UNIVERSIDAD YACAMBU

ESTRATEGIAS DE INVERSION

Trabajo Nro. 2

Janeth C. Briceño R

 

 

El mercado de valores venezolano ofrece una variedad de oportunidades de inversión. Este ambiente es favorecido por una legislación promotora y la presencia de nuevos participantes e instituciones modernas y profesionales.

En Venezuela existen tres bolsas, sin embargo la más representativa es la Bolsa de Valores de Caracas – BVC. En esta bolsa se negocian tanto valores representativos de deuda como acciones, tal como se observa en el siguiente cuadro:

MONTOS NEGOCIADOS POR INSTRUMENTO
(en Millones de Bolívares)

 

ACCIONES

BONOS
PUBLICOS

BONOS
BRADY

OTROS

TOTAL

1997

1.928.516

70.048

726.380

11.497

2.736.441

1998

840.851

91.308

801.111

10

1.733.280

1999

575.447

47.016

269.702

0,02

892.166


En el mercado de valores venezolano participan:

a.

Comisión Nacional de Valores. Organismo de carácter público, creado por la Ley de Mercado de Capitales, con el objeto de regular, vigilar y fiscalizar el mercado de capitales.

b.

Bolsas de Valores: Bolsa de Valores de Caracas, Bolsa de Valores de Maracaibo y Bolsa Electrónica de Valores.

c.

Casas de Bolsa. Intermediarios que actúan en las Bolsas. Deben estar dirigidas por un corredor público de títulos valores.

d.

Caja Venezolana de Valores C.A. Entidad especializada en el depósito, custodia, liquidación y compensación de valores.

e.

Empresas Emisoras de valores, obligaciones y otros documentos. Se puede consultar un directorio de emisoras de valores negociados en la BVC en www.caracasstock.com/newpage/spanish/5.htm

f.

Corredores Públicos de Títulos Valores. Son personas naturales o jurídicas que realizan operaciones de corretaje con acciones, bonos y otros títulos valores, dentro o fuera de la bolsa. Deben ser autorizadas por la Comisión Nacional de Valores.

g.

Administradoras de Fondos Mutuales. Sociedades anónimas que tienen por objeto la inversión en títulos valores.

h.

Agentes de Traspaso. Entidades autorizadas a llevar los libros de accionistas o a emitir certificados de acciones, provisionales o definitivos de una empresa.

i.

Asesores de Inversión. Personas especializadas en asesorar al público en materia de inversiones en el Mercado de Capitales. Deben contar con autorización de la Comisión Nacional de Valores.

j.

Calificadoras de Riesgo. Entidades especializadas en establecer los niveles de riesgo de los diversos valores negociables en el Mercado de Capitales.

k.

Asociación Venezolana de Casas de Bolsa (AVCB). Agrupa a Casas de Bolsa.

l.

Asociación Venezolana de Corredores de Bolsa. Organización sin fines de lucro que agrupa a Corredores Públicos de Títulos Valores.

m.

Asociación Venezolana de Sociedades Emisoras de Valores (Aveseval). Agrupa a emisores de valores con el objetivo de promover la emisión de valores tanto en Venezuela como en el exterior.

n.

Los inversionistas institucionales e individuales. Todas las personas y empresas que tienen dinero excedente y que desean invertirlo en valores.

 

1. Valores que se pueden negociar

Valores representados por certificados y valores representados por anotaciones contables

a.

Valores representados por certificados

El emisor lleva el registro en el que inscribe a los propietarios de valores a favor de quienes emite los certificados correspondientes. Las acciones se encuentran mayoritariamente bajo esta forma.

Es usual la emisión de documentos denominados “traspasos” que sirven como prueba de la propiedad de acciones cuando el emisor demora en la emisión de los certificados definitivos.

b.

Valores representados por anotaciones en cuenta

Los valores no son representados mediante certificados sino mediante anotaciones en cuenta (similar a un depósito bancario). Bajo esta forma se encuentran los Títulos de Estabilización Monetaria (TEMs) emitidos por el Banco Central de Venezuela así como los Bonos Brady y los Bonos Globales.

Esta forma de representación facilita la negociación así como:

-

Desaparece el riesgo de deterioro, pérdida y falsificación de valores.

-

Desaparecen los costos e ineficiencias asociados a la custodia de certificados (bóvedas, pólizas de seguros, sistemas de seguridad contra robo e incendio, entre otros).

