por Xime
A la hora de la cena se volvieron a encontrar.
Sra.B: Bulma!!! ¡Qué lindo bronceado tienes! ¿Cómo lo pasaste el fin de semana?
BL: Pésimo. Fue el peor fin de semana de mi vida.
Dr.B: ¿Pero no te fuiste con Vegeta?
BL: ¿Y eso qué tiene que ver?
Dr.B: Que como se estaban llevando mejor tu madre y yo pensamos que se habían ido de vacaciones juntos.
BL: ¿Quéee? – En eso, Vegeta entró a la cocina.
Sra.B: ¡¡Hola Vegeta!!
VG: Hola – saludó por cumplir y se sentó a la mesa a cenar. De vez en cuando Vegeta y Bulma se miraban sin que el otro lo notara.
BL: "No hay duda de que se ve mucho mejor así, recién salido de la ducha, sin toda esa sangre y ese barro encima"
VG: "Se ve muy bien, pero el estar en su estado casi natural le daba un toque especial…se veía tan salvaje… - pensaba mientras recorría su cuerpo con la mirada sin que nadie lo notara – aunque con sólo escuchar sus gritos eso queda totalmente claro – se corrigió mentalmente mientras seguía comiendo.
Dr.B: Bueno, yo me retiro. Necesito terminar con algo que dejé pendiente en el laboratorio.
Sra.B: Y yo voy a ver una película que dan en la televisión.
Los padres de Bulma salieron de la cocina dejándolos solos. Afortunadamente los dos ya estaban más tranquilos.
BL: ¿Volviste a perder tus poderes? - finalmente rompió el hielo.
VG: Sí, así es – respondió mientras apoyaba la espalda en el respaldo de la silla y haciendo una mueca de dolor se sujetó el hombro derecho.
BL: ¿Te duele el hombro?
VG: No sólo el hombro. Me duele todo, hasta los vellos de las piernas.
BL: Sí, a mí también me duele todo. Con todo el ejercicio que hicimos.
VG: Sí, fue el mismo infierno – dijo levantándose y abriendo el refrigerador sacó una pequeña botella de refresco y trató de abrirla pero no pudo. Pensó que si aplicaba demasiada fuerza la rompería, pero la demasiada fuerza nunca existió porque estaba aplicando toda la que tenía - ¡Rayos! – gruñó.
BL: A ver – dijo levantándose y quitándole la botella con un poco de esfuerzo la abrió – algunas traen mañas – agregó para que no se sintiera mal.
VG: Si, claro.
BL: ¿Cuándo te recuperarás?
VG: No tengo idea. Esto no me está gustando nada. Ni siquiera puedo entrenar porque mi cuerpo no resiste ni 50 míseros abdominales. Mi único ejercicio ha sido abrir y cerrar el refrigerador.
BL: Mmm…ya sé!!! – dijo después de pensar unos momentos - Para que no te exijas demasiado con tu entrenamiento podemos hacer ejercicio juntos.
VG: ¿Juntos? – preguntó sin entender.
BL: Claro! Yo también hago ejercicio. ¿O acaso crees que conseguí gratis este hermoso cuerpo? – dijo adoptando pose de modelo – La materia prima estaba pero los ejercicios ayudan.
VG: ¿Y qué clase de ejercicios haces tú? – preguntó en un tono bastante irónico.
BL: Ja, ja, ja. Puedes burlarte, pero en mí son bastante efectivos, o qué…en todos tus viajes ¿has visto una mujer, o una hembra como dices tu, más hermosa que yo? - Vegeta no contestó aunque estuvo de acuerdo con el comentario. Se dio vuelta bebiendo un poco de refresco para que ella no notara el color en sus mejillas – Te espero mañana temprano en el gimnasio y arriba esos ánimos. Ya verás que muy pronto volverás a ser el de siempre.
VG: Eso espero – dijo saliendo de la cocina.
Cuando iba subiendo la escalera nuevamente sintió la comezón en la cicatriz de su cola. Mientras más se rascaba, más se incrementaba la comezón. Hacía unos cuantos días que tenía esa molestia y no se le quitaba. Cuando por fin llegó a su habitación, se tiró en la cama y muy pronto se durmió.
