Una Madre, un anillo...

y una Unión

por Alondra

Capítulo 11: "El valor de una promesa"

Kaissa se haía enterado por boca del mismo Freezer que su hijo le había sido entregado en custodia, algo totalmente ignorado por ella y ahora regresaba al planeta Vejita a aclarar el asunto y ajustar cuentas pendientes...

Al cabo de unos minutos, la nave aterrizó en el planeta y antes de que terminara de apagar los motores, Kaissa salió de la nave y volando se dirigió hacia el castillo, con una mirada de ira y desesperación en sus ojos... quería desquitarse con alguien y ya sabía con quien...  

Sala del trono...

El Rey Vegeta se paseaba nervioso de un lado a otro... todavía no podía olvidar la visita del malvado Freezer. Había mandado reunir a sus mejores guerreros y deteniendo su caminar, les dijo...

·        RV : ¡¡Escuchen todos!!... como sabrán, Freezer planea llevarse consigo al príncipe y que trabaje para él y de esa manera asegurarse que nuestro planeta también esté bajo su dominio, ya que es el único heredero al trono... ¡¡ESO NO PODEMOS PERMITIRLO!!

·        TODOS : ¡¡NO!!

·        RV : También Freezer piensa que los saiyajins somos una amenaza para él, porque sabe que cada vez que nos recuperamos de una batalla, nos volvemos más fuertes... puede que planee eliminarnos... tenemos que unirnos y acabar con él antes de que lleve a cabo sus propósitos!! – terminando de decirlo hizo un saludo con la mano, a la altura del pecho, apuntado la palma hacia abajo.

·        TODOS : ¡¡SI, SEÑOR!! – respondieron los guerreros imitando el saludo de su Rey.

Después que los guerreros se hubieron marchado, el Rey vegeta se sentó en el trono a medita sobre lo que tenía planeado hacer, cuando de pronto las puertas del salón de abrieron de par a par, asustándolo. Kaissa estaba en la puerta, respirando agitamente y con una terrible expresión en el rostro. Enfurecido, el Rey Vegeta se puso de pie...

·        RV : ¡¿Y tú que diablos haces aquí, Kaissa??!!... – le gritó – Te advertí que te largaras de este planeta!! -- Kaissa siguió mirándolo con la misma expresión de furia y se le acercó...

·        KS : Eres un maldito bastardo... miserable... tu... ¡¡COMO TE ATREVISTE A  HACERLO!! – le gritó.

·        RV : ¡¿De qué estás hablando, mujer?!...  ¿¿Acaso quieres que te mate en este instante?? – la amenazó, pero Kaissa era oídos sordos a sus palabras.

·        KS : ¡¡CRETINO!! – se lanzó a toda velocidad hacia él y le soltó un puñetazo que lo mandó lejos, descargando en él toda su ira, aunada a todos los años de sufrimiento que le había echo pasar el Rey Vegeta... (¡¡bien hecho!!^^)

·        RV : ¡¡¿¿Quién te crees para golpearme, maldita puta??!!... ¡¡ESTO YA ES LO ÚLTIMO QUE TE AGUANTO!!!... ¡¡DESAPARECE!!!!!! – diciéndolo trató de fulminarla con un disparo de energía,  pero Kaissa lo esquivó y volvió a arremeter con fuerza contra el rey golpeándolo fuertemente en el abdomen (y de paso haciéndole escupir sangre) , para luego inmovilizarlo de una llave. El rey estaba sorprendido de la velocidad y fuerza de Kaissa...

·        KS : ¡¿No te lo esperabas, verdad miserable?! – dijo mientras lo apretaba más – Recuerda que esa vez en que peleaste conmigo yo era muy joven e inexperta... y debo agradecerte por todos los años que me mandaste al espacio porque mi poder de pelea a aumentado más de lo que te imaginas... podría matarte en este instante si me diera la gana... – dijo con una malvada sonrisa. El rey comenzó a sentir asfixia por el agarro de la saiya...

·        RV : Arggg... ¡¿qué es lo que quieres, Kaissa?! – dijo entrecortado.

·        KS : Acabo de enterarme que accediste a que Freezer se llevara a Vegeta con él... ¡¡¿COMO FUISTE CAPAZ DE PONER A MI HIJO EN MANOS DE ESE MONSTRUO??!! – dijo arrojándolo. El rey se levantó como pudo...

