Metamanagement, la dimensión humana
Fredy Kofman.
Quiero ampliar las que se consideran las "fronteras del management" e incluir aquello que para mí es esencial, lo que yo llamo La Dimensión Humana.
Desde mi óptica, el ser humano es un factor central ¿acaso existe una empresa en el mundo que no tenga gente?. No hay tal cosa como las empresas separadas de la gente.
La empresa encarna una ilusión: la de tener identidad trascendente. "La compañía" es quien decide contratar gente, vender ciertos productos, expandirse, etc. Esto no existe, "la compañía" no decide nada, lo que hay es gente que se asocia para producir mancomunadamente algo que no podrían producir en forma individual o separada. Ese trabajo mancomunado obtiene objetivos que serían imposibles de lograr si la gente no hubiera coordinado sus acciones. Eso es una empresa.
No hay tal cosa en el mundo como La Empresa, La Compañía, La Organización con o sin fines de lucro, independientemente de la gente que la compone. De hecho la gente es la esencia. Rescatemos para el management el Fenómeno Humano, su forma de pensar, de comunicarse, de coordinar acciones, de resolver conflictos, su manera de vivir en el mundo del trabajo, que es parte de la forma de vivir como un todo.
Los seres humanos, no obstante el hecho de ser racionales, no son sólo eso. Involucran una cantidad de otras cosas que suelen nublar nuestra racionalidad y generan una cantidad de situaciones que son imposibles de analizar "sólo" desde la lógica.
A pedido de Fredy, a esta altura Ricardo Gil, Director de Recursos Humanos de EDS Latinoamérica explica la incidencia de estas ideas en su organización: "La única ventaja competitiva para nosotros es el desarrollo de nuestra gente ya que nuestros competidores, que son gente inteligente, son capaces de crear productos como los nuestros, pero nosotros tenemos la ventaja de tener personas capacitadas que ellos no tienen, y hacerlo les llevará no menos de dos años (lo que nos tomó a nosotros)".
"Vivimos como una oportunidad de negocios diseñar una oferta de liderazgo. Hoy más que vender servicios, vendemos leadership. El trabajo de Fredy ha generado una transformación increíble en nuestra compañía. Esto no es teoría, es práctica, está orientado a los negocios y es una oportunidad para cambiar la vida".
Retoma Fredy: Los programas que hacemos "no transforman a nadie", nada externo hay que transforme a las personas. Presentamos ideas, herramientas que, si las personas las adoptan, pueden transformarlas. El crédito no es del programa, sino de la persona que toma el programa.
Hay una feliz congruencia entre una metodología adecuada y la gente comprometida a practicar esa metodología.
El Management como práctica
Una de
las ilusiones más importantes que yo veo en el mundo del management es creer que
la metodología adecuada puede salvarnos. Hoy por hoy al management se lo
considera una teoría, una teoría que después hay que aplicar. Yo creo que el
management, primero y principal, es una práctica, es una disciplina de
comportamiento que, para ser incorporada, requiere lo mismo que otras
disciplinas, como por ejemplo jugar al golf.
A nadie se le ocurre que puede aprender a jugar al golf tomando un seminario de
dos días.
No se trata de "explicar" como se realiza un swing; hasta que la persona no es
capaz de "hacerlo", literalmente no lo sabe.
El único "saber" que cuenta es el "saber hacer", no el tener información. Quien dice que "ya sabe jugar al golf" está mintiendo, lleva toda una vida aprenderlo.
Management es una forma de vivir en el mundo del trabajo.
La información es barata, la herramienta secreta es lo más obvio. Hay que salir a la cancha, equivocarse, probar, reflexionar sobre los errores y todo eso lleva un tiempo apreciable.
Todo equipo profesional dedica un 90% de su tiempo a realizar "prácticas" y quizás un 10% a la "performance". Un equipo de fútbol se entrena toda la semana para jugar el domingo una hora y media. Los 100 metros llanos se pueden hacer en 9,70 segundos, pero para poder jugar o correr así los deportistas se entrenan por años.
Hay
mucha disparidad entre entrenamiento y realización. En el management no hay
tiempo para dedicar a las "prácticas", todo el tiempo es "realización".
En el corto plazo de las compañías hay un impulso muy fuerte a resolver los
problemas que tenemos delante, la apuesta es que si queremos mejorar en
management la "capacidad gerencial", el liderazgo de la compañía, esa mejora
requiere una inversión de tiempo y esfuerzo totalmente desmesurado con respecto
al contenido de "información" que se tendrá en ese tiempo. Ningún libro va a
poder "hacer" algo distinto, el que va a poder hacer algo distinto es la
persona, no el libro, la persona debe invertir tiempo sobre si misma para
desarrollar su capacidad y así operar en forma novedosa respecto a como operaba
en el pasado.
