discurso cumple una "función" interna en
el sistema, ya que
en realidad sólo enfrenta al escéptico,
académico,
científico (que puede
ser un "funcionario" de la razón cínica),
pero no
descubre su más profundo y real
oponente: la "razón cínica" misma que domina o
controla el sistema como Totalidad.
Emmanuel Levinas comienza todo su discurso
teniendo como oponente a
dicha Totalidad. Marx tiene conciencia de que el
capital (como sistema autoreferente
y autopoiético) niega la persona del Otro
(el "lebendige Arbeit")
al transformarla en una Vermittlung de la Verwertung
des Werts (el Sein des Kapitals)
(28); es la inversión en la que consiste el
fetichismo: para la razón cínica
la persona del otro devienne una cosa(Ding), y
la cosa (el Sistema
como Totalidad) deviene como una subjetividad autónoma,
como una Persona (el
Poder desde donde actúa la razón
estratégica).
OPONENTES DE LOS DIVERSOS DISCURSOS FILOSÓFICOS
+-------------------------------------------------------------+
| Filosofía de
versus
|
| la Liberación -------------------
Razón cínica (Totalidad) |
|
|
|
+---------------------------------------+
|
|
| Ética
versus
|
|
|
| del Discurso ------------ Escéptico
|
|
+---------------------------------------+
|
+-------------------------------------------------------------+
Es por ello que el proceso de liberación
(29) solo se inicia cuando en el
interior del Sistema, dominado por la razón
cínica, se manifiesta el Otro, el
rostro del Otro como
alguien. Llamamos "consciencia etica" (30) la "acción
práctica" que restablece
una relación de comunicación (es
una autentica
Kommunikative Handeln con el otro. Sólo
desde la manifestación, como revelación
(Offenbarung, en el sentido
schellingiano) del otro, se recibe sin previa
decisión, la responsabilidad
(Verantwortung) sobre el destino del oprimido
negado al origen del movimiento de totalización
de la razón cínica como cínica
(como no-etica por excelencia).
Esto constituye la "responsabilidad a priori",
anterior de toda argumentación discursiva,
a toda argumentación ultima y a toda
posible Anwendung, que inicia
el camino de la weberiana (o de Hans Jonas)
"responsabilidad a posteriori
, como responsabilidad política o práctica de
actuar empíricamente para
organizar instituciones, efectuar acciones, efectos
públicos, etcétera-.
En este caso, para actuar institucional
y racionalmente, el Filosofo de la
Liberación podría ahora,
solo ahora, echar mano de la pragmática universal o
transcendental e intentar una fundamentación
última contra el escéptico (del
sistema), y en función de una crítica
indirecta a la razón cínica. y esto no
pudo efectuar-se antes, porque en el enfrentarse
a la razón cínica la Filosofía
de la Liberación no comienza con argumentos
(porque, por definición, el cínico
no "entra" o no le interesa argumentación
alguna, ya que no le importa los
resultados de una razón discursiva
ética. La Filosofía de la Liberación, por el
contrario de la Ética Discursiva, debe
articularse a la acción, a la praxis,
para desafiar al Poder. En este caso la Filosofía
es un momento de la "toma de
consciencia" (la concientización" de
Paulo Freire) del oprimido, de y en su
praxis, que describe, y con ello critica los
"mecanismos" de la racionalidad
cínica (31). Ahora la fundamentación
última puede asegurar el uso de la razón
discursiva, la valides de
las normas éticas (necesarias para luchar en el
proceso de la praxis de liberación
y su "aplicación (Anwendung)" posterior en
el proceso de la liberación mismo.
Pero, en este momento,
el de la "aplicación", puede ahora
tenerse un
criterio fundamental de
diferencia: entre a) la "aplicación" de
acciones
encaminadas a cumplir los fines de la razón
estratégica, como momento fundado
en la razón cínica
del sistema (lo que es una contradicción) (32),
y b) la
"aplicación de dicha
normatividad a acciones encaminadas a cumplir con un
proyecto de liberación (parcial) reformista
a más radical, según los casos ) de
una razón estratégica éticamente
justificada. Esta problemática es la que en la
Philosophie der Befreiung
hemos encuadrado bajo el título :
"Die
Befreiung'(33). Pero es
justamente por lo prudencialmente complejo de la
acción novedosa o
creadora de la Liberación, que el reformador, innovador o
liberador tiene dificultad en
justificar como válido éticamente lo que está
realizando en su praxis.
