EL VIEJO ARBOL
Primera parte
Patricio Bustamante Díaz
"Reídome he de lo que tengo escripto destos indios: Yo cuento en mi escriptura lo que ellos a mi contaron por la suya y antes quito muchas cosas que añido una tan sola". (Cieza de León).
Este texto breve resume la actitud que se asumió desde la llegada del primer europeo a América, quizás sólo se prestaba atención cuando los indios hablaban de oro y otras riquezas; pocos han sido los que a través de la historia han hecho el esfuerzo por acercarse al conocimiento que pudiese estar oculto tras los dichos de estos bárbaros.
Incluso hoy es un excelente negocio excavar indolentemente sus tumbas, vender sus reliquias, exponer a la vista de los curiosos sus cuerpos momificados, etc..
¿Cuánto habríamos aprendido si en lugar de reírnos hubiéramos escuchado, sin añadir ni quitar una sola cosa?.
Probablemente gran parte de este conocimiento se ha perdido, pero aún quedan hombres sabios, que caminan descalzos, visten harapos, hablan dos o tres idiomas incomprensibles para nosotros, pisan suave sobre la Pacha Mama, y pasan a nuestro lado, invisibles bajo su piel morena y su pobreza.
También están las obras que han resistido el embate de los siglos, de la naturaleza y de los hombres que hicieron todo lo posible por borrarlas de la faz de la tierra.
El encuentro con uno de estos sabios descalzos, cambió el rumbo de las investigaciones que realizaban los hermanos peruanos Fernando y Edgardo Elorrieta Salazar. Así lo relatan en su libro "La gran Pirámide de Pacaritampu, Entes y Campos de Poder en Los Andes", publicado en el Cuzco en 1992 y de parte de cuyo contenido se hablará en este artículo. Para ello nos apoyaremos en los propios relatos de los autores, en las citas contenidas en el libro y en las reconstrucciones gráficas.
EL VIAJE
Gracias a un aporte de la Embajada de Francia en Santiago, dos miembros del grupo INTIJALSU pudimos viajar a Bolivia y Perú en busca de evidencias que nos permitieran corroborar la validez de lo descubierto durante nuestras investigaciones en diversas regiones de Chile y, tal vez, encontrar una respuesta a múltiples sospechas que acá parecía imposible resolver. Después de recorrer Tiahuanacu, viajamos directamente a Cuzco, desde donde nos integraríamos a un grupo para hacer un recorrido por el Valle Sagrado de los lncas.
Salimos de Cuzco con un grupo de ocho personas guiados por dos chamanes, Arturo Cervantes y Víctor Estrada, quienes nos mostraron los sitios mencionados en el libro y nos pusieron en contacto con Fernando Elorrieta.
EL PAQO NATIVIDAD
Así relatan el primer encuentro con el paq'o o curandero Natividad Tika, que los puso en la pista del descubrimiento:
"Luego de un día y medio de afanosa búsqueda y mucho padecer, finalmente dimos con su choza, nuestra inesperada presencia pareció haberío molestado ya que sus gestos así como sus actitudes no fueron las más cordiales. Después de obsequiarle hojas de coca y cigarrillos, finalmente se dirigió a nosotros dándonos a entender que nos esperaba (lo cual nos sorprendió), luego calló ......
La visita concluyó con una invitación a regresar dentro de unos meses y un encargo de alimentos y ofrendas para un ritual. A la cita sólo asistió Fernando. Don Natividad "le dijo que su vejez lo alejaría muy pronto y como ya él lo había convenido haría un último "Alcanzo" para que los Apus y la madre tierra orientara sus caminos".
Después de un complejo ritual y una larga pausa le dijo:
"Todo lo que hoy te mostré, es lo que siempre buscaste y como no logras entender, entonces deberás buscar un árbol muy viejo, como el de la "Mesa", en el que mora la vida y a cuya sombra yacen los animales del cielo.
