MAX MERKEL SUSTITUYE A MARCEL DOMINGO. EL ATLETICO CAMPEÓN DE COPA



Echa a rodar de nuevo el balón y el Atlético se estrena en Toledo, el 14 de agosto de 1971, contra el titular de la Ciudad Imperial: Toledo 0, Atlético de Madrid 6. En Alicante, el 18 de agosto, Hercules 0, Atlético de Madrid 2. El día 22, en la ciudad castellonense de Villarreal, empate a tres goles, entre el Atlético de Madrid y el titular de la localidad. Benfica, Penarol, Valencia y Atlético de Madrid disputan en Cádiz, el Trofeo Carranza en la edición de 1971. Contra el Benfica, el Atlético empata a un gol, en la tanda de penaltys resuelven los lisboetas el encuentro a su favor. En el partido, para el tercer puesto frente al Valencia, ganan estos, por un gol a cero. La pretemporada es ya como el sueño de una noche de verano, el 5 de septiembre suena el pistoletazo de salida y comienza la gran carrera de la Liga. El Atlético juega en Vigo ganando por dos a uno, al Real Club Celta. Por los rojiblancos juegan, Rodri; Melo, Martínez Jayo, Calleja; Adelardo, Iglesias (Ovejero); Ufarte (Leal), Luis, Garate, Irureta y Becerra. La Copa de la UEFA comienza su "premier" madrileña con el encuentro entre el Panionios griego y el Atlético de Madrid. El equipo ateniense practica juego duro y violento que revervece en el Manzanares, el recuerdo de las piedras de la antigua Grecia, aunque aquellas eran gloriosas muestra de la cultura del imperio espiritual que ejerció en siglos, y lo de estos futbolistas es prueba de decadencia, de falta de fortaleza, el que da patadas es siempre el inferior. Con goles de Becerra e Irureta y del delantero centro griego Lais, el partido queda en dos a uno. Lo de Madrid fue poco para la agresividad con que los griegos se emplean en el Estadio Karaiskoris, de Atenas, que cuenta con la complicidad del arbitro rumano Pirvu y de uno de sus jueces de línea. Un penalty injusto, pitado por coacción ateniense, establece el uno a cero definitivo, quedando eliminado el Atlético por el doble valor de los goles a favor en campo contrario. Entre las ilusiones del comienzo de temporada del Atlético de Madrid y las realidades tangibles hay cierta distancia. El juego de luces y sombras del primer trimestre futbolistico rojiblanco, es un fenómeno tan común a los clubes, que puede asegurarse que hay muy pocos en el mundo que se libren cada temporada y los que por milagro se hallan indemnes lo sufren en la siguiente. Es moneda que viene corriendo desde el mismo día en que se invento el fútbol y se pararon a verlo una docena de espectadores. Esto ocurre en las mejores familias del fútbol español y de otros países. La gran familia rojiblanca en el breve plazo de dos meses, ve que su equipo, señalado como uno de los favoritos mas sólidos para ganar la Liga, pierde puntos mientras otros los suman, a las primeras de cambio ha sido eliminado de la Copa de la UEFA. Aquellos polvos trajeron estos lodos y el 3 de noviembre, estalla la bomba sorprendentemente para unos, pero no para otros, el cambio de entrenador. El austríaco Max Merkel sustituye a Marcel Domingo, el técnico que parecía consustancial con los triunfos atléticos en los últimos tiempos. Como en los túneles, la luz esta a la salida, lo negro ha quedado atrás. Comienza la escalada rojiblanca en la tabla clasificatoria de la Liga, el Atlético vuelve a hacer fútbol rápido y admirable, bien trazado desde atrás, con juego asombroso de conjunto, con cambio de posición, relevos y continua actividad con o sin balón. En su partido numero mil de la Liga, el Atlético de Madrid se enfrenta, el 5 de abril de 1971, con la Real Sociedad, de San Sebastián, en un festival de goles, los rojiblancos se imponen por cinco tantos a cero a los donostiarras. Un jugador emblematico del Atlético, una institución en el Club, Alfonso Aparicio. Ayer defensa de gran clase, autentico valladar, todo corazón y entrega a los colores rojiblancos, de manera que su presencia en el once colchonero, suponia medio equipo, tal era su aportacion moral de gran Capitán y su juego. Vuelve a la entidad colchonera para ocupar desde esta temporada de 1971-1972, el puesto de Delegado de Campo. En la recta final de la