Aguinis contra Cuba
¡Al ladrón, al ladrón!

Hace dos años y medio comenzó un cambio descomunal en la política internacional: Estados Unidos se lanzó al asalto del mundo, declaró el inicio de una guerra interminable, militarizó el planeta y transformó su régimen político interno en una sociedad policíaca superior a la imaginada por Orwell. Bush y sus secuaces montaron una gigantesca maquinaria de terrorismo imperialista que amenaza a todo el planeta.

Seiscientos sesenta presos políticos provenientes de la intervención estadounidense en Afganistán, fueron trasladados al enclave colonial que tienen en Cuba, la llamada base de Guantánamo, como mensaje destinado a sembrar un terror aleccionador. Para eso los trasladaron decenas de miles de kilómetros y los encerraron en jaulas a pleno sol, sin protección jurídica de ningún tipo, al mejor estilo nazi.

En Irak, la CNN reconoce la existencia de 12.000 presos políticos. En el seno mismo de Estados Unidos Bush emula a Videla: hay cientos de personas desaparecidas desde el 11 de septiembre del 2001 en adelante. Y las razzias cotidianas son iguales o peores que las practicadas por la dictadura impuesta en la Argentina a partir de marzo de 1976.

Este marco político hace particularmente repugnante la campaña imperialista contra la revolución cubana, acusándola de violar “derechos humanos”.

La Liga Socialista Revolucionaria no comparte la política llevada adelante bajo la dirección de Fidel Castro en múltiples cuestiones de extrema importancia; en particular, en relación con la necesidad de desarrollar la revolución socialista en toda Latinoamérica, única retaguardia real para la revolución cubana.

Pero más allá de estas diferencias, la LSR reconoce el pleno derecho de la dirección cubana de defenderse de un enemigo desbocado en su militarismo, en su atropello absoluto hacia los derechos humanos para lo cual no descarta medio alguno, incluyendo el de la invasión militar.

Es completamente repudiable la hipócrita condena que hacen Aguinis & Cía. de las tres ejecuciones realizadas el año pasado en Cuba, mientras callan vergonzosamente acerca de los crímenes cometidos por el mayor asesino serial del planeta, con su secuela de 235 ejecutados por aplicación de la pena de muerte en el Estado de Texas bajo la gobernación de Bush. Y esto sin contar a los miles de asesinados en las guerras genocidas de conquista emprendidas por los Estados Unidos. ¿Por qué no piden Aguinis & Cía. que los enemigos mortales del imperialismo seamos invitados a las fiestas que realizan en sus embajadas?

El diario La Nación y Henry Kissinger, los verdaderos patrones de Aguinis y sus compinches, han callado sistemáticamente la boca ante todos los crímenes del imperialismo capitalista en el mundo, incluyendo a los 30.000 desaparecidos en la Argentina. El caradurismo cínico de que hacen gala ahora, no sólo merece el más completo repudio de toda persona democrática sino que también despierta algunas reflexiones: la “cruz invertida” de la que escribía Aguinis, ¿es la cruz gamada?; ¿es por eso que tampoco habla del genocidio sionista contra el pueblo palestino, o del muro del horror construido por Sharon?

Ningún explotado y/o demócrata, en Estados Unidos o en Israel, pasando por la Argentina, puede dejar de denunciar y repudiar esta miserable campaña lanzada por los plumíferos de La Nación, sirvientes fieles de los dictados del imperio norteamericano.

31 de enero de 2004

LIGA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA
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