El Salón de Sesiones de la Academia
Nacional de la Historia sirvió de escenario para la presentación
de la biografía correspondiente al ex presidente de la
República, Juan Pablo Rojas Paúl, a quien se atribuye, entre
otras obras, la creación de esta academia para el estudio de
nuestras raíces. El décimo volumen de la Biblioteca Biográfica
Venezolana, impulsada por iniciativa de El
Nacional y el Banco del Caribe, debe su autoría al
economista venezolano Edgar C. Otálvora, quien ejerciera el
cargo de viceministro a la Secretaría de la Presidencia entre
los años 1993 y 1994.
La publicación es, según palabras de su mismo autor, una
oportunidad para reivindicar lo civil sobre lo militar en la
conducción política de nuestros destinos, entre otras razones,
porque, después de casi medio siglo de la presidencia de José
María Vargas, fue precisamente Rojas Paúl el primer civil que
llegó a la presidencia por vía constitucional y logró concluir
su mandato (1888-1890) para transmitirlo a otro civil, Raimundo
Andueza Palacios. Algo, sin duda, poco usual en una Venezuela
dominada por los caudillos militares.
Según Edgardo Mondolfi Gudat, miembro del Consejo Asesor de la
Biblioteca Biográfica Venezolana, el texto destaca por la
precisión y objetividad con las que Otálvora aborda el estudio
de la gestión de Rojas Paúl. Dentro de la historiografía
venezolana –tal como refiere la publicación– el personaje ha
sido condenado por los historiadores partidarios de Guzmán
Blanco como un segundón con perfil de villano traidor, por ser
quien primero se atrevió a romper con la hegemonía guzmancista,
aún cuando ambos pertenecían a las filas del Partido Liberal.
“Muchos testigos de la época se limitaron a lo episódico de la
reacción contra el guzmancismo, es decir, a acontecimientos como
el derrumbamiento de las estatuas de Antonio Guzmán Blanco, pero
en ningún caso a una explicación sobre las complejas variables
que llevaron a esta reacción”, explica Mondolfi. Otálvora traza
en su obra los detalles de la definitiva ruptura entre estas
figuras de historia nacional. Esta es una de las singularidades
que ofrece el nuevo volumen de la Biblioteca Biográfica
Venezolana.
Entre los panelistas se encontraban varios miembros numerarios
de la Academia Nacional de la Historia de la talla de Pedro
Manuel Arcaya Urrutia y Simón Alberto Consalvi, quien dirige la
Biblioteca Biográfica Venezolana. Durante sus intervenciones
comentaron hechos resaltantes que definieron el gobierno de Juan
Pablo Rojas Paúl. Por su parte, Rafael Mondolfi Gudat y Edgar
Otálvora rememoraron las políticas que en materia de salud
pública, educación e infraestructura, adelantó la administración
de este mandatario en sus escasos dos años de gestión, tales
como las construcciones del hospital José María Vargas y del
Observatorio Cajigal, asimismo se mencionó la construcción y
remodelación de edificaciones eclesiásticas, que contrastó con
la política anticlerical del guzmancismo; y por último, la
creación de la Academia Nacional de la Historia, pues –según
expresaba el mismo Rojas Paúl en su discurso de instalación de
la Academia– la verdadera historia de Venezuela para ese momento
aún no estaba escrita.
De este ex presidente todavía quedan asuntos por investigar,
especialmente su infancia y su adolescencia, sin embargo el
material biográfico presentado por la colección de
El Nacional es un valioso documento
sobre la influencia de Rojas Paúl, quien supo establecer un
puente entre la política nacional del siglo XVIII y el siglo
XIX, tal como lo definió Mondolfi Gudat durante su intervención
en el acto.
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