·        RV : ¿Cómo fue que te enterarse? – dijo apretando los dientes.

·        KS : El mismo Freezer fue quien me lo dijo... ¿así que estabas esperando a que yo me fuera para regalárselo, no?... ¡¡ERES UN MALDITO!!

·        RV : ¡¡En primer lugar yo no se lo regalé, así que no pongas palabras en mi boca, Kaissa!!... Tomé esa decisión porque me pareció adecuada la oferta de Freezer, en el espacio podrá aprender a ser mejor guerrero que en este planeta... y otra cosa, ¿a ti que diablos puede importante las decisiones que tome sobre mi hijo?... tu dejaste de ser su madre desde hace mucho tiempo, por si no lo recuerdas... – le dijo. Kaissa apretó los puños....

·        KS : No, te equivocas, estúpido... soy SU MADRE  y una de las razones por las que acepté tus condiciones fue por él y asegurándome que él permaneciera en el planeta... yo he cumplido hasta ahora...  ¡¡y estoy dispuesta a contarle la verdad si continúas con esta locura!!... el miedo se acabó, Vegeta... soy capaz de matar por la seguridad de mi hijo...

·        RV : Ah, ¿con que me amenazas, no? – sonrió – Eso ya lo sabía, Kaissa...  ya estoy enterado de tus visitas extemporáneas al príncipe, así que no tienes derecho a reclamarme nada...

·        KS : ¿¿Cómo?? – parpadeó.

·        RV : Tu me llamas injusto, pero tu tampoco cumpliste con tu promesa... no puedes decirme nada, Kaissa. Así que mejor vete en este momento y olvidaré lo que hiciste...  

Kaissa bajó los puños y mirando hacia otro lado, se acercó a él... y dijo en voz baja...

·        KS : A pesar de que lo trataste mal todo el tiempo, ¿por qué se lo entregaste?.. después de luchar tanto por un hijo perfecto, al final lo dejas a su suerte... la verdad que me sorprendes, Vegeta... nunca te creí capaz de hacer eso... ¿es que tanto te intimida Freezer?... hasta el punto de entregarle a tu propio hijo para salvar el pellejo? – volteó la mirada, pero en lugar de odio, ahora estaba llena de tristeza...

·        RV : No es por eso... ¡¡y no tengo porqué decírtelo!! – le gritó tratando de evitar mirarla a los ojos... en el fondo se sentía culpable. Quería contarte a Kaissa sobre su plan de detener a Freezer, pero su orgullo fue tal que permaneció callado. Kaissa continuó...

·        KS : Como sea, lo que hiciste no te dejará en paz en lo que te quede de tu miserable vida... me das pena, Vegeta... al principio creí que tal vez por el simple echo de tener un hijo cambiarías, pero veo que no fue así...

·        RV : Ja, tú que sabes...

·        KS : Más de lo que crees... lo único que me consuela es que al menos pude salvar a mi hijo de abismo en que lo ibas a hacer caer... – dijo retirándose.

·        RV : ¿Qué dices? – dijo sin comprender las palabras de Kaissa. Ella volteó a verlo...

·        KS : Ya no tengo nada más que decir... que tu conciencia se encargue de juzgarte... adiós Vegeta... – y desapareció por la puerta. El Rey Vegeta tomó su cabeza entre las manos y lanzó un disparo contra el trono destruyéndolo al instante...

·        RV : No me quedaba otra salida... ¡¡MALDITA SEA!!... ¡¡PRÁCTICAMENTE ME OBLIGÓ A DÁRSELO!!... ¡¡FREEZER, JURO QUE TE MATARÉ CON MIS PROPIAS MANOS!! – terminó de decir saliendo por una puerta lateral.

Kaissa caminaba cabizbaja por los corredores del castillo, en su rostro se reflejaba un enorme dolor. Ya había comprobado personalmente el inmenso poder de Freezer... ella no sería capaz de luchar contra algo así.  El solo pensar que su hijo estaría bajo las órdenes de ese maldito la llenaba de miedo...

·        KS : ¿Qué puedo hacer?... no puedo enfrentarme a Freezer... no volveré a ver a mi hijo... – pensaba en tanto que sus ojos se llenaron de lágrimas. Se apoyó en una de las paredes y estaba a punto de llorar, si no fuera porque escuchó los pasos de alguien que venía corriendo y al voltear a verlo, se sorprendió... era Bardock y se le notaba con mucha prisa. El saiya la pudo reconocer y se detuvo...

