CAPÍTULO 5

 

REGIÓN NORESTE

 

Análisis de Relatorías

 

 

REGION NORESTE

 

 

PERFIL CULTURAL REGION NORESTE

 

 

 

 

Resulta difícil establecer los rasgos para un perfil cultural del Cibao Oriental. Una vez tomamos en consideración la estrecha relación que durante siglos ha unido esta región al Cibao Central. En lo político y en lo económico sus destinos han estado unidos.

El Cibao Central (Santiago, La Vega, Monseñor Nouel) siempre ha mirado hacia sus provincias vecinas del este como su frontera. La expansión del Cibao dependió tradicionalmente de esas otras regiones, menos pobladas y de menor producción. Podemos recordar a Bonó al describir los contrastes entre las dos regiones, en el siglo XIX; una en donde ya predominaba la siembra de víveres en predios medianos, y otra en donde todavía se usaba la crianza de animales sueltos, con la consabida eterna lucha entre agricultura y ganadería.

 

 

 

Ha sido el Cibao Oriental una de las regiones del país donde los desplazamientos poblacionales han tenido características muy especiales. Durante el siglo XIX (una vez más recordemos los recuentos de Bonó, al respecto, al igual que los estudios de Hoetink), esta zona atrajo migraciones internas de personas de otras áreas próximas del mismo Cibao, en busca de tierras que, en algunos casos estuvieran menos expuestas a las invasiones de la vecina Haití , y que tuvieran una mayor extensión que las poseídas por sus predios. Estas poblaciones se mostraron sumamente estables durante largo tiempo, sin recibir tampoco el influjo de migraciones extranjeras en cantidades tan notables como otras regiones.

 

Esta estabilidad de su población, lo cual continuó hasta muy avanzado el siglo XX, le permitió al Cibao Oriental desarrollar una cultura de la ruralidad, sin cosmopolitismos y sin una visión del mundo externo como amenaza. Es su propia condición de zona campesina lo que ha puesto a esta región en una posición defensiva de sus valores culturales.

 

Pero también existe un rasgo típico de esta región que, visto superficialmente, parecería negativo. Siempre se ha resaltado la tendencia, en la cultura regional del Cibao Este, hacia la violencia. Detengámonos a buscar mayores explicaciones. A veces en serio, otras en broma, se recuerda a Moca por su papel protagónico en la muerte de muchos líderes políticos autoritarios. A San Francisco se le identifica con la protesta campesina y urbana. El Movimiento 14 de Junio y Salcedo son inseparables en nuestro imaginario histórico. Y añadimos que el Encuentro y la Muestra Cultural de esta región hubo de posponerse debido a una huelga.

 

No vamos a entrar en divagaciones sobre la psicología de la violencia, sino que iremos directamente a otras raíces que justifican esa manifestación. La región del Cibao Este expresa una conducta altamente contestaria, fruto de los altos niveles de concentración de las riquezas y la imposibilidad de traducir el poder economico que posee la zona en poder político. Es allí donde radican los orígenes de los movimientos de protesta de los campesinos de la zona, ante supuestas reformas agrarias para pequeños agricultores, ante impuestos injustos a los comerciantes, ante las imposiciones de otras ciudades, entre otras razones.

 

Sin detenernos en esta historia y tradición de lucha por los derechos de una zona relegada sin razón, tomamos el hilo del campesinado para continuar este perfil. Durante mucho tiempo la zona rural ha sido representiva de la cultura de la zona, ya que sus centros urbanos no han tenido la autonomía que merecen. Es en las zonas rurales donde encontraremos esa riqueza musical, artesanal y oral, ya mencionada. Evoquemos la fuerte temática musical que predominó durante el Encuentro, con el rescate de múltiples composiciones típicas de merengue, de las tonadas usadas en coplas populares e infantiles, de variados instrumentos musicales típicos y de un largo listado de músicos conocidísimos en todo el país.

