Una segunda oportunidad

por Kira

Capítulo 15: "Las dos caras de la moneda III Parte"


Nota de autora: aquí hay mas flashbacks así que no se vayan a perder. Además este capitulo es igual de largo que el anterior así que espero no se queden dormidos leyendolo jejejeje. 

ADVERTENCIA: EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS NO APTAS PARA MENORES, ASÍ QUE LES AGRADECERÍA MUCHO, QUE SI SON MENORES NO LO LEAN, SI LO HACEN ES BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD. EN NINGÚN MOMENTO ES MI INTENCIÓN FALTARLE EL RESPETO A ALGUIEN CON ESTE CAPITULO, ASÍ QUE SI NO LES GUSTA EL CONTENIDO LEMON MEJOR SE ABSTIENEN DE LEERLO. GRACIAS... 


En el capítulo anterior Trunks invito a su madre a cenar... 

Trunks se despidio de su madre a las 7:00 pm, le dijo que iría a ver un rato a su novia, ella evito hacer algún comentario que avergonzara a su hijo, le dio un beso de despedida y le mando saludos a Mareen. 

Bulma manejaba rumbo a su casa y empezó a recordar la conversación que había tenido con Lynn aquel día... el día en que acepto que estaba enamorándose de quién menos creía... y que ese sentimiento no era algo nuevo... 

BULMA 
************** 

Ese día había sido el más largo y tedioso que recordaba en toda su vida, Lynn había logrado hacer algún tiempo en su apretada agenda de pacientes y le había citado en un pequeño, pero lujoso café italiano ubicado en el centro de la ciudad... 

Ella espero pacientemente en la mesa, estaba terminando el cuarto cigarro, ya se había tomado dos tazas de café capuchino, comido alrededor de ½ docena de panecillos y esperaba la tercera taza de café cuando aparecio Lynn. 

Estas retrasada * Le dijo nerviosamente y apagando el cigarrillo. 

Lo siento * Respondió su amiga * Pero el señor Dumont no paraba de hablar y tiene tantos problemas que no podía decirle que no podía atenderlo porque tenía una cita con mi mejor amiga. 

En ese momento Lynn observo sorprendida las colillas de cigarro, un camarero se acerco con la taza de café y los panecillos que ella había ordenado. 

¡Bulma! * Le dijo la mujer - ¿Cuánto llevas esperándome??? 

Como unos 40 minutos * Contesto ella * Llege temprano así que... 

¿¿*Cuantas tazas de café Bulma*?? * Añadio Lynn. 

Ella le observo y se ruborizo avergonzada, Lynn ya había notado su nerviosismo. 

Esta... será... la tercera... * Murmuro en respuesta. 

*Eso quiere decir que te has comido como ½ docena de panecillos acompañando el café*... *y por lo que muestra el cenicero acabas de terminar el cuarto cigarro...* * Empezó a decir su amiga, antes de explotar sorprendida. 

¡¡¡Demonios mujer!!! ¿¿Por qué estas tan nerviosa?? ¡¡Creí que la única que hacía eso era yo!! ¡¡Tu siempre me estas regañando por todo el café y los panecillos que me trago!! ¡¡Además que no cesas de repetirme que el cigarro me va matar cualquier día porque fumo demasiado!! * Termino de decir Lynn. 

Ella solo se limito a sonreir timidamente, sumamente avergonzada. 

Termine con Yamcha * Susurro por fin. 

Ya era hora * Dijo Lynn 

Ella la observo sorprendida. 

¡¡¡Por favor Bulma!!! Vengo prediciendo esta ruptura desde mucho tiempo atrás, tú y Yamcha ya tenían muchos problemas * Replico la mujer y tomo uno de los panecillos. -- No me veas como sí soy un mounstro - Continuo, mientras mordisqueaba el panecillo * Yamcha no es el hombre para ti, además era lógico que tu corazón por fin aceptara lo que siente. 

¿A que te refieres con eso???- Le dijo asombrada. 

¿Queeeeee??? * Replico su amiga aún mas sorprendida que ella * ¡¡No fingas mas!! ¿O te sigues engañando a ti misma?? 

¡¡No te entiendo!! * Respondió confusa. 

No puedes ser novia de Yamcha cuando no puedes dejar de pensar en... en otro hombre * Concluyo Lynn. 

¡¡¿O... Otro... hom... bre?!!! * tartamudeo aterrada. 

Si, ese hombre tan * masculino*, *fuerte*, *atractivo* y *sensual*... * Empezó a decir su amiga con voz melosa y mirada perdida. 

¡¡¿Yo?!!... ¡¡Enamorada de Vegeta!!... ¡¿Estas Loca??! * Replico ella a la defensiva. 

Yo no mencione a Vegeta * Dijo Lynn con una sonrisita malévola. 