·        BD : Alteza, ¡¿se encuentra bien?! – se acercó a ella al notar que algo le pasaba a su reina. Kaissa trató de aparentar estar lo más normal posible...

·        KS : Estoy bien, no me... no me pasa nada. – lo miró – ¿Y por qué llevas tanta prisa?... creo recordar que estabas recuperándote en un tanque de sanación...

·        BD : Me recuperé hace poco y ahora voy al planeta Milt al encuentro de mis compañeros... los muy imbéciles se adelantaron sin mí y me quedaré sin diversión... -- sonrió.

·        KS : Ya veo... entonces no pierdas el tiempo y alcánzalos... tal vez te dejen algún insecto para eliminar, ja... – le devolvió la sonrisa.

·        BD : Eso espero... y será mejor que perder el tiempo aquí. Necesito animarme algo... muchas cosas tengo en la cabeza y una de ellas es mi hijo...

·        KS : ¿Tu hijo?.. ¿te refieres a ese niño llamado Radditz? -- preguntó.

·        BD : No, el no... ahora se encuentra de misión. Me refiero a mi segundo hijo... su nombre es Kakarotto y está en las incubadoras de allá al fondo... – señaló.

·        KS : ¿Y por qué lo dices? ¿Acaso ese niño tiene algún problema?

·        BD : Si, lamentablemente tiene un poder de pelea bastante bajo... mucho menos de lo que yo esperaba... – suspiró -- Sólo tiene dos unidades de poder... tal vez lo manden a un planeta con formas de vida débiles para que los extermine... es lo único que le queda.

·        KS : Un hijo es un hijo, Bardock... recuerda lo que me dijiste una vez... – lo miró.

El joven guerrero recordó sus palabras e iba a decir algo más, pero nuevamente extrañas y confusas visiones sobre el futuro comenzaron a inundar su mente de nuevo... veía imágenes sin sentido en donde le parecía ver a su hijo en muchas situaciones y luchando... muerte y destrucción... su planeta. No pudo soportarlo más....

·        BA : Tengo que marcharme, alteza... con su permiso – y pasó por su lado a toda velocidad.

Kaissa se le quedó mirando... parecía angustiado, ¿qué le pasaría?. El relato de Bardock despertó su curiosidad y se dirigió hacia la sala de incubadoras donde una vez acudiera a ver a su hijo recién nacido... y de nuevo los recuerdos la llenaron de tristeza. Se asomó por una de las ventanas de la sala y buscó al hijo de Bardock. Lo encontró sin la necesidad de ubicarlo por su nombre... si, era idéntico al guerrero... de la misma manera que su hijo se parecía al Rey Vegeta. Parecía un bebé bastante normal, sólo que era muy llorón... y no pudo corroborar lo que dijera Bardock sobre el bajo poder de pelea del bebé ya que no tenía rastreador. De pronto, tuvo un extraño presentimiento... era respecto a ese niño que observaba... no entendía porqué... pero... senía que iba a hacer algo muy importante cuando creciera...

En otro lugar...

El pequeño Vegeta meditaba en silencio en su habitación sobre los últimos acontencimientos. Si mirada reflejaba duda y también tristeza... y recordaba...

Vegeta había terminado con su entrenamiento diario y se encontraba en su habitación descansando.. cuando de pronto alguien lo llamó al otro lado de la puerta...

¿¿Partir con Freezer??... eso jamás se lo hubiera imaginado. El había escuchado hablar de él y también lo había visto algunas veces... era un sujeto muy poderoso, como ninguno. Por un lado le despertaba un sentimiento de admiración  por lo fuerte que era, pero tambien era un ser despreciable y cruel. No sabía que hacer... si su madre estuviera con él en ese momento.

Pronto recordó sus palabras... él era un príncipe y debía comportarse como tal.. y si queria ser el más fuerte del universo debía superar a los más fuertes... ¿superar a Freezer tal vez?... quien sabe. Una de sus dudas era su madre, no quería dejarla...

