CAPÍTULO
7
REGIÓN
NOROESTE
Análisis de
Relatorías
REGION
NOROESTE

PERFIL CULTURAL REGIÓN
NOROESTE
La región Noroeste está
conformada por las provincias de Montecristi, Dajabón,
Santiago Rodríguez y Valverde Mao. Situada en la parte norte,
fronteriza con Haití, ésta es una región de
importancia para nuestro devenir histórico y la
confrontación de nuestra identidad. Escenario de muchas de
nuestras contiendas bélicas ha sido, junto a las demás
provincias, compañera de la permisiva y cuasi transparente
frontera, guardiana de la dominicanidad.
"Los montecristeños han probado
su valor espartano en cien combates, librados en defensa de la
independencia y de la restauración de la República, y
su espíritu laborioso y noble está dignamente
representado en la estoica abnegación con que emprenden
nuevamente la reconstrucción de su amada ciudad, cada vez que
el incendio se la destruye."111
A Dajabón se le ha llamado
Puerta y Antesala de la Patria, por su indiscutible
valor, cuando de la defensa de la dominicanidad se trata. Santiago
Rodríguez surge de las mismas contiendas de independencia.
Así es el noroeste dominicano, en el mismo confín
limítrofe de la nación.
A los integrantes de esta
región no sólo los une el valor probado y mostrado en
las contiendas bélicas, sino también las
características geográficas que les aúna en su
suerte económica, dada la escasa capacidad productiva que
tienen, debido a que su suelo no es muy fértil.
La villa de Montecristi, una de las
más antiguas de la región, fue fundada, de acuerdo a
algunos autores, en 1506 por Nicolás de Ovando; otros aseveran
que en 1533112. Su municipio cabecera lleva el
nombre de su santo patrón, San Fernando de
Montecristi.
El nombre de esta provincia ha sufrido
cambios y aún hay quienes difieren en la forma en que debe
escribirse. Al observarle el Almirante, le llamó al morro que
avisó desde el mar: el Monte de Cristo, llamándole
luego: Monte&emdash;Christi o Montechristy.
La provincia de Santiago
Rodríguez es mucho más joven que su vecina Montecristi,
pues nace con la independencia nacional, a partir de 1844, llevando
el nombre de uno de sus fundadores, quien en su origen la denominara
Sabaneta. El municipio o común cabecera de esta provincia
aún se denomina Sabaneta.
Dajabón es fundada el 4 de
julio de 1776 por José Solano y Bote, como resultado de los
acuerdos entre españoles y franceses sobre la frontera hoy
domínico-haitiana.
La actividad comercial en Montecristi
ha tenido momentos de gran expansión. La
compañía comercial Jiménez y Cía. fue de
gran importancia para Montecristi, para la región y para el
país. La exportación ha sido el principal sustento de
esta región, y en partícular de esta provincia.
Comercializaron inicialmente el campeche y desde la década del
40’, hasta nuestros días, cultivan el guineo. Este
último renglón de exportación, se inicia con la
instalación en la zona de compañías bananeras
extranjeras. Resalta, de manera especial, el papel jugado por la
Grenada Company. Su puerto ha sido fundamental en el desarrollo de la
ciudad, desde el siglo pasado, sirviendo de punto de llegada a gran
parte de las migraciones recibidas en el país.
Santiago Rodríguez ha cimentado
su actividad económica en la agricultura de frutos menores,
tales como: el maní y la yuca, que son sus principales
cultivos, industrializando algunos de ellos, como es el caso del
casabe.
Por otra parte, Sabaneta cuenta con
atracciones de la cultura aborígen como es el caso de las
llamadas cuevas de los indios o cuevas del Clavijo.
Dajabón tiene una escasa vida
industrial y comercial, fundamentándose esta última, en
el comercio con Haití, por el intercambio comercial de sus
habitantes con la población haitiana de Juana Méndez.