Ella se ruborizo por completo, en vez de defenderse y de la forma más tonta, le había confesado a su amiga que era cierto... que estaba sintiendo algo por el saiya. 

Esta bien, me rindo... creo que tienes razón * Dijo aceptando la derrota - ¿Es tan obvio?? ¿Realmente crees que me estoy enamorando de él?? 

Sé que estas confundida * Respondió Lynn * Desde hace algún tiempo empeze a darme cuenta, pero no estaba segura hasta que me dijiste hace unos días que estabas pensando seriamente en terminar con Yamcha y luego cuando me contaste lo que paso el día en que te lastimaste el tobillo no me quedo duda en el cuerpo. 

¿Crees que tengo oportunidad?? * Pregunto. 

No lo sé... él es un hombre *muy especial* Bulma, no creo que sea de los que se aten a una mujer, es muy orgulloso y terco * Concluyó Lynn * No sabes que puedes esperar de él, es un hombre impredecible, deberás tener mucha paciencia. 

Hablas como sí realmente tengo oportunidad * Dijo ella. 

No creo que le seas indiferente * Replico Lynn * Pero no esperes nada de él, puede que le atraigas pero no tengo ni la menor idea sí exista algo más que deseo, debes estar lista para dar mucho y recibir poco, es tu decisión cuanto estes dispuesta a sacrificarte... quizás no pasen de una noche... 


************ 


No sabes cuanta razón tenías * Susurró Bulma amargamente * Pero al menos... no fue solo una noche... 

Unas cuantas gotas de lluvia empezaron a caer sobre el parabrisas del carro. 


Vegeta estaba profundamente dormido, cuando las primeras gotas de lluvia lo despertaron. 


Mmmm * Murmuro un poco molesto. 

¡¡Demonios!! Mejor me apresuro a llegar a la casa antes que quede completamente mojado * Dijo elevándose en el aire y alejándose a gran velocidad. 

[Es como sí la endemoniada historia se repitiera, ha empezado la época de lluvias dando inicio al invierno] * Se dijo a sí mismo. 


Bulma, alcanzo a entrar a la casa antes de que empezara la verdadera tormenta. 


Vaya * Dijo algo nostálgica * Es como sí la madre naturaleza quisiera torturarme... esta lloviendo a cántaros... el invierno comenzó... justamente como aquel día... 


Pero no tuvo valor de seguir con sus recuerdos y mejor busco algo en que distraer su mente, el recuerdo del que estaba huyendo sería el más doloroso de todos. 

Vegeta llego por fin a la casa en la cual estaba viviendo, como lo había temido estaba completamente empapado, opto por tomar un baño caliente para entrar en calor, cuando salió de la ducha pudo percibir que la tormenta era fuerte, el estruendo de los rayos resonaba en sus oidos, sé sento en el borde de la cama y termino de secar su rebelde cabellera. 


Justo como aquel día * Susurro * Sería imposible olvidar ese día... 



VEGETA 

*********** 

Las inquietantes sensaciones que habían despertado en él, estaban interfiriendo demasiado con sus entrenamientos, así que opto por buscar la tranquilidad de las montañas, sin embargo, aunque logro concentrarse mejor, aún así no obtuvo mejores resultados, soporto dos semanas y regreso a la casa a buscar la nave espacial para mejor largarse a otro planeta... 

Ese día las nubes en el cielo revelaban que empezaría el invierno con una gran tormenta, el calor era insoportable durante el verano, pero al empezar el invierno, el clima se tornaba bastante frío... 


Cuando entro en la casa todo estaba a obscuras, empezó a preguntarse dónde estaría Bulma, se maldijo nuevamente por pensar en la chica y mejor fue a darse un buen duchazo para luego ir a saquear el refrigerador, después de saciar su apetito empezó a deambular por la casa, noto que los padres de Bulma tampoco estaban, no tenía sueño y para colmo de males seguía preguntándose donde estaba la terrícola, la aburrición de la espera le dio sueño, así que mejor se fue a la cama... 

No supo cuanto tiempo durmió, cuando se despertó ya no pudo dormirse, de repente un ligero ruido lo obligo a levantarse... era como si alguien hubiese tropezado con alguna cosa en la obscuridad..... 

[¿Pero que demonios...?] * Penso inquieto y molesto. 


Su fino oído le oriento a donde ir... una de las pequeñas lámparas del pasillo estaba encendida, se escucho un trueno y la luz se apago, pero podía sentir una presencia conocida, así que entro a la sala, todo estaba a obscuras, empezaba a llover, la luz de un rayo ilumino la habitación por completo, en ese momento, frente a la ventana percibio una silueta femenina que grito al distinguirlo en la obscuridad. 


¿QUIÉN ESTA AHÍ?!!! * Grito Bulma. 