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8:00 AM. Gimnasio de la Corporación Cápsula.
Vegeta pensó que se había equivocado cuando escuchó esa estruendosa música dentro de la habitación. Pero no, decía "gimnasio" así que entró. Recorrió la enorme habitación con los ojos. Había muchos tipos de maquinas, todo estaba alfombrado, había mucha luz gracias a los grandes ventanales y en uno de los extremos de la habitación había un enorme televisor. El equipo musical tenía el volumen casi al máximo, lo que hacía que los vidrios vibraran. Vegeta ya se estaba arrepintiendo de todo aquello cuando Bulma entró a la habitación mientras se sujetaba el cabello en una cola. Vestía ropa deportiva de colores bastante sobrios comparados con los que siempre escogía.
BL: Ah! Aquí estás. Pensé que ya no vendrías. Ven, vamos a empezar. – Vegeta no tenía la más mínima idea de lo que iban a hacer…de hecho por eso se quedó.
El video empezó a correr y la imagen apareció en la pantalla. La palabra aerobics se visualizó y luego un grupo de personas en una playa. Vegeta todavía no entendía nada. Todos empezaron a presentarse y luego comenzaron a marchar en el lugar. Bulma los imitó y Vegeta sólo la observó y volvió a observar la pantalla. Bulma se dio vuelta y vio que Vegeta permanecía de brazos cruzados alternando la vista entre ella y el televisor.
BL: Vamos Vegeta, ¿no querías entrenar?
VG: ¿A esto le llamas entrenamiento? – preguntó señalando el televisor – Bulma dejó lo que estaba haciendo para tomar la carátula del video y se lo mostró a Vegeta siguiendo con el dedo la línea que le interesaba que leyera.
BL: "Entrenamiento personalizado" – dijo – Tal vez no se parezca a lo que tú haces pero también es ejercicio.
VG: Por favor, Bulma. No voy a sudar ni una miserable gota con ese pasito estúpido.
BL: Ja! Iluso. Ese "pasito" es sólo el calentamiento. Y si ya estás aquí al menos podrías intentarlo.
Vegeta miró en todas direcciones asegurándose de que nadie lo estuviera viendo y empezó con la rutina.
5 minutos después…
" Vamos, uno, uno, doble. Ahora agreguen los brazos. Arriba esas rodillas. 4 golpes de gancho, ahora 5 títeres, patadas. Y volvemos con el trote" - Bulma seguía sin ninguna dificultad la coreografía y cuando volteó a ver a Vegeta, vio que estaba más que complicado, haciéndolo todo al revés.
BL: Siento decirte esto…Vegeta, pero…tu coordinación es…patética – dijo entre jadeos.
VG: No fastidies.
30 minutos después…
Vegeta estaba tirado de espaldas en el piso y jadeando como nunca lo había hecho en su vida. Mientras tanto Bulma terminaba con el estiramiento y sentándose en el suelo apagó el televisor. Estaba agotadísima. Ya empezaba a respirar normalmente y secándose la frente con el dorso de la mano fijó su vista en Vegeta. Su ropa estaba empapada.
BL: "Ni una miserable gota" – pensó - ¿Te sientes…bien? – le preguntó.
VG: Creo que…nunca…en mi…vida…estuve tan…cansado. Bueno…eso sería…todo. Me voy a duchar.
BL: Ah, ah, ah – dijo negando con uno de sus dedos – ese fue el ejercicio cardiovascular, ahora nos corresponde el localizado, ya sabes, abdominales, flexiones y todo eso.
VG: Eeee…no mujer, otro día – dijo casi levantándose como podía pero Bulma lo volvió a sentar sujetándolo de la camiseta. El repentino sentón le produjo un extraño calambre en la cicatriz de su cola.
BL: Recuerda lo que me dijiste…un saiyajin no renuncia – le susurró al oído haciendo que se estremeciera.
VG: De acuerdo – dijo dando un suspiro.
