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El Empoderamiento en Acción
Boletín
del Equipo de Sociedad Civil
Región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial
www.worldbank.org/laccs
Primavera de 2003 Número 1
P
ERFILES
Boletines de calificación ciudadanos:
¿Obtendrán buenas notas los servicios sociales
de Argentina?
En medio de una de las peores crisis que haya sufrido
Argentina en toda su historia, el gobierno está trabajando
para mejorar la prestación de los servicios públicos
esenciales mejorando la transparencia, la participación
ciudadana y la rendición de cuentas en la veeduría de
estos servicios. El Equipo regional de Sociedad Civil del
Banco Mundial, gracias a un préstamo extendido por este
último para la modernización del Estado, contribuye a
apoyar estas reformas con asesoramiento técnico y
capacitación relacionados con estrategias de
empoderamiento.
Esta tarea comprende una innovadora encuesta sobre la
calidad de los servicios públicos, conocida como Boletín de
Calificación Ciudadano, que se utilizará para vigilar a la
Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), que
maneja el 50% del presupuesto nacional, así como al
organismo regulador de la seguridad social (la
Superintendencia de Seguros de Salud), encargada de
supervisar la prestación de los servicios de salud a 11
millones de personas. El Equipo de Sociedad Civil también
se encuentra trabajando con el gobierno y con ciertos
grupos cívicos en la implementación de 23 Cartas
Compromiso con el Ciudadano, que comprometen a los
organismos estatales a mejorar la calidad de sus servicios.
En esta primera edición especial de El empoderamiento en
acción, Carmen Sycz, directora nacional de la Oficina
Nacional de Innovación en la Gestión y punto de contacto
oficial del Banco Mundial en lo relacionado con los
programas de Boletines de Calificación Ciudadanos y
Cartas de Compromiso con el Ciudadano, fue entrevistada
por Roby Senderowitsch, del Equipo de Sociedad Civil.
Roby Senderowitsch: Háblenos de usted y de por qué
cree que la participación ciudadana es importante en la
determinación y gestión de las políticas públicas
Carmen Sycz: Llevo trabajando 28 años en la
administración pública, y los últimos 13 años he sido
Directora Nacional de la Oficina de Innovación en la
Gestión.
Es importante incluir a los ciudadanos en la gestión de las
políticas públicas por varias razones. En primer lugar,
cuando los organismos públicos facilitan la participación
ciudadana están mejorando el acceso a los servicios y
promoviendo el ejercicio de los derechos, fortaleciendo así
el proceso democrático. Al mismo tiempo, la participación
sirve de base para garantizar el ejercicio pleno de la
ciudadanía y aumenta la responsabilidad de la sociedad
civil en su participación en los asuntos públicos.
Reunión de planificación sobre los Boletines de Calificación
Ciudadana
En segundo término, cuando creamos vías para establecer
nexos permanentes entre el Estado y los ciudadanos, se
puede evaluar junto con ellos el desempeño de los
organismos públicos y, al mismo tiempo, el grado de
satisfacción de los usuarios directos. Asimismo se hace
posible comprender las expectativas y los puntos de vista
de los usuarios y, gracias a ello, diseñar servicios más
acordes con sus necesidades. El único medio de obtener
servicios públicos eficaces, equitativos, de alta calidad y
Queremos cambiar la concepción de que “el Estado
es un ente rígido, inamovible, obsoleto y hostil para
sus ciudadanos”. -- Carmen Sycz, directora de la
Oficina Nacional de Innovación en la Gestión del
gobierno argentino

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acordes con las necesidades y deseos de los ciudadanos
es construyendo mecanismos de participación.
Cuando los ciudadanos participan en el diseño, evaluación
y control de los servicios públicos se está fomentando una
gestión pública más transparente.
RS: ¿Qué beneficios y qué riesgos ha encontrado
usted en la implementación de los Boletines de
Calificación Ciudadanos? ¿Cómo se pueden disminuir
estos riesgos?
