CAPÍTULO 1

DISEÑO DE INVESTIGACION

 

 

1. EL PROBLEMA DE LA ACCIÓN CULTURAL EN LA REPUBLICA DOMINICANA

En la República Dominicana la instancia cultural ha sido concebida como un hecho aislado de los procesos esenciales del desarrollo de la sociedad dominicana. La cultura ha estado considerada como ornato y como una acción improductiva, asumiéndose más bien como una carga económica para el Estado.

Tal concepción y práctica desligada de una perspectiva de desarrollo integral, ha imposibilitado la constitución de líneas estratégicas que sustenten y vinculen al sector cultural de forma orgánica.

Para caracterizar el contexto general de la situación de la acción cultural en el país y los problemas de su desarrollo, podemos señalar los siguientes aspectos:


 
 

  1. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN


    1. Objetivo General


      Realizar un diagnóstico del sector cultural en la República Dominicana que sirva para elaborar propuestas de diseño de un plan nacional de desarrollo cultural.
       
       

    2. Objetivos Específicos

3. CONSIDERACIONES METODOLOGICAS

Dentro de los resultados del diagnóstico participativo, llevado a cabo por el CPC y el PNUD, se obtuvieron un conjunto de propuestas que resumen las demandas y anhelos de los sectores culturales nacionales. Dichas propuestas contienen en sí mismas elementos que definen la situación de la acción cultural, los sectores y las áreas problematizadas, los mecanismos y organismos involucrados, así como los destinatarios de la acción cultural. Todo lo anterior convierte a dichas propuestas en fuentes metodológicas para derivar objetivos tácticos y estratégicos en la planificación cultural dominicana.

Las propuestas culturales surgidas en los Encuentros y Muestras Culturales corresponden a la aplicación de un mecanismo de consulta que, a nivel nacional, permitió la participación de los agentes culturales, artistas e intelectuales, instituciones y grupos culturales, públicos y privados, en el análisis de la situación cultural, tanto provincial, regional y/o nacional.

La validez del diagnóstico participativo se sitúa en la necesidad de definir los requerimientos del sector, y en asegurar que dichos requerimientos correspondan y sinteticen las experiencias y los valores emanados de una práctica reflexiva de los sujetos involucrados en la acción cultural y en el proceso de diagnóstico.

La búsqueda de la objetividad, que amerita una investigación-acción como la nuestra, implicó la aplicación de instrumentos metodológicos, como los grupos de discusión, que permitieron generar determinados resultados. Para ello establecimos dispositivos de investigación, tanto para datos primarios como secundarios. El grupo de discusión y la asamblea permitieron la obtención de informaciones puntuales. 1

El análisis e interpretación de los datos está dirigido a situar la problemática y los valores construidos por los sujetos participantes desde sus prácticas, de las cuales han surgido niveles de cuestionamiento y soluciones que mejoran las prácticas y políticas de la acción cultural. Todo ello, en el marco de un socio-análisis, que convierte las experiencias y las propuestas individuales en fórmulas de consenso social, sancionadas y aceptadas por las mayorías, en asambleas.

Vale resaltar que el siguiente diagnóstico es un análisis cualitativo, lo cual supone el uso de datos cuyos fuentes son las reflexiones y consideraciones y las propuestas concretas, de los participantes. A este respecto vale señalar que.... "la investigación cualitativa sigue un proceso de investigación holística, inductivo-ideográfico, que busca comprender los fenómenos y situaciones que estudia. Parte de los problemas reales, del cuestionamiento de la práctica. Utiliza la vía inductiva para elaborar el conocimiento e intenta comprender cómo las personas experimentan, interpretan y reconstruyen los significados intersujetivos de su cultura. De este modo se obtiene un conocimiento directo de la realidad social."2

De modo que las propuestas analizadas son piezas valiosas del diagnóstico participativo y constituyen los dispositivos para una acción transformadora y sobre todo deseada por el sector cultural. Nuestra misión se orienta a vincularlas a un marco conceptual que permita que cada una de ellas queden redimensionadas, posibilitando, de esta manera, la comprensión de totalidad, requerida ante el fenómeno estudiado.