Soy yo, humana tonta * Replico él, pero no recibio respuesta inmediata. 

¡¡No soy tonta!! * Contesto ella molesta, se escucharon algunos truenos a lo lejos. 

La escucho emitir un ligero gemido de temor y se acerco a ella. 


¿Qué rayos te pasa?? * Le pregunto intrigado y un poco molesto. 


Me dan miedo los truenos * Susurro ella en respuesta. 


Otro rayo iluminó la sala, en ese breve momento pudo distinguir que ella llevaba un sencillo y holgado camisón, nada atrevido, pero la luz del rayo también le permitió observar a trasluz el hermoso cuerpo femenino que contenía y no pudo evitar reconocer que le gustaba el contenido.. 


El trueno que inevitablemente seguía al rayo fue tan fuerte que sacudió las ventanas, la escucho gritar y antes que pudiera evitarlo la tenía temblando entre sus brazos, instintivamente la estrecho con suavidad y aspiro el aroma tan femenino que se desprendía de su cuerpo, se quedaron así un momento, la sensación que empezó a embargarlo era extraña y agradable. 


Bulma levanto el rostro y sus labios quedaron justamente enfrente de los suyos, la luz del pasillo se encendió de nuevo alcanzando a iluminar timidamente la sala y bañando suavemente el rostro de la chica. 


No supo como, no supo quien se movio primero, pero antes que pudiera darse cuenta se estaban besando, primero fueron besos suaves, sus labios apenas se rozaban, hasta que poco a poco se enfrascaron en un apasionado beso, introdujo su lengua en la boca femenina y saboreo su dulzura, al mismo tiempo sus manos se introdujeron bajo el camisón para empezar a acariciar su piel, simplemente no podía separar sus labios de los de ella más que para tomar aliento. 


La atrajo más hacia él, empezaron a tambalearse hasta que toparon con una mesa, de un manotazo tiro los adornos que estorbaban y subió a la chica en ella, se acomodo entre sus piernas y empezó a besarle el cuello, al mismo tiempo en que sus manos acariciaban sus firmes senos sobre la tela, los gemidos de placer de Bulma resonaban en sus oidos, sintió las piernas de ella rodear su cintura y después los dedos de la chica se enredaron en sus cabellos. 


Se sentía muy excitado, no recordaba cuando había sido la última vez en que se sintió así, peor aún, no recordaba haberse sentido tan excitado en toda su vida. Las manos de ella acariciaron sus hombros y su espalda hasta que lo hizo empezar a estremecerse. Sus labios fueron descendiendo de su cuello a sus senos, empezó a besarlos hasta que encontró uno de sus pezones y empezó suavemente a tirar de uno de ellos para después succionarlo con su boca aún sobre la tela, fue entonces cuando las uñas de ella se enterraron en su espalda. 


Sus manos se deslizaron nuevamente bajo el camisón, acarició su pequeño estómago, sus caderas, la sedosa superficie de sus muslos, luego enredo sus dedos en las pequeñas bragas femeninas para después desgarrarlas de un tirón, ella no protesto, acaricio la suavidad aterciopelada de su feminidad y de la garganta de ella se desprendio un sonido mezcla de grito y gemido. 


No soporto más, tenía que poseerla, la levanto de la mesa y la hizo tumbarse suavemente en el suelo, le desgarro el camisón para desnudarla completamente, se quedó inmóvil y observó extasiado el cuerpo femenino bañado por la luz del pasillo y los constantes rayos que provenían del exterior. 


Eres preciosa... * Murmuro en su idioma natal sin darse cuenta. 


Su deseo lo estaba quemando demasiado, así que se hincó en el suelo y de un tirón se arranco la ropa, cuando alzo la vista ella estaba de rodillas frente a él, observándolo. 


Por un momento no supo que hacer, ella levantó una mano y acaricio su rostro, él solo cerró los ojos y se dejo llevar, las manos de la chica comenzaron a descender al mismo tiempo que lo acariciaban suave y eróticamente mientras recorrían todo su cuerpo, sintió que todos sus músculos se tensaban al mismo tiempo que sentía el cuerpo femenino más cercano al suyo... 


Cuando abrió los ojos, sintió los labios de Bulma en su cuello, después, ella comenzó a trazar una camino de besos a través de su pecho, los labios de ella encontraron sus pezones y empezó a mordisquear uno, él comenzó a perder el equilibrio y echo su cuerpo hacia atrás hasta que se encontró tumbado en el suelo con Bulma sobre él, no pudo evitar comenzar a jadear... 


Ninguna hembra antes le había acariciado de esa forma o al menos sus caricias no habían sido tan excitantes como lo eran las de ella. Sintió los labios de la chica bajar hasta su estómago para luego delinear los cuadros de su abdomen con la lengua, al mismo tiempo en que sus manos lo acariciaban entre las piernas. Apretó los dientes en un vago intento por no gemir, pero no fue por mucho tiempo. 