CS: Me parece que la creación de sistemas de veeduría
ciudadana como los Boletines de Calificaciones, es un
elemento primordial en el proceso de modernización de la
gestión del sector público. Por una parte, cualquier
experiencia nueva como ésta representa un reto y conlleva
ciertos riesgos. Por lo tanto, tenemos que actuar en
colaboración con todos los actores que participan en el
proceso. El gobierno necesita hacer un mayor esfuerzo por
crear una nueva cultura institucional, más abierta, que se
preocupe por prestar sus servicios teniendo en cuenta la
opinión de los ciudadanos. Por otra parte, es preciso que
el gobierno considere a los ciudadanos como socios y que
no piense que los mecanismos de veeduría ciudadana son
una amenaza, sino una oportunidad de mejorar.
De otro lado, para esto también se requiere un proceso de
desarrollo en el que participen varios grupos de la sociedad
civil. Éstos necesitan entender que para crear iniciativas
duraderas se debe tener en cuenta cuál es el ritmo propio
de la administración pública, dado que los procesos de
cambio institucional requieren que los avances sean
graduales y sostenibles.
Indudablemente se trata de tender puentes entre el Estado
y la sociedad civil, trabajando por abrir un espacio al
diálogo y de colaborar para tener en cuenta la lógica
específica de cada sector.
Julio 2002, Iguazu, Argentina – Taller sobre Participación en la
Reforma del Estado
RS: ¿Cuáles son los pasos a seguir luego de
emprender los programas piloto de ANSES y la
Agencia Reguladora de Seguridad de Salud?
CS: La implementación de los mecanismos de control
ciudadano en estos dos organismos públicos de gran
impacto social constituyen, sin duda alguna, un paso
significativo. En la medida en que mostremos los
resultados de estos esfuerzos, continuaremos y lograremos
institucionalizar esta práctica de consulta a la ciudadanía.
Además, extenderemos esta experiencia a otros
organismos gubernamentales que ya se encuentran
trabajando con nosotros en el Programa de Cartas
Compromiso con el Ciudadano.
Este programa, iniciado en 2000, tiene como meta final el
mejorar las relaciones entre la Administración y los
ciudadanos, especialmente a través de los servicios
ofrecidos por el gobierno. Los objetivos apuntan a construir
una mayor toma de conciencia de las exigencias de los
ciudadanos en los organismos públicos. Más de 25
organismos de prestación de servicios se han
comprometido públicamente a mejorar el nivel de estos
servicios, así como a asegurarles a los ciudadanos su
derecho a la información, facilitar su participación y
garantizar los derechos de la ciudadanía a recibir una
respuesta o solución cuando las cosas no estén
marchando bien. El trabajo que ya han cumplido estos
organismos constituye un insumo ideal para el
funcionamiento de los Boletines de Calificación
Ciudadanos.
El objetivo consiste en adelantar de forma progresiva la
creación de mecanismos de veeduría ciudadana en
Argentina. En resumen, durante 2003 queremos inyectarle
un impulso a la meta de cambiar la opinión existente – a
veces reales y en otras ocasiones estereotipada – de que
el Estado es un ente rígido, inamovible, obsoleto y hostil
para los ciudadanos. En otras palabras, nuestra intención
es apoyar, dentro de un marco de mayor credibilidad y
transparencia, la creación de un Estado y una sociedad en
los que todos queramos vivir.
__________
P
ANORAMA
Actividades regionales del Equipo
de Sociedad Civil
El empoderamiento en las operaciones programáticas.
En todas las labores de la región de América Latina del
Banco Mundial se encuentra bien adelantada una
ambiciosa estrategia de empoderamiento. Los préstamos
programáticos y de ajuste, en los que el Banco ayuda a
financiar programas después de apoyar sus objetivos, pero
sin definir en detalle la forma en que se gastan los fondos,
son una modalidad novedosa pero crítica en la evolución
de esta estrategia. El préstamo programático para el Perú,
por ejemplo, incorpora diversas actividades innovadoras
cuya finalidad es apoyar una prestación más eficaz de los
servicios gracias a medidas que destacan los aspectos de
transparencia, participación y rendición de cuentas. En los
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préstamos que se preparan para Chiapas, México y
Colombia se están adelantando medidas semejantes. El
Equipo de Sociedad Civil también está estrechamente
comprometido con los préstamos del Banco que respaldan
la implementación de las Estrategias para la Reducción de
la Pobreza (ERP) en Bolivia, Guyana, Honduras y
Nicaragua.