De allí la necesidad de una Filosofía que intente
probar la justicia de la
aparente "Íllegalität der Güte"(34). Es necesario
probar que la praxis de
liberación de los oprimidos, contra el cinismo, es
legítima desde el fundamento
de la norma ética suprema. No es poca tarea para
la Filosofía de la Liberación,
entonces, intentar probar la dignidad ética de
la acción de los
héroes (desde Juana de Arco o Washington,
hasta Carlos
Fonseca o Jean Bertrand Aristide), que
se levanta contra la legalidad (y hasta
la moralidad) vigente.
3. El escéptico como "funcionario" de la razón cínica.
He dicho repetidamente que
la propuesta filosófica de Apel es "saludable"
para América Latina (y para África
o Asia), porque muestra la contradicción del
escéptico académico,
del racionalismo crítico popperiano, del filósofo de la
linguitis turn que sólo usa las
artimañas de la sofistica para confundir a los
no "iniciados". Estos escépticos pretenden
destruir los fundamentos de la Ética
y permiten a la razón
cínica dominar sin escrúpulos. Así como Apel
teme un
retorno del nazismo y descubre
las vinculaciones con él por parte de algunos
escépticos, de la misma manera
nosotros hemos vivido en América latina
la
"funcionalidad" de muchos escépticos
con los regímenes militares de "Seguridad
Nacional". Guarda el escepticismo entonces
un grado de "funcionalidad" (35) con
el sistema bajo el control de la razón
cínica. Max Weber puede ser usado en ese
sentido, lo mismo John
Rawls(36) o Richard Rorty(37).
Para la Etica
del Discurso de Apel, la Filosofía de la Liberación
quizá
pueda ser vista como un horizonte completamentario
en el orden empírico (nivel
B de la Filosofía de Apel). La Filosofía
de la Liberación no puede aceptar esta
"clasificación" sin discutirla. ¿
Y si fuera, al contrario ? ¿No Podría ser la
Ética del Discurso un momento complementario
de la Filosofía de la Liberación,
ya que ocupa un lugar bien preciso en
el orden del discurso, bajo la exigencia
del imperativo de la razón ética-liberadora,
que toma en cuenta otro punto de
partida real e histórico del
discurso? la Ética del Discurso dirá que
nada
puede ser anterior a la
fundamentación última. ¿Y si dicha fundamentación
se
efectúa ante un escéptico
que está ya determinado por momentos anteriores, tal
como ser parte de una totalidad
bajo el imperio de la razón cínica, que no
entra, ni entrará nunca en la
discusión con el filósofo pragmático?
De otra
manera: ¿Y si la misma discusión
contra el escéptico es permitida y sirve a los
intereses de la razón estratégica
del cínico? En este caso la
Ética del
Discurso atacaría un momento
secundario u con medios no proporcionados:
primero, atacaría al escéptico
y no al cínico (ocultando, justificando en
su olvido); segundo, argumentaría ante
un Poder que no da importancia, ni
espacio, ni eficacia a
dicha acción teórica (seria, entonces, una actividad
ingenua, sin efectividad pública).
¿ Y si, por el contrario, la Filosofía de la
Liberación atacara al oponente principal
(a la razón cínica en el Poder) y con
medios apropiados? Cuando nos referimos a
medios apropiados queremos indicar el
ejercicio de otro tipo de Filosofía
como servicio o acción teórica solidaria
(¿el "intelectual orgánico"
de Gramsci?) de la razón crítica-discursiva
en
función de la organización de
un Contra-poder actual o futuro, como fruto de la
praxis de un pueblo, de los oprimidos (mujeres
en los sistemas machistas, razas
discriminadas, miserables urbanos marginales,
asalariados explotados, etnias
indígenas, intereses nacionales,
países capitalistas periféricos o socialistas
pobres, generaciones
futuras inmoladas de antemano por la
destrucción
ecológica, etecetera), en
vista de llegar un día a ejercer el poder
en la
justicia, en el nuevo
orden institucional que habrá que reformar, innovar o
fundar, por la praxis legítima y válidamente
justificada por una Filosofía de la
Liberación.