Ella descendió hasta su masculinidad, dejo de acariciarlo con las manos y empezó a hacerlo con sus labios. Se escucho a sí mismo empezar a gemir casi fuera de control, la sensación era demasiado exquisita. 


Ya basta * Ordenó decidido a terminar con la dulce tortura a la que ella le había sometido y que había logrado que la deseara cada vez con mayor intensidad. 


La obligo a tumbarse en el suelo, era su turno de acariciarla, enterró el rostro en el suave cuello femenino y la beso apasionadamente, en ese momento se sintió enloquecer en su embriagador aroma, ella se aferro de sus hombros, él comenzó a descender hasta sus senos, rozo uno de sus pezones con la lengua y sonrió complacido cuando lo vio endurecerse bajo sus caricias, después comenzó a succionarlo con la boca... 


Empezó a besar y lamer todo el cuerpo femenino, descendiendo de sus senos, pasando por su vientre hasta sus muslos, para después presionar la cara contra ella más abajo, sus labios encontraron el punto más sensible de su ser y lamió delicadamente la cálida y dulce humedad de su feminidad... 


¡¡¡Oh Vegeta!!! Por favor... * La escucho gemir y suplicarle. 


Él alzo la vista, se acomodo entre sus piernas y después coloco su rostro muy cerca del de ella. 


¿Qué quieres? * Le pregunto. 


Tu sabes que quiero * Le respondió ella tirando de sus caderas sugestivamente. 


Dímelo, ¿Qué quieres? * Repitió él. 


Te quiero a ti... * Gimió ella roncamente, mientras él la besaba nuevamente en el cuello. 


No es eso lo que quiero escuchar... anda Bulma... dilo... ¿Qué deseas? ¿Qué quieres que haga?... * Susurro él en su oído. 


Te quiero dentro de mí, hazme tuya... hazme tuya Vegeta... * Gimió ella en respuesta con la voz entrecortada... 


El se deslizo dentro de ella, la escucho emitir un quejido de placer, se mantuvo quieto un momento, obligándose a conservar el control, luego empezó a moverse lentamente, le tomo toda su fuerza seguir el ritmo de ella y no lanzarse a satisfacer su propio deseo, no solo deseaba recibir placer, extrañamente sentía una inmensa necesidad de brindarlo, pronto empezaron a moverse a un mismo ritmo, cada vez más rápido, las sensaciones cual descargas eléctricas le recorrían salvajemente, eran cada vez más y más intensas, los gemidos femeninos habían aturdido completamente su mente. 


Empujo una y otra vez, era como estar parado al borde de un abismo, sintió las uñas de ella enterrarse en su espalda, empujo una vez más y entonces todo su cuerpo se volvió rígido, gimió extasiado y la escucho gritar su nombre al momento en que ambos alcanzaron el clímax, sintió una sacudida tremenda que le hizo caer en aquel inmenso abismo de placer. Se desplomo sobre ella y se quedo inmóvil, tratando de recuperar el aliento, la sensación era deliciosa, todo su cuerpo temblaba y sentía el aroma de ella impregnado en su piel. 


La escucho gemir levemente, asumió que su peso le estaba molestando y rodó de costado para liberarla, ella se dio la vuelta dándole la espalda y se quedo así un rato. 


En ese momento, por primera vez no supo que hacer, usualmente en esas situaciones, al terminar se vestía y se largaba, sí deseaba mas *diversión* buscaba una chica diferente, nunca había compartido toda una noche junto a una hembra, nunca se había sentido tan complacido y satisfecho, no sabía como, pero Bulma había logrado despertar en él sensaciones nuevas y excitantes... pues esta vez había sido completamente diferente a lo que había experimentado en el pasado y no podía entender porque... 


Bulma no decía nada, no tenía ni la menor idea de lo que pensaba ella en ese momento, hasta ese instante pudo apreciar que aún continuaba lloviendo y que el ambiente empezaba a enfriarse. 


Esta empezando a hacer frío * Se atrevió a decir esperando a que ella reaccionara. 


Si * Murmuro ella en respuesta * Ya... ya te puedes ir a tu cuarto... yo me iré al mío dentro de un rato. 

Pero él no quería irse, por primera vez quería compartir toda la noche con una hembra, empezaba a desearla de nuevo, necesitaba el calor de su cuerpo, se acerco a ella y deslizo suavemente su brazo por su cintura, la sintió estremecerse al colocar su cuerpo detrás del suyo. 

Eso es lo que deseas... ¿Quieres que me vaya?- Le susurró al oído. 


