Elisa Martínez
Dr. Utley
Español 4370
4 de diciembre de 2002
Representaciones de la Realidad en Tres Cuentos de Quiroga y Borges:
Un Final Inesperado
Este ensayo adopta la idea de "huecos" e "imágenes" expresada en "Interaction between Text and Reader" de Wolfgang Iser (1980) para examinar la visión de la realidad, tanto para el personaje principal como para el lector, representada en tres cuentos latinoamericanos. Los tres cuentos son: "El hijo" de Horacio Quiroga (1878-1937) y "Las ruinas circulares" y "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" de Jorge Luis Borges (1899-1986). Estos tres cuentos son muy distintos en cuanto a sus temas y finales, pero son muy parecidos en cuanto a su tratamiento del estado mental y la imaginación, y también en la manera en que sus respectivos autores guiaron a sus lectores por medio de estos huecos e imágenes a una realidad inesperada.
Comenzaré con un resumen de las ideas de Iser en su artículo sobre la interacción entre el texto y el lector Después, examinaré la visión de la realidad expresada en cada uno los tres cuentos, notando las maneras en que los autores usan huecos e imágenes. Al final, ofreceré argumentos para sostener mi conclusión que la visión de la realidad efectuada por Quiroga y Borges es una visión de orden y estabilidad mental, a pesar de la preocupación de Quiroga con la inestabilidad mental y la muerte trágica, y la preocupación de Borges con la incertidumbre y la metafísica.
Iser: Interacción entre texto y lector
Iser empieza por explicar que el acto de leer cambia una obra literaria, en cierta forma, así que la obra no existe solamente como el texto ni solamente como la respuesta del lector. Iser posiciona la obra entre estas dos entidades, y sigue con una descripción de cómo funcionan los "huecos" en el texto. Huecos aparecen en el texto cuando el autor no dice todo lo que hubiera podido decir, haciendo que el lector llene los espacios vacíos con su imaginación. El lector actúa junto con el texto por medio de suplir ciertas imágenes o ideas. Según Iser: "Communication in literature, then, is a process set in motion and regulated, not by a given code, but by a mutually restrictive and magnifying interaction between the explicit and the implicit, between revelation and concealment" (111). El lector usa estos huecos y las imágenes y las perspectivas que generan para crear una realidad en cuanto al cuento, ajustando las imágenes al leer, conforme con los nuevos huecos. La acción del lector, entonces, es tomar estos huecos e imágenes y crear (junto con el autor) la obra estética que es el cuento. Veremos cómo funciona en los tres ejemplos que siguen, empezando con "Las Ruinas Circulares" de Borges.
Borges: Las Ruinas Circulares
Este cuento sirve de ilustración sencilla de cómo funcionan las imágenes, y los huecos que resultan para el lector cuando el autor cambia la realidad que ha construido. En el cuento, Borges describe un mago que quiere hacer un hombre por medio de soñar. Esta idea requiere de que el lector forme una imagen de una realidad en que esto sea posible: una persona real creará otra persona hecha de sueños. El mago intenta varias veces, y por fin logra soñar un hombre que parece completamente real. El lector sigue con la misma imagen: objetivo logrado. El hombre soñado no se puede dañar por fuego, y solamente el fuego y el mago saben que no es real. Y el lector sigue con básicamente la misma imagen. Un día, el mago se encuentra en una conflagración, y se prepara para morir (y el lector sigue con la misma imagen del mago como persona real y el hombre como resultado de sus sueños), pero el mago descubre que el fuego no le daña.
En este punto, al final del cuento, el lector tiene que cambiar la imagen, o la realidad que había imaginado, porque el mago resulta ser sueño también. Esto crea un hueco para el lector. El lector llena el hueco, cambiando su visión de la realidad para poder seguir entendiendo el cuento. Esta deconstrucción de la realidad establecida por el autor permite que el lector piense en preguntas como ésta: "¿Cómo serían las cosas si yo fuera persona imaginaria, o si mi realidad dependía de los pensamientos de otra persona?" Además, es interesante para el lector, porque le es sorpresivo, pero no difícil de seguir.
Quiroga: El Hijo
"El hijo" de Quiroga resulta ser un poco más complicado en cuanto a las imágenes de la realidad. El cuento trata de un padre y su hijo, y la respuesta del padre a una tragedia en su vida. En el principio, el hijo de trece años sale de caza. Hay varios huecos para el lector: ¿Será bueno que habrá salido así un chico de trece años? ¿Qué va a pasar con él? El lector sigue al estado mental del padre acerca de su hijo a través de la mañana; ve que el padre está un poco preocupado por su hijo. Esto crea otro hueco, mas el lector lo relaciona con su propia experiencia y con la descripción placentera del día, y dice (a lo mejor), "Está bien. El hijo sale de caza, y el padre, por más que lo ha entrenado cuidarse, está un poco preocupado. Es normal." Al fin de este primer segmento del cuento, el lector se entera de que el padre "sufre de alucinaciones" desde hace tiempo, y que ha alucinado con la muerte violenta de su hijo.