Unos golpes en su puerta llamaron su atención... se extrañó porque no esperaba a nadie, ¿sería su madre?.. no, lo dudaba.... ella ya se habría marchado hace rato.. ¿tal vez Nappa?

El pequeño príncipe hizo lo que su madre le pedía aún sin comprender del todo sus intensiones. Ella lo miraba... esos cinco años que compartiera con su hijo habían sido los más maravillosos en medio de todo el dolor que tuvo que soportar... parecía mentira. Su pequeño iba en camino de convertirse en un gran guerrero, sólo que tal vez ella no lo vería crecer. Vegeta la miraba extrañado... no comprendía porqué su mamá lo miraba así y se sorprendió al ver que de los ojos de ella comenzaron a brotar lágrimas...

Vegeta miró el anillo y luego a su madre confundido. Frunció el ceño y dijo...

Vegeta no sabía que hacer ya que nunca nadie lo había abrazado así, pero por un momento tuvo un fugaz recuerdo de que en algún lugar y momento, cuando era más pequeño... alguien lo abrazó de la misma manera, con un amor y ternura que sólo una madre podría dar...

En ese abrazo ella le expresaba a su hijo todo el amor que le tenía y también porque quería que si algo pasara nunca la olvidara. Momentos después, se separó de él, se puso de pie, comenzando a alejarse hacia la puerta.  Vegeta todavía estaba confundido por lo que acababa de pasar y por un sentimiento que salió de su corazón, la llamó...

Kaissa se quedó de pie con la habitación de su hijo a sus espaldas... ¿cómo pudo decirle eso?.. ¿cómo pudo prometer algo que ni siquiera sabía si cumplirá?... no quería que su hijo la odiara, eso no podría soportarlo. Sin poder más con su conciencia,  nuevamente comenzó a llorar, esto iba a ser muy difícil para ella... ¿soportaría su corazón?

Nappa la observó alejarse y observó el pequeño libro que le entregase Kaissa momentos antes. Suspiró y tocó la puerta de la habitación de Vegeta, ya que había venido a buscarlo para partir a su primera misión designada por el emperador Freezer...

Naver de Freezer...

El rey Vegeta había abordado la nave del emperador acompañado de todos sus guerreros, con la intensión de eliminarlo, de esa manera ya no se llevaría a su hijo. Rápidamente llegó hasta la cabina principal en donde el Freezer se encontraba acompañado de sus dos guerreros, Dodoria y Zarbon, que se pusieron en alerta al ver al rey de los saiyajins entrar sin previo aviso. Freezer volteó a verlo tranquilamente...

Planeta Vejita...

Kaissa había logrado salir del castillo y caminaba sin rumbo fijo por las calles de la ciudad adyacentes al castillo, hacía mucho tiempo que no estaba por esos lugares... todo se mantenía igual a como ella lo dejara hacía muchos años, cuando era más joven. En esa época todo era mejor.. se sentía bien. De alguna manera trataba de escapar de su propio dolor que la estaba consumiendo por dentro...

De pronto un ruido como de un estallido llamó su atención... al voltear la mirada hacia el cielo pudo distinguir a una cápsula salir disparada hacia el espacio. Tuvo un presentimiento, pero lo ignoró y siguió caminando. Pasó un rato más y sin darse cuenta llegó hasta una pequeña casa abandonada... que reconoció como la suya. Todavía estaba intacta desde la vez que la abandonara para convertirse en la madre del hijo del rey... no lo podía creer.

Dudó unos momentos, pero más pudo su deseo y traspasó la destruida puerta... el lugar había sido saqueado, eso era predecible. Pero aún podía encontrar algunos objetos que le recordaban toda su vida, gran parte de ella plasmada en su diario de vida que le había entregado a Nappa. Caminó un rato por su casa, todavía la sentía como su casa y se detuvo frente a un quiñado espejo. Se observó a su misma... ya no era la de antes, los años habían hecho de las suyas y mucho había visto en su joven vida... que ya no esperaba ver más.  Estuvo en ese lugar unos momentos más y rápidamente salió... no sabía lo que iba a pasar con ella, pero lo afrontaría sin temor.

Nave de Freezer... rato después...

Por uno de los corredores avanzaba el príncipe Vegeta junto a su guardián Nappa. Su poder de pelea había sido medido en una cámara de entrenamiento especial en donde fulminó a varios saibaiman de un solo golpe... ese tipo de pruebas eran un juego para el niño que se había vuelto más fuerte de lo esperado y luego de recibir el obsequio especial de su madre se sentía aún más. Mientras avanzaban, el niño comentaba...

