EXPOSICIÓN DE TARAPOTO

Investigación y dibujos: Patricio Bustamante Díaz

Fotografía: Carlos Monsalve Rodriguez

 

NUESTROS PUEBLOS ORIGINARIOS

Desde la llegada de los primeros europeos al continente, los habitantes originales de América fueron maltratados, perseguidos, torturados, asesinados, esclavizados, despojados de sus tierras, sus derechos, sus familias y su cultura.

Muchos de los pueblos originales desaparecieron bajo esta enorme ola "civilizadora", su cultura, sus conocimientos, su memoria ancestral, fue arrancada de raíz y desapareció para siempre.

Las justificaciones han sido múltiples a través de 500 años. Primero la matanza se inició en nombre del "Rey", por supuesto mezclada con ambiciones personales de oro, tierras y poder. Luego, en nombre del "Dios del Amor"; había que extirpar la idolatría y salvar sus almas aún a costa de matarlos. Después había que "Civilizarlos" y esto justificó todo tipo de crueldades. "La Patria" fue otro de los argumentos, ya que no reconocían los nuevos límites y fronteras que dividían arbitrariamente a las naciones y territorios originales. Posteriormente vinieron las necesidades de "progreso" que justificaron nuevas matanzas y expropiaciones. La nueva palabra mágica es "Desarrollo" y armados con ella se justifican nuevas atrocidades en busca de recursos naturales y fuentes de energía.

Un buen ejemplo de lo que nos espera en el futuro cercano es lo que está ocurriendo con las patentes reivindicadas por grandes laboratorios internacionales sobre los genes de determinados pueblos indígenas y plantas de diversas latitudes, lo cual dicho de otro modo significa que la obra de dios o de la naturaleza "ahora tiene dueño".

Otro ejemplo lo proporciona un articulo del día 3 de enero de 1997 aparecido en la portada del diario "El Mercurio" el diario más importante de Chile, bajo el título "Mediante Plantas Medicinales: PUEBLOS INDíGENAS TIENEN LA PANACEA DE MALES INCURABLES Nativos Amazónicos conservan el secreto de las propiedades de diversas especies que sería la respuesta a las enfermedades del siglo". En él se dice que el costo para las multinacionales de desarrollar un nuevo medicamento para el cáncer se eleva a 500 millones de dólares, y que en el caso del SIDA esta cifra puede llegar al doble, sin embargo los chamanes y curanderos indígenas (antes tan desacreditados) poseen los conocimientos para curar estos males desde hace miles de años. Los descubrieron obviamente sin ayuda de nuestra "ciencia" con un costo igual a 0 porque ninguno de ellos puso precio a su trabajo, y los tratamientos también son gratis, siempre han sido ofrecidos al que lo necesite a veces a cambio de una pequeña contribución siempre al alcance del que lo necesitaba, a diferencia de "nuestros laboratorios", que cobran precios que hacen imposible a la gran mayoría de los enfermos, costear los tratamientos.

Sin embargo ahora se discute como identificar la propiedad intelectual de las eventuales patentes, cuanto costaría "solicitarles que entreguen el secreto", cuantos millones se podrían recaudar por concepto de patentes, cómo y quién administraría esos fondos, cuánto costarían los tratamientos, como administrar las zonas donde crecen estas plantas, cómo proteger su cultivo y la importancia estratégica de los mismos, etc., etc.. es decir nuevamente se echaron a andar las calculadoras y como siempre lo más probable es que otra vez sean los indígenas los perdedores, pues una vez patentados los medicamentos nada impedirá que se les prohíba a ellos el acceso a los territorios donde crecen estas plantas, los que seguramente serán entregados en concesión a multinacionales farmacéuticas, las que recolectarán las plantas que podrían llegar a ser consideradas "Recursos Naturales Estratégicos" y por supuesto se les impediría finalmente elaborar sus medicamentos ancestrales, ya que a los laboratorios no les convendría que "medicamentos de alto valor", fuesen fabricados y administrados en forma prácticamente gratuita, por gentes ignorantes que "ponen en peligro la salud de sus pacientes".

Si esta visión de futuro parece exagerada, basta con pensar en lo que ha ocurrido con el cultivo, uso y comercialización de la Coca, que de ser una planta sagrada, usada tradicionalmente por los pueblos indígenas, que contribuyó al desarrollo de grandes civilizaciones, hoy día ha sido transformada en cocaína, una droga que genera grandes problemas sociales. Para intentar controlar su producción y consumo han debido intervenir las fuerzas armadas de diversos países, ha dado origen a enormes fortunas que han posibilitado la creación de carteles con un poder económico superior al de los propios gobiernos. En todo este panorama por supuesto los indígenas no han obtenido ningún beneficio pero sí han salido muy perjudicados.

Para comenzar a cambiar esta historia (en caso de que exista interés por hacerlo), debemos reconocer estos hechos y repararlos hasta donde sea posible, por supuesto no es fácil, requiere tiempo, un cambio profundo de actitud, éste pasa por recuperar el respeto hacia nuestros pueblos originarios, un respeto a su cultura y su forma de vida que no accidentalmente les ha permitido sobrevivir por miles de años, y un sincero interés por conocer y comprender su legado cultural.

Los "indígenas" de América han sufrido el mismo destino que han padecido ecosistemas completos, especies de plantas y animales que han desaparecido o están en grave peligro de desaparecer. Hoy muchas voces se levantan en defensa de la bio diversidad pero también afortunadamente hay quienes están tomando conciencia del destino de los pueblos originarios de América.

 

LA EXPOSICIÓN

En esta exposición se muestra el trabajo de una cultura que fue víctima de este proceso y desapareció. En la actualidad no hay descendientes identificables en la zona, por lo tanto se desconoce completamente su organización, características culturales, etc.. solo se la conoce por sus obras en cerámica, piedra y por sus cementerios que de tanto en tanto son descubiertos. Esta cultura ha sido denominada Molle por los arqueólogos, pero la verdad es que se desconoce el nombre que ellos se daban a sí mismos.

Los "Molles" habitaron una extensa región del norte Chico de Chile, el sitio de la investigación se llama Cuz Cuz, se encuentra en la Región de Coquimbo (IV Región), a seis kilómetros de la ciudad de Illapel.

La investigación cubre un área de aproximadamente 20 Km2, en el curso inferior del río Illapel. El sector está delimitado al norte y al sur por una cadena de cerros que descienden hasta el río formando un estrecho valle, al oriente por el puente ubicado frente a la ciudad de illapel y al poniente por el puente La Junta ubicado en la confluencia de los ríos Illapel y Choapa.

El clima del valle es seco y los cerros en la actualidad están casi completamente desprovistos de vegetación debido a un uso irracional de la leña.

Los descubrimientos realizados hasta ahora en más de una década de investigación, indican que el sitio fue a la vez un asentamiento poblacional, un centro ceremonial de gran relevancia y un centro de observación astronómica. Es importante aclarar que para realizar esta investigación no se ha contado más que con los recursos propios de los autores, sin ningún tipo de subvención, beca o apoyo institucional.

La presente exposición pretende mostrar en forma muy resumida una visión de algunas del más de un centenar de petroglifos y piedras de tacitas que han sobrevivido al paso del tiempo, la extirpación de las idolatrías, la acción civilizadora y el progreso.

 

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