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"Un Hombre"--Ensayo escrito por Manuel Octavio Sisnett como prólogo a su libro Belisario Porras o La Vocación de la Nacionalidad El que llegó a ser tres veces Presidente de su Patria, y fue condecorado por catorce naciones diferences; quien ostentó en su pecho treinta y siete medallas; y perteneció a diecinueve instituciones culturales, políticas, geográficas e históricas; quien poseyó treinta y ocho diplomas de Honor al Mérito, y había recibido siete placas de admiración y respeto; a quien el pueblo agradecido le hizo bustos en vida y llenó con su presencia los primeros treina años de la Era Republicana, quien supo incribir su nombre con tinta indeleble en la historia de América y llenar páginas de las historias de Colombia, Estados Unidos, Nicaragua, Costa Rica, Salvador, salía al balcón del Palacio Presidencial en Avenida Norta, en la ciudad de Panamá, a recibir una manifestación de adhesión popular que le hacían los obreros y los empleados del comercio, con motivo de haber firmado la ley que establecía las ocho horas de trabajo. Se le veía un poco decepcionado, agobiado por la iniquidad de los ataques de los enemigos políticos, quienes no habían respetado ni la santidad de la recámara conyugal. La multitud lo aclamaba. Levantó los brazos para pedir silencio. Su mirada cansada trató de recorrer todos los rostros. Ante él estaban los humildes, los desposeídos.....él era uno de ellos. Sus primeras frases se escaparon de sus labios, suavemente. A medida que el discurso avanzaba, sus frases tornábanse lapidarias. En este momento la inspiración es oportuna; recoge la voz, el tono se hace grave, levanta los brazos y los cierra con un gesto que trata de abrazar a la multidud y atraerla hacia él; le brillan los ojos grises bajo los destellos de los anteojos, la sonrisa se le dibuja en los labios. Ha olvidado la decepción que los embargaba momentos antes. La sonrisa le cubre la cara: se sabía el primer ciudadano de la Nación. El sabía el secreto de su popularidad: él encarna las esperanzas de los humildes y la revindicación de su pueblo. Se apoya en el balcón y deja pasar la frase como un silbido: "El bien y lo nuevo vienen exactamente de los rincones de donde sale menos luz." Se refería a su humilde procedencia: era un hijo de pueblo. De dónde procedía Belisario Porras? De Las Tablas. Un pequeño pueblo situado en el interior del Istmo Panameño. Era el hombre que dejó que su nacimiento fluctuara entre el 27 y 28 de noviembre para todos los profanos. Irónicamente, él quería que su onomástico estuviera vinculado a un importante acontecimiento de la Historia de Panamá. Al hablar hoy al pueblo, recalca su procedencia. Saludos de lo más profundo de un pueblo interiorano, crecido en la escuela del trabajo, goza en manifestar a esa gran multitud de panameños, hijos del pueblo, como él, que es uno de ellos, ayer y hoy también. La Presidencia no lo había cambiado. El "Kaiser de Las Tablas" sabía que estaba organizando la patria que otros no pudieron hacer. Había nacido un 27 de noviembre y Panamá se había separado de España un 28 del mismo mes, y como la víspera de este magno acontecimiento acostumbraba celebrarse en el Istmo, con bailes populares, cohetes, cañonazos y fuegos artificiales, dejó que el pueblo y los amigos celebraran su cumpleaños el 28. Años después, en un banquete que da a sus amigos en la Presidencia de la República en 1914, este incidente le sirve para hacer chacota del día de su nacimiento, para burlarse de sus enemigos políticos. Este nacimiento oscuro de un humilde hijo de pueblo, en una humilde ciudad del Istmo, será el "leit motiv" que impulsara su vida para que se le recuerde siempre. Y es, esta humildad en que nació donde reside el secreto de sus éxitos, porque el que hoy hablaba a una multitud enardecida y entusiasmada, llenó su vida de una filosofía sencilla como la de ellos, porque su corazón había sido templado al calor de todas las injusticias y de todos los trabajos. A pesar de todo ello, sin amarguras un día pudo decir, ya casi al final de su jornada: ...."y he tenido por entedido que la vida está hecha, no de grandes sacrificios, sino de pequeñas bondades, con las cuales la paciencia y el interés por los tristes, las cortesías, las sonrisas y las pequeñas obligaciones dadas habitualmente, son las que ganan y conservan los corazones...." Vino a la existencia marcado por el auspicio de tres fechas memorables en la historia del Istmo, fechas que señalarían tremendos cambios en la existencia de los panameños. El 27 de enero de 1855 comienza a funcionar el ferrocarril de Panamá, la primera vía transcontinental y el destino del Istmo quedará unido al "Destino Manifiesto" de los Estados Unidos. El 27 de febrero del mismo año, Panamá se constituía en Estado Sobreano, señalando la necesidad de un gobierno propio, y en este orden ascendente, el 15 de abril de 1856, ocurre el incidente de la Tajada de Sandía, donde los panameños ante los yankees, demostraron su primera actitud nacional de repeler el abuso con la fuerza y el asentamiento de la idea de que la integridad nacional en el futuro será un problema de los panameños. Porras nacía bajo la Presidencia de Bartolomé Calvo y cerca de las postrimerías de un año que moría bajo los efectos de una crisis, que según el decir de los comerciantes de esos días, los impuestos habían subido en un 200 a 300 porciento y que apenas, ante estas duras condiciones económicas sólo ganaban lo indispensable para cubrir sus gastos en la ciudad capital del estado. |