NOTAS
1) En articulo "Ética de la liberación", en Iglesia viva,102(1988),p.599.
2) Véase K.-O Apel, E. Dussel, Ethik
und Befreiung, Augustinus-Buchhandlung,
Aachen,1990, Idem, Fundamentación
de la etica de la liberación, Siglo XXI,
México, 1992.
3)R, Fornet B., Diskursethik oder
Befreiungsethik, Augustinus-Buchhandlung,
Aachen,1992, con proximas ediciones en castellano
y inglés.
4) Vease Francis Fukuyama,
The End of History and the last Man, The Free
Press, York,1992..
5) Totalité et Infinit. Essai sur l`exteriorité,
Nijhoff, LaHave,1968, preface,
p.ix.
6) Argument, Hamburg,1989,p.15;
Filosofia de la liberación, Edicol, México,
1977, p.11.
7) Habría aquí que tener conciencia
de la evolución de esta posición filosófica,
ya que naciendo
entre los griegos, sufre una mutación
importante en
la modernidad (con Descartes o
Montaigne) y posteriormente con Hegel, por
ejemplo (Véase mi
obra Método para una filosofía
de la liberación.
Sigueme, Salamanca,1974, donde indico como
Aristóteles, Descartes o Kant saben
enfrentarse al escéptico).
8) Véase "Das Apriori der
kommunicationsgemeinchaft und die Grundlagen der
Ethik. Zum Problem einer
rationalen Begründung der Ethik im Zeitalter der
Wissenschaft", en Transformation
der Philosophie, Suhrkamp, Frankfurt,1973,
t.II, p.358 ss.(ed. cast.
Taurus, Madrid, 1985, t. II, p.341ss.).
9) Ibid.,p.362. Véase "Ethik
und Metaethik", en Archi für Philosophie
II(1961). pp.28-63, y posteriormente
Traktakt über kritische Vernunft,
Tübingen,1968.
10) De la misma manera termina en decisionismo
Paul Lorenzen, Normative Logic
and Ethics. Mannhein, 1969,
de la escuela de Erlangen.
11) Véase "Notwendigkeit,
Schwierrigkeit und Möglichkeit
einer
philosophischen Begründung
der Ethik im Zeitalter der Wissenschaft", Atenas,
1980 (trad. cast.
en Estudios Eticos, Editoriaal Alfa, Barcelona, 1986,
pp.105ss.).
12) Metafísica 4, 1006
a (citado por Apel). En nuestra obra Método para una
filosofía de la liberación,
Sigueme, Salamanca, 1974, pp. 20ss., utilizamos
textos de Aristóteles
de los Tópicos, Refutaciones sofísticas, Analíticos
primeros, para mostrar la "indemostrabilidad"
de los "primeros principios",
salvo por la contradicción, método
denominado por Aristóteles "dialéctica", mas
que la mera "epísteme",
que no puede "mostrar" sus principios
mismos.
13) "Das Apriori der kommunikationsgemeinschaft",
p.424-425(ed. cast.
II,p.403).
14) Véase "Das problem der
philosophischen Letzbegründung im Lichte einer
tranzendentalen Sprachprgamatik".
en Sprache und Erkenntnis,
in
Festisch.G.Frey, Insbruck, 1976, pp.55ss.;
y en "Fallibilismus, Konsenstheorie
der Warheit und Letzbegründung"',
en Philosophie und Begründung, Suhrkamp,
Frankfurt,1987, puntos V y VI.
15) Por ejemplo en
Moralbewusstein und kommunikatives Handeln,Suhrkamp,
Frankfurt, 1983, en el
capítulo III: "Diskursethik".
16) Véase K.-O. Apel
en "Züruck zur Normalität? Oder
Könnten wir aus der
nationalen Katrastrophe etwas
Besonderes gelernt haben/", en Diskurs und
Verantwortung, Suhrkamp, Frankfurt, 1988,
p.394ss. Véase mi obra Apel, Ricoeur,
Rorty y la Filosofia de la Liberación,
en próxima publicación.