Este árbol es el árbol del cielo, pero es el sol quien fecunda su fruto, el día que lo encuentres, mis padres que fueron hijos de mis abuelos de Titicaca, te mostrarán todo su oro. Ese día un Puma y un Amaru (serpiente) enviará su mensaje al Q'enti (colibrí), para que el Machu pichiu (pájaro viejo) me lleve al mundo de afuera".
Después de varios años de búsqueda dieron con el sitio, en el cual finalmente habrían de descubrir lo que se les había encomendado encontrar, este lugar se llama Ollantaitambo.
OLLANTAITAMBO
Ollantaitambo se encuentra a medio camino entre el Cuzco y Machu Pichu, es un sitio de visita obligado para quienes recorren el Valle Sagrado de los lncas. Quien lo visita, se encuentra con un pueblo pequeño por el cual parece no haber pasado el tiempo, sus casas resumen su historia, sobre los muros incaicos de piedras trabajadas con belleza y sencillez, asoman los tejados de estilo Español, mudos testigos de la superposición de dos culturas.
Los rasgos de sus habitantes son indígenas. Muchos de ellos lucen sus vestimentas tradicionales mientras esperan desde el amanecer a los grupos de turistas, para quienes cargarán durante cuatro días todo tipo de bultos en un recorrido a pié por el camino del lnca hasta Machu Pichu.
Lo primero que sorprende es la enorme cantidad de templos y construcciones que porfiadamente se elevan en los sitios más escarpados de los cerros.
En el templo que algunos llaman la fortaleza, se encuentran enormes bloques de piedra cortados y ensamblados con una técnica idéntica a los bloques que se encuentran en Tiahuanacu. Los constructores de Tiahuanacu fueron desplazados de su territorio y sus descendientes, tras largo peregrinaje por las cordilleras, bajaron por este sitio al Valle del Río Vilcanota. Aquí fundaron el pueblo que habría de ser la cuna de la Cultura lnca.
EL GIGANTE TUNUPA
Quienes hallan viajado por este sitio quizás no lo vieron al pasar, quizás debido a sus gigantescas proporciones. Su rostro labrado en la pared rocosa del cerro Viracochan Orcco, es una enorme escultura de 30 o 40 metros de altura, es claramente visible desde la plaza y domina todo el paisaje.
Tunupa, héroe civilizador, fue considerado como un sabio, maestro del entendimiento del mundo, conocedor de todas las lenguas de los lugares por donde pasaba, experto en medicina y en todas las ciencias y artes, así como destructor de antiguos cultos que se oponían a su afán civilizador. Tunupa fue la representación cultural de la vitalidad de Viracocha, su representación corpórea, su "ser" en este mundo.
Según lo que los indios relataban a los cronistas, Viracocha (refiriéndose a Tunupa) tenía las siguientes características :
"... y remaneció un hombre...de crecido cuerpo, el cual de su aspecto y persona mostraban gran autoridad y veneración, y queste varón, que así vieron tenía gran poder, que de los cerros hacía llanuras y de las llanuras cerros grandes, haciendo fuentes en piedras vivas;...Y este tal, cuentan los indios que a mí me lo dixeron, que olieron a sus pasados, que ellos también olieron en los cantares que ellos de lo muy antiguo tenían... En muchos lugares diz que dio orden a los hombres como viviesen y que les hablaba amorosamente y con mucha mansedumbre ...
Fuéronle en muchas partes hechos templos, en los cuales pusieron bultos de piedra a su semejanza y delante de ellos hacían sacrificios: los bultos grandes questan en el pueblo de Tiahuanacu se tienen que fueron hechos desde aquellos tiempos;..."
(Cieza de León. "Segunda parte de la Crónica de¡ Perú". 1553/1880:5-6)
Según Garcilaso "Tenía un extraño animal, de figura no conocida con garras de león (Puma). (Garcilaso.s/f 11:97)
Betanzos añade "...que preguntado a los indios que qué figura tenía este Viracocha cuando ansí lo vieron los antiguos, según que dello ellos tenían noticia, y dijeronme que era un hombre alto de cuerpo, que tenía una vestidura blanca que le daba hasta los pies questa vestidura traía ceñida; e que traía el cabello corto y una corona hecha en la cabeza a manera de sacerdote; y que andaba destacado, y que traía en las manos cierta cosa..."