Una ventaja competitiva es relativamente fácil de alcanzar en el corto plazo, pero hacerla "sostenible" es la clave. ¿Cuánto tiempo nos dura esa ventaja? Nos dura hasta que un competidor hace mejor lo que hacemos o encuentra una manera de dar un salto técnico que hace que su producto sea más novedoso que el nuestro.
Ventajas sostenibles en el tiempo
¿Qué puede hacer una empresa para invertir en algo que le de una alta probabilidad de mantener esa ventaja durante un tiempo razonable que le permita recuperar la inversión? El desarrollo de las personas da una ventaja no menor a los dos años, pues ese es el tiempo que el competidor deberá invertir para alcanzarnos.
Producir un cambio en los comportamientos basado en un cambio de conciencia
lleva tiempo. Cualquier proceso que afecte la capacidad de liderazgo de la
persona para tener efecto va a tener que intervenir en las capas profundas de la
conciencia de esa persona, para luego manifestarse en los comportamientos
diferentes de dicha persona.
Cualquier proceso de este tipo le da a las compañías una cierta ventaja
competitiva sostenible en dos mercados, uno es el mercado de productos, o sea la
capacidad de relacionarse con los clientes, y otra en el mercado de trabajo, o
sea la capacidad de atraer gente altamente productiva, gente que luego le
permitirá a la compañía impactar en el mercado de productos de una manera
distinta a la de sus competidores. Cada vez más se está revalorizando el impacto
que tienen las personas de una organización en el funcionamiento efectivo de
dicha organización.
Hay un libro que a mí me impactó y se llama: "Primero rompa todas las reglas:
Que diferencia a los mejores gerentes del mundo de los demás", cuyos autores son
Marcus Buckingham y Curt Coffman (Editorial Norma, 2000). Los autores pertenecen
a la organización Gallup y han utilizado dos millones de encuestas a empresas y
unas ochenta mil entrevistas, para tratar de discriminar qué es lo que hace que
una compañía sea capaz de atraer a la mejor gente y luego pueda retenerla, para
tener una ventaja competitiva sostenible sobre sus competidores, ventaja que,
por supuesto, redunde en un beneficio económico para la misma.
El objetivo final de toda compañía es cumplir su misión y a través de ese
cumplimiento dar resultados extraordinarios a sus accionistas o dueños. Ese fue
su objetivo de inicio. Para eso se constituyó la compañía: "Nosotros queremos
hacer con estas compañías cosas que no podrían hacerse sin esta compañía",
dijeron quienes las fundaron.
La
gente de Gallup trató de discriminar cuáles eran las variables fundamentales que
distinguían lugares excepcionales para trabajar, lugares donde la gente se
volvía excepcionalmente productiva aún proviniendo de lugares mediocres.
Buscaban poner en claro qué es lo que le permite a una compañía distinguirse
como un lugar excelente para trabajar y un lugar donde los clientes consiguen
cosas que no podrían conseguir en ningún competidor.
Ellos lo concentraron en doce preguntas: "Nosotros hacemos esta encuesta
(encuesta de clima) y de acuerdo a lo que contesten sus empleados les podemos
decir cómo está operando su empresa con respecto a sus posibilidades: es una
empresa excelente, es una empresa promedio o es una empresa mediocre". A este
proceso lo llaman un análisis estadístico de discriminantes que son, de los
miles de preguntas que ellos hacen, las doce que les dan más información sobre
las empresas (excelentes, promedio, mediocres).
Quiero dejar en claro: Ser una empresa excelente significa ser una empresa
que gana dinero cumpliendo con su misión. No se trata de una empresa que es
un lugar "agradable" para trabajar. Eso puede ser una variable intermedia, pero
cuando Gallup les está vendiendo a los directorios o a los CEOs este tipo de
encuesta lo que les dicen es: "Les ofrecemos un diagnóstico de vuestra capacidad
para operar como empresa con fines de lucro en forma efectiva".
Veremos que las doce preguntas son sorprendentemente obvias. Están ordenadas en orden de importancia:
¿Sé lo que se espera de mí en el trabajo?
¿Tengo los materiales y el equipo que necesito para hacer bien mi trabajo?
¿Tengo oportunidad en mi trabajo de expresar mis mejores capacidades cada día?
¿He recibido en los últimos siete días algún reconocimiento o felicitación por hacer un buen trabajo?