 

3.1. METODOS EMPLEADOS

El análisis e interpretaciones de los datos se apoyaron en todo momento en los siguientes métodos :

3.2. TECNICAS Y FUENTES EMPLEADAS

Con esta instrumentación técnica se han establecido la obtención de datos y los usos analíticos de la investigación.

 

  1. MARCO REFERENCIAL Y CONCEPTUAL DE LA INVESTIGACIÓN

Definir como categoría el concepto Política Cultural resulta fundamental en el estudio que nos ocupa para construir y perfilar un objeto de análisis. En este sentido referimos la definición sobre política cultural de la UNESCO por considerarla apropiada para nuestros propósitos: "Conjunto de operaciones, principios, prácticas y procedimientos de gestión administrativa o presupuestaria que sirven de base a la acción cultural del Estado"3.

Precisar los alcances y las limitaciones de dicho concepto, lo mismo que observar su desarrollo como categoría, contribuye al análisis referencial, necesario para abordar la problemática planteada.

Ahora bien, la política cultural de un Estado moderno tiene por objeto el desarrollo cultural y ésta, a su vez, se inserta como instrumento del Estado para obtener el desarrollo integral.

Desde la Reunión Intergubernamental de Venecia y ante la relevancia social del desarrollo cultural, éste se conceptualizó como dimensión de la calidad de vida, articulándose una relación dialéctica entre culturaódesarrollo que ha posibilitado enriquecer el concepto desde la perspectiva de desarrollo integral, y aún más, si lo vemos desde el concepto de dirección unificada del desarrollo planteada por algunos autores, la cual pretende superar la distinción de desarrollo económico y desarrollo social4.

En tal sentido, el concepto ha evolucionado positivamente bajo la idea de desarrollo como objeto de política nacional, respondiendo a tentativas globales de desarrollo que colocan al hombre como fin fundamental del desarrollo.

Desde esta perspectiva, nuestra lógica articula y sigue el concepto de desarrollo cultural a partir de la acción cultural, concepto esencial para entender la instrumentación de la práctica de una política cultural del Estado, la cual se lleva a cabo bajo un esquema funcional, como sistema global de posibilidades administrativas, políticas, jurídicas y financieras, capaces de alcanzar y cumplir funciones determinadas y propias del sector cultural.

La acción cultural, por su parte, es el conjunto de actividades que se realizan dentro del marco de gestión de las políticas culturales y los poderes políticos o lo que Edwin R. Harvey llama los "dominios culturales"6.

El sector cultural puede definirse "como el campo de trabajo de cualquier política cultural, conforme al cual puede trazarse un cuadro de objetivos, metas y fines instrumentales y de disposición de recursos y medios adecuados para alcanzarlos en el transcurso del tiempo, en una determinada comunidad por intermedio de planes y programas específicos ejecutados por una autoridad"7, produciéndose de este modo la "oferta cultural", con la cual se puede medir el tipo de política cultural, así como sus instrumentos.

La oferta cultural como categoría de análisis responde a la producción de bienes y servicios culturales. Desde allí se proyecta la situación del consumo cultural, como acceso y participación de los diversos sectores en las políticas culturales, así como de la misma población en su totalidad, para concretar una práctica sustentada en la democracia cultural.

Sin embargo, la contrapartida, es decir la "demanda cultural" como requerimiento permanente de la población y del sector cultural, es el ambito donde la política cultural basa su acción , poniéndose a prueba la coherencia y la eficacia de los instrumentos de la política cultural. La demanda cultural precisa y exige de la calidad en la producción de bienes y servicios culturales; por otra parte el acceso a la cultura en tanto derecho cultural, desata una dinámica permanente de adecuación entre la acción cultural y estos factores.

En este contexto de oferta y demanda cultural se ponen a prueba incluso aspectos tan fundamentales para el desarrollo como son los mercados culturales. El estado moderno debe hacer acto de presencia, estimulando, fomentando; pero también normalizando las diversas acciones de instituciones, grupos y sectores del ámbito cultural.

Por otra parte, conviene establecer que esta acción cultural que incide en el sector cultural tiene a sus protagonistas: los "agentes culturales". Los mismos como señala Evangelina García Prince, juegan un papel importante en el establecimiento de la cultura como dimensión de desarrollo8. El agente cultural como sujeto de desarrollo está involucrado como hacedor, animador y agente activo de los proyectos culturales comunitarios y por tanto, medir su incidencia en el sector cultural, sus limitaciones, logros y aspiraciones resultan vitales.