(Betanzos. "Suma y narración de los lncas". 1551/1880:7.
La imagen de Tunupa Viracochapachachican esculpida en Ollantaitambo reúne muchas de estas características, su rostro ceñudo denota autoridad, sobre su cabeza se erigió una construcción de 4 torres que representa el gorro o chuku de 4 puntas, utilizados por los amautas, sacerdotes y astrónomos. Porta un báculo y sobre sus hombros carga un bulto, en el que de acuerdo a la tradición, llevaba los dones con los que colmaba a los pueblos que lo escuchaban, a la derecha lleva qollcas o depósitos de alimento. Muchos de los atributos asociados a Tunupa se pueden identificar en la actualidad en las pequeñas figuras de yeso llamadas Equeko.
La presencia de esta escultura en Ollantaitambo confirma el hecho de que fue este pueblo el asentamiento Colla que dio origen a la civilización lnca.
OCULTAR LO EVIDENTE
El templo sobre la cabeza de Tunupa y las qollcas resultan tan atractivas visualmente, que ocultan a la vista de quien no observe con detenimiento el conjunto la imagen principal, es decir, el rostro de Tunupa.
Esta cuestión nos lleva a un tema recurrente en el arte, la arquitectura y el urbanismo sagrado del pueblo lnca: el arte de ocultar a los ojos profanos el verdadero sentido de sus obras.
Se puede ocultar lo pequeño manteniéndolo lejos de la vista de aquellos que no se desea que lo vean, lo que resulta relativamente fácil, pero también es posible ocultar a los ojos profanos obras de gran envergadura. En el caso de Tunupa, un rostro de 40 metros de alto ha permanecido oculto en parte gracias a sus enormes proporciones, y en parte al hecho de que los escultores realizaron el retrato retirando sólo lo necesario para dar forma al rostro y esbozar el resto de la figura, conservando el aspecto casi natural de la roca viva.
Por otra parte, sólo algunas horas del día el sol y las sombras que proyecta en la roca producen un efecto que permite ver con claridad el rostro, que es la clave para ver el resto de la figura; finalmente, al ubicar sobre la cabeza el templo de 4 puntas y qolicas a ambos lados de la figura, hace que la vista se fije en estos puntos, ocultando la figura principal. En Ollantaitambo se alcanzó la maestría en el arte de ocultar lo evidente como se verá más adelante.
TANPUQUIRO, LA CIUDAD MAÍZ
El urbanismo también nos depara una sorpresa en este pequeño pueblo, ya que durante su investigación los hermanos Elorrieta descubrieron que en verdad el trazado urbano a la llegada de los españoles representaba una mazorca de maíz. Cada casa representaba un grano y las callejuelas representaban los espacios entre los granos de maíz. El hombre aquí se alimentaba del fruto sagrado del maíz y vivía literalmente en la mazorca, que prolongaba su tallo a través de terrazas construidas con este propósito, y llegaba a nutrirse de las aguas del río Viicanota.
También este hecho se mantuvo oculto por 5 siglos, a pesar de que los indígenas quizás contaron muchas veces este secreto, pero ¿quién le hace caso a los indios?, menos aún si los relatos no hablan de oro y joyas.
Ollantaitambo debió su poder político y económico al cultivo del maíz. La posesión de este cereal, tan preciado por su capacidad productiva, alimenticia y terapéutica, permitió el control político de los pueblos conquistados sujetos a las condiciones de redistribución de los excedentes productivos de este grano. Por esta razón, el maíz fue asociado al Estado, constituyendo una de sus principales fuentes de poder.
Pero el maíz también está asociado a la religión, se le utiliza en forma de grano o Ajha (chicha), para rendir culto a las divinidades. Fue sacralizado con el nombre de Saramama o "Madre Maíz" y se le representaba en forma de mazorcas de maíz labradas en piedras y otros materiales, que simbolizan el alma o espíritu de la planta.