 

Entre los elementos tangibles de la zona, podemos resaltar su cuantiosa riqueza de guácaras repletas de petroglifos, como atestiguan los inventarios del Museo del Hombre Dominicano. Igualmente, los inventarios folklóricos de Aretz y Rivera nos muestran una región incalculablemente rica en artesanías en barro, cabuya, higüeros, etc. Toda una serie de investigadores han rescatado parcialmente la riqueza de composiciones musicales y poéticas de esta zona; pero nos quedamos cortos. Es en el Carnaval donde se reúnen muchos de estos elementos, a través de la fabricación de máscaras y disfraces, cuya originalidad reside en el uso de materiales no utilizados en otras partes del país (los "papeluses" y los "platanuses", como ejemplos).

 

En lo que se refiere a la vida institucional de estas provincias, debemos rescatar algunos de los rasgos que se señalaron al analizar las encuestas en las organizaciones culturales. La longevidad de ciertas instituciones culturales es típica en las provincias del Cibao, como ya hemos visto para la zona central y la zona norte, y no lo es menos en su parte oriental. Estas provincias han mostrado, desde el siglo XIX, una gran solidez en sus instituciones educativas y culturales, si bien con las discontinuidades comunes a todo el país. Dicha situación de interrupciones en el desarrollo cultural apunta a las vicisitudes políticas de toda nuestra historia independiente, no necesariamente a una falta de interés por parte de la sociedad civil, de realizar una labor voluntaria en dicha área.

 

En el Cibao Oriental se puede destacar la fuerza de los grupos asociados a las escuelas, muchos organizados alrededor de maestras y maestros, tanto de los niveles básicos como de los superiores. También se nota el influjo de los grupos religiosos en la acción cultural, especialmente de la Iglesia Católica, de manera similar a lo que ocurre en Santiago y en La Vega.

 

Los elementos hasta ahora descritos &emdash;integración de la zona con las provincias circundantes, fortaleza de muchas de sus instituciones culturales, autoconciencia del valor de cada provincia dentro de la región, para mencionar algunos rasgos sobresalientes&emdash;, han contribuido a una consolidación interregional, con un marcado desarrollo de sus redes de comunicaciones internas. Esto lo podemos constatar en la época de Carnaval, lo comprobamos en todo el proceso del Encuentro Regional y se percibe en la composición heterogénea de los grupos culturales más conocidos de la zona.

 

 

 

REFLEXIONES PREVIAS PARA LA DEFINICIÓN DE LAS POLÍTICAS CULTURALES DE LA REGION NORESTE

 

 

 

 

La región Noreste celebró sus "Encuentros y Muestras Culturales" durante los días 24, 25 y 26 de octubre de 1997 en la ciudad de San Francisco de Macorís, contando con la participación de los delegados de los Comités provinciales designados a este importante evento cultural. Entre las provincias que se dieron cita, en esta ocasión, estuvieron: Sánchez Ramírez, Espaillat, Salcedo y la Provincia Duarte.

 

La jornada de trabajo se caracterizó por una eficiente organización y una participación entusiasta de parte de los 35 delegados provinciales asistentes al evento. En esta oportunidad, las presentaciones de informes y discusiones sirvieron de plataforma para la discusión y el análisis de la realidad cultural de la región.

 

 

 

PRIMER BLOQUE

 

 

 

 

 

Los temas del Primer Bloque permitieron unificar las diversas opiniones sobre estos tópicos, relacionados con la conceptualización de la problemática cultural. Como en los demás Encuentros Culturales, las ponencias correspondieron a las síntesis de los resultados obtenidos en las Jornadas de Reflexión acontecidas en las diversas provincias de la Región.

 

 

 

 

 

 

RESUMEN TEMATICO

 

 

 

Aspectos Considerados:

 

 

 

 

  1.  

     

  2. Los pueblos de la Región, a consecuencia de los hechos históricos y políticos acaecidos en nuestro país, han comportado, históricamente, una actitud contestataria, que asumen como legado de identidad nacional, en favor de las luchas por la defensa de las libertades públicas y la nacionalidad.

     

     

  3. La identidad nacional y cultural para algunas de las provincias, dada la importancia de la actividad agrícola, está referida a una cultura agraria.

     

     

  4. Existencia de una débil relación cultural entre las provincias, lo cual impide el conocimiento y reconocimiento de los elementos que caracterizan la identidad regional.

     

     

  5. La promoción de los valores de la identidad cultural y nacional se ve debilitada, en la región, por la inexistencia de instancias u organismos que, desde una perspectiva institucional, protejan, eduquen y conserven el patrimonio cultural.

