Inteligencia Emocional:
rasgo caracterísico de un líder triunfador
Hoy
en día no sólo es importante saber más y mejor las cosas. Si se quiere ser un líder
exitoso, se debe tener una excelente Inteligencia Emocional
Mapa de competencias emocionales Establecidas por la
investigación de Daniel Goleman Habilidad 1: Conciencia de uno mismo Habilidad 2: Autorregulación Habilidad 3: Motivación Habilidad 4: Empatía Habilidad 5: Habilidades sociales |
¿Por qué algunas personas brillantes en su estudio y de grandes
habilidades no funcionan cuando de liderar un grupo se trata? o ¿por qué algunas otras
sin ser tan brillantes logran ser reconocidas como personas líderes y de grandes
aptitudes para ejercer posiciones de mando? La respuesta a estas preguntas quedará
plasmada en el siguiente artículo, ya que hablaremos de un tema de gran impacto en la
gerencia presente y futura: la Inteligencia Emocional.
QUE ES?
Se va a definir la Inteligencia Emocional como la capacidad para
captar las emociones de un grupo y conducirlas hacia un resultado positivo. También cabe
aclarar que este talento se puede aprender y cultivar en las organizaciones y es tarea de
cualquier persona, determinar si posee dichas aptitudes.
COMPONENTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Autoconciencia: aveces nos cuesta ser
honestos con nosotros mismos, en aspectos que sabemos debemos mejorar y no lo reconocemos.
Este punto por lo tanto, hace referencia a la habilidad de reconocer y entender nuestros
estados de ánimo, nuestras emociones, y su efecto en las personas que nos rodean. Así
mismo la autoconciencia nos sirve para determinar hacia dónde vamos y qué metas podemos
cumplir siendo realistas. Además reconoceremos nuestros errores y seremos más cautos al
realizar determinada labor.
Autorregulación: como su nombre lo
indica, esta habilidad nos permite controlar nuestros impulsos y emociones y lógicamente
a pensar antes de realizar cualquier cosa. Este punto es de suma importancia ya que si en
determinado momento nos encontramos ante una situación desagradable donde la primera
reacción sería gritar o golpear cosas, la autorregulación hace que pensemos antes de
actuar, determinemos por qué se falló en esa situación, qué factores pudieron incidir
para el fracaso y cómo se podría solucionar de la mejor manera. Aquí es importante
reseñar que un líder con esta habilidad le daría más confianza a sus subalternos y las
riñas dentro de un grupo tenderían a desaparecer. El miedo al cambio no estaría
presente en un líder con esta habilidad y la reflexión y el pensamiento siempre estarán
en primer lugar.
Motivación: aquí lo importante es
trabajar y sentir satisfacción ante una meta finalizada, y no sólo buscar recompensas en
dinero o status. Los líderes con esta habilidad se apasionan por su trabajo, les gusta
aprender siempre, son creativos y muestran una energía y unos deseos impresionantes para
culminar de la mejor manera una actividad y llevan un registro del desempeño realizado.
Así mismo ante el fracaso, no ven nubes negras, sino una
oportunidad para ser mejores y su compromiso con la organización es cada día más fuerte
y así reciban ofertas monetarias altas para cambiar de empresa y de trabajo, lo más
importante para ellos es realizarse como personas y crecer en el ambiente al cual están
acostumbrados.
Empatía: esta habilidad hace que un
líder considere los sentimientos de los subalternos y sepa tratar a las personas, según
las reacciones que estas puedan tener en determinado momento, es saber cómo decir las
cosas y cómo actuar al percibir y entender el punto de vista de cada uno de los miembros
de determinado grupo de trabajo, ante situaciones problemáticas.
Es muy importante añadir también que la empatía es muy necesaria
al tratar negocios internacionales dentro del marco de una globalización cada vez más
grande, ya que aquí lo importante es tratar bien a los clientes, entender sus puntos de
vista y descubrir qué deseos pueden ser satisfechos de la mejor forma.
Habilidades sociales: junto con la empatía, este componente hace referencia a la capacidad de las personas para manejar las relaciones con los demás y conducirlos hacia la dirección que se desee ya sea buscando un acuerdo o un entusiasmo frente a un producto o servicio.
Al dirigir un grupo, deben combinarse de la mejor manera los cinco elementos de la Inteligencia Emocional. Sólo así el que comanda al grupo será un líder sobresaliente |
Además, no es casualidad que este sea el último componente de la
Inteligencia Emocional, ya que los demás elementos combinados dan como resultado unas
mayores Habilidades Sociales, ya sea, por ejemplo, que alguien posea una buena empatía o
una excelente motivación, lo que genera que su "brillo" se transmita y se
refleje en las personas con las que está tratando y relacionando.
Como una conclusión final, puede decirse que el obtener o manejar una buena Inteligencia Emocional no es fácil, pero si existe la intención firme de adaptarla, esto redundará en extraordinarios beneficios tanto personales como organizacionales. La tarea es entonces, buscar en cada uno de nosotros a ese líder que está escondido y a esas habilidades que debemos explotar al máximo.