Ella se quedó inmovil por un momento más, luego lentamente se dio la vuelta, sus ojos estaban empañados, como sí estuviese a punto de llorar, la vio apretar los labios y negar con la cabeza. 


No... no quiero... * Susurro ella por fin. 


Eso pensé * Dijo él, la tomo en sus brazos y camino hacia la habitación de ella, pues quedaba más cerca que la de él, la deposito en la cama y se recostó junto a ella, parecía pensativa, hubiese dado lo que fuese por saber cuales eran sus pensamientos y si lo deseaba tanto como él a ella, nunca había sentido ningún tipo de *debilidad* por una hembra, no sabía que diablos le pasaba pero por el momento no le importaba, simplemente penso que al siguiente día todo volvería a la normalidad... que quizás solo se había encaprichado un poco con la chica y que con un par de noches se la sacaría de la cabeza, pero por lo visto estaba muy equivocado como lo comprobaría más adelante. 


Realmente esta empezando a hacer frío * Murmuro ella temblando e interrumpiendo sus pensamientos al mismo tiempo en que le acariciaba el rostro. 


Conozco un buen método para calentarnos * Replico él, tiro de las mantas, cubriendo a ambos con ellas y después comenzó a besarla... para después enseñarle a que se refería.... 



**************** 

Vegeta reaccionó, se sentía muy perturbado por lo que acababa de recordar, había estado evitando recordar esa noche en particular, esa noche había cambiado su vida por completo y le había unido a Bulma con un lazo que no lograba romper, se levantó de la cama y comenzó a observar la tormenta a través del empañado cristal de la ventana, solo una cosa cruzaba por su mente en ese momento... 

[¿Esta lluvia te traerá los mismos recuerdos que a mí?...] * Pensó para sí mismo, los rugidos de su estomago lo sacaron un poco de su nostalgia, practicamente no había comido nada en todo el día y además se sentía agotado. (Puede ser el fin del mundo y a este hombre no hay quien le quite el hambre jejeje). 


[Tal vez una buena comida y un buen descanso me ayuden a no sentirme tan miserable] Pensó para sí mismo. 


Pero solo tal vez... 


Bulma también había tomado un baño caliente, su día también había sido agotador, así que se fue a la cama temprano... no logro conciliar un buen sueño y comenzó a tener pesadillas sobre el pasado, un fuerte estruendo la despertó, asustada se levanto de la cama y noto que había sido la tormenta lo que la había despertado, las noches de invierno eran casi todas iguales, una fuerte tormenta seguía a otra, lo que hacía que el clima se enfriara bastante. 


[Iré a la cocina por una taza de chocolate caliente, eso calmara mis nervios y me ayudara a dormir...] * En ese momento reacciono, acababa de repetir en su mente exactamente las mismas palabras de aquella noche... a pesar de huir de sus recuerdos siempre terminaba en el mismo lugar... no pudo ocultarse más, inevitablemente se dejo llevar, las escenas de aquella noche se repitieron con detalle una a una... 



BULMA 

*********** 

Las dos semanas sin la presencia de Vegeta le habían ayudado a tranquilizarse un poco, al menos eso penso ella y trato de convencerse a sí misma que lo que sentía por el saiya no era nada mas que una tontería pasajera, sus padres habían regresado 3 días después de que el saiya se marcho pero solo para volver a dejarla sola, debido a una convención científica en la capital del sur, a la cual no quiso ir y después se arrepintió, irremediablemente se sentía un poco desolada en aquella inmensa casa vacía. 

Ese día salió a comprar ropa nueva para distraerse un poco, cuando llego a la casa ya era muy tarde y se sentía muy cansada, se dirigió directamente a su habitación, se cambio de ropa, se puso un sencillo camisón de algodón para estar lo mas cómoda posible y se dispuso a dormir, no pudo cumplir su propósito, ya que poco después de meterse a la cama comenzó a caer una fuerte tormenta, por su terror a los truenos supo que no podría conciliar el sueño fácilmente, así que decidió ir a la cocina por el viejo remedio casero de su madre para la falta de sueño. 


[Iré a la cocina por una taza de chocolate caliente, eso calmara mis nervios y me ayudara a dormir...] * Pensó para sí misma y puso manos a la obra, caminaba por el pasillo rumbo a la sala, no consideró encender ninguna lámpara, pues provenía suficiente luz de los faros de la calle, pero tropezo con una mesa y estuvo a punto de quebrar unas cuantas cosas, por lo que encendio la pequeña lámpara sobre la mesa. Entro a la sala y estaba a punto de encender otra lámpara cuando un fuerte estruendo apago la luz del pasillo, por lo que opto acercarse a la ventana para tener mas luz. 