17) Es como en la demostración
medieval de la existencia de Dios, que nunca
movió efectivamente a
nadie a una aceptación subjetiva de dicha existencia.
Ningún ateo dejó de serlo
por ellas, porque su ateísmo era
fruto de una
posición práctica
que se negaba a "entrar" en la discusión de las
pruebas.
18) Daremos al concepto "cínico"
un sentido radical. Peter Sloterdijk, Kritik
der zynischen Vernunft,
Suhrkamp, Frankfurt, vol.1-2, 1988, le da un sentido
individualista, óntico,
cuando lo define: Zinismus ist das aufoekärte falsche
Bewusstsein"(Ibid.,I, p.87). Aunque
en algun momento toca un sentido más
radical ("Die zinismus-analyse hingegen beschreibt
die Interaktionen von nicht-
entspannbaren Subjektivismen,
hochgerunsteten Zentren der privatvernunft,
waffenstarrenden Machtkonglomerationen
und wissenchaftsgestützten Systemen der
Hyperproduktion. Sie alle
denken nicht im Traum daran, sich unter ein
e
kommunikative Vernunft zu beugen..."; II,p.947).
Por nuestra parte, el "cinismo
es la afirmación del Poder Sistema
como fundamento de una razón estrategica de
su propia realización
(como Poder absoluto). Tiene un sentido ontológico (el
Ser como Voluntad-de-poder).
Cínico no es el militar cuando se propone una
razón para añadir la muerte
en un acto de cobardía (Ibid., II, p.403ss.), sino
cuando, en cuanto militar como valentía,
define al Enemigo como " la cosa a
ser vencida", y ante el
cual no cabe ejercicio ninguno de razón discursiva o
ética. Sloterdijk se
mantiene dentro del sentido "inocente" de cinismo, y no
descubre el sentido de la "razón cínica"
como Terror, como la auto-posición del
Sistema en cuanto tal (sentido que para
Levinas es la "Verdad" de la Totalidad
como negación del otro).
19) nuestra Para una ética
de la liberación latinoamericana (siglo
XXI,
Buenos Aires, 1973, t.
II) dedicamos a este tema el §21:"El
mal ético-
ontológico como totalización
totalitaria de la Totalidad" (pp.13ss.). Escribimos
allí hace veinte
años: "Hemos así recorrido rápidamente
la tradición de la
ontología de la totalidad,
dentro de la cual es posible la sociedad cerrada
[que no tiene alteridad],
en donde los miembros conviven entre
ellos,
indiferentes a) resto de
los hombres, siempre alertas para atacar
o para
defenderse, reducidos sólo
a una actitud de combate (Henri Berson, Le deux
sources de la morale et
de la religión, PUF, Paris, 1969, p.283; tal como la
"sociedad abierta [leese
cerrada] de Popper). El héroe dominador
es el
encargado practico de luchar por
el Todo contra lo otro diferente que intenta
ser dis-tincto; el sabio [¿Max Weber?]
es el que teóricamente ha descubierto al
otro como la maldad natural de lo di-ferente
como pluralidad. La perfección se
obtiene alcanzando el honor
al matar al que se opone: aniquilando
la
pluralidad, la Alteridad, desconociendo
la Totalidad (lo Mismo) como el origen
del idéntico de la
di-ferençia. El Todo, como fundamento, no es ético:
es
"simplemente verdadero" (pp21-23). la
afirmación del Todo, sin Alteridad, es el
momento primero de la "razón cínica".
20) La definición de "sistema"
en Niklas Luhmann, Soziale Systeme, Suhrkamp,
Frankfurt, 1988, corresponde
exactamente a una "totalidad cínica":
"Das
selbstreferentielle Subjekt und das selbstreferentielle
Objekt, werden isomorph
gedacht"(p.595).
21) Véase Douglas Kellner,
Herbert Marcuse and the crisis of Marxism,
Macmillan, London, 1984,
cap.8: "Marcuse`s theory of Advanced
Industrial Society: One-dimensional
Man"(pp.229ss.). Marcuse tiene clara
conciencia que la "sociedad abierta" del capital
tardío (Spätkapitalismus)" es
un sistema cínico, aunque no usara
la palabra.