¿Le importo como ser humano a mi supervisor?
¿Se preocupa mi supervisor por mi desarrollo profesional y humano?
¿Son tomadas en cuenta mis opiniones?
¿Es mi trabajo importante como parte de la misión y el propósito de la compañía?
¿Están mis colegas comprometidos en hacer trabajos de alta calidad?
¿Tengo un mejor amigo en el trabajo?
¿He hablado con alguien sobre mi progreso en los últimos seis meses?
¿He tenido oportunidades durante este último año para aprender y crecer?
Con respecto a la 1º pregunta Fredy comenta: Esto es como preguntarle si la gente respira, mi reflexión es ¿Cómo vas a ir a trabajar si no sabes lo que se espera de ti en tu trabajo? La inmensa mayoría de la gente contestó que no lo sabía con certeza absoluta (enfáticamente sí).
Esta es la pregunta más importante para ver si el lugar de trabajo es un lugar excelente, un lugar que le permite a uno crecer y brindar servicios o productos a los clientes en forma sobresaliente y no tiene una respuesta enfática. La respuesta promedio es "Y, más o menos".
Esta respuesta es la que aparece doce años después que Peter Senge publicara La Quinta Disciplina y desde entonces no se habla de otra cosa que no sea La Visión Compartida, La Importancia de la Visión, Los Objetivos Compartidos. El libro de Peter tuvo un impacto dramático en el mundo y todos dijeron "Sí, es fundamental". Se vendieron millones de ejemplares del libro, se estima que es uno de los best-sellers más grandes de la historia de acuerdo a Business Week en términos de management y cuando la gente de Gallup hace la encuesta y preguntan "Usted tiene una visión compartida" la inmensa mayoría dice NO.
Fíjense la diferencia entre el "saber que" (tener la información) y el "saber cómo hacerlo", que es la capacidad para desarrollar esta visión compartida.
Mucha de la gente que dice NO, ha tomado los cursos con Peter, o conmigo, pese a lo cual existe una gran diferencia entre saber que la visión compartida es importante e invertir tiempo, esfuerzo y recursos para desarrollar esa capacidad de la gente para saber qué se espera de ellos en el trabajo.
No es la visión compartida de la compañía, es la visión compartida entre quienes trabajan juntos todos los días.
La gente de Gallup descubre que la mayoría de la gente NO sabe qué se espera de ellos en el trabajo.
A la 2º pregunta: ¿Tengo los materiales y el equipo que necesito para hacer bien mi trabajo?, la mayoría de la gente dice "NO, si yo tuviera mejores materiales y el equipo que necesito podría ser más productivo y tendría más satisfacción, y considero que le daría más satisfacción a mis clientes".
En mi opinión la pregunta tiene un dejo de "víctima". La pregunta que yo les haría a los empleados es "¿Si no los tienes, por qué no los pides?.¿Qué es lo que te impide en esta cultura hacer un pedido de ayuda para que alguien te aporte los materiales?".Como se trata de una decisión económica, posiblemente te contesten: "Es cierto que con ese material podrías hacer cosas mejores, pero el costo de ese material (o equipo) no se justifica dado lo que el cliente no está dispuesto a pagar por la mejoría del producto que podrías entregarle con ese equipamiento". La gente entiende que se está haciendo lo más conveniente desde el punto de vista económico, aunque esto no sea técnicamente lo más eficiente.
Hay una conversación muy importante sobre pedidos y sobre negociación que está totalmente omitida. Los supervisores sólo piensan "A ver cómo hacemos para darle a la gente los elementos que necesitan". Pero ¿quién sabe mejor que el empleado lo que le hace falta?
Para mí el problema está en la cultura de la compañía, donde el empleado no tiene la capacidad para hacer un pedido y acordar, ser escuchado y entender con su manager cuál es la ecuación que se justifica tomando en consideración el costo/beneficio de un particular equipo necesario para brindar mejores servicios a sus clientes.
La 3º pregunta es: ¿Tengo oportunidad en mi trabajo de expresar mis mejores capacidades cada día?.
Fíjense la cantidad enorme de gente que vive con un cierto resentimiento y una cierta resignación pensando que su capacidad no es aprovechada. Esto es como una espada de dos filos porque cuando uno tiene mucha energía, cuando puede expresarse, es muy creativo, pero esa misma energía cuando no puede expresarse se estanca y se vuelve venenosa, estresante, se convierte en resignación, sensación de impotencia, resentimiento y en las compañías hay un desperdicio tremendo de gente que tiene mucho para dar, pero no encuentra la forma de canalizarlo y en esa imposibilidad se sienten coartados en su humanidad. Y esa energía con el filo de atrás corta también, pero en el sentido de volverse resentido, desapoderado, no cuidado, desvalorizado. No es posible tener una compañía excelente con gente que se siente así.
