ESTORIL 2002
(Diario La Provincia Digital (17/04/2002))
Convertirme en el relevo de Arantxa con 12 años me ha metido mucha presión
Con el sabor aún en los labios de su primer título WTA la tenista Magüi Serna acude de nuevo a machacarse en el gimnasio pocas horas antes de retornar a la cancha de juego para ponerse a las órdenes de su técnico, Fernando García Lleó, y de su profesor físico, Joaquín Sanchís. Los severos entrenamientos diarios entre los pocos resquicios libres que deja el asfixiante calendario de competición continúan su rutina habitual, pero, sin embargo, en la mente de la jugadora grancanaria se ha producido un punto de inflexión después de proclamarse campeona del Abierto de Estoril. Por fin ha roto la barrera entre la duda y la confianza, su autoestima profesional se ha disparado y ahora se siente capaz de tutear a la presión que generan las situaciones complicadas.
Magüi Serna acaba de ganar su primer título de la WTA tras proclamarse campeona del Abierto de Estoril. Hace una semana también llegó a la final de Oporto, pero su acceso al podio del circuito profesional se le escurrió entre las manos de igual manera que ocurriera el pasado año ante Arantxa y Lindsay Davenport, en Eastbourne.
Con su victoria en tierra lusa pone fin a una sequía de títulos impasible frente a un extraordinario palmarés en el que figuran espectaculares triunfos ante varias top ten, así como ser parte decisiva en más de una confrontación de la Copa Federación defendiendo los colores del equipo español. El pasado mes de noviembre regresó a Gran Canaria después de entrenar un año en Suiza con el holandés Eric van Harpen y permanecer ocho años más en Barcelona a las órdenes de diferentes técnicos.
Magüi considera que el retorno a su tierra ha sido fundamental para lograr el triunfo en Portugal. La grancanaria también destaca los conocimientos y profesionalidad de su técnico y de su profesor físico, además de expresar su agradecimiento a El Cortijo Club de Campo y a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en cuyas instalaciones lleva a cabo su preparación técnica y física, respectivamente.
Pregunta: ¿Qué lectura se puede sacar de su victoria en Estoril?.
Respuesta: Muy positiva en el aspecto mental y deportivo, porque era un objetivo que venía buscando desde hace mucho tiempo.
P: ¿Por qué ha tardado tanto en conseguir su primer título?.
R: No lo sé exactamente. Ganar títulos es el objetivo de todas las profesionales, pero a veces surgen circunstancias que impiden culminar con éxito el buen juego de una o dos semanas. Yo había jugado ya tres finales y la verdad es que con Davenport y Arantxa tuve pocas opciones, pero la semana pasada en Oporto pude haber definido frente a Montolio.
P: Después de haber vencido a Steffi Graf, Novotna, Pierce, Huber y a otras top ten, ¿se ha sentido atrapada en algún momento por la angustia de no ganar?.
R: Reconozco que he pasado malos momentos y altibajos de moral, pero nunca he dudado de mis posibilidades.
P: ¿Cree que la ha perjudicado que con apenas 12 años se le vaticinara un puesto entre las cinco primeras jugadoras del mundo?.
R: Desde muy pequeñita me decían que iba a ser el relevo de Arantxa y Conchita y ello me fue metiendo presión con el paso del tiempo. Yo misma me presionaba porque me veía en la obligación de demostrar que sería la siguiente. Ahora esa responsabilidad la veo desde otra perspectiva y lejos de presionarme la tomo como un halago y trato de dar lo mejor de mí misma dentro y fuera de la cancha.
P: ¿Entiende que algunas personas -entre ellas paisanos- no comprendan lo difícil que es progresar en un deporte tan competitivo?.
R: Estoy segura de que los verdaderos aficionados saben las dificultades que entraña el tenis de competición, pero asimismo entiendo que haya otras personas que sólo se quedan con la parte bonita y los buenos resultados. La verdad es que la práctica de este deporte a alto nivel requiere mucho trabajo, muchas horas de entreno, de aviones, de hoteles y de estar periodos largos de tiempo lejos de tu familia. Es una vida dura, que te priva de aspectos personales importantes, aunque también es justo reconocer que te brinda compensaciones muy gratificantes a veces.
P: ¿Cómo se encuentra físicamente?.
R: Me encuentro muy bien. -Sonríe-. Aquí está el capitán, que está siempre machacando -se refiere a su preparador físico, que se encuentra junto a ella mientras tiene lugar la entrevista en el gimnasio de la ULPGC-. No, en serio. Estoy muy bien, he perdido peso sin que me esté costando tanto, gracias a la ayuda de Joaquín y Fernando. Y vamos a más, no nos vamos a parar aquí.
P: En mis años mozos tuve un preparador físico que me decía que los kilos entran por la boca.
R: (Carcajada, como respuesta).
P: Cambiando de tema. ¿Su excelente actuación en Oporto y Estoril puede ser el preludio de buenos resultados en tus próximos desplazamientos a Hamburgo, Berlín, Roma, Madrid y París?.
R: Espero que sí, porque empezar la temporada de tierra siendo finalista y campeona me da mucha confianza y moral. Tú sabes que la tierra no es mi superficie preferida porque me gusta más la pista rápida, pero este año espero adaptarme mucho más, dado que la tierra tampoco es una superficie que me desagrade.
P: Supongo que cuando dispute la próxima final no será una tortura para usted.
R: No hombre, no. La próxima vez no creo que me coma la bola la noche antes del partido. Me lo tomaré con mucha más tranquilidad.
P: Finalmente, ¿cree que el retorno a su tierra ha contribuido al relanzamiento de su carrera deportiva?.
R: Por supuesto que sí. Los resultados de Oporto y Estoril están directamente relacionados con mi estancia aquí porque me han dado más tranquilidad a nivel personal. Tenística y físicamente me encuentro mucho mejor, como ya te he dicho, gracias a que tengo la suerte de poder contar con dos profesionales como Fernando y Joaquín. Bien es verdad que los cambios siempre cuestan y adaptarse a un nuevo entrenador supone una pérdida de tiempo, aunque en esta ocasión ha merecido la pena porque cada día nos entendemos mejor. Además, Fernando me da mucha libertad en la cancha y ello me permite ser mucho más creativa y volver a divertirme y disfrutar mientras juego.