Más recientemente, en enero de 2003, la Jefe del Equipo
de Sociedad Civil, Kathy Bain, viajó a Tegucigalpa,
Honduras, como miembro de la primera misión del Banco
para desarrollar un préstamo programático en apoyo de la
ERP para este país. En el curso de la misión, la Sra. Bain
consultó a funcionarios del gobierno, dirigentes de la
sociedad civil, alcaldes y donantes sobre las medidas que
se están tomando en la actualidad para fortalecer la
gobernabilidad, la democracia y la transparencia --
objetivos clave de la ERP de este país— así como las
áreas potenciales en las que el apoyo técnico y financiero
del Banco Mundial puede desempeñar un papel
catalizador.
La Sra. Bain encontró que hay un profundo interés en
obtener el apoyo del Banco para un programa de reformas,
cuya finalidad es lograr una apertura en los procesos de
políticas así como mejorar el acceso a la información y los
flujos de rendición de cuentas. Entre las áreas escogidas
sobre las cuales tomar acción se encuentran iniciativas
tendientes a mejorar los sistemas de información pública;
incorporar sistemas de planeación, presupuestación y
supervisión participativos y fortalecer el marco regulatorio a
fin de obtener gobernabilidad y participación dentro del
proceso de descentralización. La Sra. Bain tiene planeado
regresar pronto a Honduras para adelantar el desarrollo de
este componente primordial de la operación de préstamo,
cuya presentación tentativa al Directorio Ejecutivo del
Banco Mundial para su aprobación está programada, en el
transcurso de 2003.
Taller regional sobre gobernabilidad en favor de los
pobres. En Lima, Perú, más de cien dirigentes del
gobierno, la sociedad civil y el sector privado de 18 países
de toda América Latina y el Caribe se reunieron con
funcionarios del Banco Mundial en un taller de dos días y
medio, a finales de octubre de 2002, en torno al tema de la
Gobernabilidad para el empoderamiento de los pobres. El
taller, organizado por el Equipo de Sociedad Civil, ofreció la
oportunidad de analizar y compartir experiencias vividas a
lo largo y ancho de la región, referentes a cómo promover
la buena gestión administrativa para el empoderamiento de
los pobres y cómo comprender mejor cuáles son los roles
que pueden cumplir diversos actores en este proceso.
David de Ferranti, Vicepresidente de la oficina regional de
América Latina y el Caribe, fue el orador principal en la
plenaria de apertura y el ex presidente de Bolivia Jorge
Quiroga intervino como orador invitado.
En las presentaciones de los estudios de caso se
analizaron los obstáculos y oportunidades que conlleva el
apoyar la buena gobernabilidad y el empoderamiento de
los pobres en seis áreas de políticas: los servicios
públicos, la regulación del mercado, la reforma judicial, la
resolución de conflictos y la paz, los mecanismos
anticorrupción y la reforma política y administrativa. Uno de
los participantes del debate sobre servicios públicos
expresó que “el principal desafío consiste en construir una
relación de confianza entre el Estado y las organizaciones
de la sociedad civil para que todos cumplan su respectiva
función y se puedan complementar mutuamente en pro del
interés público”. Las presentaciones de los talleres y los
estudios de caso están disponibles en:
http://www.bancomundial.org/foros/sdadcivil/
Nueva iniciativa para medir el empoderamiento. Se han
emprendido iniciativas a nivel regional y en el ámbito del
Banco Mundial para desarrollar tanto un marco conceptual
tendiente a evaluar el efecto del empoderamiento en los
resultados del desarrollo como a poner a prueba este
marco conceptual a través de estudios de caso. Michael
Walton, asesor regional del Banco Mundial, ha liderado
estos esfuerzos en la región, en colaboración con la
profesora argentina Catalina Smulovitz y con Patti Petesch,
consultora del Equipo de Sociedad Civil. Por parte del
Banco, la coordinadora del programa de evaluación es
Ruth Alsop.