¿Quién de nosotros no se ha sentido alguna vez así?
La 4ª pregunta es: ¿He recibido en los últimos siete días algún reconocimiento o felicitación por hacer un buen trabajo?.
Lo que voy a decir puede interpretarse como una receta, pero no lo es: Si quieren crear un lugar de trabajo altamente generativo, donde la gente se sienta florecer y dé lo mejor de sí, es tan sencillo como en cada semana felicitar (no falsamente sino apreciando sus comportamientos), diciéndole a la persona "Me doy cuenta, existís y te veo". Decir "te veo" es uno de los regalos más importantes que uno le puede hacer a otro ser humano. Es espejarse (reflejarse) en otro ser humano. A los 30, 40 o 50 años podemos "morir" espiritualmente si vivimos en una comunidad que no nos refleja y no nos reconoce como seres humanos.
Una
manera de reflejarnos y reconocernos uno al otro es apreciarnos. Apreciar
honestamente y en forma íntegra. Uno de los capítulos de mi libro, el capítulo
en que hablo del Feedback, explico cómo decirle al otro que su performance no me
satisface sin ser desmotivante. Esto es sumamente importante, pero mucho más
importante es cómo decirle al otro que lo que hizo para mí es causa de aprecio,
de orgullo y de reconocimiento a su esfuerzo. Ambos reconocimientos son
difíciles, y vemos por la pregunta de la gente de Gallup, que la mayoría de la
gente no hace esto.
Hay una traba muy profunda que todos tenemos como seres humanos (vergüenza) que
nos hace difícil operar de esta manera.
La 5ª
pregunta: ¿Le importo como ser humano a mi supervisor?
Estas preguntas no vienen de un teleteatro, son del libro "Primero rompa todas
las reglas: Que diferencia a los mejores gerentes del mundo de los demás" de
Marcus Buckingham y Curt Coffman, libro de negocios que se vende a managers y
que ha sido un best seller, que no lo compra la gente común sino técnicos en
management porque con él quieren ganar más dinero al estudiar como manejar sus
empresas. ¿Le importo como ser humano a mi supervisor? Lo que los escritores
encontraron es que la política de la compañía es relativamente intrascendente en
su impacto con respecto al impacto que tiene el supervisor directo de la
persona.
Uno puede trabajar para la mejor compañía del mundo, pero si su manager es un
desconsiderado le hará la vida desgraciada. No importa cuán buena sea la
compañía ni cuantas stock options le hayan dado. Trabajar con un desconsiderado
que no lo reconoce a uno como ser humano NO VA A SER EFECTIVO.
Ese es el clarísimo mensaje, después de 2.000.000 de encuestas con managers de todo el mundo.
No hay curso donde le enseñen a uno cómo mostrarles a los supervisados que a uno le importan como seres humanos. Esto no es una técnica, les tiene que importar "realmente", y una vez que les importe tienen que aprender como expresarlo y aquí sí hay técnicas, pero si a uno no le importa la gente no hay técnica en el mundo que le vaya a servir.
Tienen que trabajar con ustedes mismos y reflexionar "¿qué tengo que hacer para conectarme con los demás y sentir que me importan como los seres humanos que son?". Una vez que siento eso intensamente, la pregunta es ¿Cómo puedo ahora expresarlo de una manera virtuosa?. Pero la expresión es el segundo paso, el primer paso es incorporarlo como una filosofía de vida, y eso no se puede hacer en dos días, no importa cuan bueno sea el seminario.
La 6º pregunta: ¿Se preocupa mi supervisor por mi desarrollo profesional y humano? Fíjense ustedes, son seis preguntas, pero todas dicen lo mismo ¿Cómo funciona mi vínculo con mi supervisor y existe su interés en permitirme desplegar lo mejor de mis capacidades?.
La 7º pregunta: ¿Son tomadas en cuenta mis opiniones?. En verdad lo que está proponiendo esta pregunta es ¿Existo como ser humano? El hecho que alguien acepte y escuche mis opiniones significa que me acepta y me escucha como un ser humano. Existo. Cuando mis opiniones no son escuchadas, sencillamente no existo.
La mayoría de la gente no sabe qué significa que sus opiniones sean "tomadas en cuenta".
Me ha pasado que alguien en una discusión me diga: ¡Pero no me estás escuchando!