Al poco rato Vegeta llegó a la puerta de la cabina de mando, siendo recibido bruscamente por Dodoria y Zarbon...

·        ZA : ¿Qué haces aquí, Vegeta?... ¡¡sabes muy bien que no está permitida la entrada a niños!! – dijo tajante. El príncipe de los saiyas solo lo observó.

·        DO : Será mejor que te vayas por donde viniste, mocoso... – dijo Dodoria despreciativamente.

·        VG : Tranquilos, sólo he venido a ver al señor Freezer antes de partir a mi misión... – respondió sin inmutarse.

·        ZA : ¡¡El gran Freezer pidió no ser molestado!!... ¡¡así que puedes irte, Vegeta!! – dijo, pero una voz llamó su atención.

·        FR : No hay cuidado, soldado Zarbon.. déjalo que se acerque... – dijo el emperador desde su silla y luego continuó... – Te encomiendo esta misión, Vegeta... hazlo bien...

·        VG : Gracias, señor... – dijo haciendo una reverencia.

·        FR : No me lo agradezcas... jejeje – a sus palabras Vegeta se le quedó mirando...  

·        VG : Ya verás que algún día te derrotaré, idiota... y te haré tragar tu arrogancia... es una promesa – pensó recordando las palabras que le dijera a su madre. Al poco tiempo, partió junto con Nappa a un destino desconocido...

Planeta Vejita...

El tiempo transcurría incesante y Kaissa no sabía que hacer... presintía que algo iba a pasar y por esa extraña sensación no quería abandonar su planeta. Sin saber que más hacer fue al puente de lanzamiento. Al verla unos soldados que estaba de vigilancia la saludaron...

·        SOL1: ¡Alteza!.. creíamos que había partido de misión.. – dijo uno de ellos sorprendido.

·        KS : Hubieron problemas, tuve que regresar... – en eso sus ojos se posaron en una cápsula, pero que tenía grandes manchas de sangre... – Y eso.. ¿qué ocurrió?

·        SOL2 : Hace unos momentos llegó el soldado Bardock muy herido... de allí salió corriendo sin decir una palabra hacia el interior de la base... – dijo el otro vigilante.

·        KS : ¿Bardock?... ¿¿herido??... – dijo sorprendida y pensó – Algo muy malo está pasando... pero, no comprendo... ¿por qué regresó herido?.. estaba muy bien cuando me lo encontré hace horas...

·        SOL1 : Se veía muy raro, ni siquiera reaccionó cuando le dije que su hijo había sido mandado en una misión al planeta Tierra... – añadió.

·        KS : ¿Cómo?, ¿la tierra?... entonces es nave que vi fue... sí, era el hijo de Bardock... – los miró y sin decir nada más se alejó rápidamente.

Kaissa corrió hacia un extremo de la plataforma y vio con espanto que la nave de Freezer estaba muy cerca... algo tramaba y sintió miedo. En eso, sintió una gota de agua caer en su rostro... pero al darse cuenta notó que era sangre... ¿¿lluvia de sangre??. Miró hacia arriba y distinguió a una figura salta hacia la nave del dictador... ¡¡ERA BARDOCK!!

Las compuertas de la nave se abrieron y dejaron salir a miles de soldados como su fuera un enjambre de abejas y todos se dirigían al encuentro del guerrero saiya...

·        KS : Ese maldito... quiere matar a Bardock... ¡¡NO!!... ¡¡QUIERE MATARNOS A TODOS!! – se dio cuenta de las intenciones del malvado tirano.

Kaissa se elevó y estaba a punto de ayudarlo, cuando vio que de la nave de Freezer comenzaba a crecer una enorme esfera de energía... la técnica más mortal de Freezer, capaz de destruir un planeta. Sin saber que hacer, retrocedió... esa enorme energía iba a ser imposible de detener, sólo le quedaba huir...