-

Permite al inversionista comprar y vender valores en un mínimo de tiempo.

-

Evita distorsiones en los precios, generadas por la demora en la entrega de los certificados emitidos tanto por compras como por la entrega de derechos en acciones.

-

Desaparecen los costos para los emisores de emisión de certificados y registro de transferencias (compras y ventas)

Valores al portador y nominativos

a.

En los valores al portador no aparece el nombre del propietario. Bajo esta modalidad se emiten instrumentos de deuda como Public Debt Bonds (DPN), Capital Credit Certificates (TCC), Interest Credit Certificates (TCI), y los TEMs.

b.

En cuanto a los valores nominativos, los propietarios de los valores deben ser registrados en los libros de la empresa. Las acciones deben ser nominativas.

Valores que pueden emitirse

En cuanto a los valores que se pueden emitir en el mercado de valores venezolano tenemos:

Acciones

a.

Acciones comunes, ordinarias o de capital.

Las acciones deben ser nominativas y deben registrarse en la Comisión Nacional de Valores.

b.

Acciones preferentes.

Estas acciones garantizan a sus propietarios el derecho a recibir dividendos preferenciales fijados por la empresa. Normalmente no tienen derecho a voto. En caso las empresas generen utilidades, éstas deben distribuir dividendos a las acciones preferenciales antes que a las acciones comunes.

c.

Derechos de suscripción preferente.

Otorgan a su propietario el derecho preferencial de suscribir nuevas acciones o bonos convertibles, según sea el caso.

Las acciones emitidas por la empresa como resultado de un aumento de capital a través de nuevos aportes, podrán ser suscritas por los actuales propietarios en proporción al valor nominal de las acciones que posean.

Fondos Mutuales

Los fondos mutuales son patrimonios integrado por aportes de personas y empresas para su inversión predominantemente en valores de oferta pública. Son supervisados por la CNV.

Bonos

Son valores de deuda emitidos a plazos superiores a un año. Pueden inscribirse en una bolsa o negociarse fuera de ella.

Entre las emisiones de bonos tenemos:

a.

Bonos del Gobierno

Emitidos por el Gobierno o agencias gubernamentales. Su vencimiento fluctúa entre 27 días y 30 años.

Destacan los Títulos de Estabilización Monetaria (TEMs) emitidos por el Banco Central de Venezuela. Se emiten en Bolívares, y tienen vencimiento entre 7 y 157 días. Son colocados al descuento y no pagan intereses.

b.

Bonos de Deuda Pública Nacional (DPN)

Emitidos en Bolívares por la República de Venezuela. Su vencimiento fluctúa entre 90 y 230 días. Pagan intereses que son calculados trimestralmente y pagados cada semestre.

c.

Bonos Brady

Emitidos por la República de Venezuela. Son negociados en el mercado secundario local e internacional. El valor mínimo de negociación es US$250,000, y su vencimiento fluctúa entre 15 y 20 años. Los intereses son pagados semestralmente.

d.

Bonos Globales

Emitidos por la República de Venezuela. Son similares a los Bonos Brady.

e.

Capital Credit Certificates(TCC) - Interest Credit Certificates (TCI)

Emitidos en dólares norteamericanos por el Banco Central de Venezuela. No hay monto mínimo de negociación para estos instrumentos. Los intereses son pagados cada 13 de Diciembre. El vencimiento fluctúa entre 15 y 20 años en el caso de los TCCs, y de 4 a 9 años para los TCIs.

f.

Bonos de Defensa

Emitidos en dólares norteamericanos por el Ministerio de Defensa de Venezuela. Son negociados en los mercados secundarios local e internacional. Los intereses son pagados semestralmente.

g.

Bonos Corporativos

Emitidos por empresas venezolanas para financiar determinadas operaciones, capital de trabajo o proyectos, entre otros. Los vencimientos son variados.

Mercado de dinero

Entre los valores negociados en el mercado de dinero venezolano tenemos:

a.

Certificados de Depósito. Emitidos al portador por entidades financieras con el respaldo de depósitos a mediano y largo plazo, normalmente a plazo fijo y con una tasa de interés predeterminada.

b.

Papeles Comerciales. Emitidos por empresas a corto plazo.

2. Derivados Financieros

Definición
Los derivados financieros como su nombre indica son productos que derivan de otros productos financieros. En definitiva los derivados no son más que hipotéticas operaciones que se liquidan por diferencias entre el precio de mercado del subyacente y el precio pactado.

