En el fútbol están sucediendo cosas raras y hay temores de que el doctor Cabeza "tire de la manta y las ponga al descubierto". Por decir, "los presidentes no pintamos nada en el fútbol" y señalar errores directivos en la Real Federación Española de Fútbol, y en el arbitraje, de los que son víctima el Atlético de Madrid, inhabilitan al Presidente rojiblanco... con el fin de hacerle callar. En consecuencia el Club Atlético de Madrid decide cerrar el Palco de Honor en el partido inmediato que corresponde jugar frente al F.C. Barcelona, el 8 de marzo de 1981, en el Estadio del Manzanares. Pablo Porta en una "alcaldada" de las suyas, obliga a abrir el palco para que se sienten los directivos azulgranas. Alfonso Cabeza ve el partido en la grada rodeado de la hinchada rojiblanca. Gran encuentro que gana el Atleti por un gol a cero jugado bajo la sombra penosa del secuestro del barcelonista Enrique Castro "Quini". Por el F.C. Barcelona juegan, Artola; Ramos, Olmos (Albadalejo), Alexanco, Zubiria; Estella, Schuster, Martínez (Carrasco); Simonsens, Ramírez y Esteban. Por el Atlético de Madrid, Navarro; Sierra, Balbino, Arteche, Julio Alberto; Ruiz, Robi, Quique; Marcos, Ruben Cano (López), Rubio (Dirceu). En la carrera hacia el titulo el Atleti se escapa, en la jornada veintisiete cuenta con 39 puntos, cuatro mas que el F.C. Barcelona, segundo clasificado. Nadie se pone de acuerdo en la reunión de Presidentes de Clubes en la Real Federación Española, que se celebra el 12 de marzo. El azulgrana José Luis Nuñez polemiza con el madridista Luis de Carlos, argumentan falacias sobre el asunto de primas a terceros. Cuando tratan el asunto del Presidente del Atlético de Madrid, doctor Cabeza, es el único punto, que todos aprueban en concordancia con la sanción. En la madrileña calle Alberto Bosch, a espaldas del Museo del Prado, ante la vigilancia policial que ha solicitado la Federación, que en conciencia, quien algo ha hecho algo teme, la hinchada rojiblanca grita: "A pesar de Porta y sus chupones, seremos campeones". Los seguidores del Atleti, en otra hora aletargados, están de nuevo contentos y al lado de su Presidente. La afición atlética ha vuelto a ser aquella de la final de Bruselas (año 1974), del final de Liga del 19 de abril de 1973, en Sabadell, la del día del Cagliari, en el Manzanares, la misma de la final de Copa Intercontinental, (año 1975). En el Hotel Melia-Castilla, el 21 de marzo, todas las penas atléticas le dedican a Alfonso Cabeza un homenaje en el transcurso de una cena multitudinaria. Mientras andan a tarjetazo limpio los árbitros, enfrentados en dos facciones, los del comité que preside José Plaza y los de la Asociación (A.N.A.F.E.) de Jacinto de Sosa y Donato Pes Pérez. Un autentico cisma con intentos de agresión y enfrentamientos, llamándose unos a otros "hijos de Plaza", "hijos de la A.N.A.F.E.". El arbitraje mas canallesco que un club de fútbol haya sufrido en su historia no tiene parangón con el realizado por el colegiado andaluz Manuel Alvarez Marguenda, el 5 de abril de 1981, en el Estadio del Manzanares. De vergüenza!, partido de Liga, jornada XXI, el Atlético de Madrid primero en la clasificación con cuarenta puntos, frente al Real Zaragoza situado en la mitad de la tabla, ya sin aspiraciones y sin peligro en puestos comprometidos del descenso. El conjunto mano se emplea con excesivo ímpetu, violento, como si en el trance disputase un logro supremo, distinguiéndose por su agresiva dureza el defensa Casasus, que parecía haber desenterrado el hacha de guerra. A los pocos minutos de empezar se retira lesionado Ruben Cano. El colegiado Manuel Alvarez Marguenda, de tan triste recuerdo, consiente las brusquedades zaragocistas y les perdona dos evidentes penaltys. Contra esa tolerancia, castiga con excesivo celo cualquier lance de los rojiblancos e incluso expulsa a Marcos y a Robi, pues no tolera que se quejen, dejando al Atleti con nueve jugadores. El arbitraje de Alvarez Marguenda tendencioso, injusto, provocador, irrita y solivianta a la parroquia colchonera hasta que pierde la paciencia y la cordura. Sobre el césped caen almohadillas, botes y se derriba la valla de la lateral en un intento de invasión del campo. Después de aquel