EL RELEVO

(www.jumpy.es)

    Este artículo apareció después de la gran actuación de Magüi en el torneo de Wimbledon 2000, donde alcanzó los cuartos de final de un Grand Slam por primera vez en su carrera.

El relevo natural del tenis

Magüi Serna ha comenzado su escalada hacia el Olimpo del tenis apoyada en su gran actuación sobre la hierba de Wimbledon que, además, le ha servido para erigirse en la sucesora de Conchita y Arantxa.

    El sueño de cualquier deportista es saborear las mieles del éxito. Una vez culminados los desafíos más anhelados en sus comienzos suspira por mantenerse en el Olimpo el mayor tiempo posible. Cuando se acerca el ocaso vuelve la vista atrás y busca un nuevo referente que garantice la continuidad de su legado. Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario, tras haber superado las dos primeras fases, necesitan de una savia renovada que asegure una serie de representantes españolas en la élite del tenis mundial. Magüi Serna parece dispuesta a liderar ese relevo generacional. El título honorífico de haberse convertido en la tercera jugadora hispana en alcanzar los cuartos de final de Wimbledon en la era Open la avalan.

    «Es el momento de que Magüi tome el relevo», aseguró Arantxa Sánchez tras conocer que la jugadora canaria se había colado entre las ocho mejores del Grand Slam inglés. No le falta razón. Y es que Serna reúne todas las cualidades del nuevo tenis femenino mundial. Un estilo mucho más cercano al que se exhibe en el circuito masculino y, por consiguiente, más atractivo para el público.

    Parece que la era de la lucha desde el fondo de la pista, la escasez de golpes ganadores y la búsqueda permanente del fallo del rival ha quedado aparcada definitivamente. La nueva generación de tenistas -liderada por las hermanas Williams, Lindsay Davenport y Jelena Dokic- apuesta por un ritmo de juego trepidante apoyado en potentes golpes que no esperan a que el contrario devuelva una pelota franca.

    Magüi Serna pertenece a esta nueva corriente que tiene todas las de ganar en las competiciones internacionales. La tenista de 21 años saca con fuerza y descaro, envía golpes envenenados con su derecha y además ha recogido la herencia de la constancia y la lucha propia de las jugadoras españolas.

    Wimbledon 2000 ha resultado ser su trampolín. La hierba del All England Tennis Club le ha catapultado hasta la primera línea del tenis nacional. Al igual que Marta Marrero, que asombró en Roland Garrós con su clasificación para cuartos de final, espera convertirse en una alternativa digna para las dos mejores tenistas españolas de la historia.
 

    Pero, la jugadora que reside en Barcelona, aún tiene un largo camino por recorrer si quiere llenar el vacío que podrían dejar Conchita y Arantxa cuando se retiren. No en vano, al margen de su hazaña en el Grand Slam británico, su logro más importante ha sido acceder a las semifinales del torneo de Birmingham el año pasado.
 

«De inferior nivel»

    De ahí que Jelena Dokic, su verdugo en los cuartos de final de Wimbledon, despreciara el buen nivel exhibido en los encuentros anteriores y que incluso le llevó a eliminar a Mary Pierce, campeona de Roland Garrós. «Tengo que ganar porque voy a enfrentarme a una jugadora de nivel inferior», declaró la tenista australiana antes de su partido con Serna.

    Una circunstancia que no desalentó a la canaria aunque reconociera tras su derrota que estar entre las ocho mejores, de momento, era una situación a la que no se había acostumbrado. Tal vez se deba a su juventud o a su propia timidez, pero nadie duda de que con el tiempo la élite del tenis será su lugar natural. Referencias para conseguirlo no le faltan .

    Admiradora de Sampras y fan de Tom Cruise, Serna sueña como en la película del actor estadounidense 'Jerry Maguire', con alcanzar la gloria desde abajo y apoyada en la superficie vegetal de Wimbledon.