Este mercado en nuestro país está regulado por MEEF Renta Variable en Madrid y MEEF Renta Fija en Barcelona. Este organismo hace las funciones de cámara de compensación entre los partícipes liquidando las posiciones diariamente.

Existen otra serie de derivados donde no existe una cámara de compensación que se liquidan directamente a su vencimiento, si bien podemos deshacer la operación vendiendo o comprando la operación contraria en cada momento.

Finalidad de los derivados

Se trata de productos destinados a cubrir los posibles riesgos que aparecen en cualquier operación financiera, estabilizando y por tanto concretando el coste financiero real de la operación. Por supuesto y puesto que se trata de productos con un efecto palanca muy elevado, pequeñas inversiones pueden generar substanciosos beneficios y a la inversa en su gran mayoría son operaciones de especulación pura.

Algo a tener muy en cuenta es que se trata de un juego de beneficio cero. Cuando invertimos en bolsa nos encontramos con que cuando la bolsa sube todos ganan y cuando la bolsa baja todos pierden, en los derivados cuando yo gano alguien pierde y a la inversa; las ganancias de un contratante son las pérdidas de otro.

Tipos de Productos derivados


Los Futuros

El futuro no es más que una promesa, un compromiso entre dos partes por el cual en una fecha futura una de las partes se compromete a comprar algo y al otra a vender algo, aunque en el momento de cerrar el compromiso no se realiza ninguna transacción.

Las Opciones

La Opción es un derecho a comprar o vender algo en el futuro a un precio pactado, a diferencia de los futuros en las opciones se requiere el desembolso de una prima en el momento de cerrar la operación. Las opciones además podrán ser opciones de compra, CALL o de venta PUT.

Diferencias entre Opciones y Futuros


- En los Futuros no se paga nada en el momento de su contratación con la salvedad de tener que establecer una garantía.

- La contratación de una Opción exige el pago de una prima, y en algunos casos el establecimiento de una garantía.

- Cuando realizamos un contrato de Futuro nos encontramos con que contraemos una obligación o compromiso, siendo el riesgo adquirido al igual que las posibles ganancias importante.

- Cuando realizamos un contrato de Opciones estamos cerrando mucho más nuestra posición debido a que en vez de fijarnos un compromiso con potenciales beneficios o pérdidas, adquirimos un derecho con un pérdida limitada al valor de la prima y unos beneficios ilimitados.

 

3. Modelos de valorización de activos financieros

Al accionista se le plantea un dilema a la hora de invertir, ya que puede obtener rentabilidad a costa de un cierto riesgo. Pero, además, se encuentra con la dificultad a la hora de estimar en forma razonable la rentabilidad y riesgo de las diversas acciones y activos en general. Aquí entra en juego la teoría de carteras, a través del Modelo de Valoración de Activos, conocido como CAPM o Capital Asset Pricing Model, el Modelo de Valoración por Arbitraje (Arbitrage Pricing Theory o APT) y modelos multifactoriales.

 

El Capital Asset Pricing Model (CAPM)

¿Qué dice el CAPM?

 a) La rentabilidad  debe ser proporcional al riesgo: a mayor rentabilidad, mayor riesgo, y viceversa. Si no quieres correr ningún riesgo, invierte en letras del Tesoro y obtendrás la rentabilidad libre de riesgo. Si inviertes en un activo con riesgo (una acción), esperas obtener la rentabilidad libre de riesgo más una prima de rentabilidad o prima de riesgo.

La rentabilidad esperada de una acción será:

 

b) El riesgo total de una acción (variabilidad en su precio) puede dividirse en sis­temático y no sistemático. El riesgo sistemático es el que se debe a la bolsa: una acción sube porque sube toda la bolsa. Por otra parte, tenemos el riesgo no sistemático, que es la variación en el precio de la acción debida a causas exclusivas de la propia empresa. Sabemos que este riesgo se puede eliminar diversificando la cartera. Por tanto, el accionista no debería esperar ninguna prima de rentabilidad como consecuencia de este riesgo, ya que es un riesgo que podría eliminar si quisiera.

El coeficiente que relaciona el riesgo de mercado con el riesgo sistemático de la acción, se denomina beta.

