La naturaleza de la motivación La palabra motivación se deriva del vocablo latino moveré, que significa mover. Por supuesto, hoy en día, el término tiene un significado más amplio que éste. Dessier lo considera como un reflejo de "el deseo que tiene una persona de satisfacer ciertas necesidades". Kelly afirma que "tiene algo que ver con las fuerzas que mantienen y alteran la dirección, la calidad y la in- tensidad de la conducta". Por su parte, Jones la ha definido como algo relacionado con "la forma en que la conducta se inicia, se energiza, se sostiene, se dirige, se detiene, y con el tipo de reacción subjetiva que está presente en la organización mientras se desarrolla todo esto". Todas estas descripciones parecen contener tres aspectos comunes del proceso de motivación. Estos se asocian con: a) lo que le confiere energía a la conducta humana, b) la forma en que se dirige o encauza esta conducta y c) la manera en que se puede sostener la conducta. Estos tres aspectos se pueden representar en forma de diagrama, como se ilustra en la figura anterior. Para aplicar un ejemplo a la figura, se podría utilizar el caso de una persona sedienta. La sed, como necesidad, es el resultado de la búsqueda de agua por el individuo (conducta encaminada hacia una meta o un objetivo). Después de haber tomado agua, la necesidad de la persona queda satisfecha y su estado interno se modifica. Sin embargo, se debe tener en cuenta que esta figura constituye tan solo un modelo general del proceso de motivación. En realidad, la motivación es un proceso mucho más complejo, y se pueden mencionar cinco razones. En primer lugar, la causa o motivo que tiene una persona para realizar una acción específica no se puede ver, solo se puede inferir. Por lo tanto cuando se observa que una persona trabaja muchas horas extra, no se puede afirmar de manera definitiva que el individuo esta muy motivado por el trabajo. Pudiera ser, sencillamente, que la persona esté retrasada en la preparación de su informe quincenal y necesita terminarlo antes de salir de vacaciones al día siguiente. En segundo lugar, los individuos pueden tener gran cantidad de necesidades o expectativas que cambian continuamente y que, en algunos casos, están en conflicto entre sí. Como resultado, es muy difícil observar o medir la motivación con un alto grado de certidumbre o seguridad. En tercer lugar, las personas satisfacen sus necesidades en muchas formas distintas. Por ejemplo, algunos vendedores trabajan con mucha intensidad porque desean ganar una gran cantidad de dinero para mantener su nivel de vida. Otros lo hacen sencillamente porque se les han asignado cuotas de venta elevadas. Otros más trabajan con esa intensidad para ganar este año más dinero que el año anterior; para ellos, el dinero es un factor importante, y la única manera en que sienten que fue un buen año es cuando ganan más que el año pasado. SÍ se observa a los vendedores en acción, es difícil establecer a primera vista diferencias entre estos tres grupos. En cuarto lugar, la satisfacción de una necesidad particular puede conducir en realidad a un aumento en su intensidad. Por ejemplo, las investigaciones han revelado que un aumento salarial genera en la persona, a veces, una mayor ambición de dinero, y en otras ocasiones, una promoción inspira el deseo de lograr otra que esté a un nivel todavía más elevado. En quinto y último lugar, la conducta encaminada hacia las metas no siempre conduce a la satisfacción de la necesidad. Con frecuencia, las interrupciones de varias formas hacen que sea difícil reducir por completo este estado interno de desequilibrio. En estos casos, surgen otras formas de conducta. Por consiguiente, el modelo de la figura anterior esta sujeto a muchas complicaciones.