Estuvieron entrenando al menos 2 horas, hasta que el orgullo de Vegeta no soportó más y se largó. Era demasiado que una mujer humana tuviera más resistencia física que él, que había entrenado desde que tenía uso de razón y que había participado en innumerables batallas. Pero ese no era el final de todo eso, porque al día siguiente Bulma le pidió un pequeño favor. Estaban terminando la sesión de acondicionamiento físico cuando ella recordó que se estaban haciendo habituales los asaltos a la salida del estacionamiento del centro comercial y tuvo la brillante idea de pedirle a Vegeta que le enseñara algo de defensa personal.
VG: Queeeeeeeeeeee!!! ¿Estás loca? – fue su dulce respuesta.
BL: ¿Por qué? No tiene nada de malo. Además hemos estado haciendo ejercicio juntos, no veo por qué no puedas enseñarme unos cuantos golpes.
VG: Pero eres una mujer – dijo en un tono que no le agradó nada a Bulma, que se acercó a él con las manos en las caderas.
BL: ¿Y? – dijo mirándolo enojada.
VG: La raza humana de por sí es débil, imagínate una mujer. Con el más mínimo roce que te haga te romperías – dijo irónicamente.
BL: Pues déjame recordarte señor príncipe saiyajin que en estos momentos eres tan humano como yo, porque sin poderes no hay diferencia. Y por tu forma de actuar parece que tienes miedo de entrenarme…¿quién es la mujer?
Eso no le gustó nada a Vegeta que la quedó mirando con ganas de asesinarla. Lo había insultado de forma triple y eso no podía quedarse así, pero decidió que se desquitaría de otra forma. Analizó la situación unos instantes y se decidió.
VG: De acuerdo…te entrenaré. Pero luego no salgas llorando, porque mi forma de entrenar no es como las que estás acostumbrada a ver.
BL: No te preocupes por eso.
VG: Bueno…empecemos. Primero que nada, ¿qué quieres aprender? – dijo colocándose los guantes que se había quitado.
BL: Quiero aprender a defenderme si es que alguien me asalta.
VG: Bueno, tu sabes gritar muy bien – sonrió cínicamente – pero si quieres aprender a defenderte físicamente, empecemos por el principio.
Vegeta le explicó las técnicas básicas de defensa, ataque, la posición correcta de las manos, etc. Luego empezaron con los golpes dirigidos. Enumeró 10 tipos de golpes que Bulma tuvo que memorizar para luego mezclarlos todos en el orden que Vegeta le indicara. Claro que al principio no eran golpes, más bien movimientos.
VG: 5…9…3…1…6 – repetía mientras bloqueaba las patadas y puñetazos que Bulma le daba suavemente - bien. Ya aprendiste lo básico. Mañana entrenaremos más en serio.
BL: De acuerdo – dijo Bulma secándose el sudor de la frente. Se quedaron de pie un momento, mirándose fijamente a los ojos – ya es tarde, voy a ducharme y a preparar algo de comer. Te veo en la cocina – dijo dirigiéndose a la puerta de la habitación.
VG: Oye! – la llamó y Bulma se dio vuelta a verlo – …olvídalo.
Sin querer se la habían pasado la mayor parte del día entrenando y ya era tarde. Un rato después, ambos estaban en la cocina cenando. No habían intercambiado palabra alguna desde que habían estado en el gimnasio. La casa entera estaba en penumbras debido al famoso experimento que el papá de Bulma estaba haciendo. Ocupaban casi toda la energía de la CC en el laboratorio. Cuando terminó de comer, Vegeta se levantó de la mesa y salió de la cocina quedándose en el pasillo. Estaba realmente confundido. Estaba empezando a sentirse extraño cuando estaba con Bulma. La maldita necesidad biológica que había erradicado de su vida hacía mucho, volvía a hacerse presente. Todo había empezado desde que se habían quedado en esa isla y ahora se había incrementado con el famoso entrenamiento. Volteó hacia la cocina y la vio. Usaba una de sus tantas minifaldas y un su&e
VG: "….¿Qué fue lo que hice mal?…" – se preguntaba mentalmente muy molesto.