El estudio “Evaluating Empowerment” sostiene que la
prueba de fuego del empoderamiento es si los intereses de
los grupos de personas pobres y subordinadas han logrado
avances efectivos gracias a su propia decisión e
iniciativa.(Smulovitz, Walton y Petesch, documento
preliminar, enero de 2003). En el estudio se desarrolla un
marco conceptual compuesto de dos partes, en la primera
de las cuales se define al empoderamiento como el
conjunto resultante de la interacción entre: i) las
capacidades de las personas y grupos de tomar decisiones
con un propósito específico (el de convertirse en agentes) y
ii) el contexto social e institucional (o sea, la estructura de
oportunidades) en la que viven los actores. El estudio
identifica a continuación un pequeño grupo de influencias --
por ejemplo, la capacidad que tiene la gente de aspirar a
una vida mejor y la apertura de las instituciones a la
influencia de diversos intereses de una sociedad -- que son
de especial importancia para aumentar el empoderamiento
de los actores más pobres o excluidos. El segundo
elemento del marco conceptual explora cómo el
empoderamiento incide en el desarrollo. En este punto es
crucial tener en cuenta no sólo las múltiples fuerzas que
intervienen en el proceso, sino también tratar de identificar
los efectos específicos del empoderamiento, en medio de
la multiplicidad de influencias adicionales, en los resultados
del desarrollo.
En los meses venideros el marco analítico se pondrá a
prueba a través de diferentes operaciones financiadas por
el Banco Mundial en diversas partes del mundo. Se espera
que estos casos faciliten un mejor entendimiento del rol
que desempeña el empoderamiento y que contribuyan a
refinar el nuevo método analítico que se vaya a utilizar.
Para obtener mayor información acerca del
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empoderamiento y las actividades del Banco en este
campo, sírvase visitar:
www.worldbank.org/poverty/empowerment
__________
N
OTAS DE CAMPO
Noticias de los especialistas
nacionales del equipo
A
RGENTINA
Más de mil representantes de grupos de
base, ONG y organismos gubernamentales participaron en
cinco talleres sobre veeduría de la sociedad civil en
octubre y noviembre de 2002. Los talleres, realizados en
Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Neuquén y Misiones,
marcan el principio de un programa de capacitación en
asuntos públicos, cuyo propósito es fortalecer la
participación cívica en los asuntos públicos y, en especial,
la vigilancia de los servicios públicos. Esta iniciativa del
Banco Mundial se está llevando a cabo con el apoyo de
universidades y ONG de diferentes regiones del país.
Con el tiempo, el programa de capacitación procura
fomentar el mejoramiento de los servicios públicos por
medio de un mayor grado de transparencia y rendición de
cuentas de quienes prestan tales servicios, así como de
una mayor apertura del gobierno a la veeduría de la
sociedad civil. Esta iniciativa se fundamenta en
experiencias anteriores del país respecto a la participación
comunitaria en la planeación y gestión de diversos
programas sociales y actividades de presupuestación
participativas.
Graciela Altobelle, de la Asociación Ñuñu de Ayuda
Materna, organización ganadora de un Pequeño
Subsidio en 2002.
Sandra Cesilini (Banco Mundial), Jorge Repetto Aguirre (Fondo
de Social, FONCAP), Axel van Trotsenburg (Banco Mundial) y
Susanna Gatto (PNUD).
En diciembre de 2002 se llevó a cabo un seminario
regional, con participantes de Argentina, Chile, Paraguay y
Uruguay, con el tema “El capital social visto desde
abajo”. El taller, auspiciado conjuntamente por el
programa de Pequeños Subsidios del Banco Mundial, el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la
Fundación de Capital Social de Argentina, facilitó el
intercambio de experiencias sobre la participación y el
empoderamiento de los grupos de pobres, excluidos y
vulnerables. En el seminario participaron organizaciones de
la sociedad civil, entre ellas los beneficiarios anteriores del
Programa de Pequeños Subsidios que trabajan en el
terreno del capital social. Una conclusión importante del
seminario fue la necesidad vital de contar con una mayor
participación cívica en el diseño e implementación de las
políticas y programas sociales del gobierno, aunque para
poder desempeñar este papel de forma eficaz las
organizaciones de la sociedad civil necesitarían una mayor
capacidad.