Con una cruel carcajada, Freezer lanzó la esfera que consumió a todos los soldados, comenzando con Bardock. Todo el planeta comenzó a temblar... Kaissa estaba cerca de los edificios de la base, ella tampoco podría escapar de la destrucción. Ya estaba resignada cuando recordó la nave de Bardock... ¡¡la cápsula!!. Ella sabía donde estaba y eso podría salvarle la vida... no iba a morir tan fácilmente. Ya sólo quedaban segundos antes de que el planeta hiciera explosión, y para su buena suerte la pudo hallar todavía en su sitio. Iba a abordarla cuando escuchó un grito de terror...

Kaissa volteó a ver... era un niño, más o menos de unos cinco años a punto de ser aplastado por unos escombros que estaban cayendo a causa de los fuertes temblores. La saiya por un momento se imaginó que ese pequeño podía ser su hijo... y a causa del nerviosismo que sentía vio en el rostro de ese pequeño a su hijo... a Vegeta. Kaissa aprentó los dientes y cerró los ojos...

·        KS : Vegeta... no, no puedo dejarlo morir... tengo que protegerlo... ¡¡TENGO QUE PROTEGERLO!! – y olvidándose de todo, se lanzó a toda velocidad hacia el niño y pudo empujarlo de los escombros, pero no pudo evitar que cayeran sobre ella.

Kaissa soltó un grito de dolor y al tratar de moverse sintió con horror que su pierna estaba rota y atrapada bajo las piedras. Volteó a ver al niño que tenía en sus brazos... también estaba herido ya que antes de que ella lo alcanzara una roca lo había golpeado... estaba agonizando. Miró a Kaissa y dijo entrecortado...

·        NIÑO :  Aahh... ya... ya to-todo va a terminar, no?... vamos a estar... vamos a estar a salvo... cierto? – dijo tomando la mano de Kaissa, que no pudo evitar que se le humedecieran los ojos.

·        KS : Si, pequeño... esto pronto terminará... descansa tranquilo... ya todo va a pasar... – dijo acariciando la cabeza del pequeño que luego de dedicarle una sonrisa, expiró. Kaissa estiró su mano y cerró los ojos del niño...

La esfera mortal tocó el planeta y chorros de magma saltaron por todos lados. Kaissa sentía un inmenso dolor por las rocas que trituraban su pierna... su vista se estaba nublando, ya no sentía y escuchaba nada... ya no había nada. En eso, sintió como si algo le tocara el rostro... parecía una mano muy cálida que por un momento la hizo olvidarse del dolor y sentirse segura. Kaissa levantó la cabeza y le pareció distinguir una brillante figura que le extendía la mano. Kaissa sintiendo que su final se acercaba, habló a la figura...

·        KS : Lo... lo hice bien, ¿verdad hermano? – dijo en un susurro al saiya fantasmal que asintió tomando su mano. Kaissa sonrió... había cumplido con su misión y desde ese momento pasaría a la eternidad.

Y al siguiente instante, el planeta Vejita voló en mil pedazos, con un resplandor que sería posible ver desde cualquier sitio. En tanto, desde su nave, el malvado Freezer festejaba...

·        FR : ¡¡JAJAJA!!!... ¡¡QUE HERMOSO ES ESTO!!... ¡¡Zarbon!!... ¡¡Dodoria!!!... ¡¡Miren que hermosos fuegos artificiales!!! – reía el malvado, sin saber que lo pagaría muy caro en el futuro... y ni más ni menos que por un saiyajin.

Horas más tarde... en un lejano planeta...

Nappa había terminado de eliminar a los últimos habitantes del planeta que le había tocado conquistar junto con el príncipe y justo acababa de limpiar su zona. Estaba buscando algo para comer, cuando su scouter sonó...

·        NP : ¿Quién será? ... – revisó las coordenadas y reconoció la señal de unas de las colonias de Freezer, la más cercana al planeta Vejita... – Me parece extraño que llamen de ese planeta, bueno... en fin... Aquí el guerrero Nappa... adelante!... sí, lo escucho... ajá... QUEEEEE?????!!!!! – pegó un terrible grito para luego caer de rodillas muy agitado. Tomó aliento y continuó... – ¿Están seguros?... ¿qué fue un meteorito?... no lo puedo creer... y ¿cuántos saiyas han sobrevivido?... unos cuantos... ya veo... si, si... yo se lo haré saber al príncipe... fuera!