Al día siguiente ninguno de los dos tocó el tema y siguieron con la rutina de entrenamiento, claro que esta vez fue mucho más intenso. Bulma ya se desenvolvía mejor y estaba tomando el ritmo.
VG: De acuerdo, ahora lo haremos en serio.
BL: O sea…
VG: Vamos a pelear – al ver que Bulma lo miró con cara de preocupación, agregó – No te preocupes, te sabes defender bien, y en el caso que te llegara a golpear, en este estado no te haría mucho daño.
BL: De acuerdo.
Y comenzaron a pelear. Al principio fue un combate muy liviano. Ambos esquivaban bastante bien los golpes del otro, pero poco a poco el ritmo se fue intensificando y se enfrascaron en un intercambio de golpes y forcejeos, debido a uno de los cuales cayeron al piso, Bulma sobre Vegeta. Lo sujetó de las muñecas y se montó sobre su cintura. Soltó una de sus manos y cuando estaba a punto de darle un golpe en la cara se detuvo. No podía golpearlo, aunque estuvieran entrenando. Luego se dio cuenta de la posición en la que estaban, que no era nada conveniente y se sonrojó. Obviamente Vegeta se dio cuenta del momento de duda y dijo.
VG: Regla número uno. Cuando tengas la ventaja…nunca te detengas.
Un segundo después él estaba sobre ella en una posición aún peor. Bulma trató de liberarse pero no pudo. Vegeta acercó su rostro al de ella y comenzó a besarla. Ella le devolvió el beso, aunque era muy distinto a los de siempre. Esta vez era demasiado intenso y ella sabía perfectamente que uno de esos besos sólo los conduciría al resto, y no estaba segura de estar lista para el resto.
Vegeta continuó besando su cuello y acariciando su cuerpo como jamás lo había hecho, mientras Bulma estaba petrificada bajo él. Usualmente sabría cómo quitarse un hombre de encima, pero esta vez era diferente, no podía moverse.
Por su parte Vegeta no estaba totalmente consciente de lo que estaba haciendo, sólo sabía que la deseaba y que necesitaba hacerlo, pero el momento se desvaneció cuando la escuchó susurrar.
BL: Vegeta…
Él se detuvo justo en el momento en que empezaba a desvestirla. Levantó su rostro y la miró a los ojos. En ese instante la necesidad que sentía desapareció. Jamás le había pasado, pero su mente se bloqueó. Trataba de hablar y no podía. Se sentía realmente estúpido. Simplemente no pudo continuar.
Bulma también se sentía pésimo por no poder aceptar una parte normal dentro de una relación de pareja. No estaba segura de por qué le había pedido que se detuviera.
VG: "No debí haber hecho esto, debí controlarme. Siempre he podido controlarme" – pensaba mientras se incorporaba y se ponía de pie – Creo que ya sabes como puedes defenderte en el caso que te asalten. No tengo nada más que enseñarte – le dijo Vegeta dirigiéndose a la puerta del gimnasio mientras volvía a sentir la comezón en su cicatriz.
BL: Vegeta… - él sólo se detuvo y volteó un poco la cabeza para verla – Olvidemos lo que sucedió…¿de acuerdo? – Vegeta asintió y salió del gimnasio mientras pensaba…
VG: "Serás mía…cuando los dos estemos listos"
Jamás volvieron a entrenar juntos y cada uno continuó con su rutina aparte. Vegeta aún no recuperaba sus poderes así que no pudo entrenar muy duro por su cuenta. Los primeros días luego de lo del gimnasio, estuvieron evitándose y se sentían bastante incómodos, sobre todo Vegeta que ya estaba sospechando qué era lo que lo había hecho detenerse cuando tuvo la oportunidad de llegar muy lejos con Bulma.
Después de unos días su relación volvió a ser la de siempre y ambos parecían no recordar lo sucedido. Extrañamente uno de esos días Vegeta se despertó con muchas energías, no las habituales que tenía ahora que se había quedado sin poderes y quiso comprobarlo elevando su ki. Dio un fuerte grito dentro de su habitación empuñando sus manos y comprobó que todo había vuelto a la normalidad.
Bulma despertó de un salto al escuchar el grito de Vegeta y al sentir que la casa completa temblaba.