--S
ANDRA
C
ESILINI
B
RASIL
En nombre del presidente Luiz Inácio Lula da
Silva, el Ministro de Trabajo Jacques Wagner manifestó el
compromiso gubernamental de identificar soluciones al
desempleo juvenil y de trabajar por este propósito en una
alianza completa con la sociedad civil. Esta nueva política
de “Primero el empleo y las oportunidades para los
jóvenes”, considerada la más alta prioridad en la agenda
social del presidente Lula, fue el tema principal que trataron
el ministro Wagner y el Director del Banco Mundial para
Brasil, Vinod Thomas, a principios de enero pasado.
Haciendo hincapié en la alianza como un instrumento clave
para el empoderamiento, el ministro Wagner invitó durante
la reunión a Zezé Weiss, especialista local en sociedad civil
del Banco Mundial, a formar parte del Equipo de Tarea de
Empleo para Jóvenes del ministerio. Este equipo está
encargado de desarrollar una reseña sobre las políticas
relacionadas con la juventud para consideración de la
presidencia. Las alternativas que debe plantear esta
reseña serán discutidas en un taller próximo a realizarse
con el auspicio del Banco.
En asociación con los ministerios de Protección Social y
Educación, el programa de Pequeños Subsidios para Brasil
se centrará durante el año 2003 en reconocer las mejores
prácticas comunitarias con un enfoque especial en los
derechos, contribuciones y oportunidades de los
ciudadanos afro-descendientes al igual que en las zonas
más necesitadas de la región nordeste del país. En mayo
de 2003 se ha programado una ceremonia de clausura
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para el reconocimiento a los ganadores de los pequeños
subsidios de una comunidad de Quilombo, en el estado de
Ceará, al nordeste de Brasil, al que se le impartirá una
capacitación del estilo ART (Aceleración de Resultados
trabajando Juntos, por sus siglas en inglés). La mayor parte
de la población de aproximadamente 3.000 quilombos
habita en lugares aislados, con un mínimo de recursos, y
formaron “comunidades libres” en tiempos de la esclavitud.
La Constitución Brasileña de 1988 le otorgó al pueblo
quilombo pleno acceso a la tierra que habitan, a pesar de lo
cual siguen existiendo barreras a su desarrollo como las
disputas de tierras, las deficientes oportunidades de trabajo
y la baja autoestima.
Leopoldo Urrutia, presidente de FODATEL (Fondos
Descentralizados para Apoyo del Desarrollo Local) en Nicaragua,
participando en una sesión plenaria, en el foro de gobernabilidad
para el empoderamiento de los pobres, lima – octubre de 2002
.
Zezé Weiss está coordinando la realización de un
seminario de capacitación para marzo de 2003 sobre
recaudación de fondos para el Grupo de Trabajo
Amazónico (GTA), una red que reúne a más de 500
organizaciones comprometidas con el fomento de la
subsistencia sostenible para los pueblos de las selvas
tropicales. El GTA recibe un presupuesto central del
programa piloto del Banco Mundial para las Selvas
Tropicales y en la actualidad explora la posibilidad de
obtener fondos alternativos para la red y sus afiliados.
--Z
EZÉ
W
EISS
E
CUADOR
El seminario “Nuevas voces: Jóvenes en pro
del desarrollo comunitario desde una perspectiva
intercultural” contó con la presencia de seis de los
beneficiarios del programa de Pequeños Subsidios para el
Ecuador en 2002. Uno de los anteriores fue una
agrupación de redes conocida como Fundación Indígena
de las Faldas del Chimborazo. La Fundación utilizó el
subsidio para explorar soluciones utilizando consultas y
realizando una “Reunión Intercultural para la Preservación
del Nevado del Chimborazo”. Esta zona está afectada por
la baja actividad agrícola, por lo cual el seminario escogió
como objetivo la capacitación de los dirigentes indígenas
para apoyar actividades económicas más diversificadas en
el ámbito local, con un énfasis especial en el etnoturismo y
la protección de su frágil ecosistema montañoso.