Caminaba temerosa por la sala, los truenos se tornaban poco a poco más fuertes, cuando se detuvo frente a la ventana, experimentó la extraña sensación de no encontrarse sola, sus ojos comenzaron a recorrer los alrededores, un rayo iluminó toda la habitación y distinguió perfectamente una musculosa figura en la puerta... 


¿QUIÉN ESTA AHÍ?!!! * Grito un poco asustada. 


Soy yo, humana tonta * Replico Vegeta en su típico tono de voz. 


[¡Vegeta!] Pensó * [¿Cuándo regreso? Y un momento... ¡¿Cómo que tonta?!]. 


¡¡No soy tonta!! * Contesto molesta, se escucharon algunos truenos a lo lejos. 


El miedo remplazo al enojo, se quedo callada y empezó a temblar, Vegeta debió percibir algo porque se acerco a ella. 


¿Qué rayos te pasa?? * Le pregunto él. 


Me dan miedo los truenos * Respondió temerosa. 

Otro rayo iluminó la sala, en ese breve momento distinguió al hombre frente a ella, estaba descalzo y lo único que llevaba encima era un pants obscuro, ella tenía miedo y lo que más necesitaba en ese momento era que alguien la hiciese sentir segura, ¿esos fuertes brazos serían capaces de brindar esa seguridad?.... 


El trueno que inevitablemente seguía al rayo fue tan fuerte que sacudió las ventanas, grito aterrada y se lanzo a los brazos del saiya, agradecida sintió los brazos de Vegeta rodearla y estrecharla suavemente contra su cuerpo, una calidez inesperada la rodeo, se sentía segura, lo había extrañado tanto... lo había necesitado tanto... ahora mas que nunca... 


Por un impulso levanto el rostro, debido a que ambos tenían la misma estatura sus labios quedaron justamente enfrente de los de él, la lámpara del pasillo se encendió de nuevo iluminando los rostros de ambos, no supo en ese momento sí era por la poca luz o sí era producto de su imaginación, pero los ojos masculinos tenían nuevamente aquella expresión que ella aún no podía descifrar y que la hacía estremecerse. 


Sin saber como, los rostros de ambos se acercaron y antes que pudiera reaccionar se estaban besando, sus besos eran suaves y cálidos, los labios masculinos apenas rozaban los suyos, poco a poco sus besos empezaron a encender una pasión desconocida para ella, los labios de él se movian febriles sobre los suyos, en su vida la habían besado así, sintió las manos de él introducirse bajo su camisón y empezar a acariciarla como nunca antes nadie lo había hecho, un deseo torrencial la estaba invadiendo y empezaba a perder el control de si misma. 


Poco a poco sintió cambiar el ritmo de la respiración de él, la estrecho aún más contra su cuerpo, sintio sus pezones tensarse contra la tela del camisón lo que evidencio su propia excitación y fue el sentir la dureza de su masculinidad presionarse contra su vientre lo que le permitió ser consciente de la excitación de él, empezaron a tambalearse hasta que sintió su cuerpo chocar con algo, no supo que era en ese momento, lo siguiente que escucho fue el sonido de objetos quebrándose, se dio cuenta que era una de las mesas de la sala, en el momento en que él la levanto suavemente del suelo y la subió en ella, él se acomodo entre sus piernas y empezó a besarle el cuello, al mismo tiempo en que sus manos acariciaban sus senos sobre la tela del camisón, sus besos y sus caricias eran tan excitantes, empezó a sentir que perdía la cordura por completo, había un millón de razones para detener esa locura antes que fuese irreversible pero no encontraba ninguna o... no deseaba encontrarla, se escuchaba a sí misma jadear y gemir levemente, rodeo la cintura masculina con sus piernas y enredo sus dedos en aquellos cabellos obscuros, como siempre lo había deseado. 

Acarició los hombros desnudos del saiya y después recorrió su espina dorsal con sus dedos, hasta que sintió que él empezó a estremecerse. Los labios de él bajaron de su cuello hasta sus senos y empezó a besarlos sobre la tela, hasta que encontró uno de sus pezones y empezó a tirar de él suavemente con sus dientes, para después succionarlo con su boca, tela y carne al mismo tiempo, no pudo más y comenzó a arañarle la espalda... 

Un momento después, sintió las manos de él deslizarse nuevamente bajo su camisón y acariciar todo su cuerpo, se dejo llevar por aquellas sensaciones hasta que un ligero tirón le hizo percibir que le había quitado las bragas, antes que pudiera reaccionar sintió como acariciaba su feminidad y la sensación que le provocaron sus caricias la hicieron practicamente gritar de placer. 


En ese momento él la levanto de la mesa, la depositó suavemente en el suelo y luego le desgarro el camisón desnudandola por completo, por un momento tuvo un ataque de inseguridad sobre su figura, las infidelidades de Yamcha le habían hecho perder gran parte de la confianza en su belleza, pero él se quedo inmóvil, pudo apreciar la forma en que la observaba con las mejillas arreboladas y los labios entreabiertos... parecía admirar su cuerpo, en ese momento se sintió como la mujer más hermosa del mundo. 