BL: ¿Qué es eso? ¡Está temblando! – no esperó un segundo más y se metió bajo su cama a esperar que pasara el supuesto temblor. Cuando todo quedó en calma, escuchó que alguien corría y la puerta de su habitación se abrió de golpe.
VG: Bulma!!! – la susodicha salió de abajo de su cama.
BL: Ah! Eras tú – dijo sacando sus propias conclusiones.
VG: Recuperé mis poderes – dijo tratando de disimular su alegría aunque no podía.
BL: ¿Estás seguro? – preguntó bastante sorprendida.
VG: Mira – Vegeta lanzó un rayo de energía que destruyó el gran televisor que había en la habitación.
BL: Oye!! No tenías que hacer eso – dijo molesta pero después cambió su expresión - Me alegro mucho de que… - no pudo terminar porque vio que algo ondeaba tras Vegeta – Tal parece que no sólo vuelves a tener poderes.
VG: ¿A qué te refieres? – preguntó extrañado.
BL: A esto – dijo sujetándole la cola que seguramente le había vuelto a crecer durante la noche. Vegeta se sorprendió.
VG: Vaya! Mi cola. Esto sí que no me lo esperaba – dijo mientras la movía de un lado a otro haciendo que ondeara como la de los gatos – Ahora sí seré mejor que tú Kakarotto! – dijo riendo malignamente y enrollando la cola alrededor de su cintura salió de la habitación de Bulma que tenía una gran gota de sudor en la cabeza.
Todo parecía haber vuelto a la normalidad. Vegeta volvió a su rutina de entrenamiento con más energías que nunca y Bulma se dedicó a ayudarle a su padre con el experimento que estaba llevando a cabo en el laboratorio.
Un día muy temprano por la mañana, Vegeta pasaba por fuera del laboratorio cuando sintió un ruido bastante extraño e inusual dentro. Cuando abrió la puerta y se asomó, una fuerte luz lo encandiló por unos segundos pero luego desapareció. Una extraña sensación lo recorrió y agitó su cola por reflejo.
VG: "¿Qué fue eso?"
BL: Ah! Vegeta, ¿qué haces aquí? – preguntó Bulma que venía saliendo del laboratorio con cara de sueño.
VG: Escuché un ruido extraño.
BL: Es el sonido de la máquina de iluminación al apagarse – dijo bostezando.
VG: Ah…
BL: ¿Vas a entrenar?
VG: Exacto – dijo luego de besarla brevemente en los labios – y tu ve a dormir, te ves cansada.
BL: Sí, eso haré.
Después de eso, todo lo que continuó fueron acontecimientos muy extraños.
En la tarde, Bulma y su padre discutían los resultados del experimento.
BL: Así es papá. Las plantas respondieron bien a la luz de luna artificial.
Dr.B: ¿Pero les has aplicado la luz en forma gradual?
BL: Sí. Hoy terminé. Le di la máxima potencia a la máquina para simular la luna llena.
Dr.B: Me parece bien. Ahora podemos probar con las plantas tropicales, pero solo aplicaremos luna llena.
BL: De acuerdo.
En eso estaban cuando Vegeta pasó por fuera del laboratorio y Bulma alcanzó a verlo. Salió del laboratorio y lo alcanzó.
BL: ¿Ya terminaste de entrenar?
VG; Sí, ya terminé por hoy – dijo mirándola.
BL: ¿Te sientes bien? – dijo acercándose a él.
VG: ¿Por qué?
BL: Tienes los ojos rojos.
VG: ¿En serio? No me duelen.
BL: Tal vez es la contaminación.
VG: …
BL: Te aviso cuando la cena esté lista.
VG: De acuerdo.
BL: Ah! Ya terminé los trajes de entrenamiento que me pediste. Les agregué un material más resistente para que no se destrocen con tanta facilidad.
VG: Vaya, me parece bien que hayas hecho algo útil – dijo molestándola.
BL: Ja, ja, ja – fingió una risa.
Después de la cena y cuando ya se iban a dormir se estaban despidiendo frente a sus respectivas habitaciones cuando de pronto el beso fue interrumpido.