Por eso el trazado urbano reafirma el valor central que el maíz tenía para este pueblo. El diseño del conjunto fue dividido en dos secciones, una corresponde a la parte alta o Hanan (a) y otra a la parte baja o Urin (b), a su vez, cada una está subdividida en cinco secciones respectivamente, totalizando diez, que probablemente correspondieron a los 10 Aylius o unidades familiares fundadoras del pueblo.
En la parte central de¡ pueblo se encontraba una plaza (c), que actualmente se encuentra ocupada por viviendas.
La parte urbana correspondiente a la sección Urin, identificada en su sistema de organización social como la más antigua, es la de mayor jerarquía arquitectónica, ya que todas sus edificaciones tienen un acabado fino y, por sobre todo, vanos de doble marco o jamba, a diferencia de la sección Hanan. Probablemente esta diferencia arquitectónica reproduce el esquema natural de la mazorca de maíz en la cual los granos de la parte inferior son más grandes y están mejor formados.
Un singular conjunto de andenes (d) parece representar las envolturas de hojas de la mazorca.
Partiendo de la base del fruto, en el lugar en que actualmente se encuentra la plaza, se encuentra una serie de edificaciones (e), que representan el tallo que desciende hasta la orilla del río Viicanota, del cual simbólicamente se alimenta por medio de sus raíces (f).
El urbanismo sagrado toma de la naturaleza el modelo y hace que el hombre se integre a ella. Lo sagrado toma cuerpo en la realidad y se convierte en obras concretas, uniendo el arte, la ciencia y la religión, a los actos más cotidianos de la vida diaria.
En Ollantaitambo convivieron en armonía el hombre, la naturaleza, los dioses y los astros. En este pequeño poblado encontraremos las claves para comprender y apreciar con mayor justicia una forma de ver y vivir en el universo que quizás no tiene paralelo en el mundo antiguo.
En el próximo número hablaremos más de Ollantaitambo, conoceremos sus importantes centros ceremoniales, esculturas de animales y aves del tamaño de un cerro, una pirámide gigantesca y el gran árbol del que habló el paq'o Natividad Tica.
EL VIEJO ARBOL
Segunda parte
Patricio Bustamante Díaz
Antes de continuar es necesario advertir que los conceptos vertidos tanto en el libro mencionado como en este artículo, corresponden a la interpretación de personas de educación occidental, con casi nula experiencia en las prácticas místicas y sociales que dieron origen a estas obras. Cuando se habla por ejemplo de "descubrimiento", se refiere a un descubrimiento tanto personal como para nuestra cultura, pero está claro que hay sabios indígenas que poseen un profundo conocimiento de estas cuestiones y a quienes rendimos un sincero homenaje. Esperamos que algún día podamos como sociedad y como cultura, escuchar con humildad y en una sincera búsqueda de conocimiento aquello que nos puedan enseñar.
ANIMALES SAGRADOS
En los cerros que rodean el pequeño pueblo el ojo atento puede ver gigantescas representaciones de animales sagrados, las que en un principio probablemente fueron formas naturales. Posteriormente la mano humana, con el respeto que merecen los sitios considerados sagrados, construyó muros y templos que sirvieron para resaltar las formas naturales, es decir vistieron sus Huacas, sus sitios sagrados.
Para apreciar estas gigantescas figuras es necesario tomar distancia, buscar los puntos de observación precisos y además aguardar que los rayos de sol produzcan las sombras que permiten verlas con claridad, de otra forma resultan invisibles.
Para iniciar el recorrido podemos internarnos hacia el interior de la quebrada que forma el riachuelo que desemboca en el Vilcanota. Cruzamos la entrada de la denominada "Fortaleza" y caminando junto al cerro que se eleva a nuestra izquierda más allá de donde terminan las terrazas, es posible apreciar como la masa rocosa fue tallada por la mano humana dando forma a múltiples oratorios labrados en la roca. Unos permiten estar cómodamente sentados, otros forman algo así como escaleras demasiado pequeñas para un pie humano y además algunas inexplicablemente terminan en la pared de roca.