Otro de los importantes conceptos es el que refiere a la animación. La UNESCO la define como "un conjunto de prácticas sociales que tiene como finalidad estimular la iniciativa y la participación de las comunidades en el proceso de su propio desarrollo y en la dinámica global de la vida socio ó política en que están integrados"9.

Todo lo anterior propicia una conceptualización y reconceptualización para la construcción de un objeto de estudio en lo cultural, estableciendo las interconexiones existentes y su dialéctica interna, sujeta a una acción (político ó cultural) cuyo eje esencial descansa en el desarrollo cultural. Por tanto, el desarrollo cultural depende de la totalidad de la acción cultural efectuada en el marco de políticas culturales que generan una dinámica en los factores componentes del sector cultural.

 

PROCESO OPERATIVO DE CONFORMACIÓN Y REALIZACIÓN DE LOS ENCUENTROS Y MUESTRAS CULTURALES

La definición del presente proceso y su operativización constituyen una de las experiencias más significativas del Proyecto Reforma Cultural. Se partió de dos premisas fundamentales: asegurar que exista una correcta interpretación de la compleja realidad del campo cultural; y que la participación de los sujetos involucrados en la acción cultural genere una fuerte base social que posibilite acciones que produzcan la transformación de la realidad cultural.

El Diagnóstico participativo se convirtió en una magnífica ocasión para convertir al país cultural en sujeto y objeto de investigación. De ahí la relevancia del proceso abierto por el PNUD y el Consejo Presidencial de Cultura; haciendo de ésta una experiencia única en nuestro país, convirtiéndose en "modelo" de intervención diagnóstica.

Las diversas etapas que describimos a continuación, corresponden a situaciones y coyunturas, así como a modelos operativos y metodológicos que sirven de referencia de una realidad compleja, , dentro del tiempo y espacio delimitados en su ejecución.

 

PROCESO DE LOS ENCUENTROS Y MUESTRAS CULTURALES

Luego de la conformación del Comité Nacional Responsable de los Encuentros y Muestras Culturales, integrado por los señores: Víctor J. Víctor, Presidente; Dr. Luis O. Brea Franco, Coordinador General; Licda. Bernarda Jorge, Subcoordinadora Nacional; y los señores Manuel Jiménez y Mateo Morrison, Miembros; se inician los trabajos de ejecución del proyecto "Reforma Cultural".

Para el Segundo Semestre de 1997 se había contratado al personal administrativo y técnico requerido para el proyecto. Inicialmente fueron contratados los consultores en Diseño y Formación de Programas, licenciados Myrna Guerrero, Virginia Roca y Carlos Santos, responsables del diseño y la elaboración de los instrumentos necesarios para la puesta en marcha de la estrategia de intervención. Los Consultores cumplieron, además, con funciones de organización, ejecución, control y evaluación de las distintas actividades, incluidas las de entrenar al personal que actuaría en la ejecución de las distintas fases del proyecto.

Establecido el diseño de intervención para la puesta en marcha de las etapas del proyecto, se efectuaron visitas de cortesía a las autoridades provinciales, gobernadores y síndicos de las diversas localidades del interior. La estrategia se situó fundamentalmente en establecer niveles de concertación que hicieran posible una convocatoria conjunta de todos los sectores de la sociedad. Las Visitas de Cortesía sirvieron además para coordinar fechas y lugares de realización de las reuniones con instituciones sociales, entidades culturales y reconocidos agentes y animadores culturales de cada provincia, como sus respectivos municipios, en todo el país.

Las Reuniones de Motivación constituyeron un segundo paso en una acertada estrategia para dar a conocer los objetivos y relevancia del Proyecto promoviendo el compromiso de todo el sector ante la significación del Diagnóstico cultural. En dicha actividad quedaron conformados e instalados los Comités Provinciales, convirtiéndose en instrumentos operativos básicos del proyecto. Un total de 1,258 representantes de instituciones públicas y privadas participaron en estas actividades, quedando las mismas comprometidas ante los retos propuestos. De éstos, unas 750 personas quedaron incorporadas a las tareas de los Comités Provinciales en todo el territorio nacional, con responsabilidad directa en las comisiones conformadas en cada provincia.