BL: Mmm…ay!
VG: ¿Qué pasó?
BL: Me mordiste.
VG: ¿Qué? – preguntó extrañado y Bulma pudo ver sus dientes.
BL: ¿Qué le pasó a tus dientes?
VG: ¿Qué tienen?
BL: No sé si es idea mía o tus caninos crecieron.
VG: Cómo se te ocurre que me van a crecer los dientes. Lo que pasa es que no has dormido bien por el experimento que estás haciendo con tu padre.
BL: Sí, creo que tienes razón.
VG: Ve a dormir. Buenas noches.
BL: Buenas noches.
A la mañana siguiente estaban desayunando cuando Bulma notó algo extraño en Vegeta.
BL: ¿No te afeitaste hoy?
VG: Sí.
BL: Mentira – dijo sonriendo.
VG: Es verdad.
BL: ¿Y esto qué es? – dijo jalándole los bigotes que estaban demasiado largos como para que hubieran crecido durante la noche.
VG: Auch! – Vegeta se recorrió la cara con una mano – Que extraño.
BL: Tal parece que estás llegando a la pubertad, ja ja ja, mira bajo tu camiseta…y tus brazos.
VG: ¡Qué significa esto! – preguntó en voz alta y bastante sorprendido porque estaba casi completamente cubierto de vellos que nunca había tenido o que por lo menos no tenían ese aspecto.
BL: Creo que algo muy raro te está pasando – dijo preocupada – y no era cosa mía, tus dientes si crecieron.
VG: Esto no es normal – pensó en voz alta.
BL: ¿Qué vas a hacer?
VG: Por el momento entrenar. De todas formas no me siento mal.
BL: Como quieras. Pero si sigues así vamos a tener que hacer algo.
VG: Mientras no me sienta mal, no va a pasar nada.
BL: Oye…te queda muy bien ese traje de entrenamiento – dijo cambiando de tema radicalmente.
VG: Eso es porque por mis venas no corre sangre, sino perfección – dijo sonriéndole.
BL: Uy! Amanecimos modestos hoy – dijo acercándosele y le dio un suave beso – Mmm, no abras la boca – dijo mientras lo besaba.
VG: ¿Por?
BL: No quiero que me comas – Vegeta abrió los ojos.
VG: ¿Qué?
BL: Tus dientes…no me muerdas.
VG: Descuida…
Luego de ese intercambio de besos, se encaminaron juntos a sus respectivas actividades porque el laboratorio quedaba de camino a la cámara de gravedad.
BL: ¿Estás seguro de que estás bien? – preguntó Bulma que ya se sentía como la caperucita roja. Primero se le ponían rojos los ojos, luego le crecían los dientes y ahora le empezaba a salir pelo por todas partes. Demasiado extraño.
VG: Sí, no te preocupes.
Bulma abrió la puerta del laboratorio y la misma luz volvió a encandilar a Vegeta, sólo que esta vez la sensación fue más intensa.
VG: ¿Qué es esa luz? – dijo refregándose los ojos.
BL: Es un simulacro de luna llena. Se lo estamos aplicando a plantas tropicales para reemplazar la luz del sol.
VG: Tú y tus experimentos raros – dijo siguiendo con su camino. Cuando iba llegando a la cámara de gravedad, la respiración se le empezó a hacer dificultosa y empezó a jadear. Todos sus músculos se tensaron y a duras penas consiguió entrar a la cámara – "Qué me pasa" – pensó – …un momento…dijo…luna llena?
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BL: Es cierto! Krillin me dijo que vendría hoy – dijo recordando la llamada telefónica que había recibido el día anterior y colgando el intercomunicador que le avisaba que su amigo ya había llegado. Momentos después ella y Krillin platicaban en la sala.
KL: Oye Bulma, ¿es cierto que estuviste todo un fin de semana con Vegeta en una isla desierta? – Bulma abrió los ojos sorprendida y casi ahogándose con el té que estaba bebiendo.
BL: ¿Cómo te enteraste?
