Principios y valores altos para una organización exitosa
En la actualidad, numerosas empresas han desarrollado una serie de principios y valores que le dan una determinada personalidad, ubicándolas en lugares exitosos e interesantes.
Para poder llevar adelante toda la tarea que implica desarrollarse a partir de esos conceptos fundamentales, estas empresas deben contar con una gerencia de recursos humanos con mucha presencia. Se considera a esta área de la empresa como un núcleo generador de ganancias.
Dentro de este enfoque, se habla de una cultura fuerte que a largo plazo permite una buena rentabilidad. La característica que presenta es una unificación de esfuerzos de todos sus integrantes, altamente motivados y comprometidos de tal manera que el gran esfuerzo personal los lleva a realizar controles de gestión de manera natural.
Acompañan a esta cultura una estrategia firmemente establecida y una permanente adecuación al entorno que rodea a la actividad empresaria.
Una cultura fuerte es aquella que tiene un modo de realizar la actividad que le da un sello característico, cuyos principios son tan altos que sus integrantes se esfuerzan por transmitirlos a todos sus miembros, siendo una difusión clara y precisa. En este tipo de empresas hay políticas y prácticas de gestión a largo plazo.
Los altos valores de rentabilidad en las culturas fuertes están determinados por la anticipación y adaptación a los cambios que plantea el entorno. Además, no debe olvidarse la importancia del componente humano (los integrantes de la organización y los clientes y consumidores), elemento indispensable para obtener resultados positivos a largo plazo.
Los valores para una empresa son los elementos importantes por los que trabaja, siendo a su vez lo que identifica a sus miembros, que se hacen visibles a partir de las conductas y no todas las organizaciones los muestran de manera expresa; sí lo hacen las de cultura fuerte.
No hay un listado que enumere los valores que debe contar una compañía para que sea exitosa, lo importante está en que esos valores sean auténticos y que la correlación con las acciones o conductas, sea inconfundible.
Si se comparan los valores y principios definidos por distintas empresas, se observa que la mayoría incluye un número importante de ideologías básicas relacionadas con los recursos humanos. Por un lado, el alto compromiso de la empresa hacia sus empleados; por otro, todo lo que contempla el desempeño de sus integrantes, como por ejemplo la responsabilidad y el compromiso. Los empleados desempeñan su trabajo como impulsores de la actividad empresaria. Ésto se ve en las iniciativas y los trabajos creativos que se promueven.
El valor humano es el eje que permite el crecimiento de la empresa, debiendo desarrollar políticas fuertes de recursos humanos, que se transformen en una cultura enérgica donde todos los miembros logren una plena adhesión a esos valores. Por otro lado, es tan fuerte y clara la manera de desempeñarse de cada uno, que resulta imposible no ser transparentes en cuanto a la ideología que se lleva adelante en la organización.
El trabajo a partir de una gerencia de recursos humanos fuerte, crea un ambiente de funcionamiento empresario que abarca a todos por igual. Se parte para esto de una comunicación interna eficiente. Contar con una clara difusión de las propuestas que permitan a los miembros de la organización, aprovechar las oportunidades para hacer aportes creativos e innovadores. Contar con espacios de desarrollo y liderazgo, transformando los valores en ejemplos prácticos.
Cuando una organización lleva adelante su gestión, a partir de una cultura fuerte, los valores que transmiten la hacen funcionar de manera distinta de la que lo hacen las organizaciones de tipo burocráticas. En aquellas, sus miembros se sienten involucrados activamente en el crecimiento y desarrollo de la empresa.