Por Luis O. Brea Franco
Hoy contamos, como resultado del trabajo del Consejo Presidencial de Cultura (CPC) con una Secretaría de Estado de Cultura (SEC). Esta institución, por ley, está dotada con un presupuesto que deberá alcanzar el 1% del monto total del presupuesto de gasto público para el año 2001. Se habla de aproximadamente seiscientos millones de pesos. Esta cifra será la mayor inversión jamás realizada en el campo de la cultura dominicana desde la creación de la República.
Todos esperamos, por la importancia del sector, por la cuantía de la inversión y por la calificación de sus incumbentes grandes cosas de la Secretaría de Estado de Cultura.
Nos complace enterarnos, por el comentario del señor Cruz, que hay planes elaborados y que se han iniciado acciones dirigidas a atender la diversa problemática de la cultura. Esto nos satisface.
Sin embargo consideramos que lo correcto sería que se divulgara, para conocimiento general, el organigrama funcional y los reglamentos internos según se vayan redactando y aprobando. Debería de publicarse y explicarse minuciosamente al país, tanto el plan de gastos e inversiones para el año 2001, como los objetivos generales y sectoriales, así como las estrategias y la metodología de trabajo que se utilizará para la implementación de la política cultural.
Estamos convencidos que la diafanidad de objetivos y una oportuna proyección hacia la ciudadanía de las metas trazadas para el desarrollo cultural en los próximos años harán desaparecer las críticas infundadas e inoportunas. Se facilitaría, igualmente, el trabajo de los agentes culturales logrando con ello su integración a la consecución de los objetivos establecidos.
Empero, para propiciar la credibilidad en sus acciones las autoridades deberían de renunciar a hacer aparecer como propio el trabajo realizado por otros. Nos resulta incomprensible e inadmisible que los funcionarios se atribuyan acciones que fueron realizadas, documentadas en la prensa diaria, por la anterior administración. Como ejemplo baste señalar un solo caso: El señor Cruz hace alusión, presentándolo como un logro de esta administración el trabajo realizado por el programa de desarrollo y promoción de las artesanías, llegando incluso a repetir el acto de inauguración de la Aldea Artesanal de Río San Juan. Tal aseveración la desmiente la revista Umbral, año 4, número 11, de abril-junio del 2000. Ese número contiene un recuento de lo realizado por el CPC. En él aparece reportaje y foto del acto de inauguración de la Aldea artesanal a que nos referimos.
Finalmente, debo decir que nadie discute sobre la autenticidad creativa de Mozart frente a Salieri. No se trata de esto. De lo que se trata es de superar la situación de la cultura del sector público en nuestro país que: "ha recibido un tratamiento secundario, políticamente sesgado, incluso hacia personalismos narcisistas (…) con productos institucionales y normativos, inorgánicos y plenos de fallas que impiden la eficiencia administrativa y social de la gestión"(ver: Hacia un plan de desarrollo cultural, libro verde, pag. 143-156)
Superar esta situación constituye el meollo de la cuestión, apreciado señor Cruz. Esta es la tarea que tiene la SEC.
El Caribe, pendiente de publicación.