De lo expuesto se concluye que la prima de riesgo de una acción debe ser proporcional a su riesgo sistemático. Si la acción tiene b veces más riesgo sistemático que el mercado, su prima de riesgo debe ser b veces la prima de riesgo del mercado.

    O también:

 

 Según el CAPM, la acción no debería aportar riesgo «no sistemático», pues éste quedaría eliminado por la diversificación.

Para aclarar el tema, citaremos a Brealey y Myers:

“Si la cartera elegida es eficiente, ha de existir una relación lineal entre la rentabilidad esperada de cada acción y su contribución marginal al riesgo de la cartera. El inverso es cierto también: si no existe una relación lineal, la cartera no es eficiente.”[2]

“...en el modelo de equilibrio de activos financieros subyace la hipótesis de que la cartera de mercado es eficiente. Como ya hemos visto, esto será así si cada inversor tiene la misma información y dispone de las mismas oportunidades que todos los demás. En estas circunstancias, cada inversor debiera tener la misma cartera que los demás, en otras palabras, todos los inversores invertirían en la cartera de mercado.”[3]

Gráfico Nº 2.1

 

 Este modelo fue desarrollado a partir de la teoría de Optimización de carteras de Markowitz, por Sharpe, Lintner y Mossin a mediados de los años sesenta. Al mismo mode­lo llegó Ross en 1976, pero deduciéndolo de distinto modo, cuando formuló su teo­ría conocìda como APT o Modelo de Valoración por Arbitraje

 Supuestos del CAPM:

A-    Los inversores buscan formar carteras eficientes, dado que son aversos al riesgo.

B-    Todas las inversiones tienen, para su planificación, el mismo período, por ejemplo, un trimestre, un año, etc. El CAPM, al igual que el modelo de cartera, es uniperiódico.

C-    Los inversores tienen expectativas homogéneas, por lo tanto, visualizan idénticas funciones de probabilidad para los rendimientos futuros.

D-    Existe un mercado de capitales perfecto, lo que implica:

Ø     Todos los activos son perfectamente divisibles y comercializables;

Ø     No hay costos de transacciones  ni de información.

Ø     No existen impuestos;

Ø     Cada comprador o vendedor tiene efectos prácticamente insignificantes sobre el mercado;

Ø     Existe cualquier cantidad de dinero para prestar o pedir prestada a una misma tasa de interés para los inversores;

E-     Existe una tasa libre de riesgo e ilimitadas probabilidades de prestar y pedir prestado a una tasa.

F-     No existe la inflación.

 Puesta en práctica del CAPM

 Hemos expuesto ya que el CAPM postula que la prima de riesgo de una acción depende de la prima de riesgo del mercado. Esta relación se expresa a través del coeficiente beta.

 

Donde:

(rs-rf): Prima de riesgo de la acción en el pasado, es la variable dependiente o a explicar.

(rm-rf): Prima de riesgo del mercado en el pasado, es la variable independiente o explicativa.

e: Errores o residuos.

 “Dado que es la pendiente de la recta, beta muestra en qué medida los rendimientos de un activo, compilados históricamente, cambian sistemáticamente con las variaciones en los rendimientos del mercado. Por ello se considera a beta como un índice del riesgo sistemático debido a las condiciones generales del mercado que no pueden ser eliminadas por la diversificación.”[4]

Si beta es mayor que 1, las acciones subirán y bajarán más que el mercado.

Si beta es igual a uno, las acciones subirán y bajarán igual que el mercado.

Si beta es menor que 1, las acciones subirán y bajarán menos que el mercado.

 

 “Ello significaría que si una empresa tiene un beta igual a 1,8, por cada movimiento de los rendimientos del mercado (con un alfa muy bajo) los rendimientos de la empresa cambian en 1,8 veces. Cuando un activo tiene un beta superior a 1 se llama agresivo y si es menor que 1 se denomina defensivo.”[5]

Lo normal es asumir que el coeficiente beta que ha tenido una acción en el pasado reciente es la que va a tener en el futuro próximo. El beta en el pasado reciente lo calculamos por medio de una regresión, utilizando datos históricos de las primas de riesgo de la acción y del mercado durante, por ejemplo, los últimos cinco años, pero no más de diez. Para estimar la rentabilidad futura de la acción, se utilizará el beta calculado y una estimación de la prima de riesgo de mercado.

