O R A C I O N E S       S C O U T S

 

DE LA GACELA:


Señor, enséñame a ser humilde en mi persona, a valorar Tu ejemplo, a servirte con amor y a encontrar el camino que ha de llevarme al cielo junto a Tí.  Así sea.

 

 

DEL LOBATO:


Dulce y buen Señor mío, enséñame a ser humilde y bondadoso, a imitar Tu ejemplo, a amarte con todo mi corazón y a seguir el camino que ha de llevarme al cielo junto a Tí.  Así sea.

 

 

SCOUT:


Señor, enséñame a ser generoso, a servirte como lo mereces, a dar sin medida, a combatir sin miedo a que me hieran, a trabajar sin descanso y a no buscar más recompensa que el saber que hago Tu santa voluntad.  Así sea.

 

 

DE LA(EL) EXPEDICIONARIA(O):


Señor ayúdame a encontrar la fortaleza del viejo roble para que ningún triunfo me envanezca, la alegría de la naturaleza para que ninguna soledad me abata, la libertad del ave para elegir mi camino, y la voluntad de la expedicionaria, para seguir siempre adelante y servir.  Así sea.

 

 

DE LA PRECURSORA / DEL ROVER :


Dame Señor: un corazón vigilante, que ningún pensamiento vano me aleje de Tí; un corazón noble, que ningún afecto indigno rebaje; un corazón recto, que ninguna maldad desvíe; un corazón fuerte, que ninguna pasión esclavize; un corazón generoso, para servir.  Así sea.

 

 

DEL JEFE:


Señor y Jefe mío, que a pesar de mi debilidad me has escogido como jefe y guardián de mis hermanos Scouts, haz que mis palabras y mis ejemplos iluminen su camino por el sendero de Tu Ley, que sepa mostrarles Tu huella divina en la naturaleza que has creado, enseñarles lo que debo y conducirlos de etapa en etapa hasta Tí, Señor mío, en el campo del reposo y de la dicha en donde has establecido Tu tienda y la nuestra para toda la eternidad.  Así sea.

 

 

DE LOS ALIMENTOS:


Señor, Tú que das agua a los campos, Tú que das tierra a las plantas, Tú que das fruto a los hombres, danos bendito este alimento para que, vuelto fortaleza, podamos servirte mejor.  Así sea.

 

 

DE LA FOGATA:


Que las llamas de esta fogata se levanten hasta el cielo y con ellas el corazón de los mortales; y que el crepitar de sus candentes brasas llene al mundo de amor, luz y alegría; y que el Señor bendiga esta noche a todos los que estamos reunidos en torno a ella.  Así sea.