La limitada agricultura de la región se basa, al igual que en
las otras provincias, en el cultivo de arroz y de productos de ciclo
corto tales como: la yuca, batata, auyama, etc.
La provincia de Dajabón cuenta
con figuras que se han destacado de manera nacional tanto en las
artes como en la administración pública; entre los que
podemos señalar: a Freddy Prestol Castillo, autor de El
Masacre se pasa a pie; Angela Carrasco, cantante de reconocimiento
internacional; Angel Miolán, figura importante del desarrollo
político y turístico.
La comunidad de Mao es producto de los
desgarramientos que produjeron las devastaciones ordenadas por el
Gobernador Antonio de Osorio, entre 1605-06. Allí encontramos
la génesis de la que es hoy la progresista provincia Valverde.
Su desarrollo económico la ha convertido en sede de varias de
las instituciones públicas del noroeste. Es hoy una de las
principales provincias arroceras del país.
La comunidad de La Barranquita,
perteneciente a esta provincia, es símbolo del fervor
patriótico manifiestado frente a la intervención
grosera de las tropas norteamericanas, el 25 de noviembre de 1916.
Esta fecha sigue teniendo gran significado para las comunidades de la
provincia. La memoria de Cayo Báez es fuente de
inspiración para la renovación del espíritu
nacionalista de los maeños. Del 5 al 14 de septiembre se
celebran las fiestas patronales, en honor a la Santísima Cruz.
Se destaca su fiesta de carnaval, la cual tiene lugar a principios
del mes de marzo; sin embargo, desde el mes de febrero se inician los
preparativos de esta importante fiesta popular.
Montecristi no se mantuvo ajena a las
corrientes que despertara la naciente era industrial, a finales del
siglo XIX, teniendo en su plaza pública la torre del reloj, el
cual es hoy patrimonio nacional y ejemplo de la creatividad
constructiva de esa época tan importante para la humanidad. En
las artes, cabe mencionar figuras señeras como son: Manuel
Rueda, destacado escritor y músico; el maestro Luis Rivera,
compositor y músico y Plutarco Andujar, importante exponente
de la plástica dominicana.
La cultura de esta región
está marcada por su fuerte arraigo de dominicanidad, expresado
por su carnaval, con sus personajes característicos: los
Toros y su lucha con los Civiles.
REFLEXIONES PREVIAS PARA LA
DEFINICIÓN DE LAS POLÍTICAS DE LA REGION
NOROESTE
El Encuentro celebrado en la
región Noroeste tuvo su sede en la ciudad de Montecristi,
durante los días 21, 22 y 23 de noviembre de 1997.
Contó con la presencia de los representantes de los
Comités Provinciales de Santiago Rodríguez,
Dajabón, Valverde, Mao y Montecristi.
En dicho Encuentro cultural se
presentaron los informes provinciales elaborados por los
Comités de Diagnóstico de cada provincia participante.
A continuación expondremos la síntesis realizada por el
Relator oficial del evento, respecto al tema contenido en el Bloque
Primero, sobre Cultura e identidad cultural; Desarrollo Cultural y
Calidad de Vida; Democracia cultural y Democratización de la
Cultura, Otros Aspectos de Política Cultural.
RESUMEN
TEMATICO
Aspectos que resumen las
discusiones:
-
- La cultura es la forma más
correcta para lograr el avance de la sociedad en lo material y en
lo espiritual.
- Existe una identidad nacional y
cultural y, como parte de ella, una identificación
regional
- La identidad es un código
por el cual toda la nación debe regir su destino.
- La preservación de nuestros
valores patrios, culturales y de identidad, es la única
salida honorable que le queda al ser nacional.
- Se deben aunar esfuerzos para que
nuestra juventud tenga una auténtica y vivencial
identificación con su cultura.
- Es necesario el estudio de la
problemática de la identidad y la cultura, a la luz de
nuestras relaciones con Haití.
- Es necesario definir y especificar
las manifestaciones y/o características de la región
Noroeste, en lo cultural, y observar su especificidad
regional.
