Subject: Renato, Gov, Juan, Monica and PN. this is somoving Author: marta i (198.232.250.51) Date: 02-14-2000 16:41 (Renato is speaking to new Gov. Monica, Juan and PN are in there too) -..Usted espera que estas tierras, las mas ricas de la isla, vuelvan a ser explotadas como antes, no es cierto? -Desde luego... y trataba de infundirle el optimismo necesario para que se quedara Usted... -Y yo le dije que, personalmente, no contara conmigo. Pero tengo mi candidato... No me quedare en Martinica, senor governador. Soy de los que huyen, de los que se alejan, de los que prefieren escapar... Soy del grupo de los cobardes... -No lo creo asi, senor D'Autremont, pero... -En el primer barco en donde haya un puesto disponible, volvere a Francia. ALgo me queda alli de la fortuna de los Valois, que correspondia entera a mi madre. Ire personalmente a recogerla... -Pero.. no comprendo.. Este hombre? -Acabare de explicarle. Soy de los pocos que, por casualidad, han podido conservar sus papeles.. Estaban en mi cartera, junto con una buena cantidad de dinero, que alguien rescato al salvarme la vida. Espero que con mi testimonio, y con la firma de un notario como don PN, podran reconstruirse los de una persona que ha perdido en la catastrofe todos sus medios de identificacion... Ha mirado lentamente a Juan. Acaso espera una palabra de sus labios, que ahora estan lividos, duros y apretados. Tambien subitamente silenciosos, Monica y PN estan pendientes de sus palabras, y respira Renato, como tomando aliento, antes de terminar... -Valle Chico y Campo Real es mi deseo que sean immediatamente entregados al hombre a quien de derecho le corresponden, con lo que, ademas, cumplo la voluntad de mi padre. Don PN lo sabe... -El que se yo? - pregunta este sorprendido. -Lo que mi padre deseo siempre.. El nombre de aquel en cuyas manos hubiera querido ver Campo Real... El hombre a quien por error trajeron detenido entre soldados, cuando solo se trataba de poner sus cosas en orden... -Por un error? = inquiere Monica confusa. -Si, Monica. Ya se que es eso lo que estas tratando de decir desde que entraste. Lo leo en tus claros ojos elocuentes, y tambien en los de nuestro buen N. Y ahora, contestare a su pregunta, Excelencia: Valle Chico y Campo Real deben ser puestos legitimamente a nombre de mi hermano... -QUe dice? Su hermano? - se asombra el gobernador. -No soy el primogenito, Excelencia, aunque como tal me haya criado; ni el unico superviviente de la familia cuya desaparicio usted lamentaba. Tambien queda el hombre que tiene usted delante: Juan Francisco D'Autremont, mi hermano! -Pero.. - intenta protestar Monica. -No repliques mas, Monica... Mi parte en esas fincas es mi regalo de boda... Porque hay algo que aun no hemos dicho a su Excelencia: la razon de mi profundo interes por la senora Molnar es que es la prometida de mi hermano... Monica, Juan y Noel, se han vuelto, temblando de emocion, hacia el hombre palido y demacrado a cuyas espaldas acaban de cerrarse las puertas del despacho del nuevo Gobernador General de la Martinica, y ahoga la gratitud la voz de Monica, al comentar... -Renato, lo que has hecho... -Lo que has hecho es sublime, hijo de mi alma! - completa Noel con lagrimas en los ojos. -No, Noel. Sublime fue Juan - rechaza Renato - . Sublime fue duplicar, triplicar el propio riesgo para sacarme de aquel infierno de aguas hirvientes... Sublime fue salvarme cuando yo te perseguia como el mas feroz de los enemigos, Juan.. Sublime fue vendar mis heridas, llevarme en brazos a traves de la desolacion y de la muerte, y, mas sublime aun, guardar para mi esos papeles que te condenaban. Como pudiste hacerlo? Como hallaste generosidad y nobleza en el fondo de tu alma? -Por favor, calla - ruega Juan sin dominar su emocion - . Lo que has hecho... Pero no.... No puedo aceptarlo... Es demasiado... -Porque demasiado? Rechazas entonces la voluntad de nuestro padre? Nuestro padre, Juan, nuestro padre... El siempre te reconocio como hijo.. Borra el rencor que puedas guardar en tu alma... Creo que nunca he podido decirte que sus ultimas palabras fueron para pedirme que te buscara y que reparara en lo posible su falta... Si la muerte no hubiera tronchado prematuramente su vida, como hijo habrias crecido al lado suyo... Acaso como hijo predilecto... -No, Renato!! - protesta Juan. -El hijo de la mujer a quien mas habia amado... Piensalo, y acaso puedas perdonar el rencor de mi pobre madre... Como ves, nada te he dado que no merezcas, que no hayas ganado, ni a lo que yo no deba renunciar... Hasta a Monica la salvaste tu, Juan... Tu amor la llevo al Cabo del Diablo, y tu generosidad al Monte Parnaso... Si hubiera permanecido a mi lado, su juventud y su belleza serian hoy cenizas, como lo es todo cuanto ame, como lo son aquellas que me amaron; mi madre y... Ha apretado los labios, bajo la fuerza quemante del recuerdo amarguisimo. Luego, se vuelve para estrechar las manos de Monica, con gesto apresurado: -Que seas feliz, Monica, que seas tan feliz junto al hombre a quien amas, como yo hubiera querido hacerte... -Renato!.. Mi pobre Renato..!! - murmura Monica conmovida. -Solo una suplica... No me compadezcas! -Solo quiero darte las gracias, Renato, las gracias con toda mi alma... -No hice nada que en verdad las merezca. Simplemente, no soy un canalla... Y ahora, abreviemos la despedida... Saldre muy pronto, en el primer barco que quiera llevarme... -Pero aun no te has repuesto, hijo. - pretende detener Noel. -Me repondran los aires de Francia. Gracias, Noel, y adios. Usted siempre fue un hombre honrado y nunca vacilo en senalar el camino con su ejemplo... -Que Dios te bendiga! Te lo digo como pudiera decirtelo tu propio padre... -Renato... No se que decirte... - susurra Juan terriblemente confuso.. -No hay que decir nada. Te admire desde nino; desde nino tuve la conciencia de que eras el mas fuerte, el que valias mas. No es ningun merito reconocerlo... Quiero ser tu amigo. Las circunstancias me convirtieron en lo contrario... Creo que llegue a odiarte. Pero, aun odiandote, te he estimado, y si nunca pude llamarte amigo, ahora quiero llamarte, aun cuando sea como palabra de despedida, hermano... -Renato... Hermano... - exclama Juan hondamente conmovido. -Y ahora, un abrazo... - Los dos hermanos se han estrechado en un emocionado abrazo, y Renato comenta con forzada jovialidad - No aprietes tanto, Juan del Diablo... -Tu herida, Renato - se alarma Monica. -No te preocupes, Monica, que ya no sangra. Esta cicatrizando y sanara. - Ha dado unos pasos, pero repentinamente se vuelve para estrechar de nuevo las manos de Juan, y recomendarle: - Cuida de nuestro Campo Real... Hazlo fecundo... Hazlo dichoso y prospero, como supo hacerlo nuestro padre...