¿Cómo que no te estoy escuchando, te puedo repetir todo lo que dijiste?
¡No, pero eso no importa, no me escuchás!
Un momento ¿Cuál es tu estándar? ¿Qué quiere decir que no te escucho? ¿Cómo sabrías que te estoy escuchando? ¡Porque entrarías en razón!
Ah.., ¿O sea que escucharte quiere decir que esté de acuerdo contigo?
¡Bueno, es obvio, sí! Si me escucharas te darías cuenta que yo estoy en lo cierto.
Veamos, ¿Y si yo estuviera de acuerdo contigo, que pasaría?
¡Y, harías lo que te digo!
Ahora entiendo tu estándar. Escucharte es que yo haga lo que deseas ¿no? ¡Sí!
Entonces explícame cual es la diferencia entre "escuchar" y "obedecer". ¿Por qué llamás "escuchar" a "obedecer"?
Una dificultad no es sólo que la gente siente que sus opiniones no son tomadas en cuenta, sino que no hay un buen estándar en management para definir que sus opiniones sean tomadas en cuenta.
Resulta imposible administrar una compañía si tengo un equipo de diez personas y cada uno de ellos quiere que su "opinión" sea tomada en cuenta. Es decir que cada uno quiere que lo que él dice sea lo que haga el equipo.
Eso es imposible con varias opiniones distintas ¿Qué hacemos entonces?. Hay que redefinir qué significa que las opiniones de uno "sean tenidas en cuenta" y eso no es trivial. Lleva un gran esfuerzo, inversión de tiempo, preocupación acerca del comportamiento, estudiar qué significa ser honesto, qué significa escuchar al otro; cosas aparentemente triviales pero que se constituyen en todo un desafío para nuestra habitual manera de comportarnos.
La 8º pregunta es: ¿Es mi trabajo importante como parte de la misión y el propósito de la compañía?. Es decir "¿Hemos creado un equipo con un estándar de alta calidad en el trabajo, la producción y la responsabilidad compartida?". Mucha gente se siente desmotivada porque no hay estándar. "Hacemos lo mejor que podemos", es muy desmotivante para quien quiere operar en forma impecable, tener una cultura y un entorno anodino.
La 10º pregunta es: ¿Tengo un mejor amigo en el trabajo?. La pregunta no es si tengo "un amigo", sino "¿Alguno de mis mejores amigos trabaja aquí?". La gente de Gallup encontró que esto era un discriminante importante. La gente que tiene un mejor amigo en su trabajo es más productiva.
La pregunta 11º es: ¿He hablado con alguien sobre mi progreso en los últimos seis meses?. Vemos que aquí nuevamente aparece, ¿Le importo a alguien en esta compañía?.
Piensen ustedes ¿A cuántas de estas preguntas contestarían enfáticamente que sí? ¿A cuántas contestarían que no?.
Ahora bien ¿Qué contestaría la gente que trabaja para ustedes ante estas doce preguntas? ¿Qué dirían ellos? ¿Qué piensan ustedes? ¿Han hablado con ellos en los últimos seis meses? ¿Han merituado y conversado sobre sus progresos y su plan de carrera? ¿les ha mostrado que a usted le importan como seres humanos?. Y finalmente ¿Han tenido oportunidades este año para aprender y crecer?.
De las doce preguntas, con la investigación más grande de la historia, no hay un data base más importante que este. Los discriminantes fueron fijados con la estadística más moderna y más dura que hay, y veamos, ¿Cuántas de las doce preguntas se refieren a las máquinas? ¿Cuántas de las doce preguntas se refieren a la tecnología? ¿Cuántas de las doce preguntas se refieren a la planta industrial? ¿Cuántas de las doce preguntas se refieren al ser humano?
A quien me diga que el management es una disciplina técnica, algo no debe estarle funcionando bien.
Ninguno de los mencionados autores está orientado
hacia los recursos humanos. Son estadísticos, investigadores expertos en
estadística. Hicieron ese libro basados en sus estudios estadísticos acerca del
comportamiento de los managers.
A mi libro lo llamé Metamanagement, más allá del management. Lo que intento
decir es que considero equivocada la forma en que la gente definió las fronteras
del management. En vez de ir más allá del management, lo que quiero es CORRER
las fronteras del management para que todo lo que estamos hablando (cómo se
hacen pedidos, cómo la gente se comporta impecablemente el uno con el otro, cómo
el ser humano se siente apreciado en su entorno de trabajo) NO es más allá del
management, ES EL CORAZÓN DEL MANAGEMENT.