--P
ILAR
L
ARREAMENDY
M
ÉXICO
El diálogo entre el Banco Mundial y la
administración Fox en México está contribuyendo de
manera importante a darle nueva forma a las políticas de
desarrollo rural del país. Altos funcionarios del Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA), en particular,
señalan que algunas de las experiencias correspondientes
al proyecto de Desarrollo Rural en Zonas Marginales
influyeron en los nuevos enfoques del gobierno.
La nueva Ley de Desarrollo Rural y los nuevos
programas de la SAGARPA (Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) están
basados en las diferentes características del programa de
desarrollo rural financiado por el Banco. El énfasis del
programa está en las regiones más pobres y en los grupos
vulnerables; en los enfoques multisectoriales integrados y
en la promoción de la diversificación del empleo y el
ingreso; en el reconocimiento de la diversidad
socioeconómica, ambiental y cultural y en el fortalecimiento
de la economía rural tradicional. Se trata no sólo de
fomentar la autosuficiencia sino de conseguir mejores
términos para la comercialización de los bienes locales en
el mercado. Una actividad de especial importancia dentro
del programa ha sido la creación de los Comités de
Desarrollo Rural Sostenible en los órdenes municipal,
regional y estatal, en los que participan representantes de
la sociedad civil. Gracias a los nuevos organismos locales,
reconocidos por la ley y diseñados con el objetivo de
empoderar a las personas pobres del campo mejorando las
condiciones de inclusión, rendición de cuentas de las
autoridades y alianzas estratégicas, se facilitarán tanto la
descentralización de las decisiones como la coordinación
de los gastos en el desarrollo público rural.
El programa de Pequeños Subsidios del Banco Mundial
para México, en colaboración con el Instituto Nacional de
Desarrollo Social (INDESOL), promovió los diálogos entre
mujeres indígenas pobres sobre las operaciones
locales del programa OPORTUNIDADES (anteriormente
llamado PROGRESA) (que no es financiado por el Banco).
El principal programa destinado a aliviar la extrema
pobreza en México es el denominado OPORTUNIDADES,
administrado por el Ministerio de Economía, que ofrece
becas y programas de salud, nutrición y educación a más
de dos millones de familias. Su presupuesto en 2002 fue de
1,8 mil millones de dólares y se planea extender su
cobertura.
Los diálogos fueron organizados por grupos cívicos locales
de tres regiones diferentes y, en algunos casos, incluyeron
al personal del programa y a los funcionarios de más alto
rango de los órdenes local y regional. Las voces de estas
mujeres expresaron poderosos mensajes acerca de los
impactos, tanto positivos como negativos, del programa en
la vida comunitaria y familiar. Entre los impactos positivos
se encuentran los mejoramientos en cuanto a nutrición
materna e infantil, asistencia a la escuela y salud familiar.
Sin embargo, las mujeres también denuncian algunos
impactos negativos en la vida comunitaria debidos a las
distorsiones que introducen los agentes locales y a la falta
de información sobre el marco normativo del programa.
Los resultados de los diálogos, que incluyeron sugerencias
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acerca de cómo mejorar la rendición de cuentas y el
empoderamiento en el ámbito local, fueron estudiados por
los representantes de las organizaciones de la sociedad
civil y las autoridades de OPORTUNIDADES e INDESOL,
al igual que por el director para el país y los funcionarios
del Banco Mundial.
--J
ORGE
F
RANCO
__________
E
DITORIAL
La seguridad democrática: ¿El
camino hacia la paz y la justicia en Colombia?
Jairo Arboleda
Especialista del Equipo de Sociedad Civil en Colombia
Con un mandato electoral basado en una campaña para
hacer lo que haga falta para restablecer la ley y el orden en
una Colombia atormentada por el conflicto, el Plan
Nacional de Desarrollo de la Administración Uribe pretende
crear un “Estado Comunitario”, afianzado en principios de
seguridad democrática para todos los ciudadanos. Sin
embargo, muchos dirigentes cívicos han manifestado su
preocupación por la nueva política de seguridad
democrática, temiendo que se ponga demasiado énfasis en
las medidas de seguridad a expensas de otros objetivos de
desarrollo vitales en los que se debe avanzar en pos de
una paz duradera.