22) Hoy, en 1992, la hegemonía
norteamericana deja en esta "responsabilidad"
a los generales del Pentágono,
por ejemplo. Responsabilidad inevitable, se
dirá, pero no por ello menos
ambigua, cuando se observa el sufrimiento
desproporcionado y cruel
del pueblo (no de Hussein) en Irak.
23) En efecto, la razón
estratégica actúa con medios hacia fines. La razón
cínica funda la razón
estratégica en el Poder del sistema que niega al Otro:
es una razón estratégica
autoreferente y autopoiética.
24) Philosophie der. vermitlung, 2.1: "Die Proximität"(pp.29ss.).
25) "Totalität, Vermitlung, Exteriorität"(2.2-2.4, pp.35ss.).
26) "die Enfrendung" (2.54; pp.64ss.).
Todo esto ha sido largamente analizado
y construido en los cinco volúmenes
de mi obra Para una ética de la Liberación
latinoamericana (1973-1980).
27) Ibid.,pp.64-68.
28) Véase mi obra
El último Marx (1863-1882) y la
liberación
latinoamericana. Siglo XXI, México,
1990, cap.8-10. allí exponemos que, desde
Schelling, Marx afirma al "trabajo vivo"
como "fuente criadora (schöpfer4ische
Duelle) del valor (ser) desde la nada" del
capital; el plusvalía. las categorías
de Marx resisten a la critica
actual y se mostrará como el único
crítico
fundamental del capital, hoy pretendidamente
triunfante.
29) Philosophie der efreiung, 2.6: "Die Befreiung" (pp.73ss.).
30) "Das etische Gewissen"(2.6.2. pp.74ss).
31) Todo lo indicado en
categorías tales como Proximidad (la positividad
después negada), la Totalidad (y sus
Mediaciones) y la Exterioridad negada como
alienación, como subfunción
en el Sistema de dominación,
permiten esa
descripción crítica.
32) La "Anwendun g" de
la norma ética (del nivel A) en una totalidad bajo el
imperio, de la razón
cínica (nivel B) es éticamente contradictoria pero
la
hética del discurso no
tiene recurso para observar dicha contradicción porque
toma la "sociedad abierta"
popperiana o a del "Spätkapitalismus" de Habermas
como una sociedad sin
más, ambigua pero no intrínsecamente
cínica.
33) 2.6. pp.73ss. Con los
siguientes momentos posibles: 2.6.3
"die
Vertantwortung für den
Anderen"; 2.6.4 " Die Zerstörung der Ordnung" (dicho
Zerstörung es proprocional
a las necesidades prácticas concretas desde una
reforma institucional insignificante
hasta un proceso de cambio radical:
a priori no puede prezjuzgarse
sobre la viabilidad de cad caso); 2.6.5 "
Befreiung oder Anarchie"
(novedad proporcional al grado de
la acción
emprendida, sea de pequeña
reforma o profundo cambio); etcétera.
34) Ibid., 2.6.9 pp81ss.
"Illegalität ante la ley establecida, promulgada,
vigente, del acto "bueno"
que innova y que exige "nuevas leves.
35) Ésto es lo mostrado
de manera clara por Noam Chomski para el caso de los
Estado Unidos, donde los
grandes investigadores de los mas importantes
universidades colaboran con
la CIA y otros instrumentos de poder (Véase
American Power and the new Mandarins, Vintage,
new York, 1967, en especial el
capítulo sobre "The
responsability of Intellectuals", pp.323ss.).
36) En este caso porque
eleva como natural la posición liberal
del
individualismo liberal norteamericano
sobre todo en la desigualdad económica
entre (ricos y pobres)
del "Principio de la Diferencia".
37) En su estadía
en México, Rorty critico como "Gran Lenguaje" ya superado
el sistema categorial de Marx, recomendándonos
no usarlo más, usando él, sin
embargo, el "Gran Lenguaje"
del mercado competitivo liberal sin conciencia
critica. Es un escepticismo orientado implícitamente
por una razón cínica del
sistema americano: "We liberal american".