Colonización y evangelización de América

Varias corrientes revolucionarias iniciaron ya hace mucho tiempo una masiva ofensa contra la celebración de los 500 años del descubrimiento de América. Sus portavoces acusan a Portugal, a España, a los Papas y a los Reyes como pormotores de una injusta invasión, con el objetivo de depredar al continente Americano, aniquilar a sus habitantes y sus culturas, e instaurar un durísimo y opresivo sistema de explotación de los aborígenes sobrevivientes.

Así los Pontífices y los Reyes de la época, juntamente con los misioneros, guerreros y colonizadores de América, habrían sido los responsables de un gravísimo pecado colectivo. Y por eso, la conmemoración del V Centenario de la Evangelización de América no debería ser celebrada, sino repudiada y objeto de "actos de penitencia".

"Si fue crimen colonizar...buscar condiciones mejores de vida, implantar hábitos de higiene, entonces entiendo que no sólo la Iglesia Católica debería pedir disculpas. También deberían pedir disculpas los médicos, que desmoralizaran a los curanderos. También deberían pedir disculpas los ingenieros, que construían caminos y puentes. Y los maestros, que enseñaron a leer y a escribir. Y también deberían pedir dsiculpas aquellos que enseñaron a los indigenas a no matar viejos y niños. Y también deberían pedir disculpas hasta los cocineros europeos, que les enseñaron a cocinar..."(Sandra Cavalcanti, ex-diputada brasileña).

Por detrás de esos ataques revive, mal disimulado, el viejo mito marxista de la "lucha de clases": los opresores vendrían a ser la Iglesia y los reyes; los oprimidos, serían los indígenas.

Esto traspasa el campo meramente histórico para convertirse en un problema de gran actualidad, por dos razones: en primer lugar, tales acusaciones revelan un lucha indígena-tribalista como nuevo objetivo de lucha de los comunistas, luego que se quedaron sin su régimen soviético; y segundo, en sus acusaciones en contra de la Iglesia, pretenden quitarle santidad a Ésta.

Por todo eso, juzgamos conveniente presentar estas reflexiones que se siguen, todas ellas sustentadas en centenares de documentos e historiadores.

Expansión de la Fe del Imperio.

Las potencias Navieras.

La protección de los indígenas.

La falsedad del genocidio indígena.

La Iglesia, vehículo de civilización y libertad.

Opinión del Papa Juan Pablo II.


texto traducido de http://www.lepanto.org.br

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