     

     

  6. Existencia de un proceso de transculturación, como consecuencia de la presencia creciente de los "dominican York" en la región, quienes incorporan otras pautas culturales.

     

     

  7. Declarar áreas protegidas y patrimonio nacional a viviendas y sitios históricos, evitando, de este modo, que los mismos sean destruidos y protegiendo los referentes de la cultura regional y nacional.

     

     

  8. Que la educación dominicana, a través de las escuelas, otorgue prioridad a la exaltación de los valores patrios y estimule los elementos de identidad nacional y cultural.

     

     

  9. Es fundamental la creación de un organismo especializado en investigaciones culturales y responsabilizado de los asuntos relativos al patrimonio cultural.

 

 

 

 

  1.  
  2. Se considera que un pueblo que no desarrolla su cultura no podrá desarrollar cabalmente su economía, por cuanto existe una relación directa entre desarrollo y calidad de vida, y es el desarrollo cultural un indicador del grado de desarrollo de una sociedad.

     

     

     

  3. Se considera que, en la República Dominicana uno de los obstáculos para el desarrollo cultural lo constituye su alto grado de analfabetismo y el desconocimiento de nuestras raíces culturales.

 

 

Democracia Cultural y Democratización Cultural

 

  1.  
  2. El derecho a la cultura es una condición inalienable del ser humano y fundamento de toda democracia.

     

     

  3. La democracia cultural debe dejar espacio a la promoción y difusión de los valores surgidos de lo popular, aún cuando no obedezcan a los intereses y a los valores de las élites culturales.

     

     

  4. Para una democratización cultural se deben superar las dificultades que limitan el acceso y la participación de las grandes mayorías en las instituciones culturales, lo cual acentúa una cultura elitista.

     

     

  5. Se considera que la democracia se sustenta en los valores de una sociedad, y los mismos son los que constituyen la cultura. De ahí, que sea necesario educar en la democracia y en la participación.

     

     

  6. Es imprescindible para la democracia cultural y la democratización de la cultura establecer derechos culturales y afianzar niveles de descentralización cultural, donde lo regional adquiera determinación en las políticas de desarrollo del sector cultural.

 

 

  1.  
  2. Elaboración de una política cultural acorde con las necesidades regionales.

     

     

  3. Elevar el nivel educativo y cultural de la región. Deberán incluirse los profesionales, por el bajo nivel cultural que poseen.

     

     

  4. Creación de organismos regionales que faciliten y descentralicen la acción cultural del Estado.

     

     

  5. Establecer una campaña de concientización sobre los valores culturales y de la dominicanidad.

     

     

  6. Creación de un Centro de capacitación y promoción de la artesanía regional.

     

     

     

  7. Definir una política de protección y preservación del patrimonio cultural, que incluya la creación de organismos especializados, como sería un Museo Regional y oficinas de patrimonio cultural.

     

     

  8. Establecer políticas dirigidas a la educación y concientización del valor del patrimonio natural y ecológico.

     

     

  9. Que las políticas que se definan en la región tomen en cuenta al sector cultural para su implementación y toma de decisiones

     

     

  10. Establecer mayores niveles de coordinación institucional, que garanticen una acción cultural más eficaz.

     

     

  11. Promover una política de acercamiento de los pueblos de la región, a través de las actividades artísticas y culturales.

     

     

  12. Dotar a las bibliotecas públicas de material bibliográfico.

     

     

  13. Política de formación y capacitación para agentes culturales y administradores en el sector cultural.

     

     

  14. Definir política de acceso a crédito o financiamiento cultural en las instituciones no oficiales del sector.

     

     

  15. Propiciar una política de Estado que incentive a las empresas privadas a contribuir con el desarrollo cultural.

     

     

  16. Creación de espacios que permitan la realización de actividades artísticas culturales como las Casas o Centros culturales.

     

     

  17. Creación de la Secretaría de Estado de Cultura y un Plan Nacional de Desarrollo Cultural.

 

 

 

 

 

ANALISIS SOBRE LAS JORNADAS DE REFLEXION

 

 

La constitución de una identidad cultural es una lucha permanente con aquello que nos consustancia al interior de las relaciones sociales, por ello recurrimos a lo relacional: con nuestro entorno, con nuestros hechos ( sean estos pasados o presentes), conformando, de este modo, nuestros mitos. Así quedan alimentados permanentemente nuestros valores y se alcanza una conducta social que puede exhibirse como parte de la identidad cultural.

