SIGLO

XX

EN
GE

SAYO
NERAL

de laREVOLUCIÓN

. .SOCIALISTA

Introducción.................................................................2

Siglo XX: Ensayo general de la revolución socialista...............................................3
• La partera de la historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
• Las clases a finales de siglo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
• No hay "libros sagrados" en el materialismo. . . . . . . . . . . . 3
• El nacionalismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
La IV Internacional contra la corriente. . . . . . . . . . . . . . . . 4
• Se mantuvo un fino hilo rojo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
• Explicaciones falaces. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
• La discusión actual. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
• La responsabilidad de los vivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
• Balance y perspectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
• Se reabre el camino hacia las masas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
• El capitalismo es el "modelo" que rechazamos . . . . . . . . . 7
• Organización y conciencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7
 

El partido ...........................................................................8
• Un capital acumulado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
• La lucha de polos que se fecundan . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
• Principios y programa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
• Conclusiones para hoy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
 

La restauración capitalista empujada por la burocracia..9
• ¿Revoluciones o restauración capitalista? . . . . . . . . . . . . .9
• Los sucesos del '89/'91. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
• Las consecuencias para el capitalismo. . . . . . . . . . . . . . .10
• ¿Había estados obreros, burocráticos o qué?. . . . . . . . . . 10
 

Algunos hitos del siglo XX ............................................11
• La primera guerra mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
• Octubre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

• La contrarrevolución. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
• La 2ª Guerra Mundial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
• El Frente Popular Mundial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
• Apogeo stalinista y guerra fría. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12
• Los "treinta gloriosos años". . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13
 

Volver al materialismo......................................................13
• El Programa de Transición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
• La revolución cubana y el foquismo . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
• La "caída del modelo". . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 16
• Reagrupamiento del socialismo revolucionario. . .. . . . . . 16
• El mundo hoy. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
• Latinoamérica hoy. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
• Algunas conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
 

ANEXOS:

Europa en la primera posguerra:

la revolución derrotada................................................19
• Alemania 1918-1923. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
• La república soviética húngara de 1919. . . . . . . . . . . . 20
• Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20


Aportes para un debate sobre los estados del Este:

1. La dictadura del proletariado y la ex URSS..............21
 

2. Objetivos de la dictadura proletaria......................23
• Una reedición utópica del "socialismo en un solo país". . 23
• Dictadura proletaria y revolución permanente . . . . . . .24
• Dictadura proletaria y revolución permanente en el mundo de hoy. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Introducción

La resistencia que el capitalismo ofreció -y ofrece- ante la lucha de los explotados, es mucho mayor que la prevista por Marx y que la evaluación que hicimos de ella sus seguidores. La resistencia económica, política, social, militar e ideológica de la burguesía es mucho más fuerte de lo que imaginamos desde 1848 ó 1917. Creemos que este es el elemento central que está en la base de los problemas que enfrentó la lucha de los explotados. Y que incluye, explica y alimenta, la crisis de dirección del proletariado. Esta vigorosidad de la clase dominante, que emana de ser precisamente la clase que ejerce el poder, es la clave de todos los problemas subjetivos reales, y que tenemos que abordar a fondo los revolucionarios proletarios.

Pero no hay duda de que si la clase obrera no hubiera luchado denodadamente durante este siglo y medio, la humanidad estaría hundida por completo en la barbarie: esa lucha lo ha impedido. Alcanza con ver cómo son las sociedades donde la clase obrera menos ha luchado -incluso a pesar de la lucha mundial- para perfilar la sociedad que existiría de no haber habido un proletariado que luchó, y mucho.

Por ejemplo, en un país altamente desarrollado como Estados Unidos, el 2% de la población está presa o procesada; se vive en virtual toque de queda en la abrumadora mayoría de las ciudades; se atenta con bombas contra clínicas que practican abortos legales y contra minorías étnicas o sexuales; se generaliza la pena de muerte; se prohibe la enseñanza del habla hispana para la comunidad latina; se enviará a la cárcel a los padres cuyos chicos falten a la escuela; y la hegemonía cultural lleva a la imbecilidad de la especie humana. Son pasos firmes hacia la barbarie.

 

Al mismo tiempo todo lo que la clase trabajadora y sus aliados consiguen dentro de esta sociedad es más o menos efímero. Sin destruir al imperialismo mundial, más temprano o más tarde, todo se transforma en su contrario . Los sindicatos pasan de ser palancas útiles para la lucha a convertirse en un obstáculo para ella; los partidos obreros, si no se proponen -y logran- destruir al poder capitalista en el país y en el mundo, inevitablemente terminan degenerando y siendo una traba para esa lucha y/o vulgares administradores de la burguesía. O relegados a pequeños grupos (y/o sectas) de propaganda. Una dictadura proletaria internacionalista que no pudo vencer al imperialismo mundial, como la de Lenin y Trotsky, sufrió, en su aislamiento, la degeneración. Lo mismo pasa con otras conquistas: las 8 horas son letra muerta o, donde existen, es con el precio de más de 20 millones de desocupados, como en Europa occidental.

