LA TRINCHERA

 

Técnicas de producción de grabados rupestres:
las huellas del arte en fragmentos de piedra


Nota elaborada por Susana Gallardo

El conocimiento de los instrumentos utilizados
por una cultura para realizar grabados rupestres
permitirá inferir muchas de las características
de esa sociedad.

Grabados rupestres en el sitio arqueológico Abrigo de Pilcaniyeu. En la foto se observan motivos del estilo "pisadas" (tridígitos y pisada humana), de amplia distribución en la Patagonia. El arte de este sitio fue estudiado por R. Casamiquela (1986) y A. M. Llamazares (1982).

Indagar en la prehistoria, sin la ayuda de textos escritos, es como buscar a tientas, en la oscuridad. Esa es la tarea de la arqueología: rastrear pequeñas huellas e interpretarlas para poder reconstruir hechos, costumbres y técnicas de nuestros antepasados.

Saber qué instrumentos empleaban los antiguos pobladores de la Patagonia para realizar sus grabados en piedra puede ayudar a dilucidar los procesos productivos que subyacen a toda actividad artística: ¿qué materiales se empleaban?, ¿por qué esos y no otros?, ¿cuánto tiempo se destinaba a esa tarea? Responder estas preguntas no es sencillo, ya que en los sitios arqueológicos suele haber una gran profusión de instrumentos de piedra. ¿Cómo saber cuáles se usaban para grabar?

Las arqueólogas Dánae Fiore y Myrian Álvarez se propusieron averiguarlo. Para ello, mediante la aplicación de técnicas de microscopía, y en colaboración con los investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) Eduardo Favret y Ramón Castillo Guerra, implementaron una metodología que permite determinar qué tipo de huellas dejan, en un instrumento de piedra, las distintas técnicas de grabado.



Reproducción experimental de motivo rupestre tridígito sobre un muro natural.


A falta de cinceles, buenas son las lascas

"Cuando empecé a investigar los instrumentos, esperaba encontrar cinceles, es decir, percutores de piedra, alargados y posiblemente pulidos en las puntas para cumplir su función", señala Fiore, egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, quien está completando su doctorado en la Universidad de Londres. Sin embargo, cuando se los buscaba en los sitios arqueológicos, los cinceles no aparecían. Entonces, ¿qué se utilizaba? Para responder esta pregunta, las arqueólogas reprodujeron la tarea de grabado: primero fabricaron herramientas de piedra, y luego ejecutaron grabados experimentales.

"Caminamos por las áreas donde están los sitios y buscamos materia prima: sílice, obsidiana, basalto y calcedonia", relata Fiore. La primera tarea consistió en producir lascas, es decir, trozos de piedra con filo, que se obtienen al golpear con fuerza una roca. "Luego realizamos motivos arqueológicos de arte rupestre, los mas sencillos que podíamos hacer, sobre un paredón de piedra", cuenta la arqueóloga.

La primera conclusión fue que no era necesario un cincel para efectuar los grabados, ya que se los podía ejecutar con una lasca. De este modo se amplió el margen de los posibles artefactos usados para hacer grabados, al menos en los soportes rocosos de la zona sudoeste de la provincia de Río Negro. En soportes de piedra más dura, tal vez las lascas no sean útiles.

El siguiente problema era saber qué lasca podía emplearse para grabar, y cuál no. Es aquí donde fue necesario recurrir a la microscopía, tanto óptica como electrónica. La técnica empleada se denomina microwear, palabra con la que se designa la identificación de un instrumento por las huellas microscópicas que deja su uso. Por ejemplo, las huellas que quedan en un artefacto que ha raspado hueso no son las mismas que las de uno que se empleó para trabajar el cuero. Esta metodología, que comenzó a implementarse en Europa a mediados de la década del 60, ya había sido utilizada para detectar huellas de los artefactos utilizados para raspar cuero, cortar carne o grabar madera, pero nadie había averiguado qué marcas deja el grabado rupestre. "Nuestra idea fue aplicar la técnica de microwear en un instrumento lítico que haya sido empleado para grabar la piedra", explica Fiore.

Cada técnica deja su huella

Las arqueólogas utilizaron unos 40 artefactos de diferentes materias primas, tales como basalto, sílice, cuarzo y obsidiana. El paredón donde hicieron los grabados -rocas macizas de color castaño grisáceo- pertenece a la formación Collón Curá, y se encuentra en el sudoeste de la provincia de Río Negro.

"A partir de esta experimentación -señala Fiore-, pudimos corroborar que cada técnica aplicada deja un tipo de rastro específico" (véase el recuadro). Las técnicas de raspado e incisión, con las cuales las investigadoras realizaron la mayor parte de los experimentos, se diferencian principalmente en el sentido de los rastros de ejecución: bidireccional en el primero y unidireccional en el segundo. También es posible diferenciar el picado y la horadación a partir de los hoyuelos de percusión.

Lo importante es que, dado que los artefactos no retocados -como las lascas- pueden ser útiles para grabar, la búsqueda de instrumentos de grabado no deberá ya restringirse a la de un cincel, como se había hecho hasta el presente.


"La tarea que sigue es ir a los sitios arqueológicos donde haya grabados y buscar aquellos artefactos que puedan ser potenciales instrumentos para trabajar la piedra. Luego habrá que utilizar el microscopio para identificar aquellos que efectivamente fueron empleados para grabar", detalla la arqueóloga. La identificación de artefactos utilizados en la producción de imágenes grabadas en la roca permitiría analizar el desarrollo de toda la cadena de producción del arte rupestre, es decir, la búsqueda de la materia prima, la fabricación de las herramientas, y la ejecución de los grabados en sí.

Artefactos líticos experimentales: lascas de basalto

La economía y el arte

"Conocer las técnicas que se empleaban para el arte del grabado rupestre permitirá inferir cómo se fue desarrollando la producción a través del tiempo. Si podemos discriminar las técnicas y los instrumentos, podremos saber si se fueron agregando técnicas diferentes o, por el contrario, si la actividad se fue simplificando", explica Fiore.

Las investigadoras se proponen desentrañar también las "decisiones económicas" que se encuentran detrás de la actividad artística, o sea cómo se administraban los recursos y la disponibilidad de materia prima. Otro interrogante es el tiempo que se destinaba a esta actividad, lo cual puede relacionarse con la importancia que se le atribuía.

Los investigadores del arte rupestre siempre han querido saber qué representaban las figuras pintadas o grabadas, cuál era la simbología. Acceder al pensamiento de nuestros antepasados sin la ayuda de la escritura puede ser una tarea no solo ardua, sino también difícil de corroborar. En cambio, los instrumentos que se empleaban están allí, en los sitios arqueológicos. Solo se requiere un método para hacerlos "hablar", para que ellos mismos "cuenten" cómo llevaban a cabo la tarea.

"El estudio de los artefactos utilizados para ejecutar el arte rupestre podrá elucidar otro aspecto del sistema social que se investiga. Es una "mirada" complementaria a la que aporta el estudio de las técnicas de caza, de alfarería o cestería, por ejemplo", concluye Fiore.

Una pregunta adicional al estudio de las producciones artísticas es si estas eran realizadas por hombres o por mujeres. Si bien el interrogante tal vez nunca pueda responderse, el trabajo experimental de Fiore y Álvarez demostró que la tarea puede ser ejecutada tanto por manos masculinas como femeninas.

La metodología implementada por las arqueólogas y sus colegas de la CNEA podrá ser aplicada al estudio de cualquier cultura que haya efectuado grabados en piedra, ayudando así a descifrar los testimonios mudos que dejó su actividad.

TECNICAS DE GRABADO EN PIEDRA

Incisión: corte o hendidura del soporte rocoso mediante el movimiento del artefacto, cuyo filo se desplaza en forma paralela a la dirección de la utilización.

Raspado: abrasión del soporte mediante el movimiento bidireccional del artefacto, cuyo filo se desplaza en forma perpendicular a la dirección de la utilización.

Horadación: inserción gradual de un artefacto en el soporte mediante movimientos de rotación en sentido horario y antihorario.

Picado: golpeteo del soporte mediante el uso de dos artefactos: el primero actúa como martillo o percutor, que golpea al segundo. Este último actúa como intermediario o cincel, impactando en el soporte.

Machacado: golpeteo del soporte mediante el uso de un artefacto que impacta directamente sobre aquel.

Estas técnicas, según el tipo de acción mecánica ejercida en cada una, pueden agruparse en las que requieren presión, como la incisión, el respaldo y la horadación, y aquellas en que se utiliza la percusión, como el picado y el machacado.

 

 



Microhuella de incisión sobre filo de artefacto experimental, en la que se observan estrías paralelas al filo. Imagen obtenida con un microscopio metalográfico provisto de iluminación láser unidireccional oblicua.
(Aumento: 50x)



Microhuella de raspado sobre filo de artefacto experimental, en la que se observan estrías perpendiculares al filo. Imagen obtenida con un microscopio metalográfico.
(Aumento: 50x)

Lectura sugeridas

ALVAREZ, M. y FIORE, D., 1995. "Recreando imágenes: diseño de experimentación acerca de las técnicas y los artefactos para realizar grabados de arte rupestre',Cuadernos del InstitutoNacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

ALVAREZ, M., FIORE, D., FAVRET, E. y CASTILLO GUERRA, R., 1999, "El uso de artefactos líticos para la ejecución de grabados rupestres. Observación y análisis de los raastros de utilización mediante las técnicas de microscopia óptica", actas del XII Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Tomo I.

FIORE, D., 1999, "Cuestiones teórico-metodológicas e implicaciones arqueológicas en la identificación de artefactos utilizados en la producción de grabados rupestres. Hacia una arqueología del arte", Relaciones de la Sociedad Argentina en Antropología XXIV.

 

(En CIENCIA HOY - Volumen 10 - Nº 59)

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