KL: Me encontré con tu mamá en el jardín. Ella me lo dijo. Oye…¿no le estarán saliendo cuernos a Yamcha, verdad?
BL: Por favor Krillin!!! Además, Yamcha y yo…terminamos.
KL: Vaya…lo siento mucho – dijo bajando la vista después de haberse sorprendido bastante. Sabía que siempre estaban discutiendo y peleando, pero nunca había escuchado esa seguridad en las palabras de Bulma. Siempre decía, "nos dimos un tiempo", "ya veremos qué pasa", "son sólo tonterías", pero nunca la había oído decir "terminamos".
BL: Yo no…hacía mucho que cada uno andaba por su lado. Estamos mejor así.
KL: ¿Y Vegeta? – preguntó bebiendo un poco de té mientras Bulma miraba por la ventana.
BL: Vegeta tiene un grave problema – respondió sin apartar la vista de una especie de gorila de peluche gigante que tenía puesta la ropa de entrenamiento de Vegeta y que estaba en "su" jardín, aplastando "sus" flores.
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En ese momento, Vegeta tenía una vista panorámica de la mayor parte de la ciudad. Algo en su cabeza le molestaba, se lo quitó y vio que era el techo de la cámara de gravedad que le había quedado prácticamente de sombrero.
VG: "Esto es serio" – pensó mientras se observaba a sí mismo convertido en Oozaru – "Y ahora cómo le hago para achicarme. No es nada conveniente que me quede así"
Mientras, en la sala…
BL: Krillin, creo que hoy te tocará ayudarme.
KL: ¿Con qué?
BL: Acércate y velo con tus propios ojos.
Krillin se acercó a la ventana y…
KL: ¿Pero qué demonios es eso? – preguntó asustado.
BL: Basándome en la ropa, creo que es Vegeta.
KL: ¿Qué? Pero, ¿Cómo?
BL: No hay tiempo para explicaciones. ¿Sabes cómo detenerlo? ¿O achicarlo? ¿O lo que sea?
KL: Mmmm, bueno, tendríamos que cortarle la cola. Un momento ¿Por qué tiene cola de nuevo?
BL: ¿Puedes encargarte de eso?
KL: Eso creo, pero…
BL: Por favor Krillin. No podemos dejarlo así, está arruinando el jardín.
KL: De acuerdo.
BL: Pero ten cuidado. Hagas lo que hagas, no lo vayas a lastimar - dijo preocupada.
KL: No. Sólo trata de distraerlo.
BL: Está bien.
Bulma salió al jardín.
BL: Vegeta!!! ¿Que te pasó? – han habido malas actuaciones pero esto era el colmo.
VG: Bulma! Esto es tu culpa! Maldita sea! – rugió
BL: Primero que nada cuida tu vocabulario. ¿No eres un príncipe? Además…¿Mi culpa? Que yo sepa no soy yo la de la cola.
VG: Sí, pero por culpa de tu estúpido experimento, yo… - Krillin había cumplido con su trabajo.
Vegeta volvió a su forma original y quedó inconsciente en el suelo.
BL: Vegeta!! – se acercó preocupada a él.
KL: No te preocupes Bulma, sólo está inconsciente.
BL: ¿Estás seguro? – dijo sujetándole el rostro con ambas manos. Ayúdame a llevarlo a su cuarto.
Luego de varias explicaciones Krillin se fue a su casa y Bulma se quedó cuidando a Vegeta que al rato despertó.
BL: ¿Te sientes bien?
VG: Un poco mareado, pero me duele… - se llevó la mano a la espalda - ¿¿y mi cola??
BL: Tuvimos que cortártela.
VG: ¿Qué?
BL: No querrías quedarte como el ejemplo prefecto del eslabón perdido.
VG: Pero hay otros métodos. ¿Por qué usar la violencia?
BL: Mira quien lo dice – dijo con una gran gota de sudor en la cabeza.
VG: ¿Sabes? Me arruinaste la vida – dijo levantándose muy molesto.