Pero si el CAPM no se cumple, puede ser que encontremos acciones que siste­máticamente obtengan una rentabilidad superior a la prevista por el CAPM, expre­sada en la ecuación. Es decir, la ecuación se transformaría en la siguiente:

 

 

En este caso, la prima de riesgo de la acción será superior a la que le corresponde por su riesgo sistemático y tendremos una acción con mejor relación rentabilidad/riesgo que la que debería.

 Uso del CAPM en la gestión de carteras

             Según Martínez Abascal, podría utilizarse de las siguientes formas:

“a) Elegir acciones de mayor o menor beta de acuerdo a nuestra previsión del mercado. Si prevemos que a corto plazo la bolsa bajará, incluiremos en nuestra cartera acciones de beta baja, pues si se cumple nuestra previsión,  estas acciones bajarán menos que el mercado. A1 revés, si prevemos que el mercado va a subir, buscaremos acciones con beta mayor que uno.

b) Elegir acciones que tengan alfa positiva. Una acción que tiene alfa positi­va obtiene una rentabilidad superior a la que le corresponde por su riesgo, por tanto obtendrá una relación rentabilidad riesgo mejor que otras accio­nes.”[6]

 

 Dificultades prácticas del CAPM

 La primera es que los coeficientes beta calculados con datos históricos son inestables, según qué años estudiemos, obtendremos un beta u otro para la misma acción. Esto, por otra parte, tiene sentido, pues la empresa va tomando decisiones, el entorno cambia, y ambos hacen aumentar o disminuir el riesgo de la acción a lo largo de los años. La única manera de resolver esto es calcular beta durante varios períodos de tiempo y ver si se ha mantenido estable.

Por otra parte, en el caso de que alfa fuera positiva, también tenemos el problema de la inestabilidad mencionado para beta.

Finalmente, la dificultad más importante del CAPM, es que necesitamos una estimación de la prima de riesgo esperada de la bolsa, para hallar la rentabilidad esperada de cada acción. Un procedimiento habitual es utilizar la prima de riesgo promedio que ha tenido la bolsa durante los últimos cinco a diez años. Pero ésta sólo la podemos utilizar para hacer estimaciones de rentabilidad a cinco o diez años y no para estimar la prima de riesgo del año que viene. Nos encontramos ante el problema de siempre en rentabilidades históricas: la rentabilidad promedio pasada sólo se puede utilizar si se ha calculado para un período largo de años y si se usa para previsiones a largo plazo. Por tanto, la rentabilidad histórica de los últimos cinco años puede ser buen estimador de la ren­tabilidad durante los próximos cinco años, pero no es buen estimador de la rentabi­lidad del mercado el año que viene en concreto. Lo que decimos respecto a la ren­tabilidad de la bolsa se aplica también a la estimación de la rentabilidad libre de riesgo necesaria para calcular la rentabilidad esperada de la acción.

También se puede estimar directamente la rentabilidad esperada del mercado para el año, o los años siguientes y la rentabilidad libre de riesgo para esos años. La estimación puede basarse en múltiples factores, casi todos de orden macroeconómi­co (crecimiento económico, inflación, perspectivas de tipos de interés, déficit públi­co, etc.).

Todas estas dificultades hacen que el CAPM pierda buena parte de su utilidad para la gestión de carteras, por cuanto su capacidad de previsión de las rentabilidades futuras es muy limitada. Sin embargo, no invalidan el modelo desde el punto de vista teórico; además, es indudable que el CAPM ha contribuido a una mejor comprensión del riesgo y de la relación riesgo/rentabilidad.

 

Modelo de Valoración por Arbitraje (APT)

 “Modelo según el cual una cartera óptima estará constituida por aquellos valores que proporcionen un rendimiento máximo para el riesgo soportado, definido éste por su sensibilidad a los cambios económicos inesperados, tales como los cambios imprevistos en la producción industrial, en el ritmo de inflación y en la estructura temporal de los tipos de interés.

Este modelo comienza suponiendo que la rentabilidad de cada acción depende en parte de factores o influencias macroeconómicas y en parte de sucesos que son específicos de esa empresa.

La rentabilidad viene dada por la siguiente fórmula:

 

Rentabilidad = a + b1 (rfactor 1) + b2 (rfactor 2) + b3 (rfactor 3) + ... + perturbaciones

 Como dice Pascale:

“En definitiva, el APT establece que los inversionistas desean ser compensados por todos los factores que sistemáticamente afectan el rendimiento del activo. Esta compensación es la suma de los productos de la cantidad  de riesgo sistemático por cada factor, por el premio del riesgo asignado por los mercados financieros a cada uno de esos factores.”[2]

El modelo APT no establece cuáles son esos factores, algunas acciones serán más sensibles a un determinado factor que a otro.