De esta forma, quedaron constituidos las siguientes comisiones provinciales:

 

ASPECTOS ORGANIZATIVOS DE LOS COMITES PROVINCIALES Y REGIONALES.

Instalados los comités provinciales, se inicia el proceso de entrenamiento a las diversas comisiones. Los delegados regionales y provinciales del CPC jugaron un papel importante, teniendo como misión coordinar y dar seguimiento a los trabajos de los diversos Comités, permitiendo el enlace con el Comité Nacional Responsable de los Encuentros y la dirección técnica del proyecto.

Conformada la estructura organizativa en todo el país, se encaminaron los esfuerzos a desarrollar y afinar los instrumentos elaborados por la Unidad de Consultoría en diseño, dando inicio a la segunda etapa, la cual consistió en la aplicación de los cuestionarios, el procesamiento y análisis de los datos obtenidos de la aplicación de los mismos, a cargo de la Unidad de Investigación.

Todo el trabajo de campo, la selección de la muestra, el procesamiento y validación de los datos, la asesoría y el monitoreo de las diversas comisiones de diagnóstico, estuvieron bajo la responsabilidad de la unidad de investigación, conformada por los Licenciados Celedonio Jiménez, Carlos Hernández y Neici Zeller. Su misión incluía además la orientación y supervisión de los Comités de Diagnóstico, en la elaboración y presentación de los informes sobre la situación cultural de las provincias.

Los formularios aplicados para la recolección de los datos eran de carácter institucional y patrimonial, contemplando este último, los bienes tangibles e intangibles. Asimismo, en esta etapa se contempló básicamente hacer efectivas las labores asignadas a las diversas comisiones, muy especialmente las Comisiones de Diagnóstico, responsables de presentar el informe diagnóstico provincial y la Comisión de Muestras Culturales, quienes seleccionaron y exhibieron las manifestaciones y expresiones culturales relevantes de cada provincia en los Encuentros y Muestras Culturales.

Los Encuentros y Muestras Culturales fueron verdaderos escenarios críticos, en los que se dieron a conocer los informes diagnósticos sobre la situación cultural, los cuales fueron discutidos y aprobados en un documento final.

Para hacer posible la organización y logística de los Encuentros y Muestras Culturales fue necesario la constitución de un organismo de coordinación regional que facilitara las labores pertinentes para su realización; surgiendo los Comités Regionales conformados por representantes de cada una de las comisiones de trabajo de los Comités Provinciales, pertenecientes a dichas regiones.

Las unidades de investigación y consultoría jugaron un papel importante en la consumación de todo este proceso de movilización, reflexión y participación de los sectores culturales nacionales, dando el soporte necesario para arribar a la realización de los Encuentros y Muestras culturales.

Los Encuentros y Muestras Culturales permitieron la consecución de las metas y los objetivos previstos al término del proyecto, tales como:

Los Encuentros y Muestras Culturales se convirtieron en un medio de legitimación de las propuestas y acciones que desde el Estado puedan ser encaminadas. Esta actividad, además, mostró la riqueza cultural de cada región, a través de las Muestras Culturales, las cuales sirvieron como instrumento-diagnóstico.

 

CALENDARIO DE LOS ENCUENTROS

Y MUESTRAS CULTURALES


 
SEDE
PROVINCIAS
FECHA

San Pedro de Macorís

La Romana, San Pedro, Hato Mayor, El Seybo, La Altagracia
24 al 26 oct./97

Puerto Plata

Puerto Plata, Nagua, Samaná
31 Oct. Al 2 Nov./97

Santiago

Santiago, La Vega, Monseñor Nouel
7 al 9 Nov./97

San Francisco 

De Macorís

Duarte, Espaillat, Salcedo, Sánchez Ramírez
21 al 23 Nov./97

Monte Cristi

Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez,Valverde
21 al 23 Nov./97

Barahona

Independencia, Bahoruco, Barahona, Pedernales
28 Nov. al 

1 de Dic./97

San Juan

San Juan de la Maguana, Azua, Elías Piña, San Cristóbal, Peravia
5 al 7 Dic./97

Santo Domingo

Distrito Nacional, Monte Plata
15 al 18 Enero/98