La larga marcha de la revolución socialista internacional. está jalonada por este ir y venir, por estos avances y retrocesos.

La magnitud de la crisis capitalista hace cada vez más dificultoso el camino de las concesiones reales de la burguesía y aún la lucha por las reivindicaciones más pequeñas demanda esfuerzos gigantescos, de tipo revolucionario. Ese es el proceso que vivimos.

 

El capitalismo y el imperialismo han sido, son y serán la fuente primera de la violencia en el planeta, desde la económica sobre los trabajadores, el racismo y la xenofobia, hasta el nacionalismo y las guerras más horrendas, todas ellas con algún cínico y miserable "pretexto" para engañar a la clase media, en primer lugar, y también a la clase obrera. Por ejemplo, el gendarme nuclear del mundo disparó contra Saddam Hussein -convenientemente demonizado- después de que este cumpliera el papel de su agente imperialista contra la naciente revolución iraní.

No llegó el "fin de la historia", como proclamaba Fukuyama, con "la victoria del capitalismo y la democracia". Cuanto más crisis económica y más resistencia social haya, habrá más cercenamiento de las libertades y más represión. Si hay guerras -que las hubo y las habrá, no sabemos de que magnitud- habrá genocidios y militarización de la sociedad, se siga votando o no. Si el primer efecto de la "guerra fría" fue la aparición del macartismo en Estados Unidos, no podemos imaginarnos siquiera a lo que estarían dispuestos los dueños del mundo hoy si vieran peligrar efectivamente sus intereses.

La violencia sigue siendo la partera de la historia, hacia atrás o hacia adelante. Pero la feroz ofensiva ideológica burguesa ha colocado a la hiperdefensiva también a los revolucionarios y vamos a terminar disculpándonos por los excesos que cometieron Espartaco y los esclavos sublevados, ya que estos "excesos" habrían dado "pretextos" al Imperio Romano para masacrarlos impiadosamente. Los revolucionarios proletarios tenemos que aprender de nuestros errores pero no para rendir cuenta de nuestros actos según las ideas dominantes de la época, las burguesas. Al enemigo no le pedimos su aprobación. Por el contrario, nos propopnemos su derrota.

Hago mías las palabras de Cyril Smith (Herramientas Nº 7): "...Está bien reexaminar, revisar e incluso no aceptar lo que él [Trotsky] escribió, en la medida que nos ayude a sostener su rechazo al orden mundial existente".

No somos vendedores de artículos en cuotas con oferta de garantía.

Somos quienes nos proponemos ayudar a canalizar hacia el poder revolucionario la energía de miles de millones, cuando éstos se alcen porque sólo pueden tener esperanzas a condición de jugarse la vida para destruir el orden social que los aniquila.

Somos quienes estamos convencidos de que si el poder revolucionario fracasa en derrotar al imperialismo en el mundo, el destino de la humanidad se encaminará a pasos agigantados hacia la barbarie mucho más que ahora. Y también somos quienes estamos convencidos de que esta empresa gigantesca es la única que puede impedir que la barbarie continúe avanzando día a día en esta sociedad capitalista, históricamente agotada.

El secreto de la política revolucionaria está en construir, crear como un arte, los mecanismos que faciliten ese difícil y azaroso camino para terminar con 8000 años de sociedad de clases, explotación y opresión. En esta gigantesca tarea, como materialistas y marxistas, no ofrecemos otra garantía que poner lo mejor de nosotros para triunfar.

Y lo mejor de nosotros incluye el esfuerzo inclaudicable por remontar la crisis y el aislamiento actual en que se encuentra el movimiento revolucionario. Pera ello, contamos con formidables herramientas -en teoría y en la experiencia práctica- que provienen del pasado. Para utilizarlas con eficacia, es imprescindible apartarse del dogmatismo que intenta leerlas como una especie de "sagradas escrituras, que contienen algunos errores".

Compartimos con los fundadores del movimiento obrero revolucionario, con los maestros y dirigentes de las mayores luchas que ha protagonizado la clase obrera internacional, la visión de que en la pelea por liberar a la humanidad de toda cadena, "gris es la teoría, verde el árbol de la vida".

JORGE GUIDOBONO 
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