“Para una acción individual hay dos fuentes de riesgo. La primera es el riesgo que proviene de los perniciosos factores macroeconómicos que no pueden ser eliminados por la diversificación. La segunda es que el riesgo proviene de posibles sucesos que son específicos para la empresa. La diversificación hace eliminar el riesgo único, y los inversores diversificados pueden, por consiguiente, ignorarlo cuando están decidiendo si comprar o vender una acción. La prima por riesgo esperado de una acción es afectada por el  factor o riesgo macroeconómico, no viene afectado por el riesgo único.

La teoría de la valoración por arbitraje manifiesta que la prima por riesgo esperado de una acción debe depender de la prima por riesgo asociada con cada factor y la sensibilidad de la acción a cada uno de los factores ...[3]

 

 Pasos para la aplicación del modelo:

 Resumiremos las etapas en que se divide este modelo, para su mejor comprensión:

1.      Identificar los factores macroeconómicos que afectan a una determinada acción.

2.      Estimar la prima de riesgo de los inversores al tomar estos riesgos de los factores.

3.      Estimar la sensibilidad de cada acción a esos factores: se deberán observar los cambios ocurridos en el precio de una acción y ver cuán sensibles han sido a cada uno de los factores.

4.      Calcular las rentabilidades esperadas: se deberán aplicar los valores por prima de riesgo y las sensibilidades del factor en la fórmula de APT, para estimar la rentabilidad requerida por cada inversor.

Para concluir, hay que destacar que el APT tiene aspectos que lo hacen promisorio para determinar el rendimiento esperado de un activo financiero. No obstante, cambia los problemas del CAPM de determinar la cartera de mercado verdadera por el problema de establecer cuáles son los factores de riesgo sistemático y la medición de los factores.

 

El Modelo de Mercado

 

En el modelo de mercado, a diferencia del CAPM, la rentabilidad de la acción depende direc­tamente de la rentabilidad del mercado:

 

El modelo refleja la intuición práctica de todos los inversores de que el com­portamiento del mercado afecta a todas las acciones. La beta obtenida en el CAPM, en el APT y en el modelo de mercado es la misma numéricamente y su interpretación es exactamente la misma. La diferencia, desde el punto de vista de los resultados, está en el coeficiente alfa. Las fórmulas de CAPM y modelo de mercado son iguales si hacemos:

Si beta es próxima a 1, el valor del término independiente alfa debería ser cero; y también si la rentabilidad libre de riesgo es pequeña, el término independiente es insignificante.

Los coeficientes alfa y beta se calculan por regresión con datos históricos de la rentabilidad de la acción y la de un índice bursátil. Para hacer previsiones utilizamos estos pará­metros ya calculados y una estimación de la rentabilidad futura del mercado.

            En cuanto al riesgo total, este modelo nos plantea que se puede dividir en dos componentes:   El riesgo sistemático, o de mercado, y el no sistemático.

Para aclarar estos conceptos, citaremos un párrafo de Martínez Abascal:                   

“...cuanto más grande sea la b, más volatilidad (ss) tendrá la acción, pues reaccionará más ante los movimientos del mercado. Además del riesgo de mercado, la acción puede tener volatilidad por otras razones ajenas al mercado. Esta volatilidad es la que se puede eliminar mediante la diversificación, combinando en nuestra cartera esta acción con otras. En efecto, si en una cartera metemos muchas acciones, al final la cartera será muy similar al mercado (al índice bursátil, ya que contendrá la mayoría de las acciones del índice), y por tanto su riesgo será todo él riesgo de mer­cado. Lógicamente, si el riesgo de la cartera es el del mercado, también la rentabili­dad será la del mercado. O en otras palabras, si ponemos muchas acciones distintas y elegidas aleatoriamente en una cartera, la beta de la cartera tiende a ser uno.”[4]

Por otra parte, los movimientos de la acción provenientes del riesgo sistemático o de mercado, son explicados por R2, que es el coeficiente de correlación r al cuadrado.