El segundo segmento del cuento empieza con otro hueco: un estampido no muy lejos. El lector se pregunta con aumentada fuerza, ¿Qué ha pasado con el hijo? ¿Ha matado a algún animal? ¿Se ha herido? ¿Habrá el chico (sabiendo como es Quiroga) matado a sí mismo? El padre se encuentra, en esta imagen, aun más preocupado, pero piensa en la presa que habrá alcanzado su hijo, y el lector todavía dice, "Es normal." Después de esta imagen, el lector forma una imagen más inquieta, por causa del atraso del hijo. No regresa en el tiempo indicado. El padre se ve preocupándose y sale en busca de su hijo. Durante este tiempo, el padre está seguro de que su hijo está muerto: "adquiere la seguridad de que cada pasa ... lo lleva ... al cadáver de su hijo" (86). El lector ve los signos también: "el padre buscando a su hijo que acaba de morir" (87).
En este punto, Quiroga dice claramente que el hijo está muerto, pero el lector, viéndolo desde la perspectiva que tiene por la imagen del padre preocupado y alucinando, tiene dos opciones. O cree lo que dice el autor, "el niño acaba de morir," o puede esperar que el niño este bien y que la frase "que acaba de morir," es nada mas una expresión del temor en la realidad del padre. Al fin de esta imagen, el padre encuentra el hijo y con este acontecimiento se encuentra, para cualquiera de estos dos lectores, el hueco más grande del cuento.
El padre ve al muchacho corriendo hacia él, los dos empiezan a hablar, y regresan felices a la casa. El lector en el primer caso, quien sospechaba que el niño estaba bien y que el alucinado padre se preocupaba demás, está satisfecho aquí con la imagen que ha formado.
El niño ha atrasado un poco, pero está bien. El lector en el segundo caso, quien creía que el niño se había muerto, está sorprendido, y ajusta a la última imagen formada para integrar el hecho de que el niño aparece y está hablando y caminando con el padre.
En el final del cuento, el lector encuentra otro hueco: el hijo está muerto desde las diez de la mañana. Ahora, el primer lector tiene que ajustar su última imagen:
El niño sí estaba muerto, y el padre estaba alucinando todo este
tiempo. El segundo lector también tiene que ajustar la última imagen que ha formado, regresando a su penúltima imagen: la del hijo muerto y padre que no acepta este hecho como parte de su realidad. Los cambios que hace Quiroga en la realidad del padre crean huecos para el lector, que el lector usa para crear otra realidad para sí mismo en cuanto al cuento, conforme a los cambios de imágenes.
Borges: Tlön, Uqbar, Orbis Tertius
Este último cuento por Borges describe un mundo imaginario que se llama Tlön. El narrador relata detalladamente las filosofías y costumbres de este mundo. El lector se entera de que las personas de Tlön usan verbos y adjetivos en lugar de sustantivos, y que todos los sustantivos son considerados nada más metáforas. Los habitantes de Tlön no creen en una relación entre causa y efecto, ni en el pasado, ni en el futuro. Abunde la metafísica, y no se reconoce la idea de "verdad." Borges sigue describiendo, y el lector crea una imagen del mundo imaginario de Tlön.
En el final del cuento, el lector se entera de que Tlön representa su propio mundo, visto de otra perspectiva. Borges dice que las personas que inventaron a Tlön tuvieron el deseo de hacerlo compatible con el mundo real. Escribe:
"Ya ha penetrado en las escuelas el (conjetural), "idioma primitivo" de Tlön; ya la enseñanza de su historia armoniosa ... ha obliterado a la que presidió mi niñez; ya en las memorias un pasado ficticio ocupa el sitio de otro, del que nada sabemos con certidumbre -ni siquiera que es falso-. Han sido reformadas la numismática, la farmacología y la arqueología. Entiendo que la biología y las matemáticas aguardan también su avatar... Una dispersa dinastía de solitarios ha cambiado la faz del mundo" (35-36).
Y después, "El mundo será Tlön" (36). La idea de Borges, revelada al final, es que el mundo de Tlön es una realidad, un laberinto inventado por los hombres para reemplazar una realidad establecida según leyes divinas (35). El cuento está lleno de huecos en cuanto a la realidad de Tlön, los libros que aparecen acerca de Tlön, y la identidad de los fundadores de Tlön. En cierto sentido, todo el cuento presenta un hueco grande, hasta el final, cuando el lector entiende la manera anagógica en que Borges se expresa.
