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La máscara y el poema

 

Alejandra Pizarnik fue un personaje público construido por rasgos secretos. Adelantamos un fragmento de la biografía de la poeta argentina escrita por César Aira.

Alejandra Pizarnik empezó llamándose Flora; era hija de inmigrantes judíos rusos. Nació el 29 de abril de 1936 en Avellaneda, una localidad vecina a Buenos Aires. Los padres habían llegado a Argentina exactamente dos años antes, de una ciudad rusa (también fue polaca), Rovne, después de un paso de algunos meses en París, donde se había radicado un hermano del padre. Éste se llamaba Elías Pozharnik; el cambio de apellido debe de haberse debido a uno de los muy corrientes errores de registro de los funcionarios de inmigración. Tenía 27 años, y no hablaba una palabra de castellano, lo que era el caso asimismo de su esposa, un año menor, Rejzla Bromiker, cuyo nombre pasó a ser Rosa. Debió de ser por ella que eligieron Argentina, pues una hermana de Rosa había emigrado tiempo antes al país, y vivía en Avellaneda. A poco de llegar nació la primera hija del matrimonio, Myriam, y 20 meses después la segunda, Flora. No tuvieron más hermanos. El padre se dedicó a la venta a domicilio de artículos de joyería, y no tardó en hacerse una buena posición. Tenían una bonita casa en Avellaneda, donde vivieron hasta 1953 y donde las dos hermanas hicieron la escuela primaria y secundaria. La adaptación fue rápida; aunque los padres hablaban yídish en la casa, las hijas no lo aprendieron; de todos modos, la curiosa forma de hablar de la poeta puede haber tenido su origen en esa situación. Todo el resto de las dos familias, Pozharnik y Bromiker, con excepción del hermano del padre en París, y la hermana de la madre en Avellaneda, pereció en el holocausto, lo que para la niña debió de significar un contacto temprano con los efectos de la muerte. Por lo demás, su origen judío no significó nada especial para ella. Si bien asistió, paralelamente a la escuela pública, a una judía, ésta fue pestalozziana, sin hincapié en la religión: el padre era liberal, y la integración de las hijas al ambiente suburbano de clase media fue completa. (...)

Aunque con el tiempo llegaría a preocuparse por su independencia económica (que nunca logró), jamás se resignó a buscar un empleo o prepararse para hacerlo. Los padres debieron de ser complacientes, o más o menos indiferentes, en ese aspecto. Esta situación de dependencia familiar hizo asomar naturalmente un personaje, versión doméstica del que cultivaría cuando ya fuera una poeta consagrada. Por ahora era una joven con conflictos a la que había que esperar mientras se prolongaba su adolescencia: acomplejada por su fealdad, su escasa estatura, su tartamudez, su gordura, su acné, su inadaptación, su asma. En vista de todo eso, el padre no puso reparos no sólo en mantenerla sin que trabajara (lo que no era tan raro en la clase media de ese entonces, sobre todo en una mujer), sino también en pagar la edición de su primer libro y probablemente la de los dos siguientes, y pagar las clases de pintura, el psicoanálisis, y a la larga, con reticencias, el viaje a Europa.

Entraba en circulación lo que ella misma llamaría más adelante "el personaje alejandrino". La clave de su funcionamiento era la juventud, que seguiría siendo su rasgo esencial hasta la muerte, y más allá. Se fue perfeccionando a partir de rasgos espontáneos, todos los cuales se envolvían de una justificación poética, que tomaba la forma de una amplificación metafórica. No hay motivos para creer que hubo una manipulación cínica de la realidad. La dificultad de vivir era genuina, pero ahí justamente intervenía el personaje para verosimilizar a la persona real y justificarla.

La vocación poética debió de nacer o afirmarse en el mismo movimiento. Los modelos biográficos salían de los libros, y se hacían reales en ella. Debió de ser como una magia. El único requisito para que funcionara era ser una gran poeta, y en la absoluta convicción de llegar a serlo (nunca parece haber tenido dudas serias en ese sentido, aparte de que los hechos la confirmarían muy pronto), se revela auténticamente adolescente. La juventud lo hacía posible, y lo haría posible siempre. La dificultad de vivir seguiría manifestándose a los treinta años igual que a los veinte. Al hacerla parte central del personaje se la mantenía a distancia, pero al mismo tiempo seguía estando en el centro, generando todo lo demás. (...)

El punto biográfico más notorio de estos años fue la socialización, lo que no es exactamente lo que podría esperarse. Una perfecta coherencia con su personaje exigiría la soledad, o al menos alguna clase de aislamiento; en todo caso, se podría decir, y seguramente se ha dicho, que a pesar de su intensa vida social preservaba un ámbito secreto, inviolable, etcétera. (Tratándose de ella, los estereotipos brotan naturalmente de la pluma de sus exégetas). Pero lo cierto es que no hubo nadie menos solitario; su círculo cotidiano, de día y de noche, era el plenum literario de Buenos Aires, en una totalidad, sin excepciones. La socialización fue exhaustiva. Aun los que no figuran en las biografías o testimonios, estaban en su listín. El movimiento actuó en dos direcciones: primero fue la recién llegada tratando de entrar al círculo de la realidad donde estaban los autores de los libros que leía; después, eran ellos, vueltos reales, los que se encaminaban rumbo al círculo donde estaba la recién llegada, a medias real enmascarada en su personaje casi demasiado puntual para ser cierto. Como casi todos los escritores realmente buenos, fue siempre un centro, alrededor del cual se organizaba el resto. En el personaje con el que se identificó operaba una dialéctica intrigante: estaba construido por rasgos secretos y que valían por el secreto, pero el personaje, por ser un personaje, estaba hecho para los demás, era público por esencia. El precipitado de esta contradicción fue el confesionalismo de su poesía, que administrado con suprema habilidad sirvió para alimentar el deseo creciente de acceder al centro que ella era.


Publicación original en http://www.elpais.es/suplementos/babelia/20010630/b14.html
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