LA HUACA DEL CÓNDOR
Si se toma distancia cruzando el riachuelo y se observa hacia lo alto, el conjunto completo se transforma en un gigantesco Cóndor. Una saliente rocosa forma nítidamente su cabeza, sus alas están formadas por la rocas que descienden en vetas sutilmente trabajadas, las escaleras pequeñas que mueren en la pared de roca, forman las patas dándole un aspecto escamoso. Es la Huaca del cóndor, un sitio destinado a la oración y la contemplación.
De acuerdo a la tradición, la huaca del Cóndor está dedicada a AYAR CACHI, hermano de MANCO CAPAC el primer INCA.
"Después de haber asentado Tampuquiro... Descuidados de ya no ver a hayar cachi, vieron venir volando con alas grandes de plumas pintadas y ellos con gran temor que su visita les causó, quisieron huir; más él les quitó presto aquel pavor, diciéndoles: "No temáis ni os acongojéis, que yo no vengo sino porque comience a ser conocido el imperio de los incas ; por tanto dejad esa población que hecho habéis y andad más abajo hasta que veáis un valle, a donde luego fundad el Cuzco, que es lo que ha de valer: porque estos son arrabales, y de poca importancia , ya que ella será la ciudad grande, donde el templo suntuoso que se ha de edificar, a de ser tan servido, honrado y frecuentado que el sol será el más alabado, y porque yo siempre tengo que rogar a dios por vosotros y ser parte para que con brevedad alcancéis gran señorío, en un cerro que esté muy cerca de aquí me quedaré de la forma y manera que me veáis (ave-cóndor) y será para siempre por vos y nuestros descendientes santificado y adorado. (Cieza. 1880:20)."
CATACHILLAY, LA LLAMA SIDERAL.
Al retroceder el camino y enfrentar nuevamente la fortaleza sólo se puede apreciar los majestuosos muros y terrazas del conjunto, para observar la figura que aquí se oculta es necesario subir al cerro ubicado a espaldas del pueblo y situarse en el templo construido sobre la cabeza de Tunupa. Desde esta posición se puede apreciar que en conjunto los muros, templos, terrazas y escalinatas, representan la forma de una llama madre y su cría.
Esta llama es la representación de una constelación llamada CATACHILLAY. El cuerpo de la llama está formado por una zona oscura (con ausencia relativa de estrellas visibles a simple vista) contigua a la cruz del sur. Los ojos de esta llama son las estrellas Alfa y Beta de la constelación del Centauro. La cría de la llama es otra constelación negra, se encuentra ubicada un poco más abajo.
Los cronistas informan acerca de esta constelación:
...y estos también hacían veneración a otra que anda cerca desta (URCUCHILLAY) y la llaman CATACHILLAY, que también es algo grande, y a otra más pequeña que anda junto a ella; las cuales fingían que era una llama con su cordero que procedían de URCUCHILLAY". (Cobo, Bernabé. 1956, III:366)
Estas constelaciones "Negras", formadas por zonas oscuras del cielo (no tienen una connotación negativa), marcan una diferencia fundamental con las constelaciones occidentales formadas solo por estrellas visibles, las cuales también fueron conocidas en estas latitudes.
En el solsticio de invierno aproximadamente el 21 de junio, fiesta de INTI RAIMI, el primer rayo de sol ilumina el ojo de la llama despertándola. En el solsticio de verano aproximadamente 21 de Diciembre, los rayos de luz que pasan entre los cerros forman un triángulo invertido que ilumina exactamente en el corazón, una zona pétrea ubicada en el centro del animal, donde existe un observatorio de carácter astronómico. El tránsito de los rayos solares va marcando uno a uno en forma descendente los andenes de cultivo que forman el cuerpo de la llama, luego llega a la sección de los genitales masculinos. Luego un fenómeno similar sucede en la siguiente sección de andenerías, para llegar finalmente al genital femenino y al ano, lugar en que culmina el efecto.
