8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer
De la patronal incendiaria al Vaticano de la Inquisición:
la misma barbarie patriarcal capitalista

En 1910 la revolucionaria alemana Clara Zetkin propuso ante el Congreso de la II Internacional, declarar el 8 de marzo como día internacional de la mujer, en reivindicación de las 129 obreras que ocuparon la textil Cotton de Nueva York demandando la jornada de 8 horas, aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo. La patronal decidió poner fin al problema incendiando el edificio con las 129 trabajadoras adentro. Sus cuerpos calcinados, son un símbolo de la barbarie capitalista.

 

Pasado un siglo, DENUNCIAMOS:


-Que la explotación y la barbarie capitalistas no dejan de profundizarse; flexibilización laboral mediante, las 8 horas son un recuerdo del pasado transformadas en jornadas inacabables y nuevas formas de esclavitud o, en contracara, en un inacabable ejército de desocupadas;
-Que la violencia contra las mujeres y la opresión de las mujeres es propia de toda sociedad patriarcal organizada en clases; hoy, es la sociedad capitalista imperialista la que somete a las mujeres a todo tipo de violencia que recorre el globo: desde Francia, donde la actriz Marie Trintignat terminó asesinada por celos por su novio después de que sus denuncias fueran sistemáticamente rechazadas "por carecer de pruebas"; pasa por las mujeres de Ciudad Juárez, desaparecidas, violadas y asesinadas tras ser utilizadas en filmaciones snuff, que se realizan para satisfacer las perversiones de un puñado de hipermillonarios; pasan por Cisjordania, donde Souad, de 17 años, fue quemada viva por sus familiares al constatar su embarazo; llega hasta diversos países de Asia y África, donde dos millones de niñas por año son sometidas a la amputación del clítoris; y llega a Occidente, con cientos de denuncias de abuso sexual entre las tropas de Torquemada Bush en Irak; y con la prostitución creciente de millones de mujeres, como única forma de subsistencia.
-Denunciamos en particular a la Iglesia vaticana, la Gran Inquisidora, a cuya obra le debemos, entre otras cosas, las casi dos mujeres pobres por día que mueren en la Argentina por abortos clandestinos; la que rasgándose las vestiduras defiende el eufemismo de "los derechos del niño por nacer", mientras apoya a rajatabla a todos los capitalistas y sus funcionarios de turno, responsables de los más de cien pibes que mueren de hambre por día en el país; la que predica contra el uso del perservativo, siendo así la principal responsable de que millones, principalmente mujeres, enfermen de sida; la que condena el simple goce sexual, siempre y cuando no lo cometan sus curas u obispos, como el monseñor Storni de Santa Fe, al que mantuvo prófugo en sus iglesias-aguantaderos. Su hipocresía tiene tanto límite como una línea trazada al infinito.
-Denunciamos el papel de la Iglesia Católica en la Argentina, como encubridora y bendecidora del genocidio y los genocidas; fue bajo la última dictadura militar donde se cometieron las mayores y más atroces violaciones, vejaciones y abusos de mujeres, en las parrillas de tortura instaladas bajo una cruz y un rosario;
-Denunciamos al Vaticano que intenta subordinar e imponer en toda la población, católica o no, su mirada oscurantista sobre la existencia, la vida, la muerte, el sexo, el deseo, el cuerpo y, sobre todo, intenta someter nuestro pensamiento a la resignación en este mundo, con la promesa de un más allá, del cual no tiene ninguna prueba tal vez porque es tan inexistente como su infierno, cuestión que hubo de reconocer años atrás.
-Denunciamos, en suma, a todo este sistema de explotación, a sus clases dominantes, a sus instituciones y sus agentes de todo pelaje, con sus mujeres incluidas, desde Anne Krueger y Condolezza Rice hasta Nina Juárez o Ernestina de Noble.

 

Rendimos HOMENAJE:


-a Rachel Corrie, militante pacifista consecuente, asesinada hace ya un año por un tanque del Estado nazisionista israelí que la aplastó cuando ella intentaba impedir que demoliesen la casa de una familia palestina;
-a Sandra Cabrera, dirigenta de la Asociación de Meretrices de Rosario (Amar), asesinada de un balazo en la cabeza por denunciar a la policía que les pedía coima para trabajar;
-a la niña de 14 años en grave estado de salud, en Bahía Blanca, debido a que el juez José Luis Ares denegara el permiso para realizar un aborto terapéutico tras la violación a que fue sometida por su padrastro; a los cientos de mujeres anónimas víctimas de la "violencia doméstica";
-a las que luchan cotidianamente en defensa de sus fuentes de trabajo, como en Brukman; a las que enfrentan el saqueo imperialista-capitalista, como en Bolivia; a las que cotidianamente salen a las calles reclamando empleo y justicia; a las militantes anticapitalistas y antimperialistas asesinadas por la dictadura militar, y a las que hoy siguen luchando.

 

DECLARAMOS, como mujeres, socialistas, revolucionarias, que nuestra liberación no vendrá de otro lado que no sea de nuestras fuerzas organizadas como parte específica del conjunto de los explotados y oprimidos. Llamamos a organizarnos en el objetivo de barrer de manera revolucionaria al conjunto del régimen capitalista en descomposición.
Sólo así podremos sentar las bases de una sociedad en que la liberación de la mujer sea un objetivo alcanzable, por el cual seguramente deberemos seguir peleando.

Aborto libre, legal y gratuito.
Separación de la Iglesia del Estado.
Saquen sus rosarios de nuestros ovarios.

 

Revolución Socialista o más Opresión y más Barbarie Capitalista


4 de marzo de 2004

LSR - Liga Socialista Revolucionaria

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