La empresa asertiva
Cada vez más, las empresas necesitan contar con individuos equilibrados, con personalidades capaces de actuar con firmeza. ¿La razón? Un vendedor, un gerente de finanzas, un comprador o jefe de relaciones públicas tienen un denominador común: impactan en el resultado final del negocio.


Manejar situaciones de estrés, trabajar bajo presión constante puede desencadenar diferentes tipos de respuestas que dependen de la naturaleza del individuo que se encuentre en tales situaciones. Una teoría de respuesta básica que se enseña cada vez con mayor frecuencia en el competitivo mundo de los negocios es la Asertividad.

Esta teoría está basada en la premisa de que cualquier individuo posee ciertos derechos e intereses básicos que deben ser respetados. Estos incluyen fundamentos tales como: "el derecho de rechazar pedidos sin necesidad de sentirse culpable o egoísta", "que mis intereses y mis necesidades sean tan importantes como las necesidades de las otras personas", "el derecho a equivocarse", etc.

La expresión a través de la cual uno establece los propios derechos e intereses sin violar los derechos e intereses de los demás se denomina asertividad. Se pueden encontrar diferentes tipos de respuesta:

Cómo se manifiesta?

La persona que responde no-asertivamente tiende a internalizar los sentimientos y tensiones y a experimentar emociones tales como miedo, ansiedad, culpa, depresión, fatiga o nerviosismo. Externamente los sentimientos no son expresados verbalmente.

En la respuesta agresiva, la tensión es externalizada. Aún cuando la persona haya sentido miedo, culpa o se sienta invadida en algún momento durante la conversación, este sentimiento queda enmascarado con una emoción "secundaria" tal como la rabia o bien conteniéndose hasta llegar a un punto de ebullición.

En contraste con estos dos estilos de respuesta, una persona que responde asertivamente se da cuenta y maneja sus propios sentimientos a medida que éstos aparecen, sin negar su propio derecho a sentir y expresar tal o cual emoción o no expresándolos si esto le niega derechos o va contra los intereses del otro.La tensión se mantiene dentro de un nivel normal y constructivo.

Cada estilo de respuesta se caracteriza también por algunas pautas no verbales o de lenguaje corporal. Una respuesta no asertiva implica autoexclusión y dependencia: la persona se "aparta" de la situación. Esta respuesta puede ir acompañada por gestos tales como bajar la mirada, el gesto de "esquivar el bulto", un cuerpo encorvado, transpiración de las manos, o un tono de voz indeciso o plañidero.

La respuesta agresiva está representada no verbalmente como un "moverse contra la situación " es una forma de excluir al otro. Esta respuesta puede estar expresada a través de un índice acusador, o por un tono de voz alto, arrogante y una risa despreciativa. La respuesta asertiva, en cambio, se enfrenta con la situación y demuestra un acercamiento a través del cual uno puede mantenerse en una posición independiente o interdependiente. Cuando la persona actúa asertivamente establece un buen contacto visual, se para cómoda y firmemente " sobre los dos pies" con sus manos flojas a los costados, y habla en un tono de voz claro y sostenido.

Una tercera forma para diferenciar asertividad, no-asertividad y agresión es prestar atención al lenguaje verbal utilizado. Ciertas palabras tienden a asociarse con cada estilo. Palabras no asertivas pueden incluir calificativos como:tal vez, yo creo, me pregunto si tú podrías, te molestaría mucho. Rellenos como: uh, bueno, tú sabes, y, este, eh. O negaciones: no es tan importante o no te preocupes. Las respuestas agresivas incluyen palabras de amenaza: es mejor que, escuchá bien lo que te digo, tienes que hacerlo porque yo lo digo. También incluyen humillaciones: "vamos; "debes estar bromeando", comentarios evaluativos: "debes", "malo" y términos sexistas o racistas. Las palabras asertivas pueden incluir afirmaciones del "yo" ("yo pienso", "yo siento", "yo quiero"), palabras de colaboración ("vamos a ver", "cómo podemos resolver esto") o enfáticas demostraciones de interés ("qué piensas tú?", "qué ves?"). Estas pautas emocionales, no-verbales y verbales ayudan a reconocer los estilos de respuesta, pero deben ser vistos como indicadores generales y no como un instrumento para rotular las conductas

Tanto la no-asertividad como la agresión se parecen mucho entre sí y difieren mucho de la asertividad. La no-asertividad y la agresión son disfuncionales no solamente porque emplean métodos indirectos para expresar necesidades y sentimientos fallando en cuanto al respeto de los derechos o intereses de los demás, sino también porque crean un desequilibrio de poder en donde ambas posiciones pueden intercambiarse. Negándose a sostener sus propios intereses, quien responde no-asertivamente crea un desequilibrio de poder al otorgarle a cualquier otro más derechos que a él mismo, mientras que la persona que actúa agresivamente crea un desequilibrio de poder otorgándose a sí misma más de lo que le corresponde.

Este desequilibrio de poder es inestable; el no-asertivo puede acumular culpa, resentimiento, o temor hasta que se convierte en agresivo en un estallido de rabia, o puede enmascarar con una apariencia no-asertiva una actitud subversiva en un intento de sorprender al otro "por detrás".

El asertivo procura una solución que equilibre el poder y permite que todos los involucrados mantengan sus propios derechos y respeta sus intereses. Por lo tanto, un desequilibrio de poder, producido por la falta de respeto a las demás personas y llevada a cabo mediante el uso de métodos indirectos, crea una posición muy vulnerable tanto para el que responde no-asertivamente como para el que lo hace agresivamente, mientras que el que lo hace con asertividad respeta a los demás, utiliza métodos directos y busca un equilibrio de poder; por lo que lo respetarán y probablemente construirá un vinculo positivo.

De esta forma actuar asertivamente sirve de ayuda en situaciones en las que la persona está ansiosa respecto a cómo defender sus intereses o los de la empresa a la que representa. Estas situaciones implican decir sí o no con convicción, aceptar y recibir críticas, iniciar conversaciones, resistir interrupciones, recibir cumplidos, demandar un trato justo como consumidor, y manejar muchas otras situaciones específicas de la vida privada, social y laboral. Quien actúa asertivamente crea una relación ganar-ganar base sólida para cualquier acuerdo duradero.

El objetivo principal de la asertividad es comunicarse fluidamente, de manera adecuada y potente con los demás, respetando los derechos e intereses de las partes involucradas.

Componentes de una situación asertiva:

Las organizaciones son la imagen que dan las personas que las conforman: los jefes esperan ciertos comportamientos de sus empleados, como así también los empleados de sus jefes y los clientes de sus proveedores. Cuando alguien trata mal a otra persona es la empresa quien lo trata mal. Esos son los llamados "momentos de verdad" para los clientes y constituyen una de las razones fundamentales por la que las empresas deben poner su atención en la manera que tienen de relacionarse. A través de la teoría de la asertividad las organizaciones pueden entrenar a su personal a desarrollar actitudes positivas.

Left.gif (1221 bytes)