Lo más sobresaliente a nivel individual en el Campeonato Nacional de Liga de 1990-1991, lo realiza Abel Resino, guardameta del Atlético de Madrid, formidable garantía de seguridad del portal rojiblanco, recortada silueta en el aire, ágil y felina estirada, airoso bracear y reflejos rápidos para atrapar el balón o escorarlo. Tras mantener su meta imbatida por espacio de 1.275 minutos bate el récord mundial de imbatibilidad, hasta entonces en poder del internacional italiano, el mítico Dino Zoff. En España, lo tenia Manolo, portero del Tenerife, cuando defendía la meta de la Sociedad Deportiva Ceuta, en Segunda División B. La marca rubricada por Abel queda registrada en el Guinness con los récords mundiales más sobresalientes. El gol que cerró la racha imbatida de Abel, lo marco Luis Enrique en el encuentro Sporting de Gijon, Atlético de Madrid en la jornada 26, el 1 de abril, en el Estadio del Manzanares que termino con el resultado de tres goles a uno. La ruta por la Competición de la Copa del Rey, la inicia el Atlético en octavos de final, frente al Real Madrid. En el Estadio Santiago Bernabeu, el 7 de septiembre de 1991, empatan a uno los grandes rivales matritenses. El 27 de febrero, en el Manzanares, el Atlético vence por un gol a cero al equipo madridista. El Atlético salva otro escollo en la Copa: el 13 de junio, vence al Real Valladolid, en el Estadio Nuevo Zorrilla, por dos goles a cero, que no pueden superar los pucelanos, pese a ganar el 16 de junio, por uno a cero en el Manzanares. El entrenador Ivic, hombre simpático, de talante nervioso y vehemente tiene diferencias con la plantilla En estos casos por razones de número, siempre pierde el técnico, sea quien sea. Razón por la cual Ivic se marcha del Atlético. El martes 18 de junio, Ovejero, segundo entrenador se hace cargo de la dirección del equipo. El jueves 20, en el Camp Nou, con goles de Futre y Manolo, el Atleti da el gran avance hacia la final. El domingo 23, con dos a cero a favor todo parece fácil, esa diferencia queda compacta y débil como un corcho flotando, cuando a los veinticuatro minutos el F. C. Barcelona ha igualado la eliminatoria con sendos goles de Julio Salinas. A sufrir! Marca Pachi Ferreira y Koeman vuelve a empatar, el pánico embarga a los seguidores atléticos, pero el Atlético se transforma, pone genio en los momentos más difíciles y Manolo marca el gol que da el pase definitivo a la final. Entusiasmo general ¡ a gozar!". Tos azulgranas rezuman malhumor cuando ven que se les escapa la supuesta prenda segura, por sus malos modos son expulsados del terreno de juego Nando, Ferrer y Koeman y del banquillo Cruyff.