Nappa se quedó de sin palabras después de recibir tan terrible noticia... el planeta Vejita fue destruido, según informes, por un meteorito. No lo podía creer... y sólo atinó en pensar en una persona... Kaissa. Apretó los dientes por la impotencia que sentía al escuchar la noticia... y ahora pensaba en como se lo diría al príncipe. Estuvo un rato sin saber que hacer, hasta que decidió llamarlo a su scouter... tarde o temprano se tendría que enterar.

Vegeta estaba sentado en una roca mientras consumía sus víveres... cuando el ruido de su scouter lo distrajo. Al parecer su misión había resultado un éxito ya que habían un montón de cadáveres a su alrededor...

·        NP : Vegeta... Vegeta... ¿me recibes?.. ¡¡responda, príncipe!! – llamaba Nappa.

·        VG : Te escucho... ¿qué pasa? – respondió el niño sin dejar de comer.

·        NP : Me acaban... me acaban de informar que el planeta Vejita... nuestro planeta... ha sido destruido, al parecer por un meteorito... me escuchó alteza?

·        VG : Ah... ¿sí?... ¿y qué más? – respondió en su tono de voz normal.

·        NP : Dicen que sólo han sobrevivido muy pocos saiyas... entre ellos nosotros, príncipe... no quedó nada de planeta.

·        VG : ¿Sí?... ¿y qué más? – respondió muy tranquilo. Nappa esperaba que lanzara un grito o se sorprendiera, pero nada de eso pasó...

·        NP : Y bueno... eso fue todo.

·        VG : Comprendo... tendré que decirle al gran Freezer que me consiga otro planeta, aquí no existen guerreros realmente fuertes, ja... – y luego de decirlo cortó la comunicación.

Al anochecer, Nappa se reunió con el príncipe para dar los pormenores de lo que habían hecho.  Nappa estaba pensativo todo el rato por la noticia que habia recibido... en tanto su príncipe estaba muy tranquilo, como si tal cosa no le importara en lo más mínimo. Cansado de esperar reacción, se animó a preguntar...

·        NP : Príncipe, ¿se encuentra bien? – a su pregunta Vegeta volteó a verlo...

·        VG : Por qué lo preguntas, Nappa?... estoy perfectamente... nada me pasa.

·        NP : Pero... no se ha sorprendido por lo que le pasó a nuestro planeta. Ya no queda nada de él... ni nadie.

·        VG : Eso ya lo sé, no tienes por qué repetírmelo... – dijo volviendo a mirar a la fogata.

·        NP : Pero, señor... no se ha puesto a pensar... su madre pudo haber quedado en... – y antes de que pudiera decir algo más, Vegeta se levantó de un salto y le gritó...

·        VG : ¡¡YA DEJA DE ESTARME MOLESTANDO CON ESO, INSECTO!!... ¡¡YA NO QUIERO OÍRTE HABLAR MÁS DE ESE TEMA, ENTENDISTE??!! – dijo furioso. Nappa se quedó estático y dijo bajando la cabeza...

·        NP : Como usted desee, príncipe... 

Vegeta se calmó y volvió a sentarse. Nappa pensaba que él príncipe estaba actuando de una manera muy fría que le hacía recordar a su padre, el Rey Vegeta. Volvió la mente hacia la reina y en eso recordó algo... metió sus manos entre sus ropas y sacó un pequeño libro... e hizo memoria...

“Quiero pedirte un favor, Nappa... si por casualidad algo llegara a pasarme, entrégale esto a mi hijo... ya no tengo nada más que dejarle, lo harás?”

Nappa recordó el pedido de Kaissa y miró al príncipe que seguía callado mirando a la fogata...

Cerca de la media noche, Nappa dormitaba tratando de conciliar el sueño cuando en eso su fino oído le pareció captar un ruido muy peculiar... algo que no se parecía a ningún animal de la noche. Intrigado se levantó y se internó entre los árboles, guiándose por el ruido que cada vez se escuchaba más cerca. Y al apartar unas ramas, vio algo que jamás se esperó...

Vegeta se encontraba apoyado en el tronco de un árbol, llorando con una desesperación que le rompería el alma a cualquiera. El llanto del niño era muy fuerte y le daba golpes ligeros al árbol con sus pequeños puños. Nappa comprendió que la tragedia si lo había afectado bastante... más de lo que hubiera creído.

