|

Arriba
|
|
Oracion de los Padres por los Hijos
Dame, Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber
cuándo es debil y lo bastante valeroso para enfrentarse
consigo mismo cuando sienta miedo: un hijo que sea orgulloso e
inflexible en la derrota honrada, y humilde en la victoria.
Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando deba erguir el
pecho; un hijo que sepa conocerte a ti... y conocerse a sí
mismo, que es la piedra fundamental de todo conocimiento.
Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino
por el camino áspero aguijoneado por las dificultades y los
retos. Allí déjalo aprender a sostenerse firme en la tempestad
y a sentir compasión de los que fallan.
Dame un hijo cuyo corazón sea claro y cuyos ideales sean
altos; un hijo que se domine a sí mismo antes de que pretenda
dominar a los demás; un hijo que aprenda a reír, pero que
también sepa llorar; un hijo que avance hacia el futuro, pero
que nunca olvide el pasado.
Y después que le hayas dado eso, agrégale, te suplico,
suficiente sentido de buen humor, de modo que pueda ser
siempre serio, pero que no se tome a sí mismo demasiado en
serio.
Dale humildad para que pueda recordar siempre la sencillez de
la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera
sabiduría, la mansedumbre de la verdadera fuerza. Entonces,
Señor, yo, su padre, me atreveré a decirte: "Gracias porque mi
vida no ha sido vana".
|