La Realidad: Un Final Inesperado
La visión de la realidad creada por cada uno de estos tres cuentos es una de orden y estabilidad mental. A pesar de que Quiroga se preocupó con la inestabilidad mental y la muerte trágica, y Borges con la incertidumbre y la metafísica, los dos crean para sus lectores, visiones de la realidad muy distintos a la realidad de los personajes principales. En el caso de "Las ruinas circulares" de Borges, el lector tiene que imaginar una realidad en que las personas reales pueden crear otras personas por medio de sueños. Esto es algo distinto a la realidad normal de nuestro mundo. De hecho, esta idea se parece a una de los más comunes síntomas de la esquizofrenia: la creación de otras personas (personalidades) por medio de alucinación. El padre en el cuento de Quiroga también exhibe síntomas de esquizofrenia: alucinaciones y delusiones. Estas representaciones de inestabilidad mental afirman para el lector, por medio del contraste, la normalidad de su propia realidad. Si el lector puede entender que el padre en "El hijo" no está bien de salud mental, es porque el lector sí está bien.
En el cuento "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius," Borges critica una realidad establecida por los hombres y la contraste con otra realidad, que es una realidad establecida según leyes divinas. Esto se nota en el hecho que Borges menciona que cierto fundador de Tlön, quien había dado su fortuna a la creación de este mundo había dicho, "La obra no pactará con el impostor Jesucristo" (32), comprobando que Tlön era una reacción, en parte, contra la religión. Borges dice, "Buckley descree de Dios, pero quiere demostrar al Dios no existente que los hombres mortales son capaces de concebir un mundo" (32). Sin embargo, Borges presenta a Tlön cómo una sociedad no racional: "no hay ciencias en Tlön ni siquiera razonamientos" (23), y una realidad en que él no quiere participar. Borges parece rechazar la revolucionaria realidad de Tlön a favor de una realidad y orden más antigua y más favorable a lo divino.
Si Quiroga y Borges habían llenado todos los huecos o terminado el cuento sin un final inesperado, el lector hubiera sido dejado en la realidad de los personajes. Creería junto con el mago que él mismo era real, junto con el padre que el hijo estaba bien, junto con el narrador de Tlön que este mundo imaginario no correspondía nada al mundo actual. Por medio de los huecos, Quiroga y Borges permiten que el lector comparta la realidad anormal de los personajes, pero después le permiten llenar los huecos con una realidad normal, ordenada y conocida. Es esta perspectiva distinta que permite que el lector entienda los personajes y que disfrute de los cuentos.
Bibliografía Anotada
Alazraki, Jaime. "Jorge Luis Borges." Latin American Writers. Ed. Carlos A. Solé y Maria Isabel Abreu. 3 vols. New York: Scribner's, 1989. 845-62. Este artículo presenta un resumen de la vida y obra de Borges. Parte del articulo se trata de la ficción de Borges y ofrece comentario sobre las influencias de otros autores y de la filosofía en su obra.
Boulter, Jonathan Stuart. "Partial Glimpses of the Infinite: Borges and the Simulacrum."
Hispanic Review 69.3: 355-78. Usando la idea de un simulacro (Jean Baudrillard,
Simulations), este artículo presenta la obra de Borges como experimentos en transcribir el infinito por medio de la lingüística. Se enfoca en tres cuentos por Borges: "El Aleph," "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius," y "Pierre Menard, autor del Quijote."
Borges, Jorge Luis. "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius." Ficciones. 1941. Madrid: Alianza Editorial, 1994. 13-36.
---. "Las ruinas circulares." Ficcioones. 1941. Madrid: Alianza Editorial, 1994. 61-69.
Iser, Wolfgang. "Interaction between Text and Reader." The Reader in the
Text. Ed. Susan R. Suleman e Inge Crossman. Princeton, Princeton UP, 1980. 106-19. Iser presenta sus ideas en cuanto a cómo funciona el acto de leer.
MacAdam, Alfred J. "Origins and Narratives." MLN 95.2 (March 1980): 424-35. Un resumen de la vida de Borges y su carrera literaria, siguiendo el progreso de Borges desde poeta y ensayista hasta llegar a ser escritor de cuentos. El artículo relaciona la obra de Borges con las varias filosofías que examinó a través de este proceso.
Paoli, Roberto. "El perfecta cuentista: comentario a tres textos de Horacio Quiroga."
Revista Iberoamericana 58.160-61 (1992): 953-74. El autor discuta a tres cuentos por Quiroga. En su análisis de "El hijo," el autor del artículo usa dos perspectivas (estática y dinámica) para reforzar su argumento de que Quiroga es autor excelente y narrador excelente a la vez.
Quiroga, Horacio. "El hijo." 1928. El cuento hispanoamericano en el siglo XX. Ed. Fernando Burgos. Madrid: Clásicos Castalia, 1997. 83-88.
Schade, George D. "Horacio Quiroga." Latin American Writers. Ed. Carlos A. Solé and Maria Isabel Abreu. 3 vols. New York: Scribner's, 1989. 551-58. Este artículo presenta un resumen de la vida y obra de Quiroga, enfocándose específicamente en la influencia de Poe en Quiroga.
©
2002, Elisa Martinez. All rights reserved.
karenelisam@lycos.com