 

Los acontecimientos históricos, en sus diversas vertientes, acaecidos en la parte norte de la isla sirvieron de base al desarrollo de la nacionalidad, y han permitido configurar una identidad y un comportamiento regional singular.103 Las provincias nororientales, como herederas de esta conciencia social, no escapan de este hecho, por ello se reconocen las actitudes sociales reivindicativas y contestatarias, asumidas en los procesos sociales de índole nacionales y regionales.

 

Esta identidad se fortalece con la riqueza material y espiritual, que se expresa a través de del regionalismo característico en los pueblos del Cibao. Es por ello, que surgieron propuestas dirigidas al fortalecimientos de las relaciones provinciales y a una necesaria identidad del proyecto cultural de la región. El reclamo de la creación de instancias u organismos que ayuden al rescate de los valores de la identidad se sitúa dentro de los alcances de este mismo proceso.

 

De manera que la definición de una política cultural en la región debe alcanzar, dentro de sus objetivos, la integración regional y el conocimiento y reconocimiento regional de los valores de la identidad cultural.

 

Lo anterior sugiere acciones para el fortalecimiento de la identidad cultural, como medio de contrarrestar los procesos de trasculturación que vive la región; éstas se deberán realizar en el marco de una política de promoción y educación de valores, en donde la acción cultural se haga responsable, muy especialmente, a través de la escuela y de programas culturales integrales.

 

La definición de una política cultural que tome en cuenta las necesidades regionales y brinde la posibilidad de que el sector cultural del Noroeste participe en la toma de decisión de las acciones culturales, son aspectos vitales, externados por los participantes en los Encuentros y Muestras Culturales. Por cuanto se justifica la creación de instancias de direcciónes regionales, que permitan que la acción cultural se realice de forma más inmediata y eficaz.

 

La petición de una Dirección Regional de cultura sería una de las soluciones para permitir niveles de desconcentración y descentralización cultural. Sin embargo, esta posibilidad estaría referida a la creación de un organismo nacional de cultura como lo sería la Secretaría de Estado de Cultura, que concretice las líneas de política cultural racionalizando y articulando las acciones dirigidas a la consecución del desarrollo cultural.

 

La estrategia de desarrollo cultural, en la República Dominicana, tendrá necesariamente que dar paso a acciones nacionales y locales, que van desde el incentivo al mecenazgo privado, por parte del Estado, para la financiación cultural, como a la creación de espacios culturales populares de autogestión, que sean expresiones alternativas para la creación y el autorreconocimiento, tales como las casas de cultura, fiestas y ferias populares.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANÁLISIS DE LAS NECESIDADES IDENTIFICADAS Y LAS ACCIONES PROPUESTAS PARA LA ACCIÓN CULTURAL EN LA REGIÓN NORESTE

 

 

 

La situación de la cultura, en la zona, se define a partir de los siguientes aspectos:

 

  1.  
  2. Se manifiesta un predominio de los problemas relativos a la exaltación de los valores de la dominicanidad, la preservación de los objetos materiales e inmateriales, que sobreviven como manifestaciones fundamentales del acervo cultural de la nación. Se plantea la necesidad de establecer programas que permitan su difusión y puesta en valor.

     

  3. Se demanda el fortalecimiento de las estructuras orgánicas de las instituciones dedicadas al trabajo en el sector cultural.

     

  4. La creación de órganos de coordinación y control que aseguren el manejo efectivo de los recursos dedicados a la acción cultural.

     

  5. La necesidad de promover acciones que permitan la descentralización y desconcentración de la autoridad y de los recursos destinados a las instituciones del sector cultural.

 

 

 

 

 

LA RECUPERACIÓN DE PATRIMONIO CULTURAL COMO ESPACIO DE CONSTRUCCIÓN Y DESCONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD NACIONAL

 

 

 

El Estado debe fomentar el sentido de pertenencia de los ciudadanos al proyecto nacional. La acción cultural, referida a los elementos relativos a la identidad nacional, resulta indispensable para la materialización de este propósito. La identificación de los rasgos esenciales que diferencian al dominicano del resto de los pueblos del mundo, su afianzamiento, mediante el elevamiento de la autoestima, constituye el frente potencialmente más exitoso de todos, en los que se combate por mantener íntegro y sin desgarramiento el grupo poblacional que constituye la nación dominicana.