Vemos pues que como en el caso del Pucara del Cerro Chena, esta llama también es un animal hermafrodita, macho y hembra a la vez.
CHOQUECHINCHAY, EL PUMA GUARDIÁN
Para observar la figura siguiente, hay que ir al otro lado del río situándose frente a la salida norte del pueblo, esta figura está superpuesta en parte al templo de CATACHILLAY pero con total independencia visual de éste. El nuevo diseño recrea la figura de un felino (puma) sentado en actitud vigilante, cuya cabeza está delineada por el muro circundante que limita el templo de CATACHILLAY con el cerro Tamboqhasa. El resto del cuerpo, está formado por los recintos y secciones asociadas a la zona sacra de este monumento.
La enorme cola está formada por la calzada que en su momento fue utilizada para subir los gigantescos bloques de piedra utilizados para construir los templos.
Esta construcción estuvo dedicada a la estrella Choquechinchay, que estaba asociada a la figura idealizada de un gran felino. Al respecto Bernabé Cobo dice:
Los que viven en las montañas y tierras yuncas hacían veneración y sacrificaban a otra estrella que llaman CHUQUICHINCHAY, que dicen ser un tigre (puma) y estar a su cargo los tigres, osos y leones... (COBO 1956. III:366.
LA GRAN PIRÁMIDE DE PACARITAMPU
Siguiendo el camino que bordea la montaña, poco a poco se va ascendiendo, lo que desde abajo parece enorme desde arriba se hace pequeño, abarcable con una mirada, los árboles, las casas, el pueblo, los campos de cultivo, parecen dibujados contra el telón de fondo de los cerros.
Sentados a pleno sol descansando con la espalda recostada contra una roca asistimos a un espectáculo sorprendente. Las terrazas de cultivo parecen elevarse y formar una pirámide truncada. Lo que desde abajo se percibía como terrazas de cultivo en la ladera que desciende hasta el río, desde la altura adquieren la forma de una gigantesca pirámide de aproximadamente 150 hectáreas.
Aquí los ingenieros sacerdotes lograron una magistral obra de camuflaje, ya que no es posible percibir la forma piramidal estando parado sobre ella, solo se aprecia desde gran distancia siempre y cuando el observador cuente con las condiciones de luz adecuada, se detenga un momento a observar y finalmente esté dispuesto a dar crédito a lo que ven sus ojos. De hecho Iram Bingham en su libro donde relata los pormenores del descubrimiento de Machu Picchu, La Ciudad Perdida de los Incas (Rodas, 1972), publica una fotografía de Ollantaitambo visto desde la distancia y en ella se destaca nítidamente la gran pirámide, sin embargo Bingham, el "descubridor de Machu Pichu" no logra caer en cuenta de la gigantesca obra que se ofrece a su vista, para él la pirámide es invisible.
Pero ¿que significado tiene esta obra?, son varios los cronistas que recogen tradiciones orales que podían explicar su verdadero significado, Cobo dice:
"El fundamento de tantos disparates como vinieron a creer todas estas naciones del Perú acerca de su origen fue causado por la ambición de los Incas, que fueron primeros que hicieron veneración a la cueva de Pacaritampu como a PRINCIPIO DE SU GENERACIÓN, y como afirmasen que della habían procedido todas las gentes, y que por esta causa les debía sujeción y vasallaje y se lo debían dar...".(Cobo 1956, III:351)
Según el padre Acosta:
"Otros cuentan que de cierta cueva, por una ventana salieron seis, o no sé cuántos hombres, y estos dieron PRINCIPIO A LA PROPAGACIÓN DE LOS HOMBRES, y es donde llaman Pacari Tampo por esa causa" (Acosta. 1940:91).