Nappa pensó en retirarse porque si Vegeta se daba cuenta de su presencia era muy capaz de matarlo, pero como no pasaba nada, se acercó muy despacio al niño y al caminar tocó algo que le era conocido... era el rastreador del príncipe, por eso no podía sentir su presencia. Continuó acercándose al niño y cuando estaba como a un metro de él... dio media vuelta y con mucho sigilo volvió sobre sus pasos...

Vegeta en tanto seguía llorando... se sentía destrozado, traicionado, engañado... por qué... por qué... no lo comprendía. Sentía un inmenso dolor en el pecho... había soportado hasta ese momento a expresar sus emociones porque debía mantener la compostura delante de Nappa... pero el aguantar ese dolor le hizo mucho daño a su pequeño corazón. No podía creer que era verdad... no le importaba mucho que su planeta estuviera destruido, sino que su madre estuviera muerta... ¿su madre? ¿muerta?... no, eso no podía ser verdad...

Continuó golpeando el tronco cuando en un momento algo cayó al suelo y llamando su atención... era el libro que le había entregado Nappa horas antes, el libro de su madre. Lo tomó entre sus manos y lo ojeó... miró las páginas una por una y se dio cuenta que era un diario de vida... allí figuraba toda la vida de su mamá y todo lo que había tenido que pasar. Pasó las páginas hasta la última hoja en donde encontró un mensaje escrito recientemente como su fuera para él... y decía:

 

“Hijo mío... tal vez cuando leas este mensaje yo ya no estaré aquí... perdóname... perdóname por no haber cumplido con mi promesa y te pido que no me juzgues ya que hice siempre todo lo posible para que estuvieras bien y fueras feliz... y ahora te he fallado. Pero recuerda lo que te dije una vez cuando estábamos juntos... una estrella es muy difícil de extinguir y siempre permanecerá brillando durante mucho tiempo... un espíritu es como una estrella y mientras tengas fe y no te des por vencido nunca se apagará...

“Nunca te des por vencido y lucha por lo que crees que es justo... estoy segura que serás a ser el guerrero más fuerte del universo y para eso tienes que luchar mucho... y recuerda que si te sientes perdido y sin salida alguna vez... busca en el anillo las respuestas. Nunca olvides que yo siempre estaré contigo... aunque no me veas...”

“Te deseo suerte y nunca me olvides, hijo... Te ama, TU MADRE. ”  

Al terminar de leer el último párrafo, Vegeta volvió a derramar abundantes lágrimas. El quería a su madre como a nadie en el mundo... y ahora lo había dejado. Se sentía desolado... y dando un respingo recordó el último mensaje que su mamá... que las respuestas a sus dudas estarían en el anillo. Rápidamente se sacó el guante y el anillo que todavía lo tenía en el dedo pulgar y lo observó con cuidado. Lo examinó muy bien y cuando encontró la respuesta a lo que se refería su madre, se levantó... se limpió las lágrimas y mirando hacia el frente... sonrió.

Finalmente había comprendido sus palabras... y el significado del anillo...

Una fresca brisa sacudió los cabellos del guerrero saiya que despertó a causa del frío de la noche. Había permanecido dormido durante horas, y no sabía si era por el entrenamiento o por el simple deseo de estar tranquilo por un tiempo. Vegeta se apoyó en el árbol que lo había acompañado durante horas y refrescado su memoria. El recordar a su madre le había hecho muy bien... se sentía más revitalizado y animado que antes. Ahora ya sabía todo sobre ella gracias al diario que le dejó, sus memorias, como ella le llamaba... y ahora la admiraba mucho más que antes. Una mujer luchadora y que nunca se dio por vencida ante nada, siempre con la cabeza en alto como ella decía...

Sacó el anillo que tenía entre sus ropas, lo puso a la luz de la luna... y recordó una frase especial:

“....cuando te quepa "únicamente" en el dedo meñique... entonces serás un poderoso guerrero”

Y elevándose en el aire, encendió su ki y desapareció a toda velocidad...

 

Fin del onceavo episodio...

Nota: Estos dos últimos capítulos están ajustados en parte a la línea argumental de la película de DBZ "EL ÚLTIMO COMBATE : EL PADRE DE GOKU", he allí porque aparecen tantos personajes nuevos y la relación con el tirano Freezer como antes de que destruyera en planeta de losa saiyajins. Bueno, nos veremos en el siguiente episodio^^.

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