- Los procesos de
modernización no son contradictorios con la cultura
popular.
- La cultura requiere de gran
atención del Estado, el cual debe desarrollar estrategias
de reafirmación frente al proceso de globalización,
lo que entraña un gran problema para los países
pobres.
-
- Democracia Cultural y
Democratización de la Cultura
-
- Establecer una
descentralización cultural, que responda a las necesidades
de participación cultural que requieren las provincias del
Noroeste.
- Creación de Centros
Culturales en las provincias de la región; así como
auspiciar el fortalecimiento de los grupos culturales
existentes.
- Crear organismos que asocien y den
a conocer a los productores culturales de la región e
igualmente fomentar una política editorial para los autores
de la región.
- Desarrollar en todas las regiones,
la formación gerencial de los que se ocupan de la
promoción y animación cultural.
- El proceso de
democratización cultural debe desligarse de los
partidarismos políticos
-
- Desarrollo cultural y Calidad
de vida
-
- Existe un vínculo entre
cultura y desarrollo social.
- A nuestra pobreza material la
acompañan ciertos niveles de pobreza cultural.
- Creación de extensiones
universitarias, en cada una de las provincias del Noroeste.
- Desarrollar una asignatura sobre
cultura nacional, dentro de la educación formal, como
vía de fortalecimiento de la identidad y permanente fuente
de trabajo para los animadores culturales.
-
- Otros Aspectos
dePolítica Cultural
-
- Los gobiernos dominicanos de los
últimos años no han valorado el papel fundamental
que en toda sociedad desempeña la cultura, como medio de
desarrollo.
- La carencia de políticas
culturales no permite el reconocimiento de los elementos de la
identidad cultural propia o regional.
- Fomentar la participación
del Sector privado en la promoción y en el apoyo de la
cultura.
- El Estado debe establecer
políticas tendentes a reforzar los valores y las
manifestaciones de la identidad, desde los niveles primarios de la
educación.
- Fomentar una política de
solidaridad e intercambio cultural con la República de
Haití.
ANALISIS SOBRE LAS REFLEXIONES
PREVIAS
A partir de estas consideraciones
anteriores, notamos que a pesar de las diferencias y las matices
culturales de las provincias que conforman la región,
éstas padecen de los mismos problemas culturales. En esta zona
existe une gran activismo cultural, generado por agrupaciones
culturales populares, lo cual mantiene el espíritu de la
acción cultural. Evidentemente, los problemas del sector son
causados por la ausencia o limitada acción del Estado y las
autoridades locales, quienes no logran orquestar políticas de
desarrollo cultural en la región.
La problemática de la identidad
cultural viene a ser una problemática vital en el contexto
regional, la cual está referida a la necesidad de reforzar los
valores y las manifestaciones culturales, ante la presencia, cada vez
más acentuada, de nacionales haitianos que penetran al
territorio dominicano, con las consabidas consecuencias en lo
económico, social y cultural, que supone esta
inmigración para los pueblos de la región.
Independientemente de las razones
históricas y culturales que dieron motivo a la
separación con Haití, como de los procesos que en el
presente siglo han propiciado y acrecentado una ideología
racista y antihaitiana, y del peso específico de estos hechos
en la conciencia nacional, lo cierto es que, en la actualidad, la
frontera dominicana es virtualmente cultural. Proceso que se realiza
al margen de un determinismo de Estado, contando tan sólo con
la lógica propia de las circunstancias
históricas.
Durante el Diálogo Nacional, se
aprobó la propuesta de "Fortalecer la Frontera, en los
órdenes físico y humano."113 Dicha propuesta
contrasta con una realidad que cada día resulta inmanejable,
ante la complejidad de factores que operan e impiden su
efectividad.
