El 29 de junio de 1991, llega el laurel del triunfo al cuarto proyecto de Jesús Gil. El Atlético de Madrid, Campeón de Copa. El marco del Santiago Bernabeu Abarrotado de publico, escenario de la final frente al Real Mallorca donde llega la recompensa buscada y trabajada. Dos jugadores madrileños, natos y netos, elaboran y materializan el gol que significa la victoria que hace feliz a Jesús Gil, a los jugadores y a toda la gran familia rojiblanca. Sabas coge el balón, llega al área, con vista y precisión cede a Alfredo, fuerza, coraje y saber estar, no duda en rematar sobre la marcha ante el guardameta balear. Un gol que vale un Campeonato, Sabas, Alfredo, Alfredo, Sabas, tanto monta, monta tanto, dos tíos!, viva Madrid que es mi pueblo!... y todos hasta la plaza de Canovas del Castillo, a cantar el ¡ alirón, alirón el Atleti es Campeón! junto a Neptuno, socio de honor del Atlético de Madrid y miembro del Frente Atlético. Del grupo de hinchas se adelanta un muchacho y encaramándose coloca al dios del Mar una bufanda rojiblanca y en su tridente una bandera. La algarabía y el entusiasmo es desbordante. Se iluminan y abren los balcones de los dos grandes hoteles de cinco estrellas de la plaza, Palace y Ritz con curiosos asombrados por aquel espectáculo tan singular. Suenan las bocinas de los coches, vítores, que se multiplican cuando llega el autocar con el Presidente, los jugadores y la Copa. De allí al Estadio del Manzanares, continua la cabalgata desbordante de alegría colchonera. Con arbitraje de Ramos Marcos los equipos se alinearon así: los Campeones con Mejias; Tomas, Ferreira, Juanito, Solozabal, Toni; Schuster, Vizcaino, Orejuela (Alfredo); Manolo; Futre (Sabas). Por el Real Mallorca, Subcampeon, Ezaki; Pedraza, Del Campo, Fradera, Serer; Parra, Marcos (Alvaro), Armando; Soler, Nadal, Hassan (Claudio). En la temporada de 1991-1992, Luis Aragonés "el sabio de Hortaleza" vuelve a entrenar al Atlético de Madrid. Se concede la baja a Juan Carlos que ha escuchado los cantos de sirena del F.C. Barcelona y se marcha a vestir de azulgrana. Julio Prieto, jugador madrileño, muy querido en el Club desde su ingreso de juvenil, ha cumplido una etapa de profesional cabal, quiere aprovechar el tiempo que aun le queda de futbolista y se enrola en el Mérida. El cuadro rojiblanco queda compuesto por Abel, Mejias, Diego, Tomas, Ferreira, Juan Manuel López, Juanito, Roberto Solozabal, Pedro, Toni, Alfredo, Donato, Schuster, Vizcaino, Antonio José Orejuela, Aguilera, Juan Sabas, Manolo, Futre y Manuel Alfaro, mas los incorporados Gabriel Moya, madrileño, procedente del Real Valladolid, Miguel Soler, cedido por el F.C. Barcelona y Sebastian Losada que ha causado baja en el Real Madrid. Gerhard Rodax y Pizo Gómez no entran en los planteamientos de Luis Aragonés, el austríaco marcha traspasado al Rapid de Viena y el eibarres se va cedido una temporada al Real Club Deportivo Español de Barcelona. Todavía en plena canícula, el Atlético de Madrid inicia el rodaje en busca de la puesta a punto. El 6 agosto, haciendo un regate a los calores de la noche disputa la Copa Ibérica en Lisboa al S.L. Benfica, con empate a uno. El partido de vuelta se juega, el día 13 de agosto, en Marbella. Atlético de Madrid tres, S.L. Benfica, dos. En Huelva, el Atlético de Madrid conquista el Trofeo Colombino tras vencer al Sevilla C.F. por uno a cero y el 11 de agosto, en la final, al Spartak de Moscú, por dos goles a uno. En la tercera edición del Trofeo Ciudad de Tenerife, el 17 de agosto de 1991, el Atlético de Madrid juega la clasificación con el C.A. Newels Old Boys, de Argentina, perdiendo por dos goles a cero. En el partido de consolación, el día 18, tampoco rueda bien el balón para los rojiblancos que pierden por cuatro a uno, ante el Club Deportivo Tenerife. La nota mas discordante en este trofeo, la da el colegiado canario Brito Arceo por sus equivocaciones de bulto, perjudicando al Atleti. En Cádiz, ciudad blanca y luminosa, nueva cita rojiblanca, el 24 de agosto con el Trofeo Carranza frente al Sevilla C.F. Al finalizar el tiempo reglamentario del partido clasificatorio el marcador registra empate a uno. Por penaltys gana el equipo madrileño. El día 25, la final ante el Cádiz, concluyendo dos a uno a favor del Atleti. El espléndido Trofeo viaja a Madrid, a los anaqueles del Estadio del Manzanares. Aquella noche por Puerta Tierra y Barrio de Santa María, los gitanillos de bronce, majeza y alegría, cantan por alegrías a los muchachos del Frente Atlético: En el Estadio der Caí viva el gato y la gata, ha ganado el Atleti. ¡Cádiz, Tacita de Plata! En la XIX edición del Trofeo Villa de Madrid, en la noche del 11 de septiembre, en el Estadio del Manzanares se enfrenta A.C. Milán y Atlético de Madrid. De manera esperanzadora y supersónica arranca el Atlético en la Liga de 1991-1992, seis jornadas sumando todos los puntos en juego, ni un empate. En la Recopa europea 18 de septiembre, en Bergen contra el Fylligen, Campeón de Noruega, los rojiblancos ganan por un gol a cero. En el Estadio del Manzanares el miércoles 25 de diciembre de 1991, el Atlético de Madrid celebra Asamblea extraordinaria para explicar a los socios la solución final de convertir al Club en Sociedad Anónima Deportiva, de la que todos pueden ser accionistas. También se explica la diferencia entre accionista y abonado. Abonado solo sirve para ser espectador de los partidos, el accionista participa en el patrimonio del Club. En Madrid, el 2 de octubre, golean a los noruegos por siete goles a dos. Como en dulce valle de idílicos sueños, el Atlético de Madrid espera la eliminatoria con el Manchester United, Campeón de la Recopa de la temporada anterior. El encuentro con el Campeón Ingles desborda la expectativas, no se televisa en desacuerdo por unas diferencias economicas entre el Club y Televisión Española. Vibra la hinchada rojiblanca y muerde la esperanza. El equipo Atlético sale por todas, no da tregua. Las campanas vuelven a tañir a gloria, el Atlético es el equipo de coraje, de la entrega total, del juego trenzado, hecho con tiralineas. Un portento de partido que gana por tres goles a cero, sobra tiempo para no ser esclavos del minuto. Cuando al Atleti le sale "su" partido, es único, no hay quien pueda con el equipo rojiblanco, clase nocturna de fútbol, autentica lección. En Manchester, empate a uno, eliminatoria resuelta para la ronda siguiente.