 

Los bienes patrimoniales permiten materializar relaciones y vínculos de los miembros de una comunidad, sin cuya presencia se nos haría harto difícil comprender y mucho menos explicar dichos vínculos. La preservación de las Ruinas de lo que fue La Mejorada Villa del Cotui, permite a los habitantes de la provincia Sánchez Ramírez tener una mejor comprensión sobre el origen, desarrollo y situación actual de su comunidad.

 

La región cuenta con un buen número de cuevas, llamadas guácaras por los taínos, nombre que significa morada de los espíritus o de los dioses, las mismas constituyen uno de los más valiosos y escasos testimonios de quienes habitaron la isla por miles de años. Entre las más notables por la gran cantidad de petroglifos y pictografía que albergan se encuentran las de Comedero, Peñón de la Sabana y Sierra Prieta en la provincia de Sánchez Ramírez. La gruta o cueva de los indios, situada en la comunidad de los Guayuyos, en Salcedo, y la Cueva del Cateyon, en Tenares, "la que por su orificio central para la entrada de la luz solar, sugiere podría tratarse de una plaza ceremonial indígena"* . Toda esta riqueza testimonial de nuestro pasado esta pendiente de la definición de políticas y de acciones que aseguren su preservación para el disfrute y conocimiento de las presentes y futuras generaciones.

 

Es importante destacar la percepción que tienen los gestores culturales en la región respecto al valor del componente no tangible del patrimonio cultural, compuesto por las creencias, ritos, tradiciones, supersticiones, cantos, y todo el arsenal simbólico contenido en los mismos. De manera concreta solicitan la publicación de un volumen que recoja las creencias, mitos, ritos y prácticas religiosas, así como la tradición folklórica de juegos, cuentos, cantos y adivinanzas infantiles.

 

 

 

La valorización hecha por las comunidades, respecto a los bienes patrimoniales, no supone automáticamente la puesta en ejecución de iniciativas a favor de su rescate y preservación. El desarrollo de tal grado de conciencia supone todo un proceso de sensibilización de los miembros de las comunidades, en relación al componente social integrado en el bien cultural, el cual sólo podrá ejercer su acción positiva, en la medida en que sea adoptado de forma colectiva.

 

La participación de los grupos de la sociedad civil y de miembros de la comunidad, a título personal en la materialización de una efectiva política de preservación del patrimonio cultural tiene una enorme importancia; no obstante, la concreción de dicha participación no implica la marginación del Estado en dicho proceso. En países de escaso desarrollo económico como lo es la República Dominicana, los gobiernos deberán tener una participación privilegiada en la creación de una infraestructura básica integrada por museos, archivos y bibliotecas, que suministre el instrumental técnico básico que oriente las acciones que pudiesen ser adoptadas por los grupos comunitarios.

 

En lo relativo al problema de la legislación para la protección del patrimonio cultural arqueológico, nos encontramos con que el país ha dispuesto, por cerca de 100 años, de disposiciones que rigen al respecto. La aplicación de estas disposiciones legales ha sido, durante todo este tiempo, deficiente, cuando no desconocida simple y llanamente; por lo que no resulta extraña la preocupación manifestada durante los encuentros celebrados en la región, respecto a la necesidad de crear normas de vigilancia y aplicar las existentes, relativas a la regulación y control de los bienes culturales, con la finalidad de evitar el saqueo a que están siendo sometidos.

 

En resumen, consideramos que la región dispone de una gran riqueza patrimonial, la cual demanda para su preservación de la creación de organismos dotados de los recursos técnicos y financieros necesarios para el cumplimiento de sus objetivos. El establecimiento de los mecanismos de control necesarios para asegurar que se cumpla la legislación vigente, a favor de la preservación de este patrimonio de la nación, junto a una participación directa de las comunidades y los gobiernos municipales, en las acciones que se ejecuten, permite asegurar el éxito del conjunto de medidas y acciones.