El R2 varía mucho de una acción a otra. Para acciones de empresas grandes y estables, que tienen mucho peso en el índice, suele superar el 50 por 100. Un R2 bajo se obtiene en el caso de pequeñas empresas, donde puede darse el caso de que el coeficiente beta sea alto, y aquí no podría utilizarse el modelo para hacer previsiones de rentabilidad, ya que la acción tendría un gran componente de riesgo no sistemático.

Las dificultades de orden práctico son similares que para el CAPM.

 

Modelos Multifactoriales

 Estos modelos intentan responder a la interrogante de qué otros factores, además del mercado, afectan a la rentabilidad de una acción, cuestión que los modelos tratados con anterioridad no pueden responder.

Según Martínez Abascal: “En los modelos multifactoriales, la variable explicada o dependiente es la renta­bilidad de la acción. Las variables explicativas o independientes pueden ser, además de la rentabilidad del mercado, por ejemplo: el PER de la acción, la rentabilidad por dividendos, el nivel de endeudamiento de la empresa, el ratio valor de mercado/valor contable de la acción, los tipos de interés esperados, etc. En general, cualquier variable que intuimos puede tener influencia en la rentabilidad de la acción.”[5]

Donde:

rs            = Rentabilidad histórica de la acción o variable explicada.

C1 ... Cn = Variables explicativas (PER, endeudamiento, etc.), datos pasados.

a            = Término independiente de la regresión.

e       = Errores

b1 ... bn = Coeficientes de las variables explicativas.

Es decir, según este modelo, el precio de un activo financiero no sólo debe reflejar la prima de riesgo de mercado, sino también la prima de riesgo de factores extramercado.

En primer lugar, se debe determinar qué variables explicativas se van a utilizar y su respectivo coeficiente beta.

Para ello hacemos una regresión multivariable con datos históricos.  Así identificamos las variables que realmente han tenido influencia en la rentabilidad de la acción durante los últimos cinco años.

El paso siguiente es ver el R2, que nos dice qué porcentaje de la variabilidad de la acción es explicado por las variables del modelo. Comparamos éste con el que obteníamos con el modelo de mercado (regresión rentabilidad de la acción con rentabilidad del mercado), para ver si las nuevas variables explicativas que hemos añadido al modelo aportan algo. Si la diferencia surgida es pequeña, quizá no sea de utilidad el modelo multifactorial. No así si la diferencia es grande.

Finalmente, eliminamos las variables no explicativas (las que tienen una beta no sig­nificativa) y agregamos otras posibles variables y volvemos a hacer la regresión. Paramos cuando hayamos encontrado un modelo que tenga un R2 ajustado notable­mente superior al que obteníamos con el modelo de mercado.

Ahora podremos hacer una previsión de la rentabilidad de la acción usando la siguiente ecuación, pero ahora con valores esperados, es decir, poniendo los valores que esperamos en cada variable explicativa:

 

 

Con estas estimaciones obtendríamos la rentabilidad esperada de la acción, pero, como lo explica Martínez Abascal, podemos encontrarnos con errores:

·         “que nos hayamos equivocado en nuestra estimación de las variables explicativas, es decir, que no hayamos incluido variables que sí influían en la cotización de la acción;

·          que el modelo no funcione para el período próximo, aunque sí        funcionara durante los pasados cinco años.”[6]

·         La evidencia empírica muestra que el poder predictivo de los modelos multifac­toriales es reducida; pero sí ha mostrado que otras variables, además de la rentabili­dad del mercado, contribuyen a explicar la rentabilidad de la acción; o en otras palabras, el modelo de mercado se puede completar.”[7]

El problema principal de este modelo es que es poco estable (lo que ha ocurrido en el pasado no es necesariamente un buen estimador de lo que pasará en el futuro); las ventajas más importantes son el ahorro de costos y la coherencia de la composición de carteras con los datos que tenemos del pasado.


Infografía:

1. http://www.stockssite.com/mc/03_Modelos_de_valorizacion_activos_financieros.htm

2. http://207.68.162.250/cgi-bin/linkrd?_lang=ES&lah=b578ee3883388f03826ac88c95fab5d3&lat=1055282485&hm___action=http%3a%2f%2fww%2eazc%2euam%2emx%2fpublicaciones%2fetp%2fnum9%2fa6%2ehtm

3. http://www.abanfin.com/dirfinan/cobertura/derivados.htm

4. http://www.invermundo.com/educacion/csovenezuela/csoven4.asp