El Presidente rojiblanco no cesa en defender al Atlético y en autodefenderse de la campaña contra el equipo y su rector. Acosan y atacan desde distintos frentes, por no doblegarse a ser comparsa, ni gregario de nadie, por denunciar los chanchullos, las irregularidades, todo a pecho descubierto y sin pelos en la lengua, llamando a las cosas por su nombre y calificando con adjetivos adecuados a los histriones de la farsa futbolística. Los corifeos de los estamentos futbolisticos nacionales y de la UEFA inhabilitan a Jesús Gil por sus constantes denuncias por cuanto de irregular ocurre en el fútbol y en los arbitrajes de este. En momentos viscerales se dicen palabras fuertes y siempre hay correos, que sin perder tiempo, llevan la información urgente para echar mas leña al fuego. Jesús Gil Marin, Vicepresidente primero del Atlético de Madrid, ejerce las funciones de Presidente. El exceso de retransmisiones televisivas de partidos de fútbol, es evidente que resta espectadores a los estadios, mermando los ingresos de los clubs que tienen que mantener nóminas muy costosas. Jesús Gil da la voz de alarma de hecho tan evidente, pero nadie más dice nada. En privado muchos dan la razon a Gil, despues le dejan solo ante el peligro. No importa, "ladran luego cabalgamos", el Atlético gracias a la postura tan cidiana de su Presidente lo respetan. Los arbitros saben que quien es serio y no actua falazmente, cuenta con el respaldo del Atlético de Madrid. Jesús Gil pide justicia, hasta admite el error humano, pero no la perseverancia en el mal trato de los colegiados sobrepasandose en las tarjetas y errores de bulto con el equipo rojiblanco.