El reconocido historiador dominicano,
Frank Moya Pons, nos recuerda que "Estamos obligados a vivir juntos y
a ver la línea fronteriza, como la línea que nos une,
no como la línea que nos separa y esto ha sido comprendido
perfectamente por nuestros pueblos y por nuestros
gobiernos."114
Decía Gregorio Recondo,
siguiendo a Kroeber, que "... una cultura es un sistema congruente,
en el que sus pautas, papeles e instituciones se encuadran
también de manera congruente"115. Por eso es
acertado que el Estado Dominicano oriente sus esfuerzos a crear una
verdadera política fronteriza, que entienda el papel de la
cultura y haga posible que nuestra identidad no sea producto de una
visión simplista, que se coloque al margen de la realidad.
Convendría establecer un proceso que reconozca los niveles de
integración cultural, y establezca modos y formas para
convertir la dominicanidad en diferenciación y no en
exclusión. Pero esta integración cultural - la cual no
significa fusión &emdash; debe ser realizada siempre y cuando
no sea lesiva a nuestra identidad.
Es importante señalar
además que la identidad tiene una connotación
histórica y dependerá de la propia dinámica
interna que siga. Horacio Cerutti Guldberg, con agudeza, entiende que
la "... identidad se dice de muchas maneras, pero siempre alude a una
noción histórica, forzada a asumir la complejidad de la
propia historia. Es proyecto de construcción histórica
viable y no sólo constatación de lo que ha sido;
tensión hacia el futuro, y algo más que pasado
congelado."116
Por eso, la propuesta de que la
problemática de la identidad y la cultura deba estudiarse a la
luz de las relaciones con Haití es una consideración
muy acertada; sobre todo para el diseño de políticas
culturales, en las provincias situadas a todo lo largo de la
línea fronteriza.
Dentro de este contexto, la
problemática cultural de la región se sitúa
entre las más complejas, requiriendo de una urgente
definición, que permita la integración y
participación de los sectores culturales y comunitarios. Hay
que concluir que la acción cultural y las políticas que
las respalden deberán estar fuera de toda visión y
práctica instrumentalista; por el contrario, deberá
sustentarse en un pluralismo y en una democracia cultural, capaz de
hacer posible la descentralización cultural.
Es esencial que la acción
cultural en la región Noroeste se articule con otras acciones
de carácter económico y social, que busquen combatir la
situación de pobreza y de marginalidad en que viven las
poblaciones de dicha región, haciendo posible el mejoramiento
de la calidad de vida.
En todo caso, la problemática
cultural de la región Noroeste se caracteriza por la falta de
mecanismos institucionales que permitan establecer una acción
cultural, en áreas estratégicas para la cultura
regional y la dominicanidad. Dichas acciones se podrían
sintetizar en la creación de una organismo regional de
cultura; creación de centros culturales provinciales;
capacitación y formación gerencial en la cultura;
políticas orientadas a los sectores infantiles y juveniles;
protección de los bienes culturales y la conservación
medioambiental. Por otra parte, llamamos la atención a la
creación de fuentes de empleo para los agentes culturales y a
una agresiva política de promoción de los valores de la
identidad nacional, y al fomento de una política que permita
el intercambio cultural con Haití.
Con este conjunto de acciones se
propiciaría un desarrollo cultural, fomentando una
auténtica conciencia nacional; asignándole, a esta
región, los instrumentos y el protagonismo que por fuerza y
circunstancia debe tener para la conservación de la
dominicanidad.
ANÁLISIS DE LAS
NECESIDADES IDENTIFICADAS
Y LAS PROPUESTAS PARA LA
ACCIÓN CULTURAL
EN LA REGIÓN
NOROESTE
Los integrantes de las mesas de
trabajo, habilitadas para el encuentro, al presentar sus
apreciaciones respecto al problema cultural, lo sitúan dentro
de un marco que abarca tres cuestiones fundamentales, las cuales
son:
-
- La necesidad de crear mecanismos y
ejecutar acciones que promuevan la solidaridad con nuestro vecino
Haití y contrarresten las actitudes de animadversión
y violencia, que históricamente se han generado entre ambos
países.