Liga, en la penultima jornada, el Atlético, vence por cuatro goles a uno al Real Madrid, en el Manzanares y cierra la competición en Sevilla, ganando al Real Betis, "viva manque pierda!", por tres goles a uno. La clasificación liguera final queda el Real Madrid Campeón por 47 puntos, segundo Valencia (45), F.C. Barcelona (43), Atlético de Madrid (39), Unión Deportiva Las Palmas (38), Granada C.F. (36), Club Deportivo Malaga (35), Real Sociedad (34), Atlético de Bilbao (34), Real Club Celta (33), Sporting de Gijon (32), Real Club Deportivo español (32), Real Betis (30), Real Club Deportivo de La Coruna (30), Burgos C.F. (29), Sevilla C.F. (27), Córdoba (25), Centro de Deportes Sabadell (23). Terminadas totalmente las obras, el Jefe del Estado, Generalísimo Franco y señora, acompañados del Príncipe de España, Juan Carlos de Borbon y el Presidente de las Cortes, Alejandro Rodríguez de Valcarcel, inaugura oficialmente el Estadio Vicente Calderón, el 23 de mayo de 1972, con motivo del partido de fútbol internacional entre la Selección Nacional Española y la de Uruguay. El encuentro concluye con una brillante victoria de los españoles, por dos goles a cero. En esta ocasión son base del conjunto español, cuatro jugadores del Atlético de Madrid, Ufarte, Garate, Irureta y Calleja. Si el 23 de marzo, es una fecha de gran efemérides en la historia del Club rojiblanco madrileño, la del 28 de mayo de 1972, permanecerá imborrable en la memoria de Enrique Collar uno de los mejores jugadores del Atlético de Madrid de todos los tiempos, como recuerdo de una jornada gloriosa, por el homenaje que le rinde el Atlético de Madrid y sus seguidores, en reconocimiento por sus diecinueve años de servicio a la Entidad. Autentico patrimonio de la historia viva del Atlético, quinientos partidos defendiendo los colores rojiblancos, con amor, clase y técnica especial, de futbolista emblematico del Atlético de Madrid y de la Selección Nacional. La Delegación Nacional de Deportes le otorga la medalla de plata al Mérito Deportivo y el Club la insignia de oro y brillantes. Numerosas peñas atléticas le obsequian con regalos. En honor suyo juegan las viejas glorias del Atlético con las del Real Madrid, a las que ganan por dos a uno. Destacando la presencia del legendario e inconmensurable Larbi Ben Barek, que en el recuerdo del túnel del tiempo, aún causa gran emoción volverle a ver con la camiseta rojiblanca, a la que tanta gloria ha dado. El Atlético actual se mide con el Bayern de Munich, que da una lección de fútbol, contrarrestada en muchos momentos por los rojiblancos. Los alemanes, brillante equipo, ganan por tres a dos, su alineación la forman: Maier; Hausen, Beckenbauer, Schwarzembeck; Britner, Krauthausen; Zobel, Hoeness, Kopen, Muller y Hoffman (Schneider). El Atlético, Rodri (Pacheco); Eusebio, Martínez Jayo (Ovejero), Quique; Adelardo, Iglesias; Ufarte (Salcedo), Luis, Garate (Orozco), Irureta (Cabrero) y Collar. Después de este paréntesis, otra vez el fútbol oficial, con la Copa en juego: octavos de final, 3 de junio, Atlético de Madrid 1, Unión Deportiva Las Palmas 0. El 10 de junio, Unión Deportiva Las Palmas 0, Atlético de Madrid 0. Cuartos de final, 17 de junio, F.C. Barcelona 0, Atlético de Madrid. El 24 de junio, Atlético de Madrid 1, F.C. Barcelona 0; semifinal, 29 de junio, Atlético de Madrid 4, Atlético de Bilbao 1. El 3 de julio, Atlético de Bilbao 3, Atlético de Madrid 1. Tras eliminar a cuatro grandes del Fútbol español los rojiblancos llegan a la Final, el 8 de julio, en el Estadio Santiago Bernabeu, frente al Valencia C.F., con victoria justa del Atlético, por dos a uno, goles de Salcedo y Garate por los Campeones y Valdez por los valencianistas. El Valencia jugo con Melendez; Vidagany, Barrachina, Martínez, Sodi; Anton, Lico, Adorno; Sergio (Claramunt), Quino y Valdez. El Atlético de Madrid, Rodri; Martínez Jayo, Ovejero, Calleja; Adelardo, Iglesias; Ufarte, Luis, Garate (Orozco), Irureta y Salcedo. Arbitro correctamente el colegiado vizcaino Ortiz de Mendivil. ...y Castellana abajo se vuelve a escuchar a todo pulmón, "¡aliron, aliron, el Atleti Campeón!"

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