El año 1993, año del Noventa Aniversario del Club Atlético de Madrid, en el fervor de la memoria, tenemos los rojiblancos una sensación de satisfacción. Acumulados triunfos y títulos de campeones, se ha logrado la aportación económica para las acciones de la sociedad anónima deportiva, que exige la nueva Ley del Deporte, existe una planificación del Club que merece el apoyo del enorme numero de Atléticos que lo son, pero no se integran totalmente. Queda el desarrollo de la Liga, de la Recopa y de la Copa del Rey, tres competiciones que de su categoría nace el estímulo de lucha del Atlético en los tres frentes deportivos. El Presidente Jesús Gil y Gil, autentico adalid del Atlético de Madrid, con su mayoritario paquete de acciones y su tenacidad, ha logrado que el Club rojiblanco madrileño sea la realidad exigida de sociedad anónima deportiva y que se encuentre en la cúpula del fútbol español, europeo y mundial, se le respete y considere. Ha vencido en su pelea por romper los favoritismos, privilegios y canongias caciquiles del mundo del fútbol. "Del Atlético de Madrid, no se burla nadie", la frase se ha cumplido y los conceptos son, como es debido. Hubo días en que algunos se frotaron las manos, pensando perversamente, en la desaparición del Atlético de Madrid, anunciaban una situación caótica con ruina económica. A los pájaros de "mal aguero" hay que repetirles la frase del Tenorio, "los muertos que vos matáis, gozan de buena salud". Ahí están dando el aldabonazo los 90 años del gran Atlético de Madrid, club castizo, querido y admirado, por vernáculos, anexionados y periféricos. En la balanza de estos años, pesa el saldo positivo. El Atlético de Madrid siempre ha practicado el mejor fútbol. Se crece ante la adversidad y sus seguidores no rompen nunca el carnet de socio, ni renuncian de sus simpatías. Cuando el Atleti juega con genio derrota al equipo mas capaz. En su bohemia futbolistica, el Atleti cautiva, es temperamental, original, hace sufrir y gozar, tiene el carisma de la personalidad de los toreros gitanos, señorio, sentimiento y sencillez. El Atlético de Madrid polariza simpatías y ha sido admirado por el conjunto de jugadores y alineaciones que el Club ha presentado a través de su historia.