Él murmuro algo que ella no pudo comprender, luego se separo de ella, parecía desesperado, porque de un tirón se desnudó por completo, ella se arrodilló frente a él y empezo a acariciar su rostro, sentía un inmenso deseo de tocarlo, por su mente se cruzaron pensamientos y deseos nuevos que jamás había tenido antes. 


Él cerro los ojos y al parecer se dejo llevar, comenzo a acariciar aquel cuerpo masculino tan perfecto a su vista, solamente orientada por su deseo de brindarle placer, sintió que todos los músculos de él se tensaron, se acercó mas a él y comenzo a besarle el cuello suavemente, aspirando la escencia tan masculina de su piel. 


Comenzó a besar su pecho, hasta que sus labios encontraron uno de sus pezones, por curiosidad empezó a mordisquearlo y comprobo el efecto que causaba en él, sintió como le hacía perder el equilibrio poco a poco hasta que logro tumbarlo en el suelo, se coloco sobre él para continuar sus caricias, lo escucho empezar a jadear... 


Empezo a descender hasta que sus labios llegaron a su estómago y luego a su abdomen, al mismo tiempo en que sus manos lo acariciaban entre las piernas. Lo escucho apretar los dientes y retener los gemidos, pero sabía que existía un modo de hacerlo definitivamente perder el control, algo absolutamente nuevo para ella, algo que nunca antes había experimentado, simplemente se dejo llevar por sus propios impulsos... 


Descendió hasta su masculinidad, dejo de acariciarlo con las manos y empezó a hacerlo con sus labios, cada vez más intensamente hasta que él empezó a gemir descontroladamente. 


Ya basta * Le escucho decir entre dientes, la sujeto de las muñecas y la hizo tumbarse nuevamente en el suelo.. 


Él empezo a besar apasionadamente su cuello, se sentía tan excitada que solo pudo aferrarse de los hombros de él y dejarse llevar a plenitud por sus caricias, él comenzó a descender hasta sus senos ahora desnudos, rozo uno de sus pezones con la lengua, era increible como un gesto que pudiese ser tan simple desencadenara tal reacción en todo su cuerpo, él parecía complacido porque lo vio sonreir para después comenzar a succionar el pezón con la boca. 


Sus labios recorrieron todo su cuerpo, descendiendo hasta sus muslos... en ese momento sintio que estaba perdida, cuando los labios masculinos encontraron los repliegues más vulnerables de su cuerpo y luego lamió delicadamente su feminidad, sus caricias derrumbaron su última barrera, no pudo mas, empezó a suplicarle que la hiciera suya... 


¡¡¡Oh Vegeta!!! Por favor... * Gimio ya desesperada. 


Él alzo la vista, cuando sus miradas se encontraron pudo ver el deseo reflejado en su rostro... luego él se acomodo entre sus piernas y después acerco su rostro al suyo. 


¿Qué quieres? * Le pregunto suavemente. 


Tu sabes que quiero * Le respondió ella tirando de sus caderas invitándolo a poseerla. 


Dímelo, ¿Qué quieres? * Repitió él. 


Te quiero a ti... * Gimió, mientras él empezaba a besarle el cuello. 


No es eso lo que quiero escuchar, anda Bulma, dilo, ¿Qué deseas? ¿Qué quieres que haga?... * Susurro él en su oído. 


Te quiero dentro de mí, hazme tuya... hazme tuya Vegeta... * Gimió en respuesta.. 


El se deslizo suavemente dentro de ella, lo escucho gemir roncamente al mismo tiempo que ella, se mantuvo quieto un momento y luego la obligo a moverse lentamente, tan lentamente, que los violentos espasmos de su interior crecieron con agonizante intensidad, era como si espaciaba cada nuevo impulso para coincidir con los involuntarios estremecimientos que la recorrían, era como si deseaba brindarle el máximo placer, se aferró a él cuando empezaron a moverse a un mismo ritmo, cada vez más rápido, la respiración de él estaba totalmente fuera de control y lo escuchaba jadear y gemir extasiado. 

Él empujo una y otra vez, ella perdio absolutamente la noción del espacio y el tiempo, solo podía sentir, era como estar en una espiral que incrementaba su fuerza cada ves más, justo en el momento en que no podía más y se sentía desfallecer, él se movio por última vez y la espiral se rompio arrojandola a la cumbre del extasis, lo escucho gritar roncamente al mismo tiempo en que ella no pudo evitar gritar el nombre de él cuando ambos alcanzaron el clímax al mismo momento. Él se desplomo sobre ella y se quedo inmóvil. 


