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Joan Balcells
Por Alejandro Rodríguez / AS.COM
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Una imponente figura de 1'90 metros de altura y más
de 90 kilos enmarca la presencia de un tenista al que la Copa Davis
ha recuperado para el tenis tras pasar un calvario con sucesivas lesiones
que han estado a punto de apartarle de la competición. Balcells
se ha descubierto como un excepcional doblista en una competición
que le ha dado el reconocimiento definitivo tras siete años como
profesional.
Dos hechos marcan la trayectoria de 'Juanito' en la
Copa Davis. Uno es histórico, la consecución en 2000 de
la Ensaladera ante Australia. Otro heroico, cuando España se
jugaba la permanencia en el Grupo Mundial ante Nueva Zelanda en 1999.
Bautismo de fuego de Balcells en un equipo que se conformó en
base a las renuncias de los líderes del tenis nacional (Corretja,
Moyà y Albert Costa). Ese triunfo se le reconoce ahora y se le
da la justa ponderancia tras el éxito de Barcelona. Sin Nueva
Zelanda no existiría Ensaladera.
Balcells ha sabido aprovechar su corpulencia física
en el tenis depurando el juego de saque y volea, que junto a una mejoría
en la coordinación de movimientos, le han permitido forjarse
la imagen del principal y anhelado doblista puro de nuestro país.
Balcells y Corretja cubren el vacío en la Davis dejado por la
mítica pareja formada por Sergio Casal y Emilio Sánchez
Vicario.
La trayectoria de Balcells en el año triunfal
de la Ensaladera rayó la perfección. Exceptuando la derrota
ante el doble ruso (Safin-Kafelnikov), todos los partidos que disputó
el catalán los contó por victoria, incluyendo un individual
con el que España consiguió redondear la eliminatoria
por 5-0 ante Estados Unidos. Entre medias de las eliminatorias, 'Juanito'
consiguió el primer torneo individual de su carrera en Bucarest,
que sumado a la final de Scottsdale que ha disputado hace penas un mes
conforman sus principales logros en el plano individual.
La participación de Balcells es un aval seguro
en la eliminatoria. Con su concurso, las opciones del dobles español
gana enteros para sumar el punto del partido considerado juez en todas
las eliminatorias. Pero las prestaciones de Balcells al equipo son perfectamente
adaptables a cualquier partido individual, como ya ha dejado patente,
sin parecer la apuesta descabellada.