Vaca de Castro aporta la relación de Pacaritampu con el sol cuando dice:
"Que Mango Cápac, primer Inga, había sido hijo del Sol, y salido por una ventana de una casa y engendrado por el rayo o resplandor del sol que entraba por el resquicio de la ventana o cóncavo de la pared y peña, adonde estaba formada la casa del fingimiento; y que desde allí, por mandado del sol, su padre, salió y fue a los altos de una serranía que está en el valle del Cuzco a la vista..." (Vaca de Castro Cristóbal. 1542/1921:7).
Pacaritampu denota principio, según la tradición al salir el sol de esta cueva o ventana habrían salido cuatro hermanos y cuatro hermanas, los que dieron origen a la dinastía Inca.
En el dibujo se puede apreciar como el trazado de la gran pirámide al igual que en el Pucara de Chena y tantos otros monumentos, fue realizado siguiendo las líneas principales trazadas por el primer rayo de sol en los solsticios y equinoccios. De esta forma se puede afirmar que Pacaritampu es un gigantesco observatorio astronómico y calendario solar, cuya estructura registra en juegos de luz y sombras, el paso del tiempo.
El día del equinoccio de invierno, aproximadamente 21 de Junio, el primer rayo de sol penetra por la "ventana" de la pirámide marcada con una cruz roja en el dibujo, llamada Capactoco (ventana del Rey), desde allí salieron los primeros Incas a fundar el gran imperio. Actualmente en este sitio se realizan excavaciones que probablemente aportaran valiosos descubrimientos, entre ellos quizás el oro que los Incas ocultaron de la codicia española.
Esta pirámide de Pacaritampu según las crónicas tenía tres ventanas: Capacttoco (ventana del rey), Suticttoco (la ventana conocida) y Marasttoco (ventana del árbol grande).
EL ÁRBOL DE LA VIDA
Hasta aquí los hermanos Elorrieta habían encontrado una ciudad en forma de una planta de maíz, un rostro gigantesco de Tunupa, un templo en forma de llama, otro en forma de puma, un cerro esculpido en forma de cóndor, pero ¿donde estaba el árbol que el paq'o Natividad Tica les había encomendado buscar?
Después de 6 años de esfuerzo, ascendieron el cerro Chupacayan con el objeto de ver desde la altura ésta ventana. Desde allí vieron el viejo y sagrado árbol de la vida, que yacía majestuoso; el follaje estaba formado por el valle del Vilcanota frente a Ollantaitambo, la ciudad maíz y la gran pirámide colgaban como frutos de este gran árbol. El tronco se internaba entre los cerros formado por el río Patacancha que cruza el pueblo.
Las raíces se encuentran representadas por un singular conjunto de andenes diseñados y construidos de manera que asemejen raíces fasciculadas y extendidas. En el dibujo el árbol aparece invertido con el follaje hacia abajo y el tronco hacia arriba, tal como se ve desde el cerro Chupacayan.
Es el árbol del cielo, el sol fecunda su fruto. Es un gigantesco espacio ritual a cuya sombra se cobijan todas las obras que se encuentran en este singular monumento.
El día en que encontraron el árbol debió cumplirse lo dicho por el Paq'o Natividad "El día en que lo encuentres, mis padres que fueron hijos de mis abuelos de Titicaca, te mostrarán todo su oro. Ese día un Puma y un Amaru (serpiente) enviarán un mensaje al Q'enti (colibrí), para que el Machu Pichiu (pájaro viejo) me lleve al mundo de afuera", esperamos que así sea.
Quien sabe, quizás dentro de poco al penetrar en las entrañas de la gran pirámide, los arqueólogos descubran un gran tesoro compuesto por oro y joyas que los Incas ocultaron de la codicia de los conquistadores españoles, entonces los ojos del mundo se volverán ansiosos a contemplar ésta maravilla, pero es mucho más que oro lo que hay en el Valle Sagrado de los Incas.
NOTA: Los dibujos que aparecen en este artículo fueron realizados por Patricio Bustamante D., en base a dibujos de Alfonso Anticona, contenidos en el libro "La Gran Pirámide de Pacaritampu".