 

 

 

 

 

FORTALECIMIENTO ORGÁNICO DE LAS INSTITUCIONES DEL SECTOR CULTURAL

 

El establecimiento de los canales que permitan la coordinación de las instituciones culturales, tanto públicas como privadas, es vista como una de las salidas para superar la carencia de recursos que caracteriza el trabajo cultural en la zona. La creación de espacios que permitan el intercambio y la interrelación entre las distintas instituciones culturales permitiría un uso más intenso y extenso de los recursos disponibles.

 

La integración del sector privado y de los ayuntamientos o patronatos y otros espacios de apoyo al sector cultural constituyen iniciativas, llamadas a ser reforzadas en la búsqueda de soluciones al extendido problema de asegurar el flujo de recursos que se requiere para el funcionamiento de las instituciones del sector cultural. El financiamiento proveniente de los organismos internacionales es una ventanilla explotada pobremente. En innúmeras ocasiones el país se ve imposibilitado de acceder a fondos internacionales, por la no presentación de los proyectos correspondientes. La creación de una ventanilla de información institucional, que dé a conocer los programas para las cuales hay disponibles fondos internacionales y los requisitos necesarios para accesar a los mismos, ayudaría a superar esta situación.

 

 

EL SISTEMA DE CASAS DE CULTURA: ORGANO FUNDAMENTAL DE LA DEMOCRACIA CULTURAL

 

El acceso, cada vez mayor de los ciudadanos a los beneficios de la cultura es consustancial a la política cultural asumida por cualquier Estado democrático. Sin embargo, creemos que no se trata sólo de aumentar el número de beneficiarios de los bienes culturales; sino permitir también que el ciudadano se convierta en sujeto de la cultura, mediante su participación en los procesos creativos que dan origen a los valores y a los símbolos que la conforman.

 

En este sentido las Casas de Cultura se convierten en un espacio que les permite a los sectores populares, su contacto con la cultural universal, y a la vez participar en la recreación de las expresiones que les son propias. Estas deben dar cabida a la participación de grupos de artistas profesionales y promover, a la vez, la formación de grupos aficionados, que encuentren en el arte un medio para el ejercicio del ocio y el tiempo libre. Los grupos de baile, teatro, escritores y artistas plásticos podrían también canalizar en ellas sus necesidades de apoyo financiero y logístico.

 

Las Casas de Cultura deben constituirse en centros para la discusión abierta y libre de las políticas, programas y proyectos que en el sector cultural se propongan ejecutar conjuntamente las instituciones estatales y municipales, fundaciones, patronatos y otras organizaciones de la sociedad civil, dando oportunidad para que los beneficiarios de dichas acciones aporten sus puntos de vista y contribuyan a una aplicación más efectiva de las iniciativas propuestas.

 

 

 

 

EL DESARROLLO DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES

 

La región cuenta con una gran cantidad de cuevas y grutas ricas en estalagmitas, estalactitas, petroglifos y pictografías, las mismas pueden convertirse en un fabuloso atractivo para el fomento del turismo cultural. El llamado senderismo, turismo ecológico o de montaña, podría atraer a millares de visitantes, para quienes el turismo de playa y de sitios de diversión no tiene mayor interés.

 

En la provincia de Moca, en la sección del Higüerito, se ha desarrollado una de las comunidades artesanales más importante del país. Las muñecas sin rostro, producidas por artesanos de la región, se han convertido en uno de los modelos representativos de la artesanía nacional. La oportunidad dada al visitante, de ponerse en contacto con el proceso de producción de las artesanías, con el conjunto de relaciones sociales que se entremezclan para la creación del producto, otorga al objeto artesanal un valor que va más allá de la simple mercancía que se separa del mostrador de la tienda, justo antes de abordar el avión que nos llevará de vuelta.

 

La creación de un fondo para el financiamiento de las iniciativas levantadas por pequeños y medianos artesanos permitiría resolver, en gran medida, la dificultad que tienen los mismos para accesar a los recursos de las instituciones formales de crédito. El efecto multiplicador que tendrían estos créditos, en la generación de empleos, en el apuntalamiento de los servicios turísticos, en la preservación y difusión de los rasgos de nuestra identidad, contenidas en la obra de artistas y artesanos, sería de una gran significación.