partido la gente se pregunta: Habrá algún complot para desestabilizar al Atlético de Madrid? El entrenador rojiblanco al final del partido dice "nos hemos despedido del titulo. Nos han destrozado el equipo. "He llegado a pensar en dejar el fútbol". Alfonso Aparicio exjugador, delegado de campo en el Manzanares comenta, "esto es un ataque personal de Pablo Porta y José Plaza hacia Alfonso Cabeza". El jugador Robi aduce "esto es un robo descarado". Juan Carlos Arteche denuncia "mientras tengamos a la mafia contra nosotros, nunca podremos ser campeones". En la entrada de los vestuarios se suceden agresiones, insultos y amenazas. Alfonso Cabeza declara, "esto es una conspiración. Pero no pienso irme del fútbol". El Comité de Competición clausura por un partido el Estadio Vicente Calderón. Entre lesionados, sancionados por tarjetas y expulsión el Atlético de Madrid no tiene jugadores disponibles para el partido de Liga, en Mestalla, contra el Valencia C.F. En la penúltima jornada el 19 de abril, Real Madrid, Atlético de Madrid se enfrentan en el Bernabeu, el doctor Cabeza propone a la hinchada rojiblanca reunirse a la hora del encuentro en las gradas del Estadio del Manzanares y comer una buena tortilla de patatas en familia, mientras se escucha por el transistor las incidencias de lo que suceda allí, Paseo de la Castellana, entre las calles Concha Espina y Rafael Salgado. Gran poder de convocatoria, en torno a Alfonso Cabeza, se reúnen mas de cinco mil socios rojiblancos en el Estadio a orillas del Manzanares. La tortilla sabe mejor que el desenlace del encuentro, dos a cero a favor del Real Madrid. No hay nada que hacer, el daño estaba hecho anteriormente. El Atlético de Madrid solo tiene la posibilidad real de la verdadera desilusion. Desilusión con rabia, con indignación por todo lo sucedido. Clausurado el Estadio Vicente Calderón por un partido, la última jornada de Liga, el encuentro contra el Osasuna, se organiza en el Campo Carlos Belmonte, de Albacete, termina con empate a cero. La clasificación final de la Liga de 1980-1981, proclama Campeón a la Real Sociedad de San Sebastián con 45 puntos, Real Madrid (45), Atlético de Madrid (42), Valencia C.F. (42), F.C. Barcelona (41), Real Betis (40), Sporting de Gijon (38), Sevilla C.F. (37), Athletic de Bilbao (35), Real Club Deportivo Español (34), Osasuna (32), Real Valladolid (31), Hercules C.F. (30), Unión Deportiva Las Palmas (28), Real Murcia (23), Unión Deportiva Salamanca (21), Almería (19). La Copa rueda por otros derroteros para el Atlético de Madrid, en las primeras eliminatorias se enfrenta al modesto equipo madrileño Moscardó, al Calvo Sotelo de Puertollano, también elimina al Real Oviedo y en la próxima ronda, eliminatoria entre vecinos. En Vallecas, el Rayo gana por tres a cero al Atlético de Madrid y en el Manzanares, los rojiblancos por dos a cero, resultado insuficiente para continuar. En la sede del Atlético de Madrid se recibe un telegrama del Secretario de la Real Federación Española de Fútbol, Agustín Domínguez dirigido al Presidente Alfonso Cabeza, anunciando para el 5 de mayo, la visita de la Comisión Organizadora del Campeonato del Mundo, F.I.F.A., España 1982, presidida por el doctor Havelange, Presidente de la Federación Internacional, acompañado de Pablo Porta, Raimundo Saporta, Presidente y miembros del Real Comité Organizador Español, para visitar las instalaciones del Estadio Vicente Calderón. Por falta de licencia municipal, siempre los complicados tramites burocráticos del Ayuntamiento, no se ha podido hacer todavía ninguna remodelación. El Presidente rojiblanco explica sobre la maqueta del Estadio, al Presidente de la F.I.F.A., todas las obras de acondicionamiento previstas. En esta visita al Estadio es notoria la ausencia de Pablo Porta que había anunciado su asistencia, pero este viejo zorro, por no encontrarse con Cabeza prefiere quedarse en Barcelona aunque de plantón al mismo Presidente de la F.I.F.A.. En las postrimerías de la temporada, el Atlético de Madrid gana el Trofeo Ibérico de Badajoz, en su XV edición, tras vencer, el 5 de junio de 1981, en el Campo del Vivero al Badajoz por un gol a cero y el día 7, al Real Club Deportivo Español por cuatro a uno.