Constructividad: Pier Luigi Nervi
Los que hablamos y pensamos en español, podríamos suponer que el apellido de Nervi prefiguró su destino: Nervi, nervio, nervadura, nervosidad.
Las formas estructurales de Nervi son una expresión lógica y visible de las fuerzas y contrafuerzas de la naturaleza y el hombre; son la herencia del pensamiento gótico llevadas a su extremo imaginativo; son el resultado del completo entendimiento del juego de la materia en su obediencia a las leyes de la física.
El profundo conocimiento de estas leyes, aplicado por Nervi a su sabiduría en el diseño, hace evidente en su obra, aún para el profano, cómo el peso de las cosas pierde la simple verticalidad que supone la manzana de Newton y se expresa dispersándose espacialmente en tres dimensiones para ser llevado fluidamente, por la misma materia, desde su parte más alta hasta su reposo en tierra firme
o en el siguiente nivel de la estructura.
En Nervi todo interactúa: Soporte, cubierta, columna, trabe, ménsula, son nombres que podemos seguir dando a los elementos tradicionales de la edificación; sin embargo, su realidad es la de ser un complejo coherente y estructurado de nervaduras de diversos calibres, de nervios vivientes que transmiten al cerebro o a la intuición del observador las sensaciones reales del dolor y el placer de los esfuerzos de la materia concebida como espacio.
Nervudo puede significar fuerte o esforzado; el individuo nervioso puede ser alguien inestable, en contraposición de aquel otro de quien se dice "tener nervios de acero" y es, por lo tanto, inalterable, estable y permanente como una construcción de Pier Luigi Nervi.
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