-
- La cultura es apreciada como
elemento fundamental para hacer efectiva la articulación de
políticas y programas que posibiliten el desarrollo social
y económico de la región, por lo que se espera una
más decida acción del Estado dominicano, en la
creación de la infraestructura cultural necesaria para el
logro de estos propósitos.
-
- La preservación del
patrimonio cultural, tanto de naturaleza tangible como intangible,
demanda de la creación o fortalecimiento de organismos
especializados para estos fines, así como de la
integración directa de grupos y de personas de las
comunidades, sensibles a este respecto.
POR NUEVAS FORMAS DE RELACION
ENTRE HAITIANOS Y DOMINICANOS
Los conflictos entre las naciones
europeas y los negocios que de ellos se derivaron tuvieron frecuente
efecto en la fisonomía de las naciones que hoy conforman el
archipiélago de las Antillas. Las cesiones totales o parciales
de la isla de Santo Domingo, hechas por la corona Española a
la Francesa, dieron origen a dos grupos poblacionales, que
terminarían constituyéndose en dos nacionalidades
distintas.
Las diferencias que las
confrontaciones historicas han originado entre el pueblo dominicano y
haitiano demanda de acciones conjuntas que permitan la
superación de estas. Resulta indispensable el diseño y
la ejecución de políticas culturales que, a la vez que
refuercen y consoliden los procesos de identidad nacional, fomenten
la solidaridad y el respecto a los valores culturales de la
nación vecina. La realización de programas de
intercambio cultural podría contribuir a generar la base de
cooperación necesaria para la solución de problemas,
que demandan una participación común.
La globalización
económica y el desarrollo de los medios de comunicación
han acelerado los procesos migratorios masivos. El rompimiento de las
barreras arancelarias, y de otras que impiden el libre flujo de las
mercancías, terminarán abriendo las puertas al libre
flujo de la gente. En un mundo que se hace cada vez más
interdepediente resulta imposible vivir de espaldas al otro. Por
circunstancias históricas, que han provocado un desarrollo
desigual entre las dos naciones, el pueblo haitiano se ha convertido
en ese "otro", del cual no podemos hacer caso omiso.
La cultura es un necesario antecedente
para crear las bases que permitan ejecutar acuerdos en áreas
tan delicadas, como son: la contratación de braceros, la
preservación ecológica, el estatus de los nacionales
haitianos y sus hijos, residentes en el país y la
ejecución de programas de salud, que mantengan la zona
fronteriza libre de enfermedades de fácil propagación y
que podrían afectar a ambas comunidades. Después de dos
siglos de historia compartida, estos dos pueblos, condenados a
compartir un espacio geográfico único, apenas se
conocen. El intercambio cultural es el mecanismo ideal para este
acercamiento necesario, al que la globalización nos
condena.
LA REGIÓN FRONTERIZA DEMANDA
UNA MAYOR ASIGNACIÓN DE RECURSOS PARA EL TRABAJO
CULTURAL
El levantamiento de una
infraestructura cultural que incluya Casas de Cultura, Museos y
Archivos, Escuelas de Bellas Artes, Teatros y Cines, es parte
importante de las demandas que por mayor asignación de
recursos al sector cultural hacen las comunidades de la región
fronteriza. Por lo que solicitan se incorpore, de forma urgente, esta
demanda, a los planes de construcciones que, en el corto plazo, se
propone realizar el gobierno central.
La programación debe colocar en
primer lugar la construcción y el equipamiento de, por lo
menos, una Casa de Cultura en cada una de las provincias que integran
la región o su rehabilitación y equipamiento, en los
lugares donde ya existan. A seguidas, debe estar la
construcción de una Escuela Regional de Bellas Artes,
ubicándola donde, conforme a estudios, se demuestre
produciría los mayores beneficios para la zona.