La política de seguridad democrática tiene como objeto
proporcionar seguridad y protección a todos los
colombianos, sin distinción de preferencias políticas,
convicciones ideológicas, afiliación religiosa o nivel
socioeconómico. La política implica una estrategia global
destinada a fortalecer a las fuerzas militares y de policía,
desmantelar la producción de drogas ilícitas, mejorar la
administración de justicia y concentrar el apoyo en las
zonas menos desarrolladas y afectadas por el conflicto,
garantizando la protección de los derechos humanos. Para
poner en marcha esta estrategia, el gobierno fortalecerá a
las fuerzas militares y de policía con fondos provenientes
de un impuesto al patrimonio individual y empresarial;
expedirá leyes especiales para restringir el apoyo de los
civiles a las fuerzas irregulares y reclutará a civiles para
que colaboren como informantes con las autoridades del
Estado, a fin de poner fin al conflicto armado.
Además de la seguridad democrática, la administración se
ha trazado una ambiciosa agenda de desarrollo. Otros
componentes del Plan Nacional de Desarrollo buscan
promover el desarrollo económico y la generación de
empleo, construir una mayor igualdad mediante una mejor
distribución de los productos del crecimiento y renovar la
administración pública incrementando su transparencia y
eficiencia.
Un punto de vista diferente sobre la seguridad democrática
-- compartido por muchos colombianos y por un amplio
segmento de las organizaciones de la sociedad civil – fue
presentado por el grupo de trabajo de los Talleres del
Milenio reunidos por el Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD) en 2002. Según las conclusiones de
este grupo de trabajo, la seguridad democrática exige un
enfoque mucho más global. No es suficiente tener una
política basada en medidas de seguridad, dado que ésta
no acomete los problemas estructurales generales que
atizan la violencia, tales como los conflictos por la tierra, la
impunidad generalizada, el acaparamiento del Estado en
manos de grupos de interés y el sistema político
clientelista. Un enfoque más estratégico haría hincapié, sin
excluir medidas relacionadas con la fuerza militar, la policía
y la inteligencia, en las reformas sociales, económicas y
judiciales, y procuraría fomentar un nuevo orden en el que
los ciudadanos colombianos pudiesen disfrutar de un
mínimo de condiciones para llevar una vida digna.*
La perspectiva presentada por el grupo de trabajo también
se basa en la preocupación por el hecho de que las
políticas de la administración conceden una prioridad
excesiva al uso de la fuerza y a la restricción de las
libertades, si esto fuere necesario. Una característica
preocupante que tiene la política de seguridad para
muchas organizaciones cívicas y, en particular, para los
grupos defensores de derechos humanos y del
empoderamiento de los ciudadanos, es la creación que se
ha propuesto de una red de un millón de civiles como
informantes y colaboradores del Estado. Esto implica,
según ellos, una participación directa de la ciudadanía en el
conflicto armado, un método que ha producido el
ahondamiento y la propagación de los conflictos armados
en otros lugares en los que se ha aplicado esta estrategia.
Los grupos de derechos humanos, en especial, han
expresado su preocupación en torno a las medidas de
seguridad propuestas, tales como los allanamientos y
detenciones sin orden judicial y otros poderes judiciales
concedidos a los militares. Estos grupos temen sobre todo
que las alianzas entre los militares y la ciudadanía puedan
impedir el diálogo abierto y la disensión con las políticas
públicas, un derecho fundamental para una gobernabilidad
democrática sana.
La postura del gobierno señala que las medidas de
seguridad no afectarán al ciudadano corriente, sino a
aquellas personas o grupos que representen un riesgo para
las comunidades por sus actos violentos. Contrario a lo que
perciben las organizaciones de derechos humanos, la
política de seguridad democrática evitará la violación de los
derechos humanos y protegerá el derecho internacional
humanitario. El presidente Uribe ha presentado esta
posición públicamente en foros nacionales e
internacionales, asegurando que su administración le
confiere un alto valor a los derechos humanos. De otro
lado, muchos lideres de opinión, tanto dentro como fuera
del gobierno, sostienen que algunas restricciones legales a
las libertades civiles son justificables si se aplican dentro de
un lapso de tiempo claramente definido, si fortalecen la
capacidad del gobierno de restablecer su autoridad y
legitimidad, y si les brindan protección a los ciudadanos de
las extensas zonas del país en las que la presencia del
Estado es escasa o nula.
