Gaudí: Entorno y arquitectura.
Obra inconclusa, la Cripta Mellá constituye el basamento de lo que pudo haber sido la grandiosa capilla de líneas ascendentes conocida tan solo por los dibujos del maestro. Sin embargo, aún inacabada, esta construcción representa tal vez una de las expresiones mayores del arte nuevo catalán por su absoluta integración con el entorno.
La esencia de lo orgánico se expresa aquí en un alto grado de mimetismo. No se sabe si la columnata coronada por ojivas es parte del edificio o se trata de los troncos inclinados de los árboles y su ramaje. La cubierta, ¿es techo o colina?; aún la rampa de las escalinatas se funde en un todo con el terreno y la vegetación del parque.
El interior también sorprende: los arcos y bóvedas se ven tan naturales que no se siente si el espacio obedece a un propósito constructivo inicial o si se han aprovechado las grutas y hoquedades de un montículo, reforzándolas con una mampostería y fábrica de ladrillos que se antoja -aunque sabemos que no es así- inacabada por decreto o por no hacer mas obra de la que su naturaleza requería.
Cabe imaginarse como habría resultado la edificación completa. De lo que no hay duda es de que, al surgir sobre este basamento tan natural, tan vegetal y terreno, la obra solamente podría haber crecido como una imaginativa y genial extensión de su sustento.
La fotografía del interior de la cripta Mellá fue escaneada del libro "El Modernismo" de Gabriele Fahr-Becker, Edit. KÖNEMANN. 1996.
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