Se debe dar atención a los
grupos de teatro, baile, música y literatura. Por el
carácter no profesional de los mismos, su demanda de recursos
se limita a la cobertura de necesidades mínimas, como son: la
compra de instrumentos y uniformes y los gastos de transporte y becas
de estudios. Con unos pocos millones de pesos, dedicados a dar apoyo
directo a estos grupos que, por no tener una estructura organizativa
formal, tampoco tienen una abultada carga de gastos fijos,
podríamos estar provocando un impacto en la actividad cultural
del país, igual o mayor que el producido con toda la
inversión, que año por año, hace el Estado
dominicano en las organizaciones formales del sistema.
Entre las limitaciones a ser superadas
está la ausencia de una instancia técnica que dé
soporte a las organizaciones y a los grupos comunitarios para
formular proyectos, dadas las necesidades y las demandas que
continuamente se realizan desde la región; muchas de las
cuales no encuentran la debida receptividad, debido a que no son
formuladas y estructuradas debidamente, esto contribuiría
además a la identificación y canalización hacia
las posibles fuentes de financiamiento.
El diseño e
implementación de un plan de desarrollo cultural regional, que
cubra el corto, mediano y largo plazo, conjuntamente con la
definición de políticas que den coherencia a las
acciones desarrolladas por las instituciones culturales estatales, es
visto por los gestores culturales como un paso de gran
transcendencia, cuya realización no demandaría una
inversión más allá de la dispuesta a la fecha.
La constitución de un órgano de coordinación,
como lo sería un Consejo Regional de Cultura,
permitiría interrelacionar instituciones culturales, tanto del
sector público como del privado, haciendo posible un uso
más racional de los recursos de que se dispone y potenciando
el efecto de su inversión.
LOS ARCHIVOS HISTÓRICOS
CULTURALES, COMO MEDIOS PARA LA INTEGRACIÓN DE LOS GRUPOS
COMUNITARIOS A LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO
CULTURAL
La integración de los grupos
comunitarios a las labores de investigación,
recolección y preservación del patrimonio cultural es
un instrumento ideal para hacer que los pobladores de las distintas
comunidades recuperen, por sí mismos, los rasgos fundamentales
de su historia y su cultura. El establecimiento de museos
comunitarios o archivos históricos culturales como preferimos
llamarlos en cada una de las provincias que integran la
región, es una oportunidad para que las comunidades puedan, a
través de la presentación sistemática de su
pasado, comprender el presente y construir el futuro.
En este sentido, consideramos oportuno
acoger la propuesta de la UNESCO, aparecida en la Agenda
Internacional, del conocido Informe Sobre Nuestra Diversidad
Creativa, donde se recomienda que se hagan esfuerzos a nivel
internacional, con el fin de movilizar a personas de todas las
edades, dispuestas a colaborar como "voluntarios del patrimonio
cultural", bajo la orientación del personal profesional con el
cual colaboraría; este último podría ser
aportado, en nuestro caso, por la Oficina de Patrimonio Cultural o
por la propia UNESCO.118
Los Archivos Históricos
Culturales, en coordinación con la Oficina de Patrimonio
Cultural, podrían presentar proyectos para la
preservación del patrimonio arquitectónico, presente en
las construcciones de estilo victoriano-antillano, que se conservan
en las localidades de Montecristi y Dajabón. Con el concurso
del Museo de Música Dominicana podrían tomarse acciones
para la preservación del patrimonio musical de la zona, como
por ejemplo la compilación y edición de las partituras
conservadas por la Familia Arté, el Comité de Historia
de la provincia Valverde y las conservadas por Leonicio Senfler, en
Dajabón.
Estos aspectos concuerdan con la
opinión vestida en las Memorias del Simposio, Patrimonio,
Museo y Participación Social celebrado en la ciudad de
México: "Consideramos que la comunidad es la base que
sustenta al museo, esto significa que constituyen una unidad
indisoluble y permanente, ya que se establece con ella un proceso
dialéctico, que va de la investigación,
recuperación y conservación del patrimonio cultural del
hombre, a la exhibición y con ella, a la devolución del
mismo en forma sistematizada, a quien le pertenece, estimulando el
acopio de su memoria."119