BICHÓN

El
origen del Bichón Maltés ha sido muy discutido a partir
de su nombre. Hace unos 2.000 años, el geógrafo griego
Strabon evocó una ciudad de Sicilia llamada Mélita, de
gran fama por sus pequeños perros exportados a todo el
mundo por su gran belleza.
Unos piensan que Malta es su verdadero origen y otros le
sitúan en la isla adriática Meleda.
Los especialistas italianos han tenido la idea de recoger
de la etimología la denominación de "melitéen"
dado a uno de los siete tipos de perros conocidos por el
gran naturista Aristóteles. El nombre proviene de "malat",
un vocablo semita que significa refugio o puerto. El
Maltés es pues originalmente un perro de puerto, aunque
no es un perro marino. Este can servía para la caza de
los ratones y las ratas de los barcos y almacenes de
tierra, siendo así el primer "ratero" de la
historia.
En relación a la lingüística de su nombre, se podría
pensar que ha sido seleccionado en el antiguo Egipto (se
halló en las tumbas de los faraones estatuas que pueden
evocar este tipo de perros) y difundido por distintos
pueblos de comerciantes mediterráneos. A causa de su
pequeña talla, y también de sus cualidades de
desratizador, se convirtió rápidamente en un perro de
compañía mimado por las ricas residencias griegas y
después romanas, adquiriendo poco a poco un pelaje largo
y sedoso.
El
nombre de "Bichón" es claramente
menos antiguo; fue adoptado en época del Renacimiento en
Francia y es una contracción de "barbichón"
que significa barbillas. Evidentemente se le puso este
mote a razón de la característica barbilla de este
perro. La aportación de las pequeñas barbillas
(ancestros de los Caniches) ha hecho erizar el pelo de
los Bichón. Esta práctica se ha convertido en tan
típica, que a la acción de erizar el pelo, se le
denomina también "bichonear".
Poco a poco se llegó a los periodos en que el tipo
maltés se diluyó un poco a causa de los cruces para dar
paso a los nacimientos de numerosas variedades de
pequeños perros de compañía. A menudo era dificil para
los dueños distinguir, por ejemplo, un Bichón, de un
Caniche.
La realeza no practicaba la cría de sus perros de lujo
sino que simplemente los compraban, a precio de oro, muy
a menudo en Italia. Los oscuros criadores que
seleccionaban los especímenes más pequeños, de pelo
más fino que largo, no dejaron prueba escrita de su
proceder.
Además, se tenía la costumbre de rasurar el pelo de
algunas partes del cuerpo (normalmente al estilo león),
o erizarlo.
El Maltés ha ido evolucionando sin desaparecer nunca.
Por ello, se encuentran especímenes desde la aparición
de las primeras exposiciones caninas de Inglaterra. Es
muy posible que haya participado en la creación de
algunas razas modernas, en particular podría ser el
ancestro de la raza canina Yorkshire Terrier.
Hoy en día, no es tampoco un perro muy difundido. Tanto
en Francia como en Inglaterra se contabilizan alrededor
de 500 nacimientos o más cada año. En Alemania casi no
se llega a las 600 inscripciones anuales y en el país de
origen se contabilizan alrededor de 800.
