CÁRCEL A LOS GENOCIDAS,
A MENEM Y A DE LA RÚA
Nos quieren meter en una maraña de trampas: hay que salir de
ella. A 28 años del golpe de Estado, el tema es si los genocidas,
los saqueadores y los asesinos de tres décadas están presos
o no. Si no se resuelve esto, cualquier otra medida es una estafa. Muy
poco importa cuántas hectáreas de la Esma se transforman
en museo mientras, de Massera para abajo, siguen libres o en "arresto
domiciliario" (por edad avanzada) todos los mandos de ese campo.
Más que un "museo de la memoria", será un monumento
al engaño del pueblo. El arresto domiciliario a partir de los 70
años, es otro invento argentino (del que no gozan los presos comunes).
Erich Priebke, jerarca nazi que vivía en Bariloche, fue extraditado
a Italia donde lo metieron en la cárcel teniendo más de
80 años. Rudolfh Hess murió en una cárcel alemana,
de la que era el único prisionero, con más de 90 años.
El operativo mediático que lleva adelante el gobierno de Kirchner
no está destinado a hacer justicia sino a quitarle a las Fuerzas
Armadas la marca del genocidio y "salvar" a los oficiales de
40/50 años para abajo que no actuaron directamente en la represión,
pero están sospechados por ella. Quieren reconciliar a la sociedad
con las Fuerzas Armadas, para volver a tenerlas como brazo armado del
gran capital y del imperialismo contra los explotados, como también
lo demuestra la decisión de enviar 200 efectivos a Haití
para defender los intereses de la ocupación colonial que realizan
Estados Unidos y Francia.
Hoy, no sólo están sueltos los genocidas de ayer y sus gerentes
como Martínez de Hoz sino también quienes continuaron su
obra. Que el juez Oyharbide, nombrado por Menem, sea quien lo esté
juzgando, es una burla igual al yeso que inventó Menem para no
presentarse.
¿Alguien tiene dudas en este país de que Menem encabezó
una banda de saqueadores de la Argentina, que hasta llegaron a hacer volar
Río Tercero? Es obvio que no. Logró un récord digno
del Guiness: entregar por monedas todas las empresas públicas y,
a la vez, duplicar la deuda. Si el gobierno de Kirchner quiere buscar
la verdad del saqueo de las privatizaciones y del endeudamiento, ¿por
qué no investiga y mete presos a los ladrones?
Sobre De la Rúa, nos quieren hacer creer que era un hombre sin
carácter, una especie de hoja al viento. Pero ese hombre fue capaz
de inaugurar su mandato con el asesinato de dos trabajadores en Corrientes,
realizar el megacanje, traer de vuelta a Cavallo, asegurar el saqueo de
Loma La Lata para Repsol hasta el 2027 y, al momento de su derrocamiento,
ordenar la represión que mató a 34 ciudadanos. ¿Para
qué no tenía carácter?: para hacer algo bueno. Sin
embargo, vivimos en la aberración de que De la Rúa siga
caminando tranquilamente por la calle, mientras se avanza en la criminalización
de las protestas de ocupados y desocupados.
No dejarse engañar y luchar por imponer justicia
Lo que está llevando adelante Kirchner es un verso.
Que se condene a generales o almirantes octogenarios a cómoda prisión
domiciliaria, no es justicia sino una lavada de cara de las Fuerzas Armadas
genocidas.
Que Menem y su banda sigan en libertad no es un respeto a la pluralidad
de opiniones: es un cheque en blanco para los asaltantes.
Que el "aburrido" De la Rúa siga libre dos años
y medio después de la matanza del 19-20/12/01, es reírse
del pueblo y de la lucha de aquellas jornadas.
Lo primero que el pueblo trabajador debe hacer es no dejarse estafar por
las maniobras mediáticas.
Lo segundo, es no volver a confiar en que la solución de este horror
de tres décadas puede venir "de arriba".
Lo tercero es unir fuerzas para imponer justicia a los asesinos-saqueadores
de ayer y de hoy. ¿Esto es difícil? Sí, es muy difícil,
pero también es posible si millones de explotados asumimos esta
pelea. Es una responsabilidad que tenemos todos los revolucionarios y
los trabajadores y estudiantes conscientes.
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