BL: Estamos a mano – respondió. Vegeta se quedó estático en medio de la habitación. Era extraño, pero no podía enojarse con ella. Había ocasiones en las que estaba a punto de estallar, pero la miraba y toda esa rabia se esfumaba. Y había comprobado que Bulma se parecía a él más de lo que pensaba - Por cierto – dijo adelantándose a la pregunta inminente - La cámara de gravedad quedó hecha pedazos, así que tendremos que construir una nueva. Tendrás que esperar un tiempo.
VG: ¿Cuánto? – preguntó.
BL: No lo sé, quizás menos de un mes. Unas 3 o 4 semanas – dijo Bulma saliendo de la habitación de Vegeta sin obtener palabra alguna de él, que estaba sumido en sus pensamientos.
VG: "Ya no tengo ninguna duda. Tengo que aceptarlo. Me resistí lo más que pude y no hubo caso. Esa fue la razón por la que no pude propasarme con ella…Creo que no esperaré mucho tiempo para decírselo. Después de todo…no es algo que se deba ocultar" – sonrió levemente.
Bulma iba por el pasillo analizando todos los acontecimientos de las ultimas semanas. Podía decir que su vida era cualquier cosa, pero al menos no era aburrida. Y más ahora que estaba con Vegeta.
BL: "Quién lo diría. Vegeta y yo juntos. Si ni yo lo hubiese creído si alguien me lo hubiera dicho. La verdad es que tiene pésimo carácter, no se puede saber lo que esta pensando, a veces es muy callado, por no decir siempre. Es muy terco y se enfada por cualquier cosa" – pensó con una expresión seria que se fue aplacando – "Pero también tiene cosas buenas. Es muy valiente, atractivo, inteligente, no se da por vencido fácilmente y…da muy buenos besos" – pensó sonriendo.
VG: "Un momento, ¿dijo un mes?" - pensó Vegeta cambiando su pequeña sonrisa por una expresión de espanto y saliendo rápidamente de la habitación siguió a Bulma – Oye! Mujer. ¿No puedes tener la cámara de gravedad lista antes? Necesito entrenar.
Esa noche…
"Querido diario:
Las cosas están empezando a ser diferentes en mi vida. Tal vez es por la influencia de Vegeta, aunque creo que es el resultado de nosotros dos lo que me ha hecho cambiar. Sí, sé que suena a incoherencias, pero es la verdad. Él me ha hecho descubrir nuevas facetas de mi vida que no conocía. No sé cuanto tiempo irá a durar todo esto. De hecho ni siquiera me he atrevido a preguntarle si se quedará conmigo después de que aparezcan esos androides. Tengo miedo a la respuesta, pero sin embargo hay algo en su mirada, un poco más de paz, tranquilidad. Quizás el demonio interno que lleva, se está durmiendo.
Pero aún a pesar de todo, no lo cambiaría por nada. Me gusta así como es, ya lo sé no es perfecto, pero se acerca a lo que yo siempre soñé"
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"Es mejor que ni siquiera piense en todo lo que me ha pasado desde que volví a la tierra. Sólo estoy seguro de que nunca volveré a ser el que fui. Esa mujer me cambió. Y lo peor es que no estoy enfadado por eso. Demasiado extraño.
Me costó tiempo reconocer que sentía algo por ella, pero finalmente lo acepté. Pero ese no fue el final de mi ruina, porque luego que descubrí que en realidad me gustaba, tuve que comprobar que no era sólo eso. No era sólo atracción física. Había algo más que no podía concebir. Le tenía cariño, me preocupaba por ella, tanto o más que ella por mí. Estaba pendiente de qué estaría haciendo, donde estaría, si se habría ido a dormir. No me la podía sacar de la cabeza. En resumen, un karma. No podía estar viviendo por alguien más, únicamente tenía que preocuparme por mí mismo. Bueno, eso fue hasta ahora, porque esta tarde acabo de descubrir que no era sólo cariño lo que sentía por ella. Pronto tendré que irme a entrenar lejos. No puedo concentrarme con ella cerca. Pero creo que será en un
Fin
Nota:
Mil disculpas por demorarme tanto en terminar esta historia y otra cosita, este fanfic está inspirado en la canción "El breve espacio" de Amaya. Escúchenla, es muy bonita.Indice |