Había sido maravilloso, no deseaba separarse de él, era tan bello estar así, fue hasta ese momento en que acepto que amaba a Vegeta, que lo había necesitado como nunca y que lo necesitaba ahora con más fuerza, y él acababa de hacerle el amor... * amor* ... la palabra brillo cual llama en su mente para después apagarse... no... él no la amaba, quizás la había deseado... pero nada más... las palabras de Lynn hicieron eco en su cabeza... [ Quizás no pasen de una noche...] 


Sintió como una enorme frustración la embargaba, retubo un sollozo que se tradujo en un gemido, él lo percibió y rodó de costado liberandola de su peso, pero en vez de alivio, sintió como si su corazón se rompiera, se dio la vuelta dándole la espalda y se quedo así un rato, sentía unas inmensas ganas de llorar. 


Acababa de entregarse al hombre que amaba, había sido maravilloso para ella... pero quizás para él solo había sido un medio de satisfacer un deseo, un capricho... una simple necesidad fisica. 

[Eres una tonta] * Se dijo a si misma * [Lo peor es que ahora que aceptaste que lo amas, no vas a poder vivir sin él, menos después de lo que paso esta noche... tonta, tonta... y ahora ¿Que piensas hacer Bulma?] 


Esta empezando a hacer frío * Dijo él rompiendo el silencio.. 


Si * Murmuro en respuesta * Ya... te puedes ir a tu cuarto... yo me iré al mío dentro de un rato. 


[Si él no le da importancia a lo que acaba de suceder, lo menos que puedo hacer es salir dignamente y no demostrarle lo mortificada que estoy] * Pensó para si misma. 


Resignada espero a que él se levantara del suelo y se marchara, para poder después romper a llorar desconsoladamente. Pero para su sorpresa, él no se marcho... sintió el brazo de él deslizarse por su cintura y luego como el cuerpo masculino se acomodaba detrás suyo. 


Eso es lo que deseas... ¿Quieres que me vaya?- Le susurró él al oído. 


Se dio la vuelta y su rostro quedo nuevamente frente al de él, hubiera deseado decirle que no, pero su voz se nego a salir de su garganta, pero a pesar de eso no pudo mentirle, apretó los labios y negó con la cabeza. 


[No... no quiero... que no te das cuenta que te amo...¿Por qué te empeñas en torturarme?...] * Penso aturdida. 


No... no quiero... * Susurro por fin, cuando pudo articular palabra. 


Eso pensé * Dijo él arrogantemente, para su sorpresa la tomo en sus brazos y camino hacia la habitación de ella, la deposito en la cama y se recostó junto a ella. 


Su cabeza nuevamente empezó a trabajar, pero esta vez el dolor que sentía estaba desapareciento, él la observaba, quizás tratando de adivinar sus pensamientos, pero un solo pensamiento pudo cubrir su mente en ese momento. 


[Al diablo mi dignidad...] * Se dijo a si misma * [No se que va a pasar mañana... pero por primera vez, no me importa...] 


Realmente esta empezando a hacer frío * Murmuro suavemente y le acaricio al rostro al hombre con quien compartía su lecho, aún sin saber que esperar. 


Conozco un buen método para calentarnos * Replico él sensualmente para después tirar de las mantas, cubriendo a ambos con ellas y luego comenzar a besarla... 


Lo que menos tuvieron esa noche... fue frío. 


**************** 



Bulma trato de recobrar el aliento, mientras las lagrimas empezaban a caer por sus mejillas, esos recuerdos eran muy dolorosos... a pesar de todos no podía negarse que habían sido los momentos más felices de su vida. 


[Maldito seas Vegeta] * Pensó Bulma * [Ojalá nunca te hubiese amado tanto...] 


Pero tal como ella dijo...solo ojalá... 


Que tal ??... jejejeje ^ ^ ya se, ya se, por ahí han de estar pensando horrores de mi pero ni modo, ^ ^ no resisti la tentación de hacer algo atrevido... espero no haber ofendido a nadie y que estas escenitas no esten muy pasadas de color, trate de que quedara lo mejor posible. Han de estar pensando que es mucho... pero la idea es saber que piensa cada uno de nuestros personajes en los mismos momentos, espero les haya gustado a las personas que les agradan los LEMONS. Y si alguién no le gusta lo LEMON es mejor que no lo hayan leido y si lo hicieron perdon si les ofendí en algo.. Mil perdones por tardarme tanto en este capítulo pero estas cosas necesitan mucho trabajo de edición y peor para alguién que a duras penas escribe jejejeje, este capítulo ha sido un verdadero reto, el cual espero les haya gustado aunque sea un poquito y prometo no tardarme tanto la próxima vez, nos vemos en el siguiente capítulo, el resto es decente jejejeje........

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