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El objetivo de una sociedad segura y con oportunidades
para todos parece ser un propósito que comparten todos
los colombianos. Las diferencias de opinión radican en las
prioridades estratégicas que pueden cumplir de mejor
manera con dicho propósito. Con el apoyo de la mayor
parte de los ciudadanos comunes y corrientes, así como
por un segmento de las organizaciones de la sociedad civil
y el sector privado, la opinión de la administración es que el
gobierno debe garantizar antes que nada la seguridad de
los ciudadanos, lo cual aumenta su legitimidad y capacidad
de representar el interés común. Las organizaciones de la
sociedad civil temen que, al concederle a la seguridad una
mayor prioridad que a los problemas políticos y
socioeconómicos que están por resolverse, el enfoque del
gobierno dé lugar a una intensificación del conflicto y a un
Estado que continúe dominado por un reducido grupo de
representantes de poderosos intereses.
La búsqueda de un equilibrio entre un Estado que lucha por
proteger a sus ciudadanos y un Estado capaz de crear
condiciones efectivas de prosperidad económica y social
para todos constituye un reto apremiante. La creciente
actividad terrorista de los grupos armados en semanas
recientes hace que la búsqueda de este equilibrio sea una
tarea de enormes proporciones para el gobierno a corto
plazo. Por una parte, la frustración y la indignación de la
gente por los ataques terroristas indiscriminados crean una
exigencia de seguridad aún mayor. Por otro lado, los más
afectados por la crisis económica actual, los desempleados
y los que se encuentran sufriendo una pobreza absoluta,
continúan esperando que el gobierno los apoye en su lucha
por mejorar su bienestar económico y social.
Quizás un medio práctico de resolver las tensiones
existentes entre el gobierno y sus críticos consiste en
vigilar, de manera conjunta, la política de seguridad
nacional y sus efectos en las relaciones entre el Estado y la
sociedad. Los indicadores de desempeño se tendrían que
negociar conjuntamente, pero podrían incluir medidas tales
como violaciones a los derechos humanos, veeduría social
y gastos militares, participación cívica e influencia en las
decisiones clave que afectan las políticas de seguridad y
los cambios en la cantidad y los tipos de grupos cívicos que
participan en los asuntos públicos. Las tendencias
negativas en cualquiera de estas áreas deberían aportar un
impulso para corregir el rumbo, de manera que la
seguridad democrática avance mejor en Colombia.
*Consúltese: Garay, Luis Jorge, Coordinador. Repensar a Colombia, Hacia
un nuevo contrato social, Talleres del Milenio, PNUD - Agencia Colombiana
de Cooperación Internacional, Bogotá, mayo de 2002.
N
UEVOS RECURSOS
Pensando en Voz Alta IV.
No se pierda esta
cuarta edición sobre innovadores estudios de
caso referentes a los enfoques participativos de
desarrollo, que forman parte de la cartera de
trabajo del Banco a lo largo y ancho de la región
de América Latina y el Caribe. Tanto la
introducción como los siete casos presentados
analizan los éxitos obtenidos al igual que las
brechas por subsanar en lo concerniente al apoyo
a las medidas participativas. Este contenido se
suma a la evidencia cada vez mayor de que estos
empeños contribuyen a un desarrollo más eficaz y
duradero. Pronto se podrán consultar las
versiones en inglés y español de esta edición en:
www.worldbank.org/laccs .
Los resultados, interpretaciones, juicios y conclusiones que se expresan en este boletín son propios del
autor o autores respectivos y no se deben atribuir al Banco Mundial, a sus organizaciones afiliadas, a los
miembros del Directorio Ejecutivo ni a los gobiernos que ellos representan. Patti Petesch elaboró y editó esta
primera edición de Empoderamiento en Acción.
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