Reunión Abierta-Liga Socialista Revolucionaria-Desgrabacion (sin corregir)

Viernes 12 de noviembre de 2004

 

La lucha por las calles - Crisis de hegemonía - revolución y partido - La muerte de arafat.

 

 Viernes 12 de noviembre

Jorge Guidobono (JG): Hoy tenemos dos hechos muy importantes: la muerte de Arafat y el ataque a Fallujah. Pero como citamos a esta reunión para proseguir con el tema nacional, nos dedicamos a ese tema y en todo caso al finalizar aludimos brevemente a los otros puntos.

     Voy a tratar de no repetir los aspectos que tocamos en la reunión anterior. Lo fundamental de la situación nacional, para mí, es que estamos ante el mayor intento de cerrar el proceso abierto en diciembre del 2001. Es un operativo dirigido sobre todo a ver si se puede hacer un Estado más fuerte, con instituciones vacías, elecciones formales y un hiperpresidencialismo. Por ejemplo, si este gobierno que tiene mayoría absoluta en las dos cámaras exige superpoderes, hay que preguntarse qué haría si no tuviera mayoría en las dos cámaras. Las instituciones están siendo completamente vaciadas de contenido. Hace muchos años al Poder Legislativo le llamaban “poder decorativo”. Hoy es muy claro que es así. No tiene otra función que no sea convalidar lo que el Ejecutivo resuelve. […] Estamos ante un vaciamiento de la institucionalidad burguesa. Ya hablamos el viernes pasado sobre esto.

     Entonces, se busca recomponer el Estado sobre la base de un fuerte presidencialismo. No existe oposición burguesa importante. El radicalismo es una colcha de retazos. No logra terminar de armarse un proyecto de centroizquierda, porque la centroizquierda está en el Gobierno. La derecha, con López Murphy, parece una caricatura. Carrió está muy desdibujada. Y el resto está, en lo fundamental, censurado. López Murphy tiene tantos diputados como Zamora (3). Y López Murphy aparece a cada rato en la televisión, y Zamora nunca. Algo hay, una censura creciente.

     ¿Cuáles son las claves que explican este avance reaccionario de Kirchner? Son varias razones. Ciertas ilusiones todavía en sectores de masas, y la falta de alternativas políticas, del tipo que sea. No perdamos de vista que este gobierno tuvo menos votos que Illia, de quien se decía que carecía de legitimidad porque había sacado el 23%. Hoy, respecto de Kirchner, nadie habla de eso. Pero sigue siendo el gobierno del 22%.

     Esto se combina con un reflujo en las luchas callejeras, en particular del movimiento piquetero. Además, las organizaciones sindicales y estudiantiles son cada vez más cáscaras vacías. La CGT habla de las asignaciones familiares, pero no discute los problemas de fondo, no discute sobre el rumbo de la economía, lo que significa también el rumbo de la sociedad. En otra época, dirigir la Fuba, la FUA, ni que hablar de la CGT, significaba tener una llave para organizar la resistencia en todo el país. En cambio, ahora, ¿qué cambió a partir del momento que Moyano quedó al frente de la CGT?, nada. ¿Y qué cambió a partir de que la izquierda ganó la dirección de la Fuba?, nada. En lo fundamental, el movimiento estudiantil en los últimos 30 años –desde la misión Ivanisevich–, no ha dado nada, no ha habido casi luchas. Hay un acostumbramiento a que lo que hizo Franja Morada durante muchos años, hay que hacerlo más prolijamente desde la izquierda y, en consecuencia, la administración de la Fuba, la Fulp o lo que sea, es una continuidad absoluta de la administración de la Franja. La Franja hoy, donde se mantiene, es una patota –como en Económicas, donde manejan más de medio millón de dólares– o es un elemento residual de la historia. Cuando empezaron a perder las facultades en el 2001, nosotros dijimos que era un preanuncio de la caída de De la Rúa. En otras facultades, como Filosofía y Letras, nosotros decíamos “van a terminar peleando el último puesto con la LSR”. Y, en realidad, este año, sacaron menos votos que la LSR. Y no porque nosotros nos transformamos en una potencia. Nosotros sacamos 131 votos y ellos 59. O sea, se derrumbaron.

 

     Esto está muy vinculado con la inexistencia de una oposición burguesa. Pero hay como un adormecimiento. Nadie habla de que tenemos un presidente que sacó el 22%; nadie habla de que Moyano llegó a la CGT por orden del Gobierno; y en una facultad donde gana una corriente que se considera hegemónica en Filosofía y Letras –el MST–, gana con el 24% de los votos. Hay una crisis de hegemonía en el país. En el movimiento obrero, en el movimiento sindical, en el movimiento estudiantil… en el país. Hoy todas las instituciones están todas haciendo la venia. Nadie saca los pies del plato.

     Además, con respecto a los últimos dos o tres años, hay un reflujo relativo de las luchas populares. En esa pelea por “cerrar” el proceso abierto en diciembre del 2001, la burguesía ha logrado algo muy importante: un gran sector de la población está a favor de que se reprima a los piqueteros; a que se vea con indiferencia la posibilidad de que Castells muriera en la cárcel. Es una tragedia homérica, que en un país muerto de hambre, haya una multitud discutiendo el problema del secuestro de algunos ricos. Sólo el 0,54% de los presos que hay en la Argentina corresponde a delitos por secuestro, o sea que es una gran mentira que los secuestros son un gran problema. En cambio, el porcentaje de tiempo que los medios dedican a ese 0,54%, se transforma en un 50% como mínimo. Ellos arman fenómenos mediáticos, no tanto como Bush que “inventó” a Ben Laden, pero se mueven con ese método, usando el terror como una forma de dominación. Por supuesto, ocurren cosas horrendas, como siempre que una sociedad se descompone. Pero ése es el epifenómeno, la consecuencia de la descomposición social. Y pretenden hacer creer que eso se puede resolver aumentando la penas y medidas por el estilo. En Estados Unidos hay 6,5 millones de presos. Las tres cuartas partes de ellos son latinos y negros. Y la criminalidad no disminuye, sino que aumenta. Porque es una sociedad que se cae en pedazos. No hay ninguna posibilidad de resolver eso con medidas represivas. Hace un siglo, al alcoholismo, al juego, los llamaban plagas sociales. Ahora no hablan más de plagas sociales, ahora quieren imponer el terror. Contra esto, es imprescindible ofrecer la más firme lucha política e ideológica.

     Al mismo tiempo, veo al Gobierno en una situación complicada. No voy a repetir lo que ya dijimos sobre la negociación de la deuda, el superávit fiscal, etc. Ningún país imperialista tiene superávit. Estados Unidos tiene un déficit descomunal, pero también lo tienen Alemania, Francia, Japón… En Europa habían establecido un límite para el déficit de no más de 3%, y ya lo pasaron Alemania y Francia. Y acá hablan de superávit del 3% o más. Es algo insostenible en el tiempo. Es una reedición de la “tablita” de Martínez de Hoz, del “1 a 1” de Cavallo. Eso es el 3% de Lavagna-Cavallo. En consecuencia, va a tener el mismo destino que tuvieron sus “hermanos mayores”, va a saltar por los aires. No sabemos cuándo, depende de la coyuntura internacional. Por ejemplo, el salto de la soja a $ 700 la tonelada le permitió al Gobierno acumular más de US$ 18.000 millones de reservas. Pero ahora la tonelada de soja bajó a $ 450. El petróleo, que subió –como éste es un gobierno alcahuete de las petroleras–, no dejó casi nada en la Argentina. Porque el 70% de las exportaciones de petróleo se liquidan afuera. Por lo tanto, no tienen retenciones.

     La Argentina fue el único país que privatizó el petróleo. Ni los forros más forros hicieron lo mismo. A la vez, nos ponen a discutir que la creación de Enarsa –esa supuesta compañía petrolera que va a tener 30 o 50 empleados–, significa un cambio. Y en realidad el único cambio que va a significar es la forma jurídica de terminar de entregar el petróleo que todavía estaba en manos del Estado.

     En estos días se ha hablado mucho sobre China. Más allá de todos los “globos”, es muy probable que haya acuerdos de fondo. Porque son economías complementarias –la Argentina y China–, a diferencia de la relación entre la economía argentina y la de Estados Unidos, que se rechazan, porque ambas tienen gran peso agrícola. En cambio, sólo el 11% del territorio chino es apto para el cultivo, y tiene que alimentar a 1.300 millones de habitantes. La Argentina, con 37 millones de habitantes, y la mayor parte de su territorio (2,8 millones de kilómetros cuadrados), es apta para el cultivo. En consecuencia, yo no descarto nada.

     Pero cualquier acuerdo que haya, no va a cambiar en nada la situación de la población de la Argentina. En cierto modo, va a ser una vuelta de tuerca descomunal a la realidad del siglo XIX y comienzos del XX, y al acuerdo con los ingleses, donde la Argentina va a ser exportadora de materias primas agrícolas, minerales, gasíferas y petroleras, sin cambiar en nada su infraestructura y sin que baje por esto la desocupación, porque se trata de productos con casi nada de valor agregado.

 

     Para abrir el debate, quiero agregar que también empezó a debilitarse el otro gran puente sobre el que se apoyaba el superávit fiscal: la congelación de los salarios de los empleados públicos y de los docentes. No hay luchas centralizadas, pero hay muchísimas luchas por el salario. Entonces, el 3% está jaqueado por los precios internacionales de la soja y el petróleo pero también por los trabajadores que sostienen con sus espaldas el 3%. Es importante que las direcciones afines al Gobierno, como CTA, ATE, Ctera, no han podido impedir que explote la necesidad de los trabajadores que están abriendo paso a numerosas luchas, en general aisladas pero, de conjunto, importantes. Y, en general, esas luchas también afectan a las privatizadas. Yo he visto, por ejemplo, las movilizaciones de telefónicos. Son luchas significativas, importantes, masivas, que afectan a una de las claves del gran negocio de las privatizadas, porque están exigiendo 25% de aumento salarial. Y no son sólo los telefónicos. Está la lucha por la defensa del convenio en portuarios, la lucha por aumento de salarios en petroleros.

     Todo esto nos lleva a decir que, no sabemos con qué ritmos, vamos hacia una nueva crisis, similar a las que ya vivimos. Porque esto va a explotar, en el 2005 o en el 2006… Era imposible definir con precisión cuándo iba a explotar el “1 a 1”, pero era inevitable que explotara. De esa misma forma, es inevitable que explote el plan “3%”, porque no se puede sostener. El problema de fondo es que habría que meter el cuchillo en la deuda. Y mientras no se le meta el cuchillo a la deuda, lo que se hace es como poner una curita. Puede explotar por diveras razones, por una crisis internacional, por el saqueo de las reservas, por un salto en las luchas… pero va a explotar.

     Si hacen memoria, recordarán que Brasil tenía reservas por US$ 70.000 millones en 1999. Hubo una movida bancaria/financiera y las reservas quedaron reducidas a la mitad en 15 días. Porque son grandes capitales los que se mueven, frente a los cuales US$ 18.000 millones es una cifra insignificante. El multimillonario George Soros se ganó US$ 1.000 millones en un solo día apostando a la baja de la libra esterlina.

     Esta política sólo puede mantenerse firme sobre la base del terror y el garrote. No es casualidad que la mayor cantidad de presos de los últimos 20 años, los tenga este gobierno que, supuestamente, es “progresista”. Y ayer o antes de ayer, no sé qué Cámara salió a reafirmar que están bien presos los presos de la protesta frente a la Legislatura (16 de julio). Ellos han armado un paquete, donde la Justicia acompaña al Gobierno. Incluso está libre el policía que baleó a Carla Lacorte cuando bajaba de un colectivo, dejándola paralítica. Los 85 asesinados en la Amia, no tienen un solo responsable preso. Volaron Río Tercero y no hay un preso… no son cosas menores. Ellos se juegan a que uno se acostumbre al terror. Como Kirchner y su gobierno no pueden ni quieren enfrentar los grandes problemas derivados de la dominación imperialista-capitalista, necesitan inventar fantasmas, y los fantasmas son las bandas de secuestradores, etc. El problema no es que las grandes bandas no existan. El problema es que las grandes bandas están unidas al aparato del Estado y al aparato político. Entonces no pueden avanzar sobre ellas.

 

     Para terminar, a mí me parece que le pegaron muy duro al movimiento piquetero. Armaron una política, que tuvo cierta eficacia, para su destrucción. Lograron con ella un aislamiento social muy grande. Dentro de eso, creo que es completamente secundario el peso de los errores que hayan cometido las direcciones del movimiento. La clave es que la burguesía les “tiró a matar”. Todos los medios estuvieron dirigidos a convencer a la población que el gran problema que tiene son los piqueteros, con una campaña sostenida y sistemática, con la que se logran bastantes cosas.

     Como perspectiva general, yo creo que hay una Argentina que muere, otra que bosteza, y otra que no termina de nacer. Si uno hace un rápido paneo sobre las instituciones, encuentra que hay una crisis general entre los partidos de la burguesía y de la pequeña burguesía. […] La izquierda también es parte de esta crisis. Nosotros, por ejemplo, surgimos hace 12 años y en el segundo número del periódico (que publicamos en diciembre de 1992), publicamos una propuesta de Frente Obrero, Socialista, Estudiantil y Popular, asentado en comités de bases donde pudieran tener protagonismo la abrumadora mayoría de la militancia, que no forma parte de ningún partido. Esto es hoy mil veces más así. La izquierda de conjunto perdió el rumbo, sobre todo porque cada una de sus organizaciones cree que ella es “el partido”. Y, además, está mal la concepción de que exista “el partido”. Eso es parte de una visión estalinista de la vida, donde tiene la razón un partido, un comité central y, de últimas, un jefe.

     Y la revolución, desde esa óptica, es imposible. La revolución es una convulsión descomunal, un cuestionamiento de todos los valores de la sociedad, que sólo es posible cuando haya miles, decenas o cientos de miles o millones, que piensan con su propia cabeza. Piensan, y actúan. Trotsky tenía una frase muy linda: “La revolución es una convulsión tan grande de todos los valores sociales, que un peluquero puede transformarse en general”. Yo estoy de acuerdo con esto. Yo creo que la crisis de la izquierda –que uno no tiene por qué asumirla como una tragedia propia, porque nosotros jamás hemos tenido esa política– ha derivado en una izquierda que está empantanada, descubriendo cada día un motivo para reafirmar que ella tiene que dirigir todo. A la vez, es casi un chiste, porque en general no dirige casi nada. Yo conocí a la izquierda dirigiendo al movimiento obrero en Uruguay, y también al movimiento estudiantil, y también la cultura: dirigía todo el PC. Pero llegó el momento en que todo eso había que jugarlo a todo o nada. Y no fue capaz de jugarlo, y se hundió. Pero aquí, todos los que se autoproclaman, no dirigen nada. Y al mismo tiempo repelen a la mayoría de la gente que busca un cambio. Repelen porque son organizaciones monolíticas donde hay uno o varios jefes, que piensan por millones. Y eso, desde el punto de vista revolucionario, es imposile de concebir.

     No se trata sólo de las organizaciones políticas. Lo mismo puede decirse de los sindicatos vacíos y fraudulentos. O de la CGT. Puede haber algunas organizaciones genuinas, como Subterráneos o algunos sectores de Ctera, u otros. Para mí esto también vale para el movimiento piquetero sobre el que se derramaron ríos de tinta para intentar demostrar que era el nuevo sujeto social de la revolución, y se demostró, por mil razones, que no era así.

     En estas condiciones de relativas ilusiones con respecto al Gobierno, que la censura relativa contribuye a reforzar, y de relativo aislamiento de los revolucionarios, la lucha es por la cabeza de los trabajadores y el pueblo, y en particular de sus sectores más luchadores y de vanguardia política e ideológica. Para avanzar en este camino hay que combinar todas las formas de lucha: sociales, políticas, económicas e ideológicas para ir organizando la resistencia. Y –esto para mí es la clave– desde un entramado que arranque desde las organizaciones de base, aunque sin renunciar a los pequeños resquicios institucionales. La clave es recomponer al movimiento obrero, sindical, popular, estudiantil, sobre nuevas bases. Las anteriores se vinieron abajo, colapsaron. Y me parece que el reagrupamiento de los revolucionarios debe ser parte de ello y de una nueva cultura política, democrática, que tome como normal convivir con diferencias en organizaciones comunes, bajo las distintas formas que ese reagrupamiento pueda adoptar. Hay que terminar de enterrar ideológicamente al estalinismo y al partido monolítico, donde hay una posición oficial que la resuelve por arriba no se sabe quién ni dónde, y el resto “hace la venia”.

     Hace falta un partido que pueda dirigir o ayudar a dirigir a las masas a la conquista del poder para sí mismas. Y eso sólo podrá hacerlo un partido profundísimamente democrático. Es imposible querer enterrar la prehistoria de la humanidad, o sea la sociedad de clases sin el más descomunal debate entre todos aquellos que tienen ese mismo objetivo.

 

Cele: Un aspecto que me parece interesante es que se votó el presupuesto para el 2005. Y dentro de él me interesaba remarcar el presupuesto que se adjudicó para las universidades. Como ya se sabe es pobrísimo, y de eso el 95% sólo alcanza para pagarle a los docentes, sin contar los 30.000 docentes ad honorem que hay en todas las universidades públicas. Los rectores salieron a decir que no se sabe qué va a pasar el año que viene con la universidad, cosa común en estos años. Pero lo que no es común es la nota de tapa que publicó la revista Noticias, donde se dice que la universidad es un descontrol, y se pone un signo igual entre la droga, los desocupados dentro de la facultad, la gente que vende cosas ilegales, y las agrupaciones de izquierda. Todo es lo mismo, todo es un inmenso descontrol. Y de esa campaña que lanza Noticias, se agarró todo el mundo. Para mí es una campaña equivalente a cómo orquestaron la campaña contra los piqueteros. Ayer hablábamos en mi curso, en la facultad, y todos se reían, porque estás dentro de la facultad y te causa gracia. Pero para el afuera, es muy grave la imagen que están dando, están diciendo que la facultad es un descontrol, que hay que poner un poco de orden y, a la vez, si están todos drogándose y son todos unos vagos, ¿para qué les vamos a dar presupuesto? Para mí es muy pesado esto. No es casualidad que saquen estas notas cuando se terminan las clases y no hay posibilidad de organizar ningún tipo de movilización. Paréntesis: la izquierda, en torno a esto, llamó a realizar un escrache frente a la Editorial Perfil a las cuatro de la tarde, cuando no puede ir casi nadie. Y no es casualidad tampoco en el contexto de las propias declaraciones del Estado saliendo a decir –meses antes, pero es parte del mismo paquete– que las universidades tienen que salir a explicar para qué están, para qué producen tantos profesionales. A eso se suman las declaraciones del ministro de Salud, diciendo que hay demasiados médicos, demasiados psicólogos, y que no se necesitan tantos. Y esto en el marco de lo que decía Jorge, que hay que debatir qué modelo económico se propone este país, yo diría como chiste que ellos quisieran una universidad que forme cultivadores de soja. Lo demás, afuera. Es muy grave todo esto. Fueron los del programa de González Oro a una facultad, para comprobar que podían pedir una cerveza a las nueve de la mañana… es muy pesado. Y eso que estamos hablando que las 30 universidades del país tienen un millón de estudiantes. O sea, mucha gente. La universidad argentina es ya una excepcionalidad en el mundo. Es muy masiva, y no cierra con lo económico. Entonces viene esta campaña, destinada a desprestigiarla; los medios se sumaron a esto y yo lo quería comentar porque es evidente que es un problema que ellos quieren liquidar.

 

Pe: Y además quieren enterrar para siempre la Reforma Universitaria que fue un modelo en Latinoamérica. Y hablan de la droga, pero no hablan de que los chicos no tienen salida. No tienen salida los de Carmen de Patagones, y no tienen salida los que tienen un título universitario. Esto es muy grave, y no hay una respuesta contundente de todas las organizaciones de la izquierda. Eso es lo que falta todavía.

 

Cele: Una cosa más que me parece importante es reivindicar la lucha de la Universidad del Comahue, que están en asambleas permanentes. No sé si saben que en la única provincia donde no se pudo aplicar ni la Ley Federal de Educación ni la Ley de Educación Superior, es en la provincia de Neuquén. Y no se pudo aplicar porque hubo luchas muy fuertes y lograron que no se implemente. Y hoy por hoy, como el capitalismo no se contenta, vuelve a la carga y hace unas semanas que en la Universidad del Comahue están en una lucha muy fuerte.

 

L: Quería destacar el interés de la clase dominante en recomponer sus instituciones. Creo que estamos asistiendo al momento en que como no pueden recomponer por persuación –esto lo podían haber conseguido cuando recién ganó Kirchner y casi toda la población estaba muy esperanzada y muy confiada en los planes que bajara este gobierno–, pero como ya no consigue recomponerse con los métodos de la persuación, apela a la represión. O sea, ya pasa a los hechos contundentes. Un ejemplo claro son los presos políticos. Otro ejemplo claro es cómo van a manejar los planes. Los primeros fueron los Trabajar, que se habían conseguido después del Cutralcazo y de la lucha en Gral. Mosconi. Luego viene el 19-20 de diciembre del 2001 y allí se agregaron los planes Jefes y Jefas. Ahora van a eliminar los Jefes y Jefas, se van a llamar plan Mujer y Familia. Y van a consistir en planes de $ 200 (más que los $ 150), pero para mujeres, y mujeres que tengan por lo menos tres hijos. Y con la condición es que no salgan de su casa. Me parece que es la política social ideal para desmovilizar, sobre todo al movimiento piquetero que está conformado mayoritariamente por mujeres, por mujeres con hijos. Y es una clara acción del Gobierno para recomponer el peso de las instituciones que están tan desacreditadas, y cuyo descrédito dio lugar a todos los movimientos sociales que todos conocemos. Es muy notorio cómo el Gobierno está pasando a la acción. La persuación ya no le sirve porque no hay plata para convencerte. Entonces, palos.

     Me comentaron que la parafernalia de represión y de presencia policial en la última marcha por los presos, fue un despliegue muy grande. Creo que todo esto es el resultado de este quitarse la máscara del gobierno de Kirchner.

 

RM: Sobre lo que dijo Cele, yo también la vi en el programa de Mauro Viale, donde llamaban a que la Gendarmería y la Policía entre en las universidades. Fue muy notoria esa campaña. Y en secundarios van a implementar el noveno grado en la capital federal y van a eliminar los industriales. Creo que eso es lo que se viene.

 

JU: Eso tiene que ver con la Ley Federal de Educación, que la Ciudad se había opuesto en principio. Y ahora lo van a hacer. ¿Para qué queremos tantos técnicos si no hay fábricas? Es lo mismo que dicen respecto de la universidad. Están muy relacionadas, me parece, las dos cosas. Tiene que ver con la política del FMI y del imperialismo, para que sólo exportemos soja.

     En otro tema, sobre los planes, están también los “Manos a la Obra”, destinados a los varones y que exigen contraprestación, con lo cual buscan mantener congelados los sueldos de los estatales o, de hecho, bajarle el salario a un obrero de la construcción o a un empleado del Estado.

     En lo económico, no tenemos el “1 a 1”, pero tenemos el “3%” y el “3 a 1”, que es otra convertibilidad que quieren presentar como estable. Con eso lograron que, con sueldos similares a los del “1 a 1”, la gente esté mucho más pobre. Y obviamente hace que los exportadores puedan ganar muchísimo.

     Con respecto a lo de las instituciones, es cierto que hacen la venia pero también hay mucho conflicto. Porque si no, no se explica que jueces de primera y segunda instancia fallen a favor de los ahorristas y tenga que ser la Corte la que falla en favor de los bancos. En algunos casos se deja libre a un policía, y en otros se los condena; depende de que juez les toca. Parecería que hay jueces completamente leales al Gobierno y otros que no hacen la venia.

     Las instituciones que menos funcionan son las que podrían favorecer al pueblo, como los entes reguladores de las empresas privatizadas: ésas nunca funcionaron directamente.

     Y con respecto a la confianza, yo creo que es por descarte, no es una confianza real. Además, los anuncios que se hacen, al poco rato se desmienten. Así pasa con todo. Y en los medios hay un aislamiento no sólo de las fuerzas revolucionarias sino a todo lo que sea organización popular. Además de que bombardean todo el tiempo con distintos temas, sin permitir que la gente pueda pensar. Además, el Gobierno pone mucha plata en los medios.

     Y con respecto a la crisis de representación, creo que el radicalismo también sufre ese fenómeno de feudalización. Y muchos radicales se “disfrazan” para poder sacar algún voto, como también hace Franja Morada en las facultades, apareciendo con otros nombres. El PJ está feudalizado, y cada feudo quiere agua para su molino. El plato es cada vez más chico, y cada uno quiere que le toque la mayor parte. Por eso se ven tantos tire y afloje con el Gobierno, porque cada sector burgués quiere más para sí. En general, estoy de acuerdo con el informe.

 

FBruno: Yo quería tocar el tema de la represión. Esto tampoco les cierra por ningún lado. Por ejemplo, el caso de Nine, con el policía que se tiró sobre ella y recibió los disparos. Y tomando lo que dijo Jorge sobre el sospechoso que era del 601, toda la gente con la que hablaba sobre el tema me decía lo mismo, que era algo muy raro. El otro dato llamativo es que tienen que bajar de un plumazo a 13 o más oficiales de la Gendarmería, porque están todos metidos en el contrabando. ¿Qué garantía les de la Gendarmería para la represión, si está completamente podrida por el contrabando? Tienen negociados de millones de dólares. ¿Van a salir a jugarse la vida? No les interesa.

     En síntesis, que en el intento de recomponer las instituciones, donde meten el dedo en una llaga, salta pus.

 

Blar: Un salpicado. Un dato importante de los planes del Gobierno que mencionaba L. es que también obliga a las mujeres a garantizar la educación de los hijos, si no se les quita el plan. Quiero remarcar que en todo este ataque a los desocupados, tuvo gran ayuda de la iglesia católica, cuando habló de “volver a la cultura del trabajo” y ese tipo de cosas. Justamente una institución que no sabe qué es agarrar una pala, y se da el lujo de hablar de cultura del trabajo. Quieren volver a tomar la manija de la beneficencia y controlarla por completo ellos.

     Por otro lado, a mí me llamó mucho la atención lo que señalaba JU sobre los anuncios de los acuerdos con China y del aumento de las jubilaciones. Clarín, pese a ser superoficialista, terminaba diciendo “Esperemos que esto no sea un bluf”. Eso lo leí a las nueve de la mañana y a las 12 del mediodía ya lo habían desmentido. Me pregunto por qué pasa esto, porque hacer ese tipo de anuncios y generar esa expectativa, no es una pavada.

     Coincido con lo que se planteó sobre las instituciones. Se ve en todos lados. En Económicas está el caso de la Franja Morada que publicita que en su elección votaron 5.000 estudiantes (en una facultad de más de 50.000). O sea, que no votó nadie. Para mí es parte de esa crisis de las instituciones.

     Otra cosa que me parece importante es lo que fue el Encuentro Nacional de Mujere en Mendoza, donde hubo una pelea muy grande contra el totalitarismo de la iglesia católica, que hizo terrorismo para sabotear el Encuentro, y durante el Encuentro incendió un micro, quemó instalaciones, y preparó a las militantes católicas durante cinco meses para que fueran a pelear sus posiciones con un discurso muy afilado. Y fue muy importante que se pudiera hacer una marcha donde participaron 20.000 mujeres, encabezadas por una de las consignas históricas que era el derecho a decidir. Esa pelea tiene una continuidad muy importante en la Marcha del Orgullo el sábado 20, que expresa la pelea por el derecho a decidir sobre nuestra sexualidad. Es la misma pelea, en contra de la Iglesia y por una cuestión esencialmente democrática.

     Lo otro que quería decir es que para mí siguen habiendo chispazos de lo que fue el 19-20 de diciembre. Y un ejemplo creo que fue la paliza que recibieron el juez Maqueda y su mujer –a la que le rompieron una costilla– a raíz del fallo a favor de la pesificación. No es cualquier cosa pegarle a un juez.

 

Pe: Esta reunión es continuación de otra que fue muy rica, y por eso se prolongó hoy. El informe de hoy es muy importante porque muestra que hay un vacío en el país. En mi barrio estuve hablando con un compañero que estuvo en el Foro Social Mundial. Ya van dos veces que se cierra la asamblea de El Almacén. Pero ya se va a volver a reabrir, porque el clima que hay es evidente que da para que se haga otra experiencia, mejor que la anterior, donde muchos partidos de izquierda, sectarios, trataban de tironear y ahogar a las asambleas. También es muy importante lo que señaló la compañera sobre el ataque al movimiento estudiantil, porque es un ataque a la inteligencia del país. A ese ataque hay que responderle diciendo “Nosotros queremos una revolución, por eso hay que actuar de otra manera. No queremos la disciplina que tratan de imponernos; la disciplina que queremos es una disciplina revolucionaria, una disciplina libre para debatir lo que sea”.

     Termino diciendo, que si hay un vacío de instituciones para la lucha, es porque hay un vacío de dirigentes. Hay que articular un programa de cuatro o cinco puntos que pueda unificar a los que quieren luchar. Y como ya nos conocemos, también sabemos quiénes son los que defraudan. En mi asamblea, por ejemplo, hubo alguien que se robó $ 50. Lo negó dos veces, pero no se tarda mucho en descubrir que ése que hablaba tan bien, y que parecía marxista, era un tránsfuga. Eso necesitamos ahora, descubrir qué hay detrás de cada compañero. En la lucha sindical es fácil saberlo porque allí se demuestra quién es quién. En política es más complicado, porque todo depende mucho de palabras. Ahora es un momento como los previos al Cordobazo, o a la guerra de Malvinas, donde parece que no pasara nada, pero sí pasa, sólo que todavía no estalló. Y lo que yo quiero que hablemos es de cómo transformamos esto en un partido –que tiene una línea clara– que pueda salir a explicar su programa de transición en las calles, entre la gente. Y para saber muy bien dónde, cómo y con quiénes nos movemos, para que no se repitan experiencias del pasado que costaron muchas vidas. […] Corrijamos nuestros defectos y nuestros errores, pero salgamos a la calle con toda convicción de que lo que decimos es lo justo y necesario. Yo practico esto cotidianamente, en el colectivo, en las colas. Y veo que la gente no replica, la gente está callada. No está expresándose como lo hacía dos años atrás. Por eso es muy importante que vengan muchos compañeros aquí a debatir y a organizarse, para unirse en la resistencia. Lo primero para la lucha obrera es la unidad. Y esto es lo que tenemos que realizar. Yo felicito esta reunión, porque expresa un esfuerzo. Pero hay que volver a ganar los barrios.

 

G: Yo llegué a la Argentina en 1970. Aquí me eduqué con mucho esfuerzo de mi padre, un “tano” que llegó a Durazno, de ahí a Montevideo, a los 13 años. Terminó cuarto grado, fue herrero, y se fue a Montevideo por discrepancias con su familia. Y luego vino a la Argentina. Este país me ofreció lo poco que soy. Soy ex docente. En 1996 había 50 centros de capacitación profesional en la Capital. Yo era maestro de taller. Y el señor De la Rúa, en su campaña de 1999, decía apostar a la capacitación. Sin embargo, en 1998 sólo quedaban 28 centros. Y en 1999 quedaron 12. Hoy ya sólo quedan ocho.

     Adoro este país porque me ofreció mucho. Pero si no tenemos educación no podemos salir adelante. Necesitamos lo que antes se llamaba escuela de oficios. Yo apuesto a la educación.

 

S: Yo creo que si hay algo en común que tiene la historia argentina y latinoamericana, es que seguimos teniendo la misma burguesía que tuvimos siempre. Una burguesía basada en el pillaje, en el bandidaje. No tiene nada de “nacional”, y cada vez se comprueba más. Me parece muy bueno el enfoque de Jorge. No hay un proyecto burgués de nación-Estado como puede tener Francia o cualquier otro país imperialista. Y Latinoamérica es parecida. Me pareció interesante lo que dijo JU sobre que el 3 a 1 tampoco es eterna. Con la devaluación, según el Indec, descendió $ 220 el salario de bolsillo. Eso para mí lo expresa todo.

     Que la burguesía sea parasitaria no quiere decir que no sea inteligente. Y tuvo logros muy importantes, como lo que JG decía sobre la campaña contra los piqueteros. Al Estado le veo un problema central: Kirchner avaló toda la política que se llevó a cabo antes que él, caso Pontaquarto, caso Amia, pesificación, salvataje de los bancos, etc. Creo que, como organización, no se puede caer en el pesimismo. Todo lo que mencioné son datos simplemente. Pero yo fui adolescente en la década de Menem, y yo pensaba que era inacabable. Pensé que nos habían derrotado, vi la caída del Muro, me crié en eso… Y, sin embargo, viví el 19-20 de diciembre y la experiencia que allí se hizo. Lo más destacable fueron las asambleas barriales. Lo que veo que queda hoy de ese proceso, es un espacio vacío que –no sólo aquí sino en Latinoamérica– no lo puede llenar la burguesía. Ese espacio vacío lo tiene que llenar la clase obrera, con un partido o superestructura, aspecto en el que estamos muy mal. Pero creo que la situación económica es tan mala, que va a terminar haciendo estallar todo.

     Para redondear, lo que no se terminó es el saqueo imperialista. Seguimos siendo productores de materias primas; vamos a seguir siendo productores de materias primas –lo cual no es malo, porque si hubiera una revolución en un gran productor de materiales primas como es Latinoamérica no sería algo menor–; y nadie me saca de la cabeza que no es posible y necesaria una revolución. No hay nada más. En ese sentido yo creo que el 19-20 no está muerto. Y es muy difícil que lo puedan sepultar. Me parece a mí.

 

LR: Todo esto que estamos hablando hoy, no lo podemos desprender de lo que hablamos en la reunión pasada, acerca del triunfo de Bush, y demás. Creo que si Bush logró triunfar a través de un montón de elementos que analizamos en la reunión anterior, está subyacente el hecho de que ellos, aun con una gran oposición a la guerra, a la intervención y la ocupación de Irak, no sólo en Europa y Latinoamérica sino en el propio Estados Unidos, ellos lograron naturalizar en la cabeza del conjunto de la población un concepto: existe el peligro del terrorismo. Esto lo impusieron. En todo caso, los grupos más avanzados cuestionaban que el peligro del terrorismo se enfrentara con los métodos de Bush, pero a escala global y a nivel de masas, no se puso en cuestión la idea del “peligro del terrorismo”. Por eso me parece muy importante que Bush logró un triunfo montado sobre la idea generalizada de que la humanidad vive bajo un gran peligro que es el del terrorismo. Y eso es muy grave, porque quiere decir que logró un triunfo con cierta legitimación de la población (a diferencia del fraude de cuatro años atrás).

     En la Argentina, la situación que vivimos, con un montón de matices y de peculiaridades en diferentes sectores, está cruzada para mí por ese mismo fenómeno. La campaña antipiquetera que fue la punta de lanza de todo lo que vivimos hoy, buscó instaurar quién es el enemigo, quién es ese fantasma que nos amenaza. El Ben Laden de Bush, en la Argentina se llamó “piquetero”. Dado que hoy suponen que lograron “neutralizar” el fenómeno piquetero, ahora la emprenden contra los estudiantes, y así sucesivamente.

     Lo que quiero decir con todo esto, es que creo que hay una tendencia a nivel mundial, que la Argentina está reproduciendo, que es hacia gobiernos –inmersos en una brutal crisis económica capitalista, con 1.100 millones de desempleados, con 40 millones bajo el nivel de pobreza en el “gran imperio del Norte”…– que implantan el terror sobre la población para, de esa manera, mantener su gobierno. Hoy, con todas las letras, se puede decir que Bush ha implantado un sistema de dominación en Estados Unidos, que se irradia hacia el mundo, que es un sistema de terrorismo de Estado. Porque terrorismo de Estado no es sólo cuánta gente se mata –que también se mata–, sino que básicamente es que el Estado se sostiene sobre la base de que la población ha sido aterrorizada. Creo que en la Argentina se busca esto. Se explora por muchas vías. Y entonces es la gran tarea que tenemos que llevar adelante, que conversar con el vecino, con el colectivero, con el compañero de cursada, con el compañero de trabajo, que es desnudar que están queriendo quitarnos hasta la más mílimétrica cuota de libertades que hemos conquistado los explotados a lo largo de más de un siglo de luchas. Los explotados y algo más, porque el conjunto de la población está siendo sometida a este Estado de terror. Y si no nos liberamos de esto, estamos condenados como individuos, estamos condenados como personas, estamos condenados como especie, y estamos condenados como proyección humana en general. Me parece que la gran tarea que tenemos por delante es esencialmente democrática. Ellos han dado aquí una pelea feroz por despejar las calles. Si algo tiene de magnitud la secuela de lo que pasó el 19-20 de diciembre del 2001, es que las calles dejaron de tener dueño, pasaron a ser de “dominio popular”. Y, de alguna manera, ellos fueron consiguiendo despejarlas. No quiere decir que hayan conseguido cerrar el proceso y que se aplaste todo reclamo.

     Yo creo que estamos viviendo una coyuntura de muchísima lucha obrera. Hay grandes conflictos por todos lados. En los últimos 10 o 15 días ha habido conflictos en casi todos los grandes diarios (Clarín, La Nación, Página/12), en un gremio donde hubo derrotas muy fuertes. En todos ellos están reclamando por aumento de salarios, recategorizaciones, o algo. A mí me parece que el gran objetivo del gobierno y de la burguesía es el de desmontar el estado de cierta democracia para los explotados. Esa es la gran Cruzada, en la que Bush marcó el camino pero a la que se sumaron todas las instituciones que actúan en el mundo, como el Vaticano, con su documento contra el feminismo primero y ahora con un compendio de 520 páginas donde se pronuncia sobre absolutamente todo. Y eso tiene expresiones acá. Hace alrededor de un mes, Bergoglio organizó un encuentro con 1.000 padres en el colegio La Salle para explicar cómo tenemos que organizarnos para defender los valores de la familia ante un “ateísmo militante”… O sea la misma política de Bush, que se apoya en el fundamentalismo de las iglesias cristianas evangélicas, el Vaticano –con el fuerte peso que tiene en Latinoamérica– está adecuando su política a eso.

     Por eso opino que la gran pelea es de corte democrático y no pasa entonces sólo por ver qué hace la izquierda sino por el gran trabajo de todo elemento activo de la población, para entender que si reclamamos aumento de salario, hay que pelear por los presos; que si reclamamos lo que sea, hay que pelear por la libertad de los presos; que hay que ser conscientes de que hay presos políticos; que el Gobierno sólo se detuvo ante el riesgo de que se le muriera Castells haciendo huelga de hambre, pero casi no se conoce la existencia de presos políticos en Caleta Olivia, trabajadores que reclamaban empleo y parece que varios de ellos iniciaron también esta semana una huelga de hambre. Pero esto lo conoce muy poca gente. Entonces, ¿qué garantía hay de que Kirchner se detenga ante la posibilidad de que muera alguno de estos trabajadores? Insisto en que hay una labor muy importante de cada uno de los que está aquí, por transmitir esto, por sumar fuerzas a una campaña de estas características, tratando de crear conciencia en que es elemental defender el más mínimo resquicio de libertades, porque eso es de vida o muerte para nuestra supervivencia. Y es, a la vez, de vida o muerte para cualquier aspiración de una lucha revolucionaria. Porque si no tenemos mínimamente una pelea férrea por mantener un estado de mínimas libertades, muy difícilmente vamos a poder aspirar a conquistas mayores.

 

Cele: Como nadie lo dijo, quiero avisar que el miércoles que viene vamos a hacer un acto, junto a otras agrupaciones como el MST, el PTS, Socialismo Libertario, Cimientos, y otros, en homenaje a los 30 años del asesinato del compañero César Robles, dirigente del PST asesinado por las Tres A bajo el gobierno de Isabel Perón. Es el 17 en el Bauen a las 19 horas. Es también una forma de mantener la memoria, y están todos invitados.

 

JG: Tenemos que hacer un esfuerzo para lograr también que cada uno de los que estamos acá vaya con uno o dos compañeros más.

     En relación a la situación del país quería decir algunas cosas. Primero, hay una mentira consentida por todo el mundo, de que el peso está en una relación de tres a uno con el dólar. Pero esto es falso, porque el dólar cayó. Si uno quiere saber si el peso argentino está estable, tendría que comparar con el euro. Y si compara con el euro, no está tres a uno, sino cuatro a uno. Hoy un euro equivale a US$ 1,30. Yo no soy maniático por buscar el pelo en la sopa, pero no hay que ser tonto. La realidad es ésa, y tiene consecuencias de todo tipo. Aun en una coyuntura internacional excepcional, al capitalismo argentino no le fue bien. La tonelada de soja valía $ 700 y ahora está a $ 400. Igual es una barbaridad lo que están ganando. No es cierto que “el plato es chico”. Casi nunca ganaron tanta plata como en estos años. Y les sigue saliendo plata hasta de las orejas. Hay US$ 18.000 millones de reservas en el Banco Central. Nunca hicieron tanta plata de conjunto. No sólo los exportadores de soja, todos. Creo que no hay sector que no haya ganado. El que no hizo plata con la exportación la hizo con el mercado interno. Techint es una potencia mundial. Y éste es un gobierno de Techint, no sólo de las petroleras. Digo esto porque hay un discurso llorón, que la burguesía transmite, de que “se achica el plato” y esto es mentira. Se achica el plato para los trabajadores y los pobres, pero es un platazo el que se llevaron y se están llevando ellos. Detrás de las palabras hay conceptos muy profundos. Hace muchos años que la gran burguesía no hacía tanta plata.

     Otra cuestión: el problema del millón de universitarios. También es una ficción. La burguesía está mandando a sus hijos a las universidades privadas. Y no vale lo mismo el título de la UBA que el de la UCA o cualquier otra universidad privada. No es verdad, hay que salir de esa ficción de que logramos una gran conquista democrática. Porque para poder conseguir laburo con un título de la UBA hay que hacer un posgrado pago, y muy caro. Si no, uno compra los buzones o, como mínimo, no los enfrenta. En la Argentina de hoy, tener un título universitario a secas es lo mismo que, cuando yo era pibe, ser bachiller. Por eso trabajan gratis, por eso no hay una sola profesión –salvo las que son muy caras– en la cual no se empiece a trabajar gratis durante años, o se maneje un taxi. Es una trampa muy pesada la que hace la burguesía, que es poner una especie de horizonte por delante al que uno nunca se puede acercar. Yo creo que es así, y no se salva ninguna profesión.

     Tercero, me parece bien lo que dijeron RM y FB sobre la Gendarmería. Hay mucho lío. Hay una descomposición muy profunda del Estado, porque absuelven al policía que dejó paralítica a Carla. Pero al mismo tiempo nunca como ahora la Policía estuvo en la mira de la sociedad. Uno puede decir lo que sea –cierto o no– que siembre desconfianza en la Policía, y prende. Hay una desconfianza casi incorporada. Y la Gendarmería no se dedica sólo al contrabando; hay un elemento muy fuerte, que es la droga, que mueve mucho más dinero que el contrabando. Aquí en la Argentina no tenemos esto muy incorporado en nuestras cabezas, que la Argentina pasó de ser un país de tránsito a un país de consumo, y qué consecuencias prácticas trae eso. Gendarmería y Prefectura –además de la Policía, por supuesto– son herramientas privilegiadas para ese negocio.

     Yo no veo un curso lineal donde la burguesía tiene todo bajo control, porque tiene un Estado muy podrido, que no es fácil de arreglar. Y no sólo por las contradicciones con los trabajadores y el pueblo, sino por las contradicciones y peleas interburguesas, y de mafias, etc. Yo creo que todo eso juega y hay que tomarlo en cuenta. Ellos pueden dibujar muchas cosas. Por ejemplo, la Iglesia viene trabajando para ver cómo quedarse con la administración de los planes sociales. Lo viene intentando desde hace mucho tiempo, no es de ahora. Pero no es sencillo resolverlo. Porque si no dejan algún tipo de mediación, es como cuando se conecta la luz directamente con el cable de la calle, sin fusibles en el medio, salta todo. Eso es muy peligroso. Porque la Iglesia no es una institución que esté inmaculada y, además, tiene mucha competencia. Todas las iglesias evangélicas que aparecieron, le están sacando “clientela” a la iglesia católica que no sólo estuvo con la dictadura sino que es completamente oscurantista, igual que el Ejército. Eso no se resuelve diciendo “Borrón y cuenta nueva”. No, es un lío muy grande.

     Lo de los anuncios espectaculares que hace el Gobierno, también expresa que hay una crisis muy profunda. Porque un anuncio espectacular, que no es seguido por ningún hecho espectacular –basta ver la catarata de chistes sobre el “cuento chino”–, obviamente se convierte en un pelotazo en contra. Incluso si lograran un buen acuerdo con China, va a parecer que no vale nada, porque si uno infló tanto las posibilidades, después todo parece minúsculo. No hay que perder de vista que hay fuertes elementos lúmpenes en el Gobierno, igual que en la burguesía argentina. Si no, no hubieran hecho eso. No salen a decir “Nos pagan la deuda externa, porque tienen mucha plata”… Eso es como tirar lastre que va a rebotar con el doble de peso. Antes S. hablaba de las características parasitarias de las burguesías argentina y latinoamericanas, pero es una estupidez que sólo responde a la interna del Gobierno y de algunos sectores burgueses hacer anuncios grandilocuentes que se desinflan en una semana. Yo no veo a Chirac diciendo algo parecido a lo que dijo Kirchner. Bush, podría ser.

     Después, me parece muy bien lo que decía LR sobre el terrorismo de Estado como política, no necesariamente a los balazos, pero sí como política. Si uno mira un noticiero ni bien se levanta, ya sabe cuál va a ser el tema del día con el que van a hacer terrorismo. Ya está definido. Porque si hace 50 o 100 años, lo que el capitalismo ofrecía eran posibilidades de progreso, y entonces captaba y dominaba ideológicamente ofreciendo no necesariamente espejitos de colores, sino que mucha gente podía realmente porgresar. En cambio, hoy la forma de dominio es por el terror, porque no ofrecen nada. Hoy no existe la noche en el mundo, salvo en sectores absolutamente marginales. Y hace 30 o 40 años era normal, en Río de Janeiro, en París, o en Buenos Aires, salir a pasear por la noche. Y ahora si alguien sale a la noche en Río de Janeiro, seguro lo asaltan. Lo mismo pasa en París o en Nueva York. Y Buenos Aires, ¿saben que a Corrientes se la llamaba “la calle que nunca duerme”? Eso no existe más, porque la gente tiene miedo de salir a la calle. Y al mismo tiempo, en lugares céntricos por donde se podría andar tranquilamente, no hay gente, porque le han metido en la cabeza que lo van a asaltar, que lo van a violar, que lo van a matar. Y, sin embargo, hay el doble de muertes por accidentes de tránsito que por asesinatos. Pero las tres cuartas partes de cualquier noticiero está dedicado a las noticias policiales. Entonces, el terror como herramienta de dominación tiene una importancia muy grande.

     Termino diciendo que a mí me parece que hay un vaciamiento global de toda la institucionalidad. La burguesa está bastante mal, pero de todo lo que haya tenido que ver con el movimiento obrero y popular: no queda nada. Y hay que reconstruirlas sobre una nueva base. Esa nueva base es que no hay posibilidades de convivir o tratar de buscar reformas en el capitalismo. El capitalismo es irreformable. La única reforma que admite es su destrucción, no hay otra posibilidad.

     La utopía más realizable, como le gusta decir a algunos, es la revolución. La utopía que no es realizable, es el tratar de humanizar al capitalismo. Eso es absolutamente irrealizable. Esa sí es una utopía con todas las letras. En realidad, la crisis que existe dentro de las fuerzas de izquierda, tiene que ver con eso. Con que vienen intentando hace muchos años lograr reformas más o menos radicalizadas, en un régimen social que las únicas reformas que admite son completamente reaccionarias. ¿Alguien se acuerda de la ley de ocho horas? No existe más, pese a que en 1890 comenzó la batalla por las ocho horas. Y hoy el que tiene trabajo, trabaja lo que le digan. Y el que no tiene trabajo está dispuesto a trabajar en las condiciones que sea, o a vivir en forma marginal. Por todo esto yo creo que si hay algún tipo de reagrupamiento de la izquierda, tiene que ser sobre bases revolucionarias. No puede lograrse sobre la base de esperar reformar al capitalismo.

 

Sobre la muerte de Arafat:

     Es un hecho muy trascendente su muerte, o su virtual asesinato por parte del sionismo. Es secundario si lo envenenaron o no. Lo tuvieron tres años encerrado en un sótano, siendo un hombre grande, bombardeando los alrededores. Yo no tengo dudas de que eso es algo muy parecido a un asesinato. O hicieron todo lo posible para que el proceso biológico se acelerara. Porque querían terminar con un emblema de la lucha palestina. Eso es Arafat, al margen de la opinión que uno tenga sobre Arafat. Arafat es parte de mi vida militante, igual que el pueblo palestino y la guerra de 1967, y las milicias obreras que fueron las únicas que resistieron a la ofensiva del Estado de Israel… Su muerte es parte de lo que LR decía acerca de la ofensiva global que tratan de hacer en todos los terrenos. No es ajeno lo de Arafat al combate de los últimos cinco días contra Fallujah, que parece una ciudad arrasada, no queda nada. Esperaron que pasaran las elecciones en Estados Unidos, y en seguida lanzaron el gigantesco operativo para tomar una ciudad que ha sido bastión de la resistencia. Es un solo paquete. Porque Medio Oriente está todo dividido artificialmente, de acuerdo a las necesidades del colonialismo y del imperialismo. Fue una nación que estuvo unida, bajo el imperio turco, durante cuatro o cinco siglos. Después de la primera guerra mundial, ingleses y franceses lo partieron en mil pedazos. Por ejemplo, yo que no soy muy partidario de las opiniones del PO, reconozco que sacaron un título muy correcto: “Bush y Sharon apuestan a la guerra civil palestina”. A eso se juegan, y actúan en consecuencia. Parece que en las últimas 48 o 72 horas descubrieron todas las cuentas secretas que tenía Arafat, su mujer, su amante… lo que sea. Nunca sabían nada, y ahora aparece todo eso. Porque hay un intento de deslegitimar todo lo que ha sido la vida de Arafat: la de un nacionalista burgués, no de un socialista internacionalista, pero que merece el respeto de alguien que no se entregó en su vida, por más que haya hecho mil tranzas y negociaciones con las grandes burguesías árabes. Pero hay un intento terrible por deslegitimarlo. Hoy era impresionante ver la llegada del féretro a Ramallah, y hubo una recepción de 30 minutos de balazos al aire por parte de las milicias populares.

     Esto me recordó un debate que hace a mi propia historia, cuando se discutía si “el poder nace del fusil”… Bueno, si el poder nace del fusil habría que decir que en Palestina el poder estaría garantizado, porque todo el mundo tiene una Kalaznikov. Es muy trágico. Al mismo tiempo, muestra cómo se polarizó el mundo. No fue un solo jefe de Estado al entierro de Arafat. Ni uno. Estados Unidos mandó un subsecretario, de la última subsecretaría. Todos lo querían ver muerto. Empezando por Bush y por Sharon. El gobierno argentino sacó una declaración miserable casi idéntica a la que sacó el gobierno estadounidense. En esencia dice que espera que la muerte de Arafat allane el camino a la paz. Parece que el problema de que no hubiera paz no es la ocupación israelí de Gaza y Cisjordania, sino Arafat. Lo muestran como un intolerante, cuando en realidad era un negociador. Si se le puede criticar algo es porque era conciliador, no intransigente. Cuando saquemos el periódico la próxima semana, vamos a publicar una nota en homenaje a la lucha más importante que yo vi en mi vida y de la que tenga memoria históricamente. Es un pueblo que, a lo largo de más de medio siglo, viene siendo masacrado, es un genocidio constante por parte del imperialismo mundial, del sionismo, de distintas ideologías… y no se termina de doblegar, y recibe a balazos a su líder muerto. Al mismo tiempo haremos una evaluación, pero muy respetuosa. Con Arafat vivo, podíamos discutir. Con Arafat muerto, reivindicamos la lucha palestina. Es imponente ver cómo hasta en la muerte, cuando en general reina la hipocresía, en este caso no. En este caso ha reinado la verdad: una montaña de gobiernos, en forma casi unánime, han dicho “bien muerto está”. Cuando murió Perón, Balbín fue a decir “Un viejo adversario, despide a un amigo”. Acá no hubo nada de eso. Es muy importante, porque tiene que ser parte de nuestra propaganda mostrar esto, que es la barbarie capitalista al desnudo. El chiste que circulaba en Israel en los últimos días, decía “Arafat miente hasta con la muerte”. Cuando lo que hubo fue una larga manipulación de los medios de la burguesía imperialista, sobre la muerte de Arafat. Uno tiene que preguntarse por qué pasa algo tan horrendo. Y es que no termina de cerrar el problema de Medio Oriente, por más que arrasen Fallujah y sea más terrible que el Guernica que pintó Picasso. No terminan de imponerse en la región. Por muchos misiles que manden a los campos de refugiados, empiezan a ser derrotados, enfrentados por pibes que les tiran con una honda. Nunca se había visto que vencer, significa empezar a ser derrotados.

 

LR: Este es un punto de mucha importancia. Nosotros hemos cuestionado a lo largo de nuestra trayectoria, la voluntad acuerdista de Arafat. Y en estos días se recordaba cuando Arafat fue a la reunión de Naciones Unidas con una rama de olivo en las manos, y les dijo: “Traten ustedes de que yo no abandone esta rama de olivo”. Y hoy era muy sublevante ver a los medios locales transmitiendo el momento en que la gente recibe a su líder con una salva de disparos, y se escuchaba a los estúpidos comentaristas de aquí, sin tiempo a que nadie les dé instrucciones tan precisas, sino por el acostumbramiento al barbarismo y a la estupidez generalizada que les imponen, diciendo “Qué barbaridad, lo que es un pueblo enardecido por el dolor: ¡cómo reaccionan con violencia!”. Y a eso también hay que responderlo. ¿O nosotros no somos respetuosos, cuando ante el aniversario de la muerte de San Martín, por ejemplo, el Ejército que ellos dicen que es una institución respetable, saluda con salva de balas y balas de cañón, en homenaje al recuerdo del “patriota”?

     Y aquí estamos hablando de la muerte del “padre de la patria” del pueblo palestino. Entonces, hay que valorar y hay que reivindicar esa salva de balas que hizo ese pueblo por su líder, como símbolo de la lucha por su liberación. Y yo, aunque sea en cierto modo inútil o absolutamente simbólico, quería proponer terminar esta reunión con un aplauso a la resistencia del pueblo palestino. [Hay un estruendoso aplauso de los presentes.]

 

JG: Nos vemos mañana a las 18 horas en el local, para la reunión de Mujer; y nos vemos el miércoles a las 19 horas en el Bauen, en el acto. Y el 3 de diciembre nos volvemos a encontrar aquí.


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