(María Lourdes Castrillo. Universidad de Carabobo. Facultad de Ciencias de la Salud. Escuela de Bioanálisis Aragua. Venezuela. Junio, 2001. ucnalinf@fundacite.arg.gov.ve

RESUMEN

Tomando en cuenta la justificación del VII Congreso Nacional-Colombia, así como el objetivo general y los específicos, en donde se busca el diálogo entre "pares" para producir nuestra "misión y visión", de acuerdo a los documentos emanados de la UNESCO, presento la experiencia de seguimiento sistemático de trabajo en el aula universitaria, durante 13 años (con jóvenes entre 17 y 26 años), experiencia adquirida en la docencia con las asignaturas Sociología y Metodología de la Investigación del primer y segundo año, respectivamente, de la Escuela de Bioanálisis Aragua, de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Carabobo, Venezuela. El proceso de enseñanza-aprendizaje con estas asignaturas, ha sido conducido mediante Estrategias Metodológicas Orientacionales (EMO), realizando Acciones Orientadoras Innovadoras (AOI), las cuales pueden ser aplicables en diversas áreas del conocimiento, particularmente el de las Ciencias Sociales, en cualquier universidad latinoamericana, sobre todo en la situación actual de nuestros países, donde no es factible que en cada institución escolarizada haya un Departamento de Orientación o sus similares, que puedan brindar atención individualizada a nuestros adolescentes. Esta ponencia conlleva la propuesta de impulsar a través de organizaciones nacionales e internacionales de Orientadores, estrategias orientacionales, para ofrecerlas a los Ministerios de Educación y particularmente a los ejecutores de los curriculum (escuelas e institutos de educación superior), para que ellos sean multiplicadores, en la tarea de mejorar la calidad educativa que nos aproxime a la cultura de la paz. Palabras claves: Metodologías Orientacionales. Procesos Autorreflexivos. Práctica Orientadora. Transdisciplinariedad.

INTRODUCCION

Este trabajo tiene como premisa, la convicción en la capacidad creadora de miles de jóvenes que conviven en las aulas de clases, la cual desaprovechamos. Las estrategias pedagógicas al estar centradas en los participantes del proceso escolarizado, en una perspectiva transdiciplinaria, se convierten en Tácticas Orientadoras (TO). Para el caso de la asignatura Sociología, diseñé un programa que privilegia el intercambio humano, a través de las experiencias cotidianas en el aula, con la familia, los libros, poemas, canciones, en la historia y que registre la producción de conocimientos de los bachilleres, a través de elaboración de ensayos. Y para la asignatura Metodología de la Investigación, la cual parte de la experiencia previa en Sociología, se fundamenta en la aventura vital de investigar, en donde se contrastan sus saberes y conocimientos con los paradigmas clásicos, y la producción de ensayos y proyectos. La Estrategia Metodológica Orientadora (EMO) fundamental es: participación relacional de respeto a las ideas de los "otros", autorreferencia, reflexión y autorreflexión comprometida con su hacer y convivir. Todo este material producido por los bachilleres, además de los informes de trabajos de campo dentro y fuera de la Universidad, constituyen el primer material de apoyo para los mismos el año siguiente. Así mismo, los informes y proyectos de investigación producidos por estudiantes que han finalizado el curso de la asignatura Metodología de la Investigación, sirven como referencias para el siguiente grupo de estudiantes que cursará a la asignatura. Estas Metodologías que he denominado Autorreferenciales, Autorreflexivas, Involucrativas (MAAI), permiten observar crecimiento cognitivo y existencial de los alumnos, entre ellos, con sus familiares y con los docentes, en ese sentido se evidencia aumento de la autoestima, reconocimiento del valor de los "otros" y el respeto a "la diferencia". En adición, con las reflexiones producidas por los estudiantes hemos podido construir un decálogo, cuyo contenido alumbra el camino para una mejor calidad educativa a nivel superior, para estos inicios de milenio. En esta estrategia la "prioridad son los estudiantes" como lo declara el Congreso Mundial de Universidades, UNESCO, Paris 1998. Por otra parte, apunta hacia la construcción de una nueva concepción de la Orientación desde el mundo de sentido latinoamericano, según lo planteado en el "Documento para la Discusión Latinoamericana" en el Congreso Mundial de Orientación, Venezuela, noviembre del 2000.

BUSCANDO CALIDAD EDUCATIVA A TRAVÉS DE PRÁCTICAS DE ESTRATEGIAS ORIENTACIONALES

Esta experiencia privilegia la palabra-pensamiento de los estudiantes con quienes nos hemos acompañado en esta investigación, a fin de que sean ellos quienes dando cuenta del proceso de aprehendizaje vivido, demuestren la trama de relaciones que pueden establecer para hacer sus consideraciones, aportes y sugerencias, sobre lo tratado en los programas de Sociología y Metodología de la Investigación. Lo anterior guarda concordancia con el preámbulo de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: visión y acción, donde se subraya que los sistemas de educación superior deberían "colocar a los estudiantes en el primer plano de sus preocupaciones en la perspectiva de una educación a lo largo de la vida..." (UNESCO, Paris 98). De igual manera, pero en otro sentido, toma en cuenta los planteamientos del Documento y Plan de Acción para Latinoamérica del Congreso Mundial de Orientación, realizado en Venezuela en Noviembre, 2000, documento que supera la concepción de la Orientación como "ayuda al otro", concibiendo "el proceso de orientación como expresión de las vivencias cotidianas de nosotros los latinoamericanos".

Retomando el sentido y significado que tiene lo planteado anteriormente, doy cuenta en este Congreso de cómo siendo Orientadora de Procesos Educativos (OPE), haciendo uso de Estrategias Educativas Orientacionales (EEO), es decir, privilegiando la participación relacional, el respeto a las ideas de los otros, promoviendo la Reflexión, Autorreflexión y Autorreferencia Política (RAAP) en nosotros y en los estudiantes; con el uso de Tácticas Orientadoras (TO), se contribuye a echar bases para nuevas Perspectivas de la Formación del Ser Humano Latinoamericano, responsable de su "destino".

De esa manera estaremos en sintonía con el cambio y la transformación permanente y la asunción de un pensamiento complejo, transdisciplinario (Morín 1997, 2000; Nicolescu 1996), y comprometido (Moreno, 1996, 2000; Habermas 1982, Navarro 1995, Flores 1996, Freire 1970), con profundo sentido humano (Maturana y Varela, 1996).

El conocimiento no existe fuera de quien lo produce, conocemos en nuestra relación con el mundo y de ahí, van surgiendo procesos constructivos (Castrillo, 1999). Esto es lo que he ido descubriendo a través de mi práctica (OPE) y lo que considero debemos comprender los Orientadores latinoamericanos, si queremos ser partícipes de una Orientación Transformadora (Vilera, 2001). Partiendo de lo anterior, las primeras unidades del programa de Sociología, al que se alude en esta ponencia, están dedicadas a escribir (autobiografías, ensayos), exponer e interpretar experiencias vividas en la sociedad venezolana, latinoamericana y mundial (vida vivida, TV, prensa); descubrir cómo es la sociedad que nos ha producido y hemos producido, cómo es la familia, los procesos de salud y enfermedad, particular y general, para luego analizar, descubrir e interpretar el propio modo de conocer particular y dominante en la sociedad venezolana, y el modo de conocer del Bioanalista en ejercicio. Durante trece años de trabajo he venido contruyendo Estrategias Educativas Orientacionales (EEO), en la practica de aula con los estudiantes de la Escuela de Bioanálisis, Aragua-Venezuela, las cuales han consistido en que el estudiante se identifique con lo que es la Naturaleza Biológica y Esencia Social del Ser Humano, y se descubra como un producto social, y a partir de este autoreconocimiento plantearse la construcción de un problema de investigación en Metodología de la Investigación con un enfoque integrador de "lo biológico-social".

Con la práctica de EEO se conduce al bachiller a que retome e integre permanentemente lo estudiado y vivido, para luego tener una experiencia de campo, en donde establece relaciones entre la teoría estudiada y la practica de vida (modo de vida) en una comunidad y en un laboratorio de Bioanálisis. Se orienta hacia el encuentro con otras maneras de conocer el mundo, se moviliza al encuentro con otras realidades, otras personas, otras aspiraciones, intereses, necesidades, problemas, dentro de la misma contextualidad venezolana, acercándose, aún cuando sea temporalmente a otro ciudadano, a otro ser humano que en lo inmediato es su contemporáneo pero que a futuro puede ser considerado "su paciente".

A través de un proceso sistemático los bachilleres van elaborando ensayos reflexivos. Durante el seguimiento (de 1 a 4 años) que se le hace a los bachilleres, se les pide que relean y apliquen la hermenéutica a sus ensayos, escritos cuando cursaron Sociología en primer año de la Carrera. Con esta Táctica Orientacional (TO) se le está dando la oportunidad al joven estudiante universitario, de reelaborar pensamientos, que se observe retrospectivamente, de formarse una actitud frente a la vida como entramado de relaciones, con sentido de cambio, dinámica, con admiración, responsabilidad, autorreferenciándose, viviéndose en construcción, lo que da lugar al surgimiento de un nuevo escrito donde se replantean sus pensamientos, surgiendo posiciones críticas y de profunda reflexión, los cuales al ser leídos e interpretados por el profesor, se produce un intercambio de pareceres creativos y fundante de ideas, muy comprometedores y liberadores.

DECÁLOGO DE LOS BACHILLERES Como resultado de esta investigación etnográfica hermenéutica, aplicando EEO presento el siguiente Decálogo, el cual expresa los conocimientos producidos por los estudiantes que de ser escuchados por los "expertos" en transformaciones curriculares, estaríamos asistiendo a la verdadera democratización de las instituciones de Educación superior:

1. El razonamiento del estudiante universitario tiene que ser "profundo y cargado de sus sentires y saberes", comprometido con su hacer.2. Tenemos que pensar, y dar paso a una nueva manera de ver el mundo, que surja de nuestras inquietudes, ya no solamente para dar o crear una nota sino para conocer a profundidad lo que estudiamos.3. La personalidad del profesor y del estudiante universitario debe ser tomada en cuenta en el proceso educativo.4. El bachiller universitario, debe poner en duda lo producido por teóricos y sabios de las "ciencias" y las "humanidades".5. Es hora que cada profesional se forme desde el inicio de la carrera, sintiéndola, implicándose, complicándose y explicándose, plasmando sobre el papel sus pensamientos y reflejarlos en su práctica diaria universitaria y ciudadana.6. Hay que integrar lo que es el mundo de vida cotidiano (el del ser humano) con el mundo científico.7. Se hace necesario que en las universidades estudiemos estableciendo red de relaciones, que es nuestro modo natural de conocer.8. Debemos abrirnos a experimentar cosas nuevas, escuchar ideas y sugerencias, por más pequeñas y sencillas que parezcan, ellas nos van preparando y guiando, como seres humanos, hacia una nueva y mejor vida.9. Necesitamos reconocer nuestro valor y el valor de todos con quienes convivimos, pues la crisis que vivimos tiene que ver con la insatisfacción que tenemos, hemos perdido autoestima, no sabemos el ¿qué?, ¿cómo?, ¿para qué?, de nuestra existencia y en esto las universidades deben jugar un papel muy importante.10. La cooperación y la solidaridad deben promoverse a través del desarrollo curricular.Estudiantes, Bioanálisis UC1999 Aragua-Venezuela.

ORIENTACIÓN DE PROCESOS EDUCATIVOS Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

Los soportes teóricos y acuerdos internacionales sobre la Educación Superior, que he citado, confirman que no son los mandatos los que requerimos para emprender nuevos derroteros, sino redimensionar nuestra propia práctica pedagógica (Bedoya, 1996, De Zubiría, 2000) cotidiana venezolana, latinoamericana. En este caso, esta experiencia está basada en lo que vengo haciendo desde hace años, en correspondencia con la forma de ser, (episteme popular según Moreno, 1995, 1997, 2000); de una visión transdisciplinaria, de mi formación personal, profesional y política, como modo de vida, que me ha signado como persona y como Universitaria, en fin esta ha sido la mi practica docente como Orientadora de Procesos Educativos (OPE).

El Congreso Mundial de Orientación (Venezuela, noviembre 2000), me permiten afirmar que no estamos solos emprendiendo las tareas de hacer una educación general más amable para profesores, estudiantes y toda la sociedad, pues los orientadores a nivel latinoamericano y mundial hemos comenzado a darnos cuenta de la trascendencia de nuestro accionar en las perspectivas de la formación del ser humano latinoamericano (Moreno, 2000).

Pero para ello, los orientadores requerimos superar el pensamiento mecanicista que recorre la academia, aceptando que "las nuevas reglas del universo no son tan rígidas y deterministas como las del viejo cosmos newtoniano y que en el universo de Eistein, la física es más libre y nosotros también" (Gleick, 1999).

Como respuesta a lo anterior se plantea la necesidad de que los orientadores con una postura interpretativa hermenéutica transdisciplinaria, que centre su atención en los estudiantes, promovamos en los centros educativos latinoamericanos Estrategias Educativas Orientacionales (EEO), de acuerdo a los nuevos tiempos y que contribuya a la formación de profesores y estudiantes de un pensamiento transformador.

CONCLUSIÓN

Como corolario de este proceso, proponemos repensar desde nuestras culturas latinoamericanas, el sentido de la Orientación y los Orientadores (as), pensarnos como asesores-orientadores institucionales. Trabajar para convertir el recinto universitario en general, y el aula de clases en particular, en espacios para la discusión, cuestionamiento, confrontación de postulados teóricos con los contextos históricos; donde se respire respeto por nuestras ideas, por nuestros éxitos y fracasos. El Orientador está llamado a ser un promotor de la cultura de la paz y del disfrute de producir conocimientos sobre la realidad social y natural. La propuesta no es una receta es una manera de vivir la vida en la Universidad, como modo de vida es tarea de todos, como un continuo a lo largo de la carrera, en las aulas, departamentos y todas las instancias institucionales.

Los profesionales de la Orientación y demás profesionales dedicados a la docencia, necesitamos comenzar, despojándonos de nuestros prejuicios, a discutir sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos, qué nos deja y le deja a los estudiantes lo que hacemos día a día en la academia, qué estamos contribuyendo a formar, hacia dónde nos dirigimos y simultáneamente concretar las tareas, e ir construyéndonos con nuestros alumnas y alumnos.

Esta experiencia la podemos reorientar, reafirmar o refundarla, pero algo hay que comenzar a hacer, porque el proceso es largo y para mañana es tarde. ¡La tarea es de todos y solo involucrándonos en el quehacer de toda la academia (instancias de decisión política, curricular, administrativo, espacios recreativos